0.06 -Adorable y todopoderoso
Maratón 2/3.
→Hyung: «Hermano mayor».
Se utiliza mucho en Corea para dar cierto respeto a un mayor tuyo, que es tu amigo. También se utiliza cuando tenéis algún vínculo de familia (es tu hermano mayor de verdad). Esta palabra se utiliza de chico hacia chico.
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Jungkook al final cogió valor en decir lo que llevaba rondando en su cabeza desde que conoció al pequeño, pero nunca creyó que sería capaz de decirlo, de admitirlo. De coger el suficiente valor para declarar indirectamente sus sentimientos.
Jimin, al escuchar lo que dijo su hyung, sus mofletes se tornaron de un color carmesí que hacía verlo aún más adorable. Él tenía, además, unas mijitas de Mochi en sus comisuras, y aunque se haya percatado de eso, estaba bloqueado, jugueteando una y otra vez con sus deditos.
No sabía que hacer.
Chim Chim nunca creyó que escuchar decir a alguien que era adorable, le podría causar tales estragos a su corazón. ¿O tal vez era por culpa de Jungkook? Sentía que estaba en una montaña rusa.
Su respiración se aceleró y sentía una gran felicidad esparcirse por todo su cuerpo. Una parte muy profunda de su ser, tenía esperanzas de que el mayor sintiera lo mismo que él. Un amor inmenso que crece cada día más.
—T-tú también lo eres, hyung —dijo sin mirar a su mayor, con un tono suave y tímido, que a ojos de Kook, provocó que todos sus pensamientos (o los pocos que quedaban) se pusieran patas arriba.
Jeongguk realmente no entendía lo que sentía en su pecho, no entendía por qué su corazón se aceleraba cada vez que escuchaba la risa de Jimin, o cada vez que sentía gran curiosidad en conocer cada momento que ha vivido su amigo. No entendía como una persona lo podía hacer confundir tanto y con tan solo su presencia, darle una felicidad que añoraba desde hacía años.
Los dos chicos se mantuvieron en silencio más de cinco minutos, hasta que Jungkook soltó un bufido despertando la curiosidad del menor, que seguía jugando con sus deditos incapaz de alzar la vista para ver a Kook.
—Nos conocemos desde hace dos semanas y dos días —soltó repentinamente Jungkook, puntualizando con exactitud cuánto tiempo hace que se conocen, provocando que el rubio asintiera dudoso—. Esto debería ser normal.
—¿A... Qué te refieres? —preguntó inseguro Jimin, agarrando un pequeño trozo de Mochi.
Seguidamente empezó a darle vueltas en sus dedos mirándolo como si fuera la cosa más exótica que ha visto en sus diecinueve años de vida.
—Pues eso, debería ser normal... —empezó a hacer círculos en el cielo —. Esto. Es decir, ahg —echó su pelo hacia atrás en signo de frustración, haciendo que Jimin riera levemente.
¿Cómo una persona puede ser adorable y sexy al mismo tiempo?
Aunque no entendiera lo que quería trasmitir el pelirrojo, le pareció tierno ese gesto. Además, ver nervioso a su hyung, hacía aún más gracioso y especial este momento. Sin duda, Jimin guardará este instante en su memoria.
—Es normal que nos digamos estas cosas. ¿No? —volvió a retomar el habla Jungkook, intentando explicarse y aclarar la acumulación de sentimientos —. Decirnos lo que pensamos el uno del otro, sin sentir vergüenza. Creo que nos llevamos conociendo bastante tiempo, y no veo nada de extraño decirte que eres tierno —Frunció el ceño, inseguro de si se había aclarado o no.
No tenía que verse extraño que dos chicos trasmitieran sus pensamientos y sentimientos mutuamente. No debería haber miedo entre medias del amor.
—Tienes razón, Kookie. No debería ser extraño —dio la razón, mientras sonreía ampliamente, aliviando a Jungkook que se veía consternado.
Jimin se sentía reconfortado al escuchar decir eso al pelirrojo; aunque en su interior sabía que lo único extraño era los sentimientos que crecían en su corazón.
—Así que a partir de ahora, nos contaremos las cosas, ¿vale? —Jimin asintió con la cabeza.
Ellos no sabían que su relación empezó a cambiar, ellos no se dieron cuenta que empezaron a aceptarse, y aceptar sus sentimientos. A alejar sus inseguