Narrador

Ya era viernes y la cuidad era iluminada de los rayos del sol de la tarde.

Varios adolescentes caminaban entre ellos encontrando maneras de entretenerse. Varios chicos se encontraban ligando con chicas absolutamente radiantes. Mientras tanto algunos adultos bebían alcohol mientras caminaban, bebían con abandono. Por otro lado se podía ver un grupo de niños jugando, pateando un balón de lado a lado.

Nuestro protagonista se encontraba caminando rumbo a la casa de su amigo heterocromatico, izuku no sabía que debía hacer puesto que era la primera vez que iría a la casa de todoroki, el pobre había empezado a murmurar arruinando el ambiente tranquilo de algunas personas que lo veían pasar un tanto confundidas por la manera en que estaba hablando el peli verde.

Una mano se colocó en su hombro sacándolo de sus pensamientos y sacándole un pequeño gritó.

— Lo lamento midoriya-kun, no quería asustarte.—

— Iida-kun, es una sorpresa encontrarte por aquí.—

— Voy a casa de todoroki, supongo que a ti también te habrá invitado.—

— si, creo que está será como una reunión de chicos.— Dijo con una sonrisa.

— Deberíamos llevar algo, no crees?

— Hmp...

Izuku empezó a pensar en que podían llevar a la casa de todoroki.

POV Izuku

Era el atardecer. Este cielo era una hermosa sombra de rojo mientras el sol se ocultaba.

Iida y yo habíamos desviado nuestro rumbo hacia un mini supermercado en donde habíamos comprado las latas de refresco.

Ya nos encontrábamos a unos cuantos metros de la casa de todoroki, mis manos habían empezado a sudar, no conocía a la familia de todoroki, solo a su padre y no en muy buenos términos.

— ¿Porque tan nervioso Midoriya-kun?

— Es la primera vez que voy a la casa de todoroki, su familia será igual de seria que el?, ¿Que debería hacer?, ¿Qué debo decir?

— Tranquilo, no es como si fuera el fin del mundo.

Agradecía los intentos de Iida por calmarme pero aún así no podía.

— Tienes razón... pero aún estoy un poco nervioso.

— Respira, ya llegamos.

— ¿Tan rápido?

— nos faltaba poco para llegar.

— cierto...

Iida tocó el timbre y estuvimos esperando, por mi cabeza pasaban miles de escenas sobre cómo sería su familia, ya nos conocemos desde hace tres años pero nunca antes nos habíamos presentado a nuestras familias.

La puerta se deslizó dejando ver a todoroki quien nos saludo y nos hizo pasar.

— ¡Ah, Deku-kun! Viniste.

Reconocí esa voz al instante

— ¿U-uraraka-san?

— También vino Iida.

— ¿Yaoyorozu-san?

Ambas se encontraban sentadas en la sala de estar, busque con la mirada pero no logré ver a nadie ningún más, ni siquiera algún familiar de todoroki.

— ¿Y tú familia?.— pregunte.

— repentinamente dijeron que debían irse y que me dejaban a cargo de la casa, también que no hiciera nada indebido.— hablo tranquilo.

— Ya veo... — respire un poco más tranquilo.

— ya que estamos todos... ¿Que hacemos ahora?

— ¿eh?

— nunca había invitado a nadie, así que no sé qué se debe hacer.

— en ese caso déjame todo a mi, esto será divertido.— hablo yaoyorozu.

— supongo que nada puede salir mal.— una pequeña sonrisa se formó en el rostro de todoroki.

POV narrador

A la mañana siguiente todos se encontraban corriendo rumbo al centro comercial, al parecer habían dormido tarde y no pudieron despertar a tiempo.

— ¿cuanto tiempo nos queda?.-Pregunto izuku.

Yaoyorozu saco su celular rápidamente — yo diría que unos veinte minutos.— contesto.

— no creo que se molesten por qué lleguemos unos minutos tarde.— comento ochako.

— pero aún así es de mala educación dejarlos esperando.— regaño Iida.

Al llegar al centro comercial todos se sentaron en el primer lugar que vieron, todos estaban exhaustos y necesitaban recuperarse para ir a buscar a los demás.

— ¿Deku-kun donde fue el punto de reunión?

El peli verde coloco una mano en su barbilla y empezó a recordar.— Creo... creo que no dijeron uno.

— Entonces solo podemos dar vueltas y buscarles.

— Si...

Luego de haber descansado unos momentos los chicos empezaron a caminar en busca de sus amigos, las chicas aprovechaban y veían las tiendas de ropa por las cuales pasaban, todo era tranquilo, izuku cada tanto se quedaba embobado mirando a la castaña mientras ella iba de tienda en tienda como si fuera una niña.

— Oigan, por aquí.

Esa voz se les hizo familiar, al darse vuelta lograron verlos, estaban sus amigos y quien había llamado había sido kirishima, quien movía la mano de lado a lado con una sonrisa.

Los chicos se acercaron a ellos y juntos empezaron su día de compras, todos estaban tranquilos, bromeando y charlando, nada podía salir mal ese día.

Mina empezó a dar pequeños empujones a las demás chicas.

