Cinco.
- Sólo tocar - dijo Felix antes de que se volviera peligroso.
- Sólo tocar - repitió Chan. Pasó sus manos por el pecho de Felix sintiendo su cálida piel - Voy a tocar tus tetillas.
Felix asintió quieto dejando que las manos contrarias lo recorrieran y apreciaran, suspiró suave cuando sintió el tacto de los dedos en los botoncitos de su pecho.
- Chupalas - exigió, Chan apartó sus dedos y acercó su rostro a su pecho, delineó con su lengua la base rosada y después el pequeño botoncito, Felix soltó un gemido - No pares.
Las manos de Chan se aferraron a las caderas del menor y siguió chupando esa parte de su cuerpo, lamiendo y jugueteando con la otra con sus dedos.
Le dio un último beso y recorrió un camino hasta el ombligo provocándole cosquillas a Felix, su lengua se hundió en el orificio, el pene erecto de Felix chocaba contra su mejilla.
Sus manos ahora se encontraban en las piernas esbeltas de su dongsaeng masajeando los muslos y apretándolos con fuerza y luego se movieron hasta las mejillas de su trasero para amasarlos a su gusto.
Su lengua seguía jugueteando con el ombligo.
- Se siente bien - avisó Felix - Pero es mi turno y también quiero tocarte.
Chan gruñó y se apartó poniéndose completamente de pie y en posición de firmes.
Estaba algo rígido pero esa compostura se descompuso, cuando Felix pasó su lengua por su oreja. Escalofríos recorrieron el cuerpo de Chan.
Felix dibujó una línea de saliva desde la oreja pasando por el cuello y terminando en la tetilla derecha.
Las acarició hasta ponerlas erectas.
Paso sus manos por el pecho del mayor y después camino rodeándolo hasta quedar detrás de él y admirar su ancha espalda.
Delineó el camino de su espalda con la lengua.
- Joder, mierda - Chan apretó los puños, su mano moviéndose a su excitado pene.
- No - Felix la apartó - No está en las reglas que te toques.
- ¿Quién puso las reglas? ¿Tú? - preguntó - Te tengo noticias se acabó tu turno, ahora me toca poner las reglas.
Felix sonrió - Está bien, ¿Qué hacemos?
- Quiero ver cómo te tocas, ¿Tú quieres verme?
Felix asintió mirando el grueso pene del mayor.
- Quiero verte y tocarte también.
- Entonces vamos a olvidar lo de vernos, quiero tocarte también, ¿Límites?
- ¿Oral? - Chan asintió.
- Vamos a tu cama para acostarnos.
Felix asintió, recogió su ropa y caminó hasta a su habitación con Chan detrás. Se acostó en la cama con la cabeza hacía arriba y Chan hacía abajo.
Ambos rostros frente al miembro del contrario.
- Sólo tocar - dijo Felix - Por ahora...
- De acuerdo.
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