Capítulo 4
Sentados frente a frente, en una cafetería, ambos tomábamos una taza de café. Yo sonreí, él bebió del suyo y me miró atento.
_ Estás muy bella – sonreí con rubor.
_ Gracias... tú igual. Luces muy guapo
_ Jejeje - Tomó otra vez mi mano – Leí tu carta esa noche. Eres muy tierna – más me enrojecí.
_ Joey...
_ ¿De veras estás enamorada de mí?...
Lo miré aún más con vergüenza, mientras que él me miró fijo y el corazón se me alborotó en el pecho.
_ Si Joey... ¿A caso lo dudas?
_ No, claro que no. Lo supe aquella noche que pasamos juntos
_...
_ Y lo confirmé aún más al leer tus libros – sonrió – Aún me sorprende que escribieras de mí, hermosa
_... – solo le sonreí y él me miró con destellos.
_ Aunque debo confesarte que igual me da un poco de vergüenza, jejeje
_... – no podía hablar. Me sentía tan feliz y solo quería mirarlo y disfrutar de su dulce compañía. Joey no dejó de mirarme de aquella dulce manera.
_ Quiero leer todas tus historias -abrí los ojos.
_ ¿Todas? Pero son muchas... - sus ojos más brillaron de interés y anhelos.
_ Tengo tiempo de sobra
_ ¡Qué vergüenza! Ahora si pensarás y creerás que soy una fanática esquizofrénica
_ ¡Jajaja! No, claro que no. Jamás pensaría una cosa como esa – me miró fijo – así podré conocerte más
_... Joey... - de pronto se tornó serio.
_ ¿Por qué te fuiste así ese día? No me dejaste ni siquiera opinar. Mi amor, ni siquiera te despediste
_... Lo siento, es que bueno, yo creí que después de lo que pasó entre los dos, ya no querrías saber nada de mí
_ ¿Qué?
_ Pensé que tal vez yo solo había sido muy fácil para ti, que solo había sido una mujer más en tu vida
_ ¿De verdad creíste eso?
_... Si, por eso decidí irme como lo hice. Preferí llevarme ese dulce recuerdo tuyo de esa noche y dejarlo así solo como un bello sueño y ya. Asumía que ya no volvería a verte otra vez, hasta hoy...
_ ¿Y qué pasa si te digo que yo si quiero formar parte de ese bello sueño que tienes conmigo? – lo miré anonadada y mi corazón latió aún más acelerado.
_ ¿Qué dices? – sonrió con anhelos y ternura.
_ Hermosa, yo jamás te he olivado. Te vi esa primera vez allá en el aeropuerto y me enamoré de ti – sonreí vibrante, inmensamente feliz y se me llenaron los ojos de lágrimas de emoción y alegría.
_ No es posible – acarició mi mejilla.
_ Si mi amor. Fui tan feliz cuando te vi esos días sentada junto al mar
_ ¿Qué?
_ Te veías tan hermosa observando el mar. Solo quería acercarme a ti niña mía. Te amo
_ Oh Joey ¿Estabas en el hotel?
_ Sí. Siempre lo estuve y era tan feliz cada vez que te veía junto al mar, pero lo fui aún más cuando te me entregaste a mí esa noche. Amo ser el protagonista de todas tus historias de amor. Te amo
_ Oh mi Joey. Yo también te amo. Te adoro
Nos sonreímos con emoción y nos pusimos de pie. Yo lo miré perdidamente, Joey acarició mi rostro con ternura y luego me besó.
Al cabo de besarme, los dos nos sonreímos ilusionados.
_ ¿Entonces, aceptarías ser mi pareja, mi bella escritora? – no cabía de alegría.
_ Si mi Joey. Te he amado toda mi vida
_ Te amo...
Felices, corrimos tomados de la mano hasta su auto. Joey me sonrió y condujo a toda velocidad hasta la playa de Viña del Mar...
La playa estaba tan serena y solitaria; Joey sonrió y tomó con cariño mi mano. Yo le sonreí y me sentí la mujer más feliz de todas.
Nos acercamos hasta el mar y nos sentamos en la arena. Miramos el hotel a nuestro lado.
_ Estoy tan feliz – me sonrió.
_ Dime una cosa ¿Por qué venías precisamente hasta aquí para mirar el mar? – sonreí.
_ Me gustaba venir hasta aquí, porque soñaba con que tú estarías allí, en una de todas esas ventanas del hotel y me verías. Quería tanto verte Joey– me ató a sus brazos y besó mi cabeza.
_ Niña mía. Mi tierna Emilia
_ Te amo mucho mi vida
_ Y yo a ti. Será más placentero para mí ahora leer todas tus historias. Me fascinará
_ Oh que pena. Son muy íntimas - sonrió con ternura.
_ Si, pueden serlo, pero es lo que ambos queremos – lo miré perdidamente y mi corazón más se estremeció.
_ Ese sueño que feliz realizaré a tu lado
_ Mi Joey
_ Te amo
Me dijo, tomó con cariño mi mentón y me besó apasionado frente las olas de aquel mar.
Acarició mi largo cabello, teñido de rubio, mientras sentimos el suave sonido de las olas y la brisa rozó en nuestros rostros. Miramos con admiración el tranquilo mar, y yo feliz, sonreí.
Mi corazón y alma bailaban de dicha. Mi sueño loco e irreal, por fin se estaba haciendo real, y Joey encantado, se sentía el hombre más feliz y afortunado del mundo. Amándome con todo su corazón, atesoró aquel momento y sin dejar de mirar el mar, de pronto pensó en algo y se tornó serio...
Trató de no pensar en aquello y bajó la cabeza para mirarme. Sonrió con ternura.
<< Te amaré toda mi vida mi amor... >>
_ Me iré en dos semanas más a Londres y quiero que te vengas conmigo, hermosa - sonreí.
_ Si mi Joey. Feliz me iré contigo. No quiero separarme de ti
_ Ni yo – dijo y luego miró pensativo hacia el mar.
<< No puedo vivir sin ella. La amo demasiado, pero tengo poco tiempo... >>
Había caído la noche en su habitación y besándonos, desnudos, sin parar, nos abrazamos fuerte y nos caímos con suavidad en su cama.
Me miró perdidamente y me cautivó con sus profundos ojos celestes. Yo lo miré derretida, le acaricié su suave mejilla y volvimos a besarnos.
Mantuvo todo el peso en sus brazos, mientras me hacía suya. Me embestía con ternura, placer y preocupación. Me daba dulces caricias por todo mi cuerpo; me miraba y observaba mis pechos. Los besaba con todo deseo y yo gimiendo, él se estremeció y me sonrió idiotizado.
Besándonos, volvimos a abrazarnos y sus embestidas aumentaron. Yo acaricié toda su enorme espalda; sentí más amor por él Joey me miró fijo. Yo me perdí en su intensa y provocativa mirada.
Ambos gemimos, volvimos a besarnos sin parar, él tomó mi mano y continuó haciéndome suya, por segunda vez, y me amó con locura y anhelos.
_ Te amo Joey
_ Y yo a ti niña mía...
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top