Eran las 2:15 a.m. Nuestros protagonistas se encontraban en la sala principal, ambos sentados en sillas de madera. La peli-gris y el peli-rubio estaban completamente callados y por ello el ambiente era muy incòmodo. Pasado cinco minutos el peli-rubio comenzó a havlar.

─Mike. -suspiro- Acenix, ¿Por qué razón me seguías?

─Acenix. .... -sin hablar-

─Mike. Acenix. -tomando ambas patas de la menor- por favor, respondeme.

─Acenix. -leve rubor- Y-yo sólo estába preocupada por tí, te vas de la casa diariamente, a altas horas de la noc... -interrumpida-

─Mike. Deja de mentir, se que tu exe está detrás de ésto, dime realmente el "porqué" él quiere que me sigas.

─Acenix. -suspiro- La verdad es que mi .exe quiere s... -interrumpida-

─Trollino. ¿¡Que esta pasando aquí!? ¿Se puede saber que hacéis despiertos a estás horas?

─Mike. -soltando las patas de Acenix- No está pa-pasando nada Trolli -nervioso- ¡ya me voy a dormir! -subiendo las escaleras apresuradamente-

─Trollino. ¿Que han hecho Mike y tú?

─Acenix. Na-nada.

─Trollino. Tomados de la mano y sus rostros tan cerca. No me voy a creer esa tontita excusa.

─Acenix. S-solo era una charla...

─Trollino. Bueno, no importa si se toman de la mano, se dan abrazos y besitos. Tan solo no lleguen ha tener "eso" -hace el gesto de comillas con sus dedos" en mi casa, ¿De acuerdo?

─Acenix. S-sí -Dijo mirando abajo, para poder ocultar su rubor-

...

Era un poco tarde aunque la peli-gris se encontraba en un parqué con una sonrisa al mirar a los niños jugar, las parejas divertirse, las familias unidas y alegres, los dueños y sus mascotas pasarla bien. De pronto alguien le tapô los ojos con una venda, le tomó la mano y la llevó dentro de los árboles.

─Acenix. ¡Suéltame! ¡¡Ayúdenme!! -asustada-

─???. Shhhh, Tranquila... -le destapa los ojos-

─Acenix. ¿¡Mike!?

─Mike. Quería hablar contigo a solas. -sonrisa-

─Acenix. ─sonrojó- ¿Q-qué? P-pero... ¿Cómo llegamos aquí?

Acenix había notado que estába en la cima de una pequeña colina y frente a ella un anochecer, muy hermoso.

─Mike. Quiero que me respondas -sentándose en el pastó verde- ¿tu exe te obligó a perseguirme?

─Acenix. S-sí -sentada al lado Mike-

─Mike. Bueno, tengo que decirte algo.

─Acenix. Ah? -confundida-

─Mike. Tengo poderes

─Acenix. ¿Poderes?

─Mike. Correcto, puedo correr a casi la velocidad del sonido, saltar muy alto, crear esferas de energía, campos de fuerza y más cosas. Yo entrenó con mi exe, para poder controlar y fortalezer mis poderes. Y la verdad tú y yo no somos tan diferentes.

─Acenix. ¿A qué te refieres? -miraria a Mike confundida-

─Mike. Yo pasé más de 5 años de maltratos en las calles. Y un día en él que estába con frío, cansado y adolorido, otros perros callejeros me atacaron, y ahí fue cuando descubrí mis poderes. Logré herir a aquellos perros y escapar. Después de ese día me fui lejos y con ayuda de mi .exe pude entrenar mis poderes. Luego, pasaron unos años y después conocí a una persona de un muy buen corazón, mi dueño "Trollino".

─Acenix. Yo no sabía que también habías sufrido tanto. Mike, ¿Por qué recién me estás contando todo lo que has sufrido?

─Mike. Quiero que sepas un poco mas de mi antes de irme.

─Acenix. ¿¡T-te vas a ir!?

─Mike. Sí, Hay mismo me voy a ir de casa, tal vez en unos meses o en el peor de los casos tarde unos años en regresar.

─Acenix. Pe-pero -con unas pocas lágrimas-

─Mike. No te pongas así. -agarrando ambas patas de Acenix- Eres mucho más linda cuando estás feliz. -Secando las lagrimas de Acenix- ¿Qué te parece si jugamos como en el parque?

─Acenix. Me parece que sera maravilloso, Mike...

...

La peli-gris y el peli-rubio después de un rato de diversión, quedarían ambos acostados sobre la hierva, mirando las estrellas. La peli-gris no perdería tiempo se subiría encima de Mike. Mike un poco confundido por lo que estaba pasando y Acenix roja cómo un tómate, ambos se miraban fijamente.

─Mike. ¿Qué estás haciendo?

─Acenix. M-Mike... Siempre he querido hacer ésto. -sonrojada-

─Mike. ¿Q-qué?...

Acenix tomaría a Mike de las mejillas y cada segundó que pasaba acercaba más su rostro a el de Mike.
M

ike no se movìa para nada, sólo dejó a Acenix acercarse cada vez más y más a su rostro.

...

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