12

¿Alguna vez habéis estado en una situación tan incomoda que habéis deseado que se os tragara la tierra? Pues esa soy yo ahora mismo. Temía que llegara este momento del día. Ya sabéis cual. El recreo. Ese momento en el que te juntas con tus amigos, o personas a las que soportas, y pasas una media hora de descanso. Mark está observándome fijamente desde su mesa, esperando algo, lo cual, todavía no he descubierto. Axel está cruzado de brazos, apoyado en la pared, entre dos ventanas. Debido a la claridad, no puedo ver bien su expresión.

Guardo despacio el ultimo libro que hay sobre mi escritorio y el sonido de la cremallera al cerrarse rompe el silencio en el que me han sumido. Me cuelgo la mochila al hombro y me levanto sin quitarles la vista encima.

—Me ha dicho Axel que tenías algo que decirnos —dice Mark haciéndome sobresaltar.

Desvío mi mirada hacia el chico, que se mantiene de brazos cruzados, observándonos. ¿Que es esta encerrona digna del FBI? Mark ladea la cabeza, con su carismática sonrisa en el rostro.
Yo lo único que puedo hacer es devolvérsela de manera incómoda. Afianzo más las correas a mis hombros. Estoy nerviosa, porque sé por donde van los tiros. Estaba evitando esto a toda costa. Tendría que haber hablado con la traidora de Nelly por la tarde, cuando no tuviera la oportunidad de utilizar "la fuerza bruta".

—Axel se ha equivocado. No tengo nada que decir. —Sonrío, o por lo menos lo intento, porque mis labios solo consiguen hacer una mueca extraña.

—Estoy seguro de que esta mañana me dijiste que tenías que hablar con el capitán con urgencia —interviene Axel levantando las cejas.

Le fulmino con la mirada y él se mantiene estoico. Soy yo la que está apunto del colapso.

—No te preocupes Cristal, puedes contarnos lo que sea. Somos tus compañeros de equipo, confía en nosotros.

Mark y su simpatía, acaban de darme el último puñetazo en el estómago. Si ya me sentía culpable antes de siquiera comunicar mi decisión, ahora solo quiero meter la cabeza debajo de la tierra como las avestruces y gritar hasta quedarme sin voz.

—Si claro, si no es eso Mark... Es solo... —Axel se mueve justo al lado del capitán y me reta con la mirada.

El muy maldito quiere que tenga el valor de decírselo a Mark a la cara. Pero sabe que no sería capaz. Hay algo que me perturba desde que estoy en el Raimon, y es su capitán. Mark es una persona alegre, divertida y leal. Amigo de sus amigos. Te impulsa a perseguir tus deseos y traspasar tus limites. Pero, por alguna razón, influye un respeto sorprendente. Es esa confianza extrema que deposita en ti la que te hace titubear antes algunas cosas. Es como si dijera: "No puedes fallarme, porque yo pienso que nunca lo harías". Y a ella eso de fallar se le da estupendamente bien.

—Solo quería que habláramos sobre el nivel del equipo —digo con la boca chica—. No creo que estemos preparados para el Fútbol Frontier.

—Yo también he estado pensando en ello —admite Mark cruzándose de brazos y cerrando los ojos de manera pensativa—. Pero ya se nos ocurrirá algo. Confío en el equipo, ademas, os tenemos a vosotros.

Asiento con tensión. Claro, nos tiene que a nosotros, que bien. ¿Y ahora como le digo que yo me las piro vampiro del equipo? Pues claro, no puedo. Y por eso, decido desconectar de esa conversación hasta que Mark tiene que irse y yo tengo la oportunidad de escapar de esa encerrona.

—He pensado muchas cosas de ti, pero nunca que fueras una cobarde —dice Axel apoyándose en una de las mesas.

—Y no lo soy —digo con la boca chica mirándole por encima del hombro—. ¿Cuando te ha llamado Nelly? ¿Cuando llegaste a clases o llamo a la policía para que fuera a buscarte a tu casa?

—El conserje me arrastro hasta su despacho nada más puse un pie en el instituto —responde encogiéndose de hombros—. Pero no estamos hablando de eso. ¿Por qué quieres dejar el equipo?

—¿Te ha secuestrado y no te ha explicado nada? —pregunto cruzándome de brazos.

—No. Tampoco se lo he pedido. Te lo pido a ti.

—No tengo por qué dar ninguna explicación. Todo esto es por el bien del equipo. Deberías de estar dando saltos de alegría, es lo que querías en un principio.

—Las cosas han cambiado —reconoce Axel rascándose la nuca—. Mira, no sé que se cuece en los vestuarios de la Royal Academi para que te de tanto miedo salirte de su guión, pero...

—¡No estoy siguiendo un maldito guion! —exclamo dándome la vuelta. Necesito salir de esa clase y recuperar las riendas de mis emociones—. Pero he aprendido que es mejor no llamar a la puerta de la casa del monstruo. Cuanto más lejos esté de vosotros, mejor.

Me dispongo a salir de allí. Me estoy asfixiando, necesito aire fresco, pero Axel coge mi brazo, haciéndome parar en seco.

—¿Y si Ray Dark sigue tras nosotros incluso aunque tú te vayas? —pregunta obligándome a mirarle. Sus ojos oscuros analizan mi rostro. Trago saliva con fuerza—. ¿Acaso no te has preguntado que haya otra razón para que le interese tanto el Raimon?

—Pues entonces, si eso es así, esto solo habrá sido una pérdida de tiempo, y yo me habré quedado sin equipo —respondo sonriendo con tristeza—. Pero eso solo sería un mal menor comparado con el Comandante. Ojalá nunca tengas que enfrentarte a él.

Me suelto de su agarre, y esta vez, antes de que vuelva a agarrarme, salgo corriendo de la clase.

***

La biblioteca. Lugar odiado por muchos y queridos por pocos. Nada más entrar al lugar, ya lo hueles. Ese sentimiento amargo. El de la ansiedad. No creo haber visto a muchas personas sentadas en una de sus mesas con una gran sonrisa en el rostro. Solo lágrimas. La Royal y el Raimon no se diferencian mucho en eso. Es de las pocas cosas que tienen en común. Sus alumnos están igual de estresados con exámenes y trabajos de grupo que le hace replantearse si sirven para el estudio.

Me dirijo a los ordenadores, no sin antes identificarme ante la bibliotecaria para que me dé acceso a internet. Dejo mi mochila en la silla de al lado. No somos muchos los que estamos aquí.

He decidido saltarme la clase de historia porque hay algo a lo que llevo dándole vueltas desde hace dos horas. Ray Dark y su relación con el Raimon. Tengo claro que la Royal Academi pidió un amistoso contra el instituto cuando se enteraron de que Axel se había matriculado. Llevaban meses detrás de él, y quisieron provocarle hasta que le obligaron a salir de su escondite. Y claro, que yo decidiera meter el dedito en la llaga y ayudar al Raimon después de ese maldito partido, no hizo más que empeorar las cosas.
Pero hay algo más. Siempre hay algo más. Ray Dark se siente atraído por este lugar, como si fuera una polilla revoloteando a la luz. Lo sé porque, desde que salí de allí, vivo obsesionada con saber cuales son todos sus movimientos. Hasta tal punto que contrate a un hacker para que me diera acceso a las cámaras de tráfico que hay tanto en la zona del instituto y los alrededores de mi casa. Tengo miedo de él, y no me da vergüenza reconocerlo. Ha visto bastantes veces la limusina del Comandante pasar por delante del instituto, y te puedo asegurar, que no tiene la necesidad de hacerlo.

El ordenador se enciende, y estiro los dedos antes de ponerme a buscar. ¿Se lo que estoy buscando? Nop, para nada. ¿Por donde empiezo? Abro Google y pongo el nombre del instituto. Wikipedia, la página oficial del Raimon... ¡Anda! Somos los ganadores del torneo de voleibol femenino de primavera del año pasado. Mira que bien. Cuando termino la página y no encuentro nada, decido añadir club de fútbol a la búsqueda. Pero nada, los primeros enlaces ni si quiera tienen que ver con el Raimon. Tampoco se habla de la gran victoria que consiguió el equipo después de que la Royal Academi se retiraran del partido.
Paso a la siguiente página, y otra, y otra. Es en la cuarta, cuando encuentro algo que me llama la atención. Frunzo el ceño. ¿Que es Inazuma Eleven? Pincho en el enlace.

El Inazuma Eleven, el infame equipo de fútbol del instituto Raimon, acaba de retirarse de la final del Torneo Fútbol Frontier. Después de haber dejado atrás a grandes equipos como el Kirkwood y el Farm, habían conseguido una plaza para la gran ansiosa final de hoy sábado. Su gran rival, la Royal Academi, acaba de ser informado de que el Raimon ha abandonado el partido, dándoles como ganadores, después de una llamada al comité organizador por parte de su entrenador. A expensas de la respuesta de la Royal, el partido de hoy ha sido suspendido, y todos los amantes del fútbol se preguntan qué ha podido pasar.

Frunzo el ceño. Así que el instituto Raimon llegó a la gran final hace años. Y no solo eso, la Royal Academi era su rival. ¿Ray Dark habría tenido algo que ver con ello? No, imposible. En esa época tendría que haber tenido mi edad más o menos. Quince como poco. Es imposible que tuviera la misma influencia que ahora en el mundo del fútbol. Aunque no me extrañaría que su maldad ya le estuviera intoxicando por dentro.
Suspiro. Esto no me sirve de nada. Que un equipo abandone una final es raro, pero tampoco imposible. Pudo haber ocurrido cualquier cosa. Problemas burocráticos, una intoxicación... Aún así, no me quedo tranquila, y busco el nombre de la persona que escribió el artículo. Solo me hacen falta dos búsquedas más para dar con la redacción en la que ahora trabaja. Me apunto el teléfono en la mano y salgo de la biblioteca con el número ya marcado.
—Buenos dias. Quisiera que me pasara con Anto Blend. Si, claro, espero.

———————————————————————————————
Disculpad la demora. Wattpad no me dejaba ayer subir el capitulo y preferí esperarme hasta hoy para que no diera más problemas. Últimamente parece que no está funcionando correctamente e incluso he visto que hay a personas que les salen algunos capítulos si y otros no. Hasta que no lo solucionen tendremos que estar así.
Dejando eso a un lado, que tal vuestro enero? Estamos a puntito de terminarlo, y os deseo que este Febrero sea mejor incluso. Espero que os guste el cap!!! Besos!!

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top