Cap.24
El sueño se repite como cada día desde aquella noche. Solo que esta vez es Byron quien aparece en el jardín diciendo que yo soy suya. Me levanto de la cama y voy al baño a lavarme la cara. Me miro en el espejo, y suspiro. Otro día más de ojeras.
***
Llego a la caseta del club preguntándome donde están todos, la verdad es que me he retrasado, pero tampoco ha sido para tanto, solo unos cinco minutos. Camino sin un rumbo fijo para poder encontrarles, y cambio el rumbo al ver el bullicio que hay en el aparcamiento.
- ¿Qué pasa? - pregunto a Nathan que es el que más cerca me pilla.
- El profesor Wintershy a amañado el autocar que nos llevaría a jugar la final contra la Royal.
Miro con la mirada gélida a ese asco de persona que tengo delante y que sonríe como si fuera lo más divertido del mundo.
- Si, es verdad, yo amañé el autocar para que no pudierais llegar a la final. Hay gente que se disgustaría mucho si os viera allí.
- ¿Cómo el entrenador de la Royal? ¿De verdad pone en peligro a sus alumnos con tal de obedecerle? - dice Axel.
- No sabrías lo que es capaz de hacer, chico.
- No ni quiero saberlo.
- Mejor Axel, mejor - susurro para mi.
Sabía que los trucos del entrenador eran rastreros, pero de ahí a poner en peligro la vida de unos adolescentes me parece demasiado ya. Y si a hecho esto... También ha podido tener la sangre fría de haber matado a mis padres. Aprieto los puños con rabia. ¿A qué clase de hombre he admirado gran parte de mi vida?
- No queremos a personas como usted en el instituto, tómeselo como un orden del director de la junta escolar - dice Nelly.
- Mejor ya me estaba cansado de aguantar a niños. A por cierto, no soy el único espía de la Royal Academi, ¿verdad Bobby? - se da la vuelta dispuesto a irse - ah, una cosa más. Crístal, el comandante está deseando que vuelvas a ser su delantera estrella.
Cierro los ojos y suelto el aire despacio con tal de intentar calmarme. Gracias a él ahora estoy más jodida que nunca. Me doy la vuelta y encaro todo lo que me va a venir encima. LA mitad del equipo mira a Bobby y la mitad a mi. Parece un partido de tenis, cuando ya se han cansado de mirar a uno, la mitades cambian al otro.
- ¿A si que el también es un espía de la Royal Academi? - dicen primero a Bobby.
- No me lo puedo creer - dice Todd.
- Hey, esperar chicos. ¿Acaso no ha sido Bobby quien a estado jugando con nosotros? Yo confío plenamente en Bobby. ¿Verdad Bobby?
Bobby mira en shock a Mark. Mark tiene esa maravillosa virtud, la de que cuando nadie más está a tu favor, él está ahí para apoyarte y defenderte. Pondría la mano en el fuego por cualquiera de sus amigos, y yo la pondría por él.
- Es verdad Mark... Yo... Lo siento - dice corriendo hacia la salida más próxima
Me quedo mirando con pena a mi amigo que ahora huye con lagrimas en los ojos. No, él no se merecía esto.
- Esperar chicos, que todavía no hemos terminado - dice Kevin - ¿algo que decir Crístal?
Su desafío me sorprende, aun así entiendo que lo primero que se le haya pasado por la cabeza es cortarme la mía y jugar con ella al fútbol.
No, creo que estas cosas solo se te ocurren a ti.
Sonrío cínicamente hacia él. Antes de contestar miro a Axel que me dice con los ojos que no diga ninguna tontería.
- Sí, es verdad, yo soy la ex-delantera estrella de la Royal, también conocida como la Reina del Campo.
- Y has venido a espiarnos también ¿no? - dice Nathan.
- No les sobraba con uno como para enviar dos - dice Timmy.
- Claro por eso nunca jugaba los partidos - dice Max.
Oh no querido, en realidad era para no dejarte mal.
Mientras mi subconsciente se intenta defender por su cuenta, los murmullos se hacen más fuertes y las pullas son cada vez peores. No soy capaz de decir nada, no sé que sería peor, que supieran que solo les estaba utilizando o que se crean que soy una espía.
- Chicos... esperar... dejar que... - intenta decir Mark.
Niego con la cabeza hacia Mark y él lo único que hace es apretar los dientes.
- Queremos que te vayas del equipo - dicen los chicos a la vez.
- ¿Qué? - dicen Mark y Axel a la vez.
Abro los ojos en par en par, sorprendida por lo que acaban de decir. Me esperaba de todo, menos que me echaran del equipo.
- Vale, si es lo que queréis - digo fría.
Me ha dolido mucho más de lo que nadie va a saber.
*Narrador en tercera persona*
Axel va detrás de la chica mientras los demás se quedan contemplando la escena.
- Os habéis pasado - les recrimina Silvia.
- Ni si quiera habéis dejado a la chica hablar ni explicarse - la sigue Celia.
- No hay nada que explicar - dice Kevin convencido.
