💛. It's a Princess

Palabras clave: Apodos, Vestido, Lencería, Reverse Piledriver, Espejo, Maquillaje, Boypussy, Condón.

Bakugou aprendió la lección. Aún así, el día siguiente intentó que todo fuese normal. Las clases prácticas contra robots le ayudaron a distraerse, excepto por un pequeño altercado con uno que no vio.

Todo iba a acabarse para él. Quedaría como un tonto para la clase en lugar del héroe orgulloso que siempre se jactaba de ser. Ya estaba listo para enfrentar la humillación pública incluso cerrando los ojos en espera del golpe que le dejaría fuera del ejercicio.

Excepto que no pasó. Su cintura fue sujetada y su cuerpo fue protegido por otro más ancho y alto. Ahí fue cuando Bakugou abrió los ojos y vio a Todoroki defendiéndolo, congelando al robot y salvándolo.

Bakugou sintió que la ira y la vergüenza llegaban al punto de ebullición en su cabeza y su cara se sonrojó. Lo peor es que los héroes que quedaban, eran monitoreados en pantallas por los maestros y los alumnos que perdieron anteriormente, por lo que gran parte de la clase vio que Bakugou fue salvado.

Vieron que era débil.

– ¡Tú, mitad y mitad! – Bakugou empujó a Todoroki para salir del agarre que tenía en su cintura – ¡No te pedí que me ayudaras!

– Un héroe protege a quien lo necesite – Contestó Todoroki sin inmutarse – Aún si no desea su protección.

Aquello hizo enfurecer más a Bakugou que casi le manda una explosión directa a la cara. De no ser porque Aizawa detuvo el ejercicio felicitando a los alumnos que quedaron en pie. Aquella distracción fue suficiente para detener la riña.

Cuando toda la clase estuvo junta de nuevo, su profesor felicitó a los que no fueron vencidos por los robots y a los que sí, les dio día y hora con All Might para una junta personal sobre lo que debían mejorar en sus ataques para no volver a fallar.

Fueron a las duchas y los vestidores, refrescándose y listos para almorzar ya una vez terminado el horario escolar. Bakugou todavía seguía molesto por lo que pasó con Todoroki, por lo que fue directo a su habitación y le mandó un mensaje al bicolor de que ese día, no quería verlo.

Todoroki lo vio cómo una señal de que tenían que hablar, por lo que suspirando, fue directo con Bakugou para terminar con sus problemas a raíz de un gesto protector.

Tocó por educación y cuando Bakugou contestó, entró. No esperó que le dieran permiso así como tampoco dijo quién era, por lo que fue normal que Bakugou no se alegrara al verlo. El rubio se veía molesto y casi vio lágrimas de impotencia en las comisuras de los ojos.

– ¡Vete! ¡Te dije que hoy no quiero!

– Bien, solo quiero hablar – Todoroki tenía que ser rápido antes de que la cuenta regresiva de Bakugou, explote – ¿Qué pasó en el entrenamiento?

– ¡¿Cómo que, qué paso?! – Bakugou comenzó a exaltarse – ¡Dime tú ¿qué es lo que hiciste?! ¡Me trataste como a un débil e inútil insecto! ¡¿Crees que soy patético?! ¡¿No es así?!

– No. Yo que no eres débil, mucho menos inútil, y... – Todoroki se detuvo antes de decir lo último – Tal vez un poco patético pero no en este sentido. Bakugou, eres literalmente el más fuerte de la clase.

– ¿Y por qué me salvaste?

– ¿Y por qué no? – Aquello fue un pequeño shock para Bakugou – No está mal necesitar ayuda. Eso no te hace débil.

– Tch – Bakugou entonces desvió la mirada, cruzando los brazos sobre su pecho – Me avergonzaste frente a la maldita clase.

– ¿Por qué? – Todoroki al ver que la actitud arisca del rubio había disminuido, decidió acercarse y tomarlo de los hombros, listo para abrazarlo.

– Por qué sí – Contestó Bakugou, dejándose abrazar y formando un pequeño puchero – Quedé como una puta dama en peligro.

– Eso es porque eres mi princesita – Todoroki se mantuvo firme pese a que por sus palabras Bakugou se lo quiso sacar de encima – Pero nunca dejaría que la clase lo supiera. Como dije, eres mi princesita, no la de ellos.

– Joder, deja de ser tan pegajoso – Bakugou comenzaba a regresar a su actitud normal, y eso significaba que lo peor ya había pasado – Tch, quítate de encima, tengo que ir a cambiarme.

– ¿Cambiarte? ¿A dónde vas? – Ciertamente a veces lo despistado que era Todoroki le daba risa.

– Ningún lugar en especial – Se encogió de hombros – Quédate en la cama, no tardo.

Todoroki seguía sin saber qué sucedía pero obedeció. Antes de cambiarse, Bakugou le preguntó una última cosa al bicolor.

– ¿No crees que sea débil, verdad?

que no lo eres, Bakugou – Suficiente respuesta.

