¿Como ser fuerte en medio de la debilidad?
La fría lluvia golpeada su cuerpo sin piedad.
Mientras el se encontraba sentado en un sillón justo en la terraza de su casa. Nada podía perturbar sus pensamientos en ese momento. Pensamientos que le recordaban que ya no era libre.
—No puedes abandonar Valhalla. Tu eres el lider, el unico que necesitamos —Dijo Kisaki con el semblante gacho. —Quedate.
—Esta decisión la tomé hace mucho Kisaki. Lo siento pero no me quedaré mas —el chico al que todos consideraban invencible estaba a punto de ser libre. Al cruzar aquella puerta su nueva vida junto a Hiba iba a iniciar.
—No es una petición —habló Kisaki desde las sombras.
—¿Que? —una lijera risa escapó de Mikey.
—Esto es una orden.
El rubio dio la vuelta, todavía sin poder creer la actitud absurda de Kisaki, —Tu no puedes ordenarme nada Kisaki. No eres mi dueño
—eso es cierto —sonrío tras arreglar sus lentes. —Sin embargo, me debes tu libertad ¿A caso lo olvidaste ya? Tu mataste a Kazutora.
Los ojos sin vida de Kasutora, aparecieron en su memoria como diapositivas. Eso claramente hizo que por primera vez Mikey viera con claridad la terrible amenaza que resultaba ser Kisaki. El fuego que residía dentro de el solo se avivó como si le hubiera derramado gasolina. No podía soportarlo más, su estoica cara le pedía a gritos que acabara con el. Asi que en un acto de locura el todavía lider de Valhalla sacó su navaja de plata y se abalanzó contra Tetta Kisaki. Dispuesto a acabarlo sin piedad.
—¿Piensas que con apuñalarme el problema va a terminar? Manjiro tengo una larga lista de crimenes tuyos y de tu gente. Robo, peleas clandestinas, drogas y asesinato.
Los ojos del invencible Mikey se oscurecieron.
—Kisaki —Formuló con dificultad.
—La gente de Valhalla te sigue a ti, eres tu el pilar primordial. Todos te temen y te respetan. No me daré el lujo de dejar a esta organización sin un rostro —Con extrema frialdad Kisaki se puso de pie, quedando justo frente a Mikey —Tengo suficientes pruebas como para meterte en la carcel, a ti y a tus amigos por complices.
—Dices solo mierda...
—Estas en deuda conmigo y por el bien de tu círculo, tienes que mantener en tu lugar Manjiro.
Su propia navaja le cortó la mano mientras la apretaba con su agarre, sus nervios no mandaron ninguna señal de dolor a su cerebro. La ira, la fuerza de voluntad y la necesidad de matar a Kisaki fueron lo único que pudo sentir. «Hina» gritó desesperada su mente.
Por inercia y al ver su semblante, el chico de lentes dio un paso hacía atrás. La postura de Mikey debió resultar intimidante.
—Ken-chin tenia razón —murmuró al recordar todas las veces que su amigo le advirtió lo peligroso que Kisaki era. —¡Eres una rata!.
El pobre chico se encontraba en la peor de las situaciones. Estaba cansado y no sabía exactamente cuanto tiempo había pasado. De hecho ya no le importaba cuanto tiempo había pasado, miró a su alrededor, fuerte lluvia parecía no ceder. Ya no era libre, y de cierto modo sentía que lo merecía. Tambien merecía morir por ser tan cobarde y no poder salvar a ninguno de sus amigos.
De pronto la puerta que daba al comedor se abrió. —Mikey —al escuchar su nombre el muchacho alzó un poco la mirada, topándose con el preocupado rostro de Hinna, quien acaba de llegar a casa. No quería verla, no soportaba la idea de fallarle con la promesa de un futuro juntos lejos de toda mierda.
—¿Por qué estas ahí? —corrio la puerta que daba al balcom. —Estas todo mojado, ¿te pasó algo? —sus suaves y calidas manos acariciaron su helado rostro.
—Estoy bien —habló sin expresión en el rostro.
—Todo esta bien. Estoy aquí, para acompañarte, solo dime que pasa.
— No necesito compañía. No seas tonta. No quiero estar con nadie. —una terrible furia lo invadió y sin pensarlo empujó a la chica.
El bello rostro de Hinna se obscureció, en todo el tiempo que llevaban juntos el jamás la habia tratado de uba forma tan ruda y violenta. —Mikey —Habló con suavidad ostrando que una terrible pena la invadía de forma arrasadora y dolorosa. Sin embargo, no tenía intención alguna de dejar solo a Mikey.
—Lo siento Hinna —varias lágrimas salieron de sus ojos empapando sus mejillas. El no quería que ella se sintiera mal, pero todo lo que estaba pasando lo había superado. El simple hecho de recordar a aquello lo llenaba de ira —Es que en este momento, lo único que siento es ests terrible ira que me esta consumiendo y no puedo hablar sobre esto. Así que solo déjame aquí. No quiero que me odies. Cuando este mejor, te prometo compensarte.
Molesto se dio la media vuelta dispuesto volver a la obscuridad.
