Dos días habían transcurrido desde la pelea contra All For One, luego de una exhaustiva búsqueda se logró dar con el paradero de los estudiantes y profesores que habían sido secuestrados por los villanos.

All might y izuku habían ido a casa de los bakugo, los padres esperaban lo peor ya que su hijo no había vuelto a casa, pero al oír la confirmación a su gran temor no pudieron evitar caer en llanto, pensar en que nunca volverían a ver a su único hijo les dolía, admitían que katsuki no era la mejor persona, pero ellos igual así lo que querían, cuando el sol empezó a caer, el peli verde y su maestro se despidieron y partieron rumbo a sus hogares.

Todo el camino ambos estaban en silencio, ninguno tenía nada que decir, por parte del pecoso, este aun se sentía culpable, su error había causado la muerte de Bakugo y el sufrimiento de sus padres, incluso le había prometido a Ochako que todos volverían, pero no fue así.

– Joven Midoriya... Joven Midoriya...– El peli verde estaba tan sumergido en sus pensamientos que no oía como el rubio le llamaba.– Texas... Smash!.

Ante aquel golpe el joven reaccionó, al ver a su maestro pudo notar la preocupación que este tenía, intento dar una sonrisa para decirle que no pasaba nada, pero no podía.

– All might... lo siento, solo pensaba.

– Es por el joven bakugo, ¿Verdad?

– Si tan solo no me hubiera dejado engañar por All For One, el aún seguiría aquí... quien debía haber muerto fui yo, no kacchan.

El peli verde recibió otro golpe.

– Se cómo te sientes, yo incluso caí en la desesperación cuando All For One jugo con mi mente, cuando me hizo saber que estuve enfrentando al nieto de mi maestra, sentía que la estaba traicionando, pero debía hacerlo... Tú estás así por el joven bakugo, pero esa fue su decisión, no dejes que la oportunidad que te dio y su última voluntad, sean en vano, demuestra que podrás superar su muerte y salir una vez más a brillar, tal como el sol lo hace cada mañana.

– yo... Lo haré, no dejaré que kacchan se haya sacrificado en vano.–dijo con una pequeña sonrisa.

– Ese es el espíritu... Una cosa más antes de irme.

– ¿antes de irte?, ¿A donde?

– A mi casa, llegamos a la tuya hace unos momentos.

El pecoso levantó un poco la mirada, frente a él se encontraban los edificios en donde estaba el departamento en el que vivía.

– cierto...– río nervioso.

– Ahora escucha, una persona muere realmente cuando se le olvida, mientras nosotros la recordemos, ellos vivirán en nuestros corazones.

– Una persona muere cuando se le olvida...

– Exacto, ahora vaya a su casa, su madre debe estar preocupada.

– Si... All might, nos vemos.

El rubio empezó a irse hacia su hogar, lentamente una pequeña sonrisa se formó en su rostro.

– Se acabó maestra...– un ataque de tos atacó al ex-símbolo de la paz, está vino con un poco de sangre.

Un suspiro se le escapó, solo continuo caminando hasta perderse de la vista del peli verde quien aún se había quedado viéndole desde lejos.

Izuku dio unos cuantos golpes en la puerta, pisadas apresuradas se escucharon y luego de unos segundos la puerta fue abierta por una peli verde.

– Izuku.– la mayor se lanzó a abrazar al peli verde mientras lloraba.

– Tranquila, solo fui con All might unas horas como te dije.

– lo siento, estaba preocupada...

El peli verde correspondió el abrazo y sonrió.

– vayamos dentro, está empezando a hacer frío.

Ambos peli verde entraron a su hogar, la mayor se separó de su hijo y camino hasta la cocina.

– ¿Podrías llamar a Ochako?, Se encuentra en tu habitación, dile que la cena está lista.

– voy.

El pecoso empezó ir hacia su habitación y tocó antes de abrir.

– pase.

El joven tomo la perilla y empezó a girarla, al abrir la puerta vio como la que ahora era su novia estaba viendo un álbum de fotos y es que el día en el izuku había vuelto de su batalla contra All For One, sabiendo que al ser un héroe su vida podía acabar en cualquier momento decidió dejar su miedo de lado y pedirle noviazgo a la joven del Quirk de gravedad cero.

— Uraraka-san... ¿puedes ver?

– Borroso, pero siento que poco a poco mi visión mejora.– la jovencita vivía temporalmente con izuku y su madre ya que los departamentos de la U.A habían sido destruidos y no tenía dinero para un departamento, tampoco quería decirle nada a sus padres para no preocupar los.

– Eso es bueno.– respondió algo aliviado.– cierto, mamá dijo que la cena está lista.

La castaña se puso de pie y camino lentamente hacia el pecoso, a pesar de que su vista había mejorado un poco, no podía distinguir muy bien su entorno, todo lo veía borroso, con lentitud tomo la mano del heredero de All might y este la guío por el camino, antes de llegar el pecoso le pidió detenerse.

– ¿Deku?, ¿Pasa algo?

– antes de ir a la mesa, me estaba preguntando, quizás... yo...– el peli verde había empezado a jugar con su cabello, sus nervios eran notorios.– puedo... be..be..besarte?

– claro.– respondió tranquila, aunque en sus mejillas había aparecido un leve rubor.

Ambos empezaron acortar la distancia entre sí, sus respiraciones empezaban a conectarse, el ambiente era tranquilo, nada podía arruinar su pequeño momento o eso pensaron, ambos se alejaron rápidamente y frotaron sus frentes, al parecer aún eran muy inexpertos y se habían chocado.