– Bien. Cierra los ojos y no los abras hasta que te diga.

Todoroki obedeció y Bakugou comenzó a cambiarse. Ciertamente lo de esta mañana no le tenía de humor para coger, pero ver a Todoroki tan serio y guapo, diciéndole en la cara lo fuerte que era, ciertamente hizo que tanto su corazón como su coño palpitaran de alegría.

Su actitud patética en el sexo no significaba que fuera patético en la vida real.

Así que comenzó a cambiarse. Se puso su juego de lencería amarillo que simulaba ser un vestido. La parte del torso tenía un corsé, y sus ligueros llevaban tela extra transparente que daba la apariencia de falda. Se puso los guantes del conjunto y las medias. Y para finalizar, se puso su labial amarillo y la corona de utilería en la cabeza.

Caminó hasta estar frente a Todoroki y después de tomar una larga respiración, le dijo que podía abrir los ojos. Se sonrojó cuando la mirada bicolor le recorrió de arriba abajo.

– ¿Y? – Preguntó Bakugou después de largos segundos de silencio.

– Esa es mi fuerte e independiente princesa – Respondió Todoroki levantándose para quedar frente a frente – Ahora sé bueno, y déjame cuidarte.

Bakugou iba a hablar pero Todoroki lo cargó en estilo nupcial e Interrumpió cualquier cosa que fuera a decir. Pero Bakugou no quería ser tratado como algo frágil y delicado, si quisiera eso estaría con otro y no con Todoroki, por lo que se lo expresó mordiendo su oreja.

– No quiero que me cuides, quiero que me destroces.

– Te recuerdo que el de las órdenes soy yo – Todoroki le susurró de vuelta – Pero por hoy haré una excepción. Si quieres que te destroce lo haré; haré que la princesa aprenda cuál es su lugar.

Todoroki dejó a Bakugou en la cama y comenzó a desvestirse. Bakugou estaba ansioso por lo que comenzó a masturbarse masajeando su coño por sobre sus bragas, mojándolas de sus jugos y haciendo que sean todavía más transparentes de lo que de por sí ya era la tela.

Bakugou no era débil, y sabe que no debería molestarse de que Todoroki lo proteja. Después de todo, el bicolor ahora era más alto y ancho que él, se esforzaba duro en los entrenamientos y el gimnasio, y por supuesto, era muy atractivo.

Tal vez Bakugou no fuera una princesa en apuros pero en privado no le importaría serlo si Todoroki fuera su valiente caballero de brillante armadura.

Cuando Todoroki estuvo desnudo, tomó su polla y la masturbó para ponerla del todo erecta. El líquido pre-seminal empezó a gotear y a Bakugou le dieron unas ganas inmensas de pasarle la lengua.

– Ven aquí – Le dijo cuando el bicolor se sentó en la cama – Déjame agradecerte por salvarme.

Bakugou se arrodilló y gateó hasta el regazo de Todoroki, donde tomó la verga en sus manos y empezó a chuparla lentamente. Pero claro, Todoroki no era alguien paciente en la cama, por lo que el rubio fue empujado de la cabeza inmediatamente hacia la polla. Todoroki lo mantuvo ahí mientras por el colchón de la cama empezaba a rebotar para empujar las caderas, follando la garganta de Bakugou.

La acción fue ruda y agresiva, nada en comparación a lo dulce que le trataba Todoroki cuando entró a la habitación. Y para Bakugou estaba bien, por que es justo como le gusta, que no le de tiempo para pensar en otra cosa. Le gusta perderse en la sensación de tener la verga casi ahogándolo. No tiene que preocuparse de parecer débil ahora.

– Joder, Bakugou... eres... – La voz de Todoroki sonó ronca. Sus gemidos sonaron perfectos a oídos de Bakugou – Dioses, eres un perfecto campeón chupapollas.

Bakugou dudó que existiese algo como un título para eso, pero si existiera de seguro lo ganaría porque él era el mejor. Hizo un ruido ahogado de que estaba de acuerdo y Todoroki lo empujó más y lo sostuvo en su lugar mientras Bakugou se lo tragaba todo y su coño se apretaba de anticipación.

Cuando la punta golpeó la parte posterior de su garganta, a Bakugou inmediatamente le brotaron lágrimas. Se derramaron por sus mejillas y lloró de placer. La saliva se acumuló en las comisuras de su boca, y a Todoroki le resultó fácil follarlo gracias a eso.

Todoroki aprovechó y movió una mano a la entrepierna de Bakugou para que su dedo se deslizara por su clítoris y entre los pliegues. Frotó la protuberancia hinchada, antes de deslizarse hacia abajo pero sin entrar, esparciendo los jugos vaginales alrededor del coño. Otro dedo se unió al primero, separando sus pliegues, antes de finalmente meterlos y hacerlo gemir en la polla.

El ruido de chapoteo pronto acompañó a los ruidos ahogados de Bakugou. Todoroki movió los dedos rápido mientras Bakugou chupaba con fuerza. Pronto el coño comenzó a chorrear ridículamente mientras era masturbado y las vibraciones de los gemidos fueron directo a la polla del bicolor.

Ambos se corrieron en gemidos opacados ya sea porque tenían una polla en la boca o porque se mordieron el labio para no hacer ruido. Bakugou salió lentamente y chupó alrededor para limpiarlo; su mano se encargó de endurecer la verga para poder ponerle el condón y continuar.

La polla estaba manchada de su labial amarillo y ciertamente aquello de daba un aspecto sexy. Mientras Todoroki se ponía el condón, Bakugou veía el ángulo de su espejo de cuerpo completo y cómo este daba a cierta parte de su cama. Así pues, se bajó y en el suelo comenzó a acomodarse.

Era una posición rara que le daría dolor de espalda más tarde, pero a Bakugou no le importaba. Se puso de cabeza, pegando su espalda a la cama para que le sirviera de soporte. Quedó exactamente frente a su espejo, solo que con el cuerpo al revés. En cuanto Todoroki terminó y miró al espejo, casi se ríe.

– ¿Qué haces?

– Quiero verme en el espejo.

– Sí, eso se nota, pero no era a lo que me refería con mi pregunta.

– Solo intentaba algo – Bakugou sostuvo sus piernas y las abrió, dejando expuesto su coño.

– Esa no es una posición digna para follar a una princesita – Pero pese a sus palabras, Todoroki rápido se levantó y fue a ponerse frente a Bakugou.

– Es la puta posición perfecta – Dijo Bakugou orgulloso – Solo las princesas fuertes podemos ser folladas así; una debilucha se quebraría al primer empujón.

Todoroki negó con la cabeza mientras metía su polla. Era extraño, solo podía ver el culo de Bakugou y lo agarró para poder impulsarse. Por otra parte, Bakugou se veía a sí mismo de cabeza en el espejo y la espalda de Todoroki sobre él. Si desviaba la vista hacia sus entrepiernas, entonces podía ver cómo su coño chupaba la polla.

Sostuvo sus piernas para abrirlas más mientras Todoroki lo follaba. En el espejo podía ver su rostro lloroso y lleno de placer y el pensamiento de que se veía patético le regresó a la mente.

Pero no podía explicarlo; no era el mismo sentimiento a cuando perdía en algo durante las clases, de hecho, este lado patético no le importaría que fuera visto. Sería la princesita patética de Todoroki si con eso lograba que siguiera follándolo.

– ¿La vista es buena? – Preguntó el bicolor, pues le daba la espalda en el espejo.

– Mmn... – Gimió en respuesta – Perfecta. Casi lamento que no puedas verla.

– Estoy bien – Confesó Todoroki con la respiración agitada – La que tengo también es increíble.

Le sujetó del culo más fuerte y le penetró todavía más rápido y hondo. Bakugou casi se vuelve bizco del placer, apretando los dientes para no gemir en voz alta. Los jugos de su coño eran tantos que provocaban un ruido de chapoteo cada que Todoroki entraba y salía.

Se sostuvo fuerte de los tobillos mientras se corría, temblando por la sensación. Todoroki continuó por más tiempo hasta que se corrió con un jadeo ahogado vaciando su carga en el condón dentro de Bakugou.

– Uff, por la forma en la que tiemblas alrededor de mi polla diría que tienes muchos orgasmos, Bakugou – Comentó Todoroki mientras soltaba hasta la última gota – Me vas a dejar seco de lo fuerte que me exprimes.

Tardaron un poco recuperando el aire y la fuerza, algo entumidos por la posición; Todoroki finalmente se pudo incorporar y salir con cuidado de Bakugou. Justo como el bicolor comentó, el coño apretaba tanto que el condón permaneció ahí.

– De verdad no quiere soltarlo – Todoroki tomó las orillas y terminó por sacarlo, aunque con un poco de trabajo.

El condón estaba gordito por el semen dentro y a Bakugou de repente le dieron unas ganas enormes de tenerlo en la boca. Era justo y necesario, si su coño no podía tragarlo, su otra boca debía encargarse de lo que su patético coño no podía. Cielos, ahí va esa palabra de nuevo.

– Aah... – Abrió la boca y sacó la lengua cuando vio que Todoroki iba a hacerle un nudo al condón.

De inmediato el bicolor captó la idea y no tardó en soltar el semen para que cayera en la boca de Bakugou. Era espeso y amargo, pero al rubio no le importó en lo más mínimo mientras lo saboreaba.

– En serio que luces como una princesa patética – Dijo Todoroki, mientras observaba a Bakugou tragarse el semen – Pero está bien, porque eres mi princesa patética.






N/A: Ganó el amarillo mi gente, pero no se preocupen, pronto traeré el naranja, cuando el capítulo alcance las 100 estrellitas. No olviden comentar ❤️

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