Según mi imaginación sumada con la matemática las sombras son la proyección de uno mismo de formal plana y oscura sobre un plano.

Pero en este mundo, las sombras son la oscuridad del ser humano. La maleza humana se une y forma un monstruo, el cual se apodera de la mente de los humanos y los utiliza como títeres para crear y alimentarse de su propia oscuridad. Así crecen y evolucionan con el tiempo.

La princesa tocaba con su dedo la boca del vaso. Su hijo la miraba inexpresivo. Tenía ganas de hacerle tantas preguntas, pero sabía que no podía conseguir respuestas a ellas.

—De milagro no me has preguntado nada.

—Quisiera, pero se que perdería mi tiempo —resopló y le quitó el vaso a su madre de las manos.

—Eres muy joven para entender.

—¿Cuando dejaré de ser joven para ti? —preguntó insultado —. Han pasado mil años y todavía me tratas como un niño.

—Todavía eres mi bebé, mi angelito.

—Mamá , no soy un ángel y lo sabes —soltó asqueado por la manera en que lo había llamado—. Soy hijo de dos demonios y un hechicero. Una combinación catastrófica. A veces pienso que no debí haber nacido.

La princesa atrapó con sus manos la cara de su hijo y junto su frente con la de él.

—No vuelvas a decir algo como eso. Eres mi mayor bendición , mi niño , mi ángel.

...

Rosé sin ni siquiera quitarse el pijama, se colgó un suéter sobre los hombros y salió en búsqueda de Minnie, a quien no había visto desde hace varias horas. Caminaba por los pasillos desenredándose el cabello con sus dedos cuando sin darse cuenta iba a doblar y tropezó con Jungkook.

—Se te ha caído —recogió la liga que se le había resbalado de los dedos y se la entregó con una tierna sonrisa en sus labios—. Hace tiempo no te veía ¿Qué has estado haciendo?

—Básicamente he estado sobreviviendo y estoy —pensó un poco lo que estaba a punto de decir—feliz....de terminar la carrera.

Jungkook se cruzó de brazos y la miró pensativo.

—No pareces muy convencida —afirmó y la pelirroja palideció, resopló y tiró su trenza hacia atrás después de ponerse a regañadientes la liga—. Cambiando el tema ¿Has pensado en mi propuesta?

—¿Cuál?

—Te pedí ser mi novia hace unos días y no lo recuerdas —chifló—. Eso me duele un poco.

A Rosé se le enrojecieron las mejillas en respuesta. No lo recordaba y cuando lo hizo no pensó que eso sería una propuesta.

—Ahora que recuerdo mejor —reiteró—. No te lo pedí con claridad . Solo te declaré mis sentimientos —tragó en seco—, pero ahora quiero hacerlo . Park Ros... Lo siento —se interrumpió así mismo—. Debo irme, nos vemos luego.

¿Qué rayos fue eso?

Fue un momento bastante incómodo. De ninguna manera Rosé se sentía atraía por el supuesto hijo del bibliotecario MinHo o al menos eso decía ella.

Jungkook desapareció de la nada y Rosé continuó buscando a su compañera. Finalmente la encontró en el gimnasio, sentada en el suelo con una toalla cubriéndole la cabeza.

—¿Ahora el gimnasio es tu spa? —le preguntó y no recibió respuesta. Procedió frescamente a quitarle la toalla de la cara y se encontró su boca muy abierta de la cual desbordaba sangre y sus ojos estaban hinchados y rojos. Rosé no pudo hacer otra cosa más que gritar del susto, pero le taparon la nariz y la boca con una toalla humedecida de alcohol para dormirla.

Al despertar, no se encontraban en el gimnasio, sino en su habitación. Una cuchilla ensangrentada estaba en una de las manos de Rosé y en la otra había un papel, pero tontamente no lo leyó y se levantó asustada por la sangre en su mano pensando que era de Minnie y lo confirmó cuando la vio tendida en su cama.

Rastros de rasguños cubrían su cara. Su tabique estaba roto y de su vestido descendían gotas de sangre que caían en sus piernas y luego en la sábana blanca de la cama. Su pelo rojo estaba desgreñado e incluso habían huecos  sin en él en su cabeza. La habían destrozado y Rosé lloraba incansablemente al verla.

La habitación también era un completo desastre. Todo estaba desperdiciado por el piso. La ropa de Minnie estaba rota y quemada.  

Rosé se revolvió el pelo consternada. Alguien debió haberle puesto esa trampa, pensó. Sino cómo habían llegado ahí , no recordaba llegar a la habitación con Minnie, solo verla en un estado parecido a este.

Debía buscar ayuda, pero quién podría ayudarla. Todos la acusarían a ella, sin embargo, ya era demasiado tarde, la policía la estaba buscando.

Varios toques a la puerta la sacaron del transe y estúpidamente fue abrirles. La policía la arrestó por el asesinato de dos personas : Minnie y su bebé. Debía guardar silencio o los cargos se utilizarían en su contra.

—Esperen un momento —una voz masculina detuvo a los policías—. Están arrestando a una chica inocente.

—Tenemos pruebas suficientes —afirmó uno de los guardias—. Sus huellas están en el cuerpo de las víctimas y en el arma homicida.

—Pues alguien las debió haber puesto para inculparla —defendió Jungkook—. Esa chica sería incapaz de matar a alguien. Es una santa y yo lo sé mejor que nadie.

Rosé no podía escuchar nada. Estaba perdida en sus pensamientos, pero constantemente titubeaba para sí misma : ¿dos personas?

—¿Qué? —dijo escandalizadamente el otro guardia—. ¿No sabes que mataste a una mamá y a su hijo? —ella abrió los ojos asombrada , no sabía del embarazo de Minnie. Tampoco es que hablaran mucho, pero el doctor le pidió mantenerla vigilada, aunque nunca mencionó ese detalle.

El demonio cansado del momento tan desagradable, no tuvo de otra más que usar sus poderes para zafar a Rosé de los guardias.

Al estar solos , ella se asustó y miró a Jungkook.

—¿Quién eres y por qué me ayudas?

—Soy....—pensó en si revelar su identidad o no.

—Olvídalo —resopló—. Solo sácame de la escuela lo más rápido posible ¿Puedes?

—Sí.