– Lo siento.

– Yo tampoco supe colocarme bien.

Ambos soltaron una pequeña risa y volvieron a intentarlo, lentamente se acercaron, poco a poco las mejillas de Ochako fueron inflandose.

– Puff...– la castaña río escupiendo un poco de saliva al rostro de izuku.– Lo siento, recordé algo gracioso.

– No te preocupes.

– Izuku, Ochako.– llamo Inko.

– ya vamos.– dijo limpiándose el rostro.

La castaña lo tomo del cuello y lo acercó a ella, el leve choque de sus labios los puso nerviosos, pero no sé separaron, siguieron así hasta que el oxígeno se les acabo, ambos se miraron mientras respiraban algo agitados.

– Debemos practicar más.– hablo la castaña para empezar a caminar al lado del pecoso.

Ambos jóvenes tomaron asiento y dieron gracias para luego empezar a comer, la noche siguió tranquila hasta que la hora de dormir llegó, izuku se encontraba lavando los platos antes de ir a su habitación, le había dicho a Ochako que podía ir ella primero.

No había nadie más en la cocina, su madre se había ido a su habitación y el joven estaba solo, unas lágrimas se le escaparon al recordar a su amigo de la infancia, usando su brazo seco sus lágrimas y terminó, secó sus manos y luego se fue hacia su habitación.

Entro con un poco de vergüenza ya que Ochako también dormía allí, el tomo unas cuantas sábanas y se recostó en el suelo.

– ¿otra vez?.– hablo la castaña haciendo sobresaltar al pecoso.

– ¿Estabas despierta?

– sip, ¿Que te dije de dormir en el suelo?, puedes dormir aquí también.

El joven se ruborizó.

– No puedo.

– Entonces dormiré en el suelo contigo.

– Está bien, dormiré en la cama...– Respondió con resignación.

El joven se puso de pie y se recostó al lado de la castaña.

– Buenas noches Deku.

– Buenas noches Uraraka-san.

La castaña abrazo al peli verde quien se sintió nervioso, apenas llevaban dos días de pareja, el aún no estaba acostumbrado al continuó afecto que le daba su novia, pero no se quejaba.

Días fueron pasando y el entierro de katsuki llegó, todos sus compañeros y profesores asistieron a dar el último adiós al rubio, uno a uno subían a dar sus palabras y así siguieron hasta que el ataúd fue bajado y totalmente cubierto de tierra, los últimos en quedarse fueron los padres y profesores del joven.

izuku aún veía desde lejos el lugar donde su amigo de la infancia se encontraba enterrado, el aún sentía algo de culpa, pero no podía hacer nada.

– ¿Deku?

El nombrado volteó para quedar viendo a la castaña quien se encontraba extendiéndole la mano, el no dudo y la tomo, así empezando a irse junto a Ochako.

....

El tiempo paso, izuku y sus amigos se encontraban en la ya reconstruida U.A, los hombres vestían una traje negro y las mujeres un vestido rojo, todos estaban reunidos, sus maestros se encontraban a los lados viéndoles y felicitando, y es que ese día era su último día como aspirantes a héroes, desde ese día serian conocidos como héroes profesionales.

Hubo una pequeña fiesta, allí también se encontraban los chicos de la clase B, quienes con ayuda de Eri lograron recuperar sus particularidades, la mayoría estaban felices celebrando, mientras tanto izuku se encontraba fuera del edificio, mirando al cielo con una pequeña sonrisa.

– Deku, ¿Que haces aquí?

El pecoso se giró para quedar viendo los ojos chocolate de ochako

– Uraraka-san, solo observaba el cielo.

La castaña se colocó al lado del pecoso.

– ¿Es algo gracioso no crees?, Siempre soñé con este día y ahora no quiero irme de la U.A.

El peli verde solo la miro con una sonrisa.

– Bueno... Será un placer estar a su cuidado Heroína Uravity.

La nombrada río y le dio un pequeño codazo al pecoso.

– ¿Eso es una proposición?

El rojo de las mejillas de izuku invadió todo su rostro.

– Y-yo... No, bueno no es que no quiera, aún somos jóvenes y sería muy rápido, aunque... tal vez lo sea...– finalizó con una sonrisa.

La castaña solo había bromeado con el pecoso pero al oír la respuesta de este no pudo evitar ruborizarse.

– También será un placer estar a su cuidado, héroe Deku.

Ambos estuvieron unos momentos viendo como el cielo empezaba a oscurecer y pequeñas luces empezaban a aparecer.

– ¿Vamos?.– pregunto el peli verde extendiéndole su mano a la castaña.

Ochako no dijo nada, solo tomo la mano del pecoso y sonrió, ambos entrelazaron sus dedos y caminaron hacia aquel edificio en donde se encontraban sus amigos celebrando su graduación.

Izuku sabía que quizas en un futuro aparecieran problemas, pero estando junto a la persona que lo ama podrá solucionarlos.

Fin.

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– Primero que nada siento que está bien darle un final aquí, ya que si continuaba podía tener más errores de los que ya vi que tengo.

– Estaba pensando en hacer un epílogo, pero tengo nervios.

– (Necesito un autoestima nuevo, el otro me abandonó hace mucho)

– gracias a quienes hayan estado leyendo y me hayan tenido paciencia con mis fallos.

– Tomaré unos días y quizás continúe con otra historia, una que haré mejor que está (o lo intentaré xd).