Kevin echa a andar al campo de fútbol y los demás le siguen. Una pequeña duda se forma en la mente de Nathan. ¿Por qué la chica ha dicho que es la antigua delantera estrella de la Royal? Y otra cosa que no le cuadra, ¿la Royal Academi sería tan tonta como para enviar a una de sus mejores jugadoras a espiar a un equipo?
- Nelly, ¿tu sabes algo verdad? - pregunta Mark esperanzado de saber que su amiga de verdad no es una espía.
Nelly sonríe comprensiva.
- No soy yo la que tiene que contarte la verdad, si no ella. Solo te puedo decir que estáis equivocados y que no es ninguna espía, en realidad, estaba dispuesta a hacer lo que sea por el equipo.
- Tengo que ir a hablar con ella y con Bobby.
Nelly niega con la cabeza.
- No, ahora no, es mejor que la dejas por ahora. Además, ya ha ido Axel con ella.
El chico asiente no muy conforme. Nathan que estaba escuchando todo, sabe que lo que ha echo está mal que se ha dejado guiar por la ira del momento. La consideraba como una amiga y ahora no sabía si la había perdido.
*Narra Crístal*
Axel corre detrás de mi pero antes de que pueda conseguir cogerme me monto en mi coche.
- Arranca Trevor.
Mi chófer hace lo que le ordeno y salimos del parquin rápidamente. Me encojo en mi siento y cierro los ojos queriéndome despertar de esta pesadilla. Nunca había conseguido coger un cariño extremo a la Royal Academi, y voy con estos idiotas y lo hago. Siempre lo dije, Nunca le des a nadie el poder de destruirte, y soy yo la primera en incumplirlo. Llego a casa abatida y lo primero que hago es subir a mi habitación. Dejo la chaqueta en la silla de mi escritorio y cojo una nota que se encuentra sobre este.
¿Y ahora como lucharás contra Dark?
Únete a nosotros.
La hago una bola de papel y la tiro por la ventana. Ahora no tengo ganas de aguantar las tonterías de Byron. Me siento en la cama y abrazo el primer cojín que cojo. Me tumbo y cierro los ojos. No se cuanto tiempo paso en esa posición. La puerta de mi habitación se abre de par en par haciendo que me sobesalte.
- La próxima vez te lo voy a hacer yo a ti - dice Axel sofocado.
Enarco una ceja sin entender a que se refiere, hasta que caigo en que le he dejado plantado en el instituto. Le miro con los ojos llorosos, por lo menos alguien se preocupa por mi. Axel viene cauteloso hacia mi. Pongo los ojos en blanco.
- No muerdo - digo en bajito.
Sonríe tiernamente y me rodea con sus brazos. Yo acepto el abrazo y apoyo mi barbilla en su hombro como puedo. Es bastante más alto que yo. Le llego por la nariz.
- ¿Por qué estás aquí?
- Porque no te pensaba dejar sola. Tranquila, se darán cuenta del error que han cometido.
Niego con la cabeza.
- Aunque se den cuenta ya es tarde. Las reinas no dan segundas oportunidades...
- ¡Y dale con eso de las reinas! Si vale tu puedes parecer una, pero por encima de todo eres Crístal - me coge de las manos y se agacha enfrente de mi - que no se te olvide nunca. Actúa como lo harías tú, no como esperen los demás.
Le miro sonriente y me lanzo encima de él. Caemos al suelo.
- Hay bruta que me tiras - dice debajo de mi.
- Pues no seas tan achuchable.
- ¿Achuchable? - pregunta divertido.
- Sí, achuchable. No me hagas repetírtelo - digo poniéndole morritos.
Suelta una carcajada y me abraza. Nos pasamos en esa posición mucho tiempo. Tanto que se me han dormido las piernas, pero me da igual porque estoy tan agusto con él a mi lado que me tiraría mil horas más. Hablamos de diversos temas, tanto de cuando era pequeño a de cuando copió en un examen y a la primera le pillaron.
- La bronca que me calló en casa fue monumental - recuerda riéndose - nunca más lo he vuelto a hacer más bien porque me amenazaron con no dejarme ir a los entrenamientos.
Me acomodo más en su pecho.
- Gracias - le digo de repente.
Me pone la mano en la frente y me dedica una sonrisa burlona.
- Dios, creo que tienes fiebre.
Le pego flojo en el brazo riéndome.
Más bien es que una personita me ha dicho que tengo que actuar como yo misma lo haría - le paso una mano por pelo.
Su mirada cambia por completo y cuando me quiero dar cuenta ya le tengo encima. Sus labios rozan los míos y yo me adelanto un poco más.
- No todavía no - se aleja de mi - te dije que te enamoraría, así que hasta que no lo haga no voy a besarte.
Pongo morritos frustrada y bostezo. Vuelvo a poyar mi cabeza en su pecho y el me da un suave beso en la cabeza.
- Ya lo estas consiguiendo - digo en un susurro rendida por el cansancio.
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Capitulo largo porque no se cuando voy a volver a escribir. Lo siento pero estoy muy liada con el instituto y con la gimnasia que no tengo tiempo. Lo más probable es que escriba solo los findes de semana a partir de ahora. Besooooos.
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