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Su brazo derecho sobresalía de la cama, casi tocaba el suelo. Sus piernas izquierdas tenían la misma forma de un compás abierto. Su cuerpo estaba boca arriba como si estuviese esperando que se la tragara la vida. Sus ojos estaban cerrados, de su boca salían estruendos y de sus labios descendía un líquido trasparente.

—¡Buenos días! —una señorita de baja estatura y atuendo para nada favorable se estaba desgastando la garganta— ¡Buenos días! —volvió a repetir, pero esta vez lo hizo acompañado de una almohada, la cual lanzó hacia Rosé.

—¿Qué?

Ahora la pelirroja tenía los ojos abiertos, pero desconocía todo su alrededor y tampoco recordaba como se había salido del libro.

—¿Minnie cómo salimos del libro? —preguntó. Se sentó en la cama y se limpió la baba que caía por debajo de los labios.

—¿De qué libro hablas? —bufó—. Ya se. Debiste haber bebido mucho anoche con Jimin ¿Eh? Ya te dije que no es bueno que andes con él, pero sigues en lo mismo.

—¿Jimin?

—Sí. Tu novio Jimin —afirmó , pero no era con la misma forma de antes. Ahora se veía más pura y diferente.

Rosé se quedó viendo a Minnie. No era la misma y además estaba muerta y se veía más viva que nunca.

«Algo extraño está pasando aquí»

Por los pasillos de la escuela todo era muy normal, la diferencia era que ahora todos llevaban uniforme y a nadie le favorecía. A cualquiera le sacaba sus defectos, por ejemplo, Minnie, las estrías de sus piernas sobresalían más que nunca debido a la altura de su falda, en cambio la de Rosé era demasiado larga, provocando que sus piernas se vieran aún más delgadas. Algo que a ninguna de las dos les agradaba.

De pronto, se dejó caer un telón con enorme letrero : Esta universidad hará que se amen a ustedes mismos sin importar que. El futuro debe amarse porque así lo dijo Shadow.

—¡Carajo! —una mano la jalo hasta el laboratorio de ciencias y cuando vio de quién se trataba se sorprendió—. ¿Jungkook?

No se veía del todo como él. Su cuerpo era mitad lodo y mitad forma humana.

—¿Qué te ocurrió? —intentó tocar su rostro, pero él la apartó.

—No me toques por nada del mundo. Tengo la maldición del toque del lodo por culpa del lápiz del libro.

—¿Te refieres a SuNoo? —arqueó una ceja—.No creo que él sería capaz de eso.

—Alguien le debió haber dicho que éramos una amenaza para él e intentó separarnos.

—No lo entiendo , pero algo que mucho menos entiendo es esto —señaló el uniforme y añadió:— la escuela está totalmente diferente. Minnie está viva y...

—Ya lo se —bostezó—. La barrera que une a los dos mundos se terminó de abrir y no me preguntes cómo. Ahora todos vivimos en el libro Mil Suspiros y creo que no hay forma de detenerlo.

—¿Quieres decir....

—Sí. Todo lo que ocurra a partir de este momento será controlado por alguien más.

—Tiene que haber alguna forma de que todo vuelva a ser como antes.

—Es imposible.

—Debe haber una forma o quieres verte así por el resto de tu vida. Sin poder tocar a las personas por tu situación. Intentaré encontrar a SuNoo después de todo debe seguir siendo el lápiz.

—Pero no es el narrador. SuNoo solo se encarga de cumplir sus órdenes.

—Pero nos puede poner en contacto con él.

...

Lastimosamente , SuNoo ya no era el mismo de antes. Ahora era un estudiante de primer año en la carrera de artes. No recordaba nada o eso demostró cuando Rosé lo encontró.

—Estamos perdidos —declaró—. No tengo idea de que hacer.

—Yo tampoco.

—Pero si hay algo que quiero preguntarte ¿por qué me lanzaste por una ventana del centro comercial cuando era pequeña?

Jungkook tragó seco y comenzó a decir:

—Tenía la misión de matarte para encontrar el libro y liberar a mi amigo, pero -

—¿Amigo?

—La historia que te conté cuando intentabas olvidarte de Jimin ¿La recuerdas? —ella asintió—. El hechicero es mi amigo y quiero encontrarlo, pero ya es un caso perdido.

—¿Y yo que tengo que ver en todo eso?

—Con tu muerte se me daría la pista de donde estaba e incluso podía liberarlo si todo salía bien.

—Y si te beso ahora —interrumpió—. Quizás todo se resuelva. Todo regresaría a la normalidad. No nos veríamos más.

—¿En qué te basas para decir si un beso funcionaría?

—En los cuentos de hadas.

Rosé no espero una confirmación por parte de Jungkook y simplemente se lanzó a besarlo. No fue el mejor beso, pero cumplió con el objetivo y pues nuevamente todo era diferente , pero en está ocasión nadie recordaba nada.

...

—No hablaré más de esto con usted —finalizó la profesora.

La pelirroja ladeó la cabeza, enfadada, sin darse cuenta le llenó la cara a la profesora con su pelo.

Vuelta en ira pasó y chocó con un chico que iba leyendo un libro. Este no perdió el tiempo y la miró de arriba abajo. Le parecía interesante, atrevida y sincera; igual a las protagonistas femeninas de sus libros favoritos.

—Lo siento —se disculpó la pelirroja y le entregó el libro que se le había caído—. Primer chico que veo que lee.

—Y tú eres la primera chica que me choca en la mañana — No era un alago, pero si una respuesta típica de un cliché de historia romántica.

MinHo captó sus movimientos desde la punta del pasillo, saludó a la pelirroja con una reverencia y miró a Jungkook.

—¿Qué estás haciendo? —preguntó enfadado—. Es la hija del director. Si coqueteas con ella me vas a meter en un problema.

—¡Ah! Por eso es tan rebelde —murmuró.

—Deberías tener más cuidado también —señaló el hombro del chico—. Tienes un rasguño.

—No te preocupes papá , no me duele. Por cierto, —cambió el tema—. Por fin ¿puedo trabajar aquí?

—Si. Les dije que eras mi hijo. Así que trabajarás conmigo en la biblioteca.

—¡Lo mejor! —lo abrazo sin darse cuenta—. Hago lo que me gusta y estoy con mi mejor amigo.

—Es hora de recuperar el tiempo perdido y ¿cómo se llama ese libro? —lo sostuvo entre sus manos.

—Es un libro ilustrado. Se llama Mil Suspiros del escritor Kim SuNoo. Deberías leerlo, es tan inquietante. Siento que si sigo leyendo nunca se va acabar.

—¿Kim SuNoo?

¿Qué se siente despertar y darte cuenta de que todo en lo que creías solo era un sueño?
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No lo soportarás y terminarás dando mil suspiros de arrepentimiento y no podrás creer que todo fue simplemente una ilusión, pero el tiempo te ayudará a olvidar. . .

FIN