— Las chicas vamos a comprar los trajes de baño, ustedes pueden ir a ver otras cosas.—

Dijo empezando a caminar lejos.

— yo con gusto las acompaño.—hablo mineta.

— síguenos y yo misma me encargaré de castrarte.

Un escalofrío recorrió el cuerpo del pequeño.— S-si señora, yo me voy con los chicos.

— eso suena mejor.—

— Como chicos y chicas van a separarse el tiempo de reunión será en una hora.— hablo Iida.

Todos aceptaron.

Las chicas y los chicos tomaron rumbo a diferentes.

— que esperan vamos.— llamo kirishima.

— ¿Q-Que iremos a ver?.— pregunto koda.

— Chicas!.— gritó mineta, pero todos le ignoraron.

— ropa de baño para hombres y cosas necesarias.— hablo Sato.

— cierto, aún n...—

Izuku se quedó confundido, acababa de ver pasar a alguien que se parecían a el, lentamente empezó a caminar para seguirlo pero una mano se posó en su hombro.

La mano era la de todoroki quien se había dado cuenta de que izuku veía a lo lejos.— midoriya, ¿pasa algo? ¿vienes?.

— N-no, no pasa nada, ya voy.

— ¿y esa mirada? Parece como si hubieras visto un fantasma.

— Me pareció haber visto algo, pero era una falsa alarma.— Eso era lo que trataba de pensar.

Mientras caminaba hacia los demás el pecoso pensaba si lo que acababa de ver había sido real o no.

Una fuerte palmada en la espalda lo saco de sus pensamientos, había sido sero.

— venga hombre, es un día para relajarse, no arruines tu propia tranquilidad empezando a murmurar.

— L-lo siento.—

— Por eso va a morir virgen.— Hablo mineta causando que el rostro del peli verde empezará a ponerse rojo de la vergüenza.

— Mineta, decir eso es de mala educación.— regaño Iida.

— Y-yo mejor iré por este lado a buscar algunas cosas.— dijo separándose del grupo.

— voy contigo.— hablo todoroki.— al fin y al cabo necesito tu ayuda.

Y así ambos se separaron de los demás chicos, no sin antes escoger el tiempo en el que se reunirían.

— Lo primero que deberíamos comprar son los trajes de baño.

— yo te sigo.

Todo el camino ambos hablaban tranquilos, al estar solos ellos podían soltarse más y expresarse con mas libertad, después de todo ambos se habían vuelto grandes amigos.

Su primera parada fue una tienda de ropa de baño masculina.

— sabes, es un poco raro que dos chicos estén comprando ropa de baño juntos.

— ¿Hubieras preferido venir con uraraka?

— ¡¿Q-Que!?, Yo... Uraraka... no es eso lo que quiero decir!.— los gestos nerviosos del peli verde le sacaban una pequeña sonrisa al heterocromatico.

— Cálmate, era solo una broma.

— Perdón, es solo que...

— Te pones nervioso cada vez que hablan de Uraraka o ella está contigo?

— Todoroki... Bueno si!.— este colocó sus manos en su rostro para cubrirlo.

— Ya veo...

— Terminemos las compras rápido, hemos perdido mucho tiempo.— hablo con las manos aún en su rostro.

Y así ambos amigos continuaron con sus compras hasta que la hora acordada llegó.

— Este era el punto de reunión, verdad?

— Si, ahora solo debemos esperar.— respondió el heterocromatico.

Los minutos pasaron y las chicas fueron las primeras en regresar, izuku vio a ochako con su celular antiguo cosa que se le había hecho raro, el pensaba que tal vez no le había gustado el que le había regalado.

Los últimos en llegar fueron los chicos quienes cargaban unas cuantas bolsas.

— Es hora de irnos.— hablo Iida.

Algunos dijeron que irían a otro lugar y se despidieron mientras los demás emprendieron rumbo a sus dormitorios, una vez allí todos empezaron a empacar, aproximadamente media hora luego de llegar izuku ya había empacado todo y se había ido a dormir.

Por otra parte ochako aún se encontraba alistando sus maletas.

Al terminar cerró la maleta y la dejo a un lado de su armario donde logró ver una pequeña caja.

— ¿Y esto?.— se pregunto en su mente.

Al abrirla logro ver un celular dentro, los recuerdos rápidamente llegaron a su cabeza.

— ¡Ahhh...!.— Rápidamente se tapó la boca, por suerte nadie parecía haberla escuchado.

— Lo que pasó ese día fue real.— se dijo para si misma.— Deku...— la castaña se lanzó a su cama con el celular en mano y se tapó el rostro empezando a rodar de lado a lado.

Sus mejillas tenían un leve color carmesí mientras que lentamente se sentaba en el filo de su cama.

— deku...— la castaña solo soltó un pequeño suspiro de enamorada al volver a mencionar al peli verde.

Ochako tomo el celular y lo abrazo.— Lo atesorare...— susurro.

Una hora más tarde la mayoría ya se encontraba durmiendo mientras que algunos no podían conciliar el sueño por la emoción.

Mientras tanto en algún lugar alejado de la cuidad mal iba reuniendo más y más seguidores...