Capítulo 12
Los días, semanas y meses comenzaron a pasar. Estábamos tan felices e ilusionados con la pronta llegada de nuestro querido hijo.
Joey estaba muy bien. Había vuelto a su vida normal, eso sí, sus giras las tenía pospuestas porque solo quería estar a mi lado y cuidarme hasta que naciera nuestro bebe.
Nos fuimos a su casa, allá en Londres, y cada vez que podíamos, visitábamos a su madre y hermana. Su hermano George, por su parte, se había regresado a Alemania.
Me sentía tan dichosa. Más amor sentía por mi amado esposo, el que yo encontraba que se colocaba más y más guapo cada día.
Joey estaba tan ilusionado y contento. Se sentía el hombre más feliz de todos y lo mejor era que ya no temía a su enfermedad. Se sentía con fuerzas para enfrentarla y tenía toda la fe en que la vencería.
Era el marido más tierno, atento y comprensivo que cualquier mujer quisiera tener y yo lo tenía.
Era una sensación tan linda y maravillosa la que sentía, el que Joey fuera el papá de mi bebe y que estuviera a mi lado cuidándome, acompañándome y observando crecer a su hijo en mi vientre. Era la mujer más feliz del mundo.
Escribía con cariño un nuevo capítulo de mi próximo libro, el que ya le faltaba poco para ver la luz, lo que también me tenía muy contenta e ilusionada. A esa fecha, mi Joey ya había leído todas mis historias, las que ahora eran todos libros publicados.
Guardé mi libreta y me acerqué a mirar la cuna de nuestro bebe. Sonreí con ilusión y giré el tierno móvil, que colgaba de ella; lo miré moverse y me acaricié la barriga solo amando más y más a Joey.
Me levanté la playera y sonreí al ver lo enorme que estaba mi barriga. Me la acaricié y soñé cómo sería nuestro hijo. Me lo imaginé y me reí de emoción.
_ Mi niñito, mi niñito lindo. Te amo tanto. Solo espero ser una buena madre para ti hijo mío
Sonrió intenso y se me acercó. Me tomó dulce por la espalda y acarició mi enorme barriga. Yo me estremecí al sentirlo y le sonreí contenta y derretida. Joey me miró perdidamente.
_ Serás una excelente madre, mi amor. La mamá más dulce y hermosa
_ Oh Joey
Le dije toda derretida, él me sonrió y siguió acariciando a nuestro bebe. Miré sus manos en mi barriga y sonreí con ilusión. Joey me miró todo enamorado.
_ Te amo niña mía
_ Y yo a ti mi Joey
Le dije y lo miré perdidamente. Él me miró con destellos y de pronto él bebe me pateó fuerte. Solté un gemido.
_ Esa fue una patadita
_ Si y muy fuerte – sonrió.
_ Mira ahí está de nuevo – ambos sonreímos.
_ Si. Parce que va a ser un niño muy revoltosito
_ Si, como su padre - me susurró todo provocativo y yo me reí feliz.
_ Mi Joey. Ay te amo tanto
_ Y yo a ti mi hermosa. Ven aquí
_ Sí. Solo quiero que me beses mi amor
Le susurré en sus labios y Joey me besó y me apoyó de él con todo su cariño.
En la noche...
Acostados en nuestra cama, Joey abrazaba mi barriga, todo pleno. Yo le sonreí y le acaricié su cabello. Él me sonrió.
_ ¿Ya has pensado cómo se va a llamar?
_ Me gustaría que se llamara como tú – me sonrió con ternura.
_ ¿Cómo yo, amor? – lo miré perdidamente.
_ Si mi Joey, solo como tú
_ ¿Y sí es una niña?
_ Mmm...
_ Bueno, si es una niña, a mí me gustaría que se llamara igual que tú – le sonreí con pudor.
_ ¿Cómo yo? – volvió a sonreírme.
_ Si. Sería igual a ti – le acaricié su cabeza.
_ Ay amor mío. Te amo tanto
_ Me fascina que me digas cuanto me amas. Me vuelves loco ¿sabes?
_ Joey...
Me miró intenso, yo le sonreí y él bebe volvió a patearme fuerte. Ambos nos sonreímos.
_ Le encanta oír tu voz – miró mi barriga y volvió a abrazarla. Me fascinaba que lo hiciera, solo él.
Suspiré de dicha, él me observó y sonrió. Levantó un poco mi pijama y miró con deslumbro mi enorme y erguida barriga. Yo toda derretida al él verme así, consentida, solté un gemido.
_ ¿Te sientes bien?
_ Si...
Joey me miró y llenó con besos toda mi barriga. Vio de pronto que nuestro bebito volvió a moverse otra vez y sonrió ilusionado.
_ Oh. Pero como se mueve este campeón
_ Es que sabe que eres tú el que le está haciendo cariño – me sonrió.
_ Me encanta. Mi niñito. Creo que ya es hora de que la mamá se duerma para que él y yo conversemos, como lo hacemos todas las noches – le sonreí.
_ ¿Todas las noches?
_ Si. Conversamos de temas muy profundos – lo encontré demasiado tierno.
_ Oh, jejeje
_ Sobre todo de ti y de cuánto te amo – lo miré perdidamente.
_ Joey – me miró fijo.
_ Y ahora siento que te amo aún más
Sentí que se me aceleró el corazón de amor y de dicha. Le sonreí vibrante y nuestro hijo volvió a patearme. Joey volvió a sonreírme.
_ Ves, quiere conversar con papá
_ De acuerdo. Los dejaré platicar ¿Qué es lo que tengo que hacer? – me miró intenso.
_ Necesito que te acuestes de lado
_ Ok, lo haré
Me recosté así de lado, y él apasionado, me miró y se acostó junto a mi espalda. Yo lo sentí y sonreí con dicha; me levanté todo el pijama y él me miró más apasionado.
_ Ay mi Joey. Él bebe está muy inquieto - le encantó oler mi cabello y besó mi hombro.
_ Shuuu, no digas nada niña mía y solo escucha mi voz. Quiero sentir a mi hijo y acariciar tu vientre
Me susurró y comenzó a acariciar mi barriga. Yo toda derretida, cerré los ojos y disfruté ese mágico e íntimo momento de los dos. Joey me observó, se aferró más a mí e intensificó sus anheladas y consentidas caricias y le habló a nuestro bebe.
_ Hijo, mamá ya está dormida, así que podemos hablar todo lo que queramos mi campeón
_... – sonreí al oírlo hablarle con tanto cariño a nuestro bebe. Sentí sus enormes manos acariciarme y también quise hacerlo. Él sonrió.
Ambos acariciamos a nuestro hijo. Joey me miró intenso y él bebe me pateó. Yo solté otro dulce gemido y sonreí toda derretida. Él sonrió galante.
_ ¡Ay!
_ Shuuu, tranquila niña mía. Nuestro hijo está contento de que mami y papi sean tan felices – le hablé en susurró.
_ Sí, pero me patea muy fuerte
_ Si es cierto – me miró apasionado.
_ Te amo tanto mí Joey
_ Y yo a ti niña mía – solté otro gemido.
_ ¡Ay!
_ Mi hermosa – me susurró y nos besamos con todo nuestro amor.
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