Sin duda ella es una persona singular, sonríe muy frecuentemente y tiene un brillo diferente cada vez que lo hace.

¿Quién es ella? Eso no importa, lo realmente importante es: ¿Cómo lo logró?

Esa pregunta da vueltas y vueltas en mi cabeza, no es una sonrisa falsa como la de la mayoría de las personas. Ese tipo de sonrisa a la que nos hemos acostumbrado a ver, sonreír sólo por protocolo. Encontrar una genuina y sincera sonrisa es como encontrar un tesoro.

Es tan diferente que llega a incomodarme, confundirme y hasta frustrarme.

¿Tiene algo de malo tener una sonrisa genuina? ¡Por supuesto que no!

Una sonrisa genuina refleja mucho de la persona, su interior, que ves a la par del brillo de sus ojos, un brillo lleno de vida como si de una lumbrera se tratara.

¿Una situación?, No
¿Una persona?, Tal vez; pero no es duradera se pierde con el tiempo y la convivencia.
¿Qué entonces? ....

Sueños cumplidos. Así es, aunque parezca banal, la realización de un sueño grande o pequeño, complicado o sencillo te da esa emoción: Un sentimiento de logro; Felicidad.

Si, esa que hasta en algunas constituciones se encuentra como un derecho humano; que pocos alcanzan, mientras...

Los demás sólo conseguimos esa ufana sonrisa que damos a todos diariamente, que oculta nuestro verdadero rostro, nuestro dolor, incapaces de tener el valor de ir tras lo que anhelamos; nuestros sueños.