Capítulo 15

Se estacionó a un costado de la playa, me tomó de la mano y me ayudó a bajar del auto.

El día estaba tan lindo y soleado. El mar estaba solitario y sereno, tal como a nosotros nos gustaba.

Abrazados, caminábamos tranquilos por la arena; sentíamos su fresca brisa y disfrutábamos de la compañía del uno con el otro.

Joey sostuvo con más cariño mi mano y yo lo miré perdidamente. Él me sonrió.

_ Soy tan feliz a tu lado, mi Emilia

_ Yo también lo soy

_ ¿Cuántas veces te he dicho hoy que te amo? – le sonreí con picardía.

_Mmm, no muchas la verdad

_ Entonces ahora te lo diré, pero espera. Lo voy a gritar para que todos me escuchen

Se agachó frente a mí, lo que me causó risa y a la vez ternura.

_ ¡Emilia, te amooo!...

_ Oh mi Joey – me miró con destellos.

_ Te amo tanto, que vamos a echar una carrera de aquí hasta el auto. El primero que llegue tendrá que besar al otro - le sonreí y él comenzó a correr.

_ ¡Espera Joey! ¡Sabes que no puedo correr...!

_ ¡Demasiado tarde hermosa!...

Joey corrió, yo lo seguí con dificultad y Joey de pronto se tambaleó y se afirmó débil del auto. Yo me le acerqué preocupada y él volteó a mirarme con agonía. Su nariz estaba sangrando y cayó al suelo.

_ ¡JOEY!...

Traté de levantarlo, él me ayudó, y muy agitado, comenzó a botar sangre por la boca y a mí me entró la desesperación.

_... Llévame con Hans...

_Si amor...

Lo ayudé a subirse al auto y me fui rápidamente a la consulta de Hans...

Hans revisaba unos exámenes, cuando de pronto, escuchó mis gritos...

_ ¡HANS! ¡HANS AYUDA!...

Se levantó del asiento y yo entré con Joey, débil, en mi hombro. Tenía su camisa azul manchada con sangre y Hans se alarmó.

_ Hans, mira...

_ ¡Pero ¿Qué pasó?!

_ ¡No lo sé! ¡Ayúdanos por favor!

_ Si. Recostémoslo en la camilla...

Cargó a Joey por el otro lado y él botando más y más sangre por la boca, lo llevamos juntos a la camilla y lo recostamos.

Débil, no paraba de sangrar. Yo le acaricié su mejilla y Hans comenzó a llamar urgente por teléfono.

_ ¡No me lo explico! ¡Esto te pasó porque no te hiciste el tratamiento, por dios Joey! – sostuve a Joey.

_ Ya Hans, no lo regañes

Joey seguía botando sangre y me miró perdidamente.

_... Mi vida...

_ Tranquilo. Vas a estar bien mi Joey – Hans intervino.

_ No tengo lo necesario aquí. Hay que llevarlo al hospital de la ciudad, ahora ya...

Manejando a toda velocidad, yo iba con Joey en la parte de atrás y él cargado en mi pecho, yo sostuve su boca con un pañuelo, la que estaba cubierta de sangre. Tosió y me sonrió débil.

_... Mi niña, siento que la bebe está pateando- se me llenaron los ojos de lágrimas.

_ Si mi amor. No hables, tranquilo si

Botó más sangre, yo se la limpié y me entró la desesperación. Aún no llegábamos.

_ ¡Hans! ¡Date prisa por favor!

_ ¡Sí! ¡Tranquila! ¡Pronto vamos a llegar! – Joey botó más sangre y yo más lo sostuve.

_ ¡Hans!

_... Niña mía...

Lo llevaron urgente en una camilla, rodeado de médicos. Joey iba inconsciente y con una cánula nasal. Mi mundo se me vino encima...

Con los ojos llenos de lágrimas, Hans me acompañó.

Su madre y hermana llegaron...

_ ¡¿Cómo está hija?!

_ Aún no nos dicen nada – su madre tomó mi mano.

_ Tranquila. No te angusties, o si no, le harás daño al bebe

_... Si lo sé... - su hermana se me acercó.

_ Va a salir todo bien cuñada. Ten fe

_...

Salió el médico y nos llamó a su oficina...

_ ¡¿Qué fue lo que le pasó a mi marido doctor!?

_ Lamentablemente el trasplante de medula rechazó el cuerpo de Joey

_ ¿Qué?

_ ¿Y qué va a pasar ahora?

_ Algo se tiene que hacer – dije afligida, a punto de llorar.

_ Hay que buscar otro donante

_ Mi hija y yo lo seremos

_ Bien, hay que hacerles los exámenes de inmediato...

Triste entré a la habitación, y él inconsciente, estaba respirando por una máquina. Con un nudo en la garganta, las lágrimas me escurrieron por las mejillas y me le acerqué. Le tomé su mano con cariño.

_ Mi Joey. Tienes que luchar y ser fuerte. Tu hijo y yo te necesitamos... Joey, mí amado Joey...

De pronto, él pestañeó y abrió lentamente los ojos. Me vio a su lado.

_... Emilia...

_ Joey – me sonrió débil.

_... Ve a descansar... no es bueno para ti que estés en este lugar

_ No, no voy a dejarte aquí solo

_ Niña mía... ¿La niña y tú cómo están?... ¿Te sientes bien?

_... Si lo estamos, ahora solo queremos que tú estés bien y que te recuperes pronto

_ Tranquila... No me alejaran tan fácil de ti... No...

_ Mi Joey...

Le dije llorando y él apretó con cariño mi mano. Me miró perdidamente.

_ Te amo

_ Y yo a ti mi Joey...

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