La llave de mi corazón.

Era tarde y como lo había imaginado, la fiesta del trabajo había sido una porquería. El gran lugar estaba realmente lleno. Todo el mundo muy elegante y hablando de estupideces. Daba gracias a dios que todo había terminado temprano, todo muy normal.

En compañía de sus esposa se dirigió a su casa, pero su sorpresa fue grande al ver a un tipo alto, con un tatuaje en la sien y con pinta de rufián cerca demasiado cerca.

—¿Qué pasa por que no entras? —preguntó con gentileza su esposa.

—No es nada —con una sonrisa entraron a la casa, y como era costumbre reviso que todo estuviera en orden con su niños.

Empezando por la habitación de Naoto. Gracias al cielo, su hijo menor se encontraba con bien y profundamente dormido.
Fue cuando caminó hasta la puerta de su hija y unos extraños ruidos lo detuvieron. Extrañado se pegó a la puerta y enseguida se dio cuenta de que su hija no estaba sola.
El corazón se le congeló. Pasaron un par de minutos mas y los ruidos cesaron. Podía oír claramente la voz de un hombre y ya no pudo mas, de verdad deseaba estar equivocado. Sin embargo cuando la puerta al fin se abrió pudo ver a su hija semi desnuda en los brazos del hombre que durante años le había prohibido ver.
—¡HINATA! —Pronunció el señor Tachibana con los ojos repletos de desilusión.

—¡Papá, no es lo que crees!
—inmediatamente se cubrió mas y con mucho cuidado de no exponerse se colocó la bata que estaba en el suelo. Mientras Mikey se ponía los pantalones.

—¿Qué Significa esto? ¿Qué hace este hombre en nuestra casa? —el simplemente no daba crédito a lo que sus ojos veían. Su pequeña niña en brazos de un pandillero, que sin ninguna clase de pena se había metido en su hogar. Eso era mas de lo que podía soportar. Algo extraño se apodero del castaño, se sintió un completo tonto pues de todas las personas su hija era él único del que jamás desconfiaría y ahora se daba cuenta de ella le había visto la cara.

—Señor escuche.

—¡Eres un hijo de perra! —gritó lanzándose sobre Mikey golpeándolo ferozmente, impidiendo que este se colocara la camisa.

—¡Papá, ya basta! —intentó separarlos sin éxito, su padre estaban fuera de control. Hina sabía que Mikey fácilmente acabaría con el, pero por alguna extraña razón este no se estaba defendiendo.

—¿Hina que sucede?— preguntó su madre quien sin pensarlo le ayudo a su hija a calmar todo.

—¡Los vi! —Gritó tratando de soltarse del agarre de su esposa. —¿Qué diablos te pasa Hinata? —le reclamó muy enojado. —A caso te crie como una zorra para que metas pandilleros a casa.

—Papá —pero su padre no la dejó hablar y la silencio con una bofetada.

Mikey quien se había dejado golpear al fin habló con sinceridad. —Yo quiero a su hija, la quiero tanto que he soportado que usted no me deje estar con ella de una forma normal, es por eso que llegamos a esto
—Gritó liberando así todo su dolor. —Puedo soportar cualquier cosa, menos que usted maltrate a Hina —Respondió él rubio igual de enojado.

—¡Ella es mi hija!

—Si y ella me ama.

El señor Tachibana de nuevo trato de golpear a Mikey. —¡No es verdad, tu la confundiste. —Todo se estaba saliendo de control, la furia de y lo terrible de la situación que vivían tras ser revelada la verdad. —Ella no volverá a verte maldito.

—¡No puedes obligarme a hacer eso!
—habló la muchacha con los ojos empapados de lagrimas. —Voy a ir a una buena universidad y nunca me meto en problemas. Soy muy responsable ¿Por qué no puedo solo salir con el chico que me gusta?

—Es un pandillero y eso no esta en discusión Hinata. ¿Qué pasa contigo? Esa gente siempre esta en compañía de la destrucción, la sangre y la desgracia, hija y no quiero algo como eso para ti.

—Mikey es diferente —alegó con seguridad.

—No lo creo, si esta con esa clase de gente.

—¡No lo conoces! Si le dieras la oportunidad…

—¡No, Hinata!. Todos son un peligro potencial. Esta situación ridícula terminó, dejaras a este tipejo si quieres pertenecer a nuestra familia.

—Quizás no deba seguir perteneciendo a tu familia.

—Hina —Mikey la miró con seriedad. —No digas eso que…

—No Mikey, estoy cansada y no pienso renunciar a ti.

Hinata estaba molesta y aquello la había llevado a tomar una decisión bastante loca, tras pensar en la proposición que Mikey le había hecho hace años. Se iría de casa junto a su novio.  Su madre obviamente se opuso a tal locura, pero ella estaba decida, era simplemente injusto lo que le querían hacer.

—Hina por favor.

—Si te vas, habrás muerto para mi.
La chica no retrocedió, mas bien empezó a buscar entre sus cosas aquello que necesitaría para poder irse. Y cuando término se dispuso irse sin mirar atrás.

—Hina, hija no tienes que irte.

—No lo hagas mas difícil y me tapes el paso mamá.

—Es que no puedes irte así —Sollozó su madre con dolor.

—Me voy a ir de todos modos, no me separare de Mikey.

Se abalanzo a la puerta, pero su madre la abrazó —Cuando estabas con Takemichi-chan no actuabas de este modo.
La chica se dejo abrazar.

—Es que Takemichi era diferente, mamá comprende yo amo a Mikey —Su rostro lloroso fue tiernamente acunado por las manos de su comprensiva madre.

—Querida, quizás solo estas confundida, que haya sido tu primera vez no significa que sea tu verdadero amor —La chica abrió los ojos de golpe y no pude evitar sentirse muy avergonzada al escuchar a su mamá hablar de manera tan abiertamente del tema. —Tu respuesta no cambia tu imagen ante mi, a tu edad también estuve muy enamorada.

—Mamá yo, lo amo de verdad.

—No puedo creerlo —una lagrima rodó por la mejilla de su padre. —Que tu hicieras esto— dijo mas tranquilo . —Dejarás a todo por un pandillero.

—Por un pandillero no. Por el hombre que amo, enfrentare a la muerte si es preciso. — y sin nada mas que decirle Hina y Mikey se marcharon.


(…)


Llegando a su nueva casa Hina rompio en llanto. Ella no quería salir así de su casa, tomo una larga ducha y solo fingió estar bien.

—Draken-kun se veía molesto.

—Ken-chin siempre tiene ese aspecto, tu solo ponte cómoda —indico amablemente mientras el se escabullía en la obscuridad de su cocina.
Insegura la muchacha se acomodado en el sofá y observó el lugar en el viviría con imperturbable curiosidad.
No era lo que había esperado, para un hombre que vivía solo. Todo estaba perfectamente coordinado en colores. Desde el canapé metálico que combinaba con las paredes Azul marino hasta la extraña alfombra. Todo Demasiado perfecto.Al parecer, El joven era un fanático de la limpieza y el orden. (Draken y Mitsuya le limpiaban la casa)
La mesa de centro de cristal no tenía ni una mota de polvo. Los cuadros  sobre las paredes estaban perfectamente colgados y alineados. No había ni un atisbo de suciedad o pelusilla que estropearan la perfección de los brillantes suelos.

—Un poco de te —Le sirvió el rubio en una simpática taza amarilla con un sol feliz pintado.

—Si, tu taza me encanta.

—Ahora es tu taza también.
La chica comenzó a llorar sin control, Mikey la intentó controlar pero simplemente falló. —¡Hina, no llores por favor!  te prometo que tendremos un hogar real uno bueno. Además puedo comprar los muebles que quieras, unos como los de tu casa si quieres.

—No, esto esta muy bien Mikey.

—Es cierto —Mikey se puso de pie, busco entre sus cosas y volvió junto a ella con una pequeña bolsita de terciopelo.

—¿Que es esto?

—Es tuyo.

intrigada abrió la bolsa, que contenía lo que parecía un collar.  —¿Qué es esto? —susurro al tenerlo en sus manos. En efecto era un delgado collar con un dije dorado en forma de llave.

—Hace un tiempo lo mande hacer. Quería dártelo hoy, para celebrar que dentro de poco dejaré Valhalla.

—Es muy hermoso.

—Hina tu eres la única dueña de mi corazón, es por eso que te entrego la llave. A partir de hoy y oficialmente eres la mujer de Manjiro Sano.
Con lágrimas en los ojos Hina lo beso, a pesar de todo era la mas feliz en este mundo.

CONTINUARÁ...

Hola aquí esta el capítulo.

Bueno

Sin mas me despido. Gracias por leer y perdón por las faltas de ortografía, si les gustó no olviden votar o comentar, como siempre su opinión es importante❤❤

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top