Hinna se acercó mucho mas a el, tocando vez su mejilla. —Nunca podría odiarte —lo abrazó con todas sus fuerzas. Sorprendiéndolo por completo.
—Hinna —habló fuerte resistiéndose al contacto.
—No soy ninguna tonta, se que algo terrible paso no me importa si no quieres hablar,esperare. No pienso dejar que mueras en la oscuridad. Yo, te prometo que encontraré una solución, no importa de qué forma. Haré cualquier cosa para que estes feliz —Esas palabras le dieron de nuevo esperanza a Mikey.
El chico sollozó con dolor tras oírla hablar. Sin intención dejó escapar un suspiro y después solamente dejó que los brazos de su amada Hinna lo cobijaran, era como si se hubiera quedado sin fuerzas, tanto que dejó caer su cuerpo. —No tengas miedo por favor. yo estoy contigo, mi querido Mikey.
Lo había decido al fin. Quizás el ya no tendría la oportunidad de escapar de todo su mundo de mierda. Pero de algo estaba muy seguro y eso era que no le negaría la oportunidad a Hinna a los demás.
—¡Oye, esta bien, todos tenemos malos momentos. No es culpa tuya. —y tras aquella declaración el muchacho la besó con tanta intensidad que parecía que de ese beso dependia su vida.
La chica claramente sabía a lo que esos besos los llevaria , no era la primera vez que ocurría. (Arreglar con sexo las cosas) sin embargo y para mala fortuna de ambos, en esa ocasión Hinata no sintió tocar el cielo con las manos. No, en esa ocasión no había ocurrido. Habían hecho por primera vez el amor el balcón, sin embargo ella
Apenas comenzaba a sentir algo parecido al placer, cuando Mikey se detuvo, había aguantado lo que había podido pero de repente... Simplemente todo había acabado y parecía demasiado para sentir un poco de calor.
Cuando habían terminado de hacer el amor y ella se concentraba en acomodarse se dio cuenta de la herida en una de las manos de Mikey. —Tu mano —Asustada la chica miró lo que parecía una herida profunda.
—Es un rasguño nada mas.
—Mentiroao —Solo pudo sentir la calidez recorriendo su estructura osea, llenándola por completo de paz y sincero afecto.
—¡Hinna!
La realidad era que después del acto sexual no se había sentido mejor, más bien se sentía abatido y melancolico y con ese estado de ánimo pensó justamente en la muerte de Kazutora. Una oleada de terror lo cogió con todas sus defensas bajas, y para cuando Hinna lo miró de nuevo fijamente, el estaba llorando.
—¡Oye! —exclamó alarmada. Realmente no quería que el desatara otro ataque de ira, que lo lastimaba tanto. —No estas solo Mikey —lo abrazó torpemente.
—Estoy bien —replicó el sin dejar de llorar. —Tu no tienes la culpa. Creo que estoy demasiado sensible, recordé algo que me pone realmente mal.
—Tranquilo —Susurró ella, acariciandole suavemente la parte de atrás del cuello.
Mikey de pronto se encontro embarcada en el relato de lo que habia sucedido, durante su solitaria infancia y la muerte de su hermano (no era momento para confesarle a la mujer que amaba que era un asesino) En el pasado ya había conversado un poco del doloroso tema pero jamas habían profundizado. Apenas y podía creer que era su voz la que escuchaba, afrontando con franqueza todos aquellos difíciles momentos que conformaban su vida.
Se dio cuenta tambien del por que se había enamorado tanto de Hinna, junto a ella había conseguido lo que siempre había ansiado. "La sensación de pertenecer a un calido hogar"...
—Todo seria mas sencillo si no estuviera rodeado de toda esta mierda. lo odio, odio que no podamos escapar de esto.
—¿Cunatas veces tendré que decirtelo. Mikey yo te amo todo y sobre todas las cosas incluso sobre tu ira. No me alejes de ti, no lo hagas o morire...
—¡Alto!— interrumpió el con la boca llena de horror dulce y obscuro.
—dejame amarte, tengo miedo de que decidas que esta es nuestra última noche, tengo miedo, ámarte, te lo suplico, solo tus besos me harán sentir mejor...
Y el le hizo el amor y esta vez fue distinto, lleno de amabilidad y cariño dulce, no solo pasión.
Un roce delicioso subía y bajaba, el tuvo que detenerse dos veces jadeante y aguantando; Pero luego proseguía con fuerza. Su aliento le llegaba entre cortado y penetrante. Entonces ella comenzó a gritar y a aferrarse a su espalda incapaz de controlarse, había desaparecido ese ese sabor amargo, cada célula de su cuerpo parecía alcanzar su propio climax. El cuerpo lleno de sol, música en sus oidos, mariposas detrás de la cabeza revoloteando xomo locas en la jaula de su mente.
No sabía como acabaria aquello pero de algo estaba seguro y eso era del intenso amor que sentian.
—Vamonos lejos Hinna.
Mikey la miró serio, pasó la mano sobre rojizo cabello y sonrió. —Lejos vamos a ser felices te lo prometo.
—Si —Con cariño besó su masculina mano.
No dejaría que Kisaki acabara con sus planes, sin embargo no estaba dispuesto a cargar con otra muerte en su consciencia...
CONTINUARÁ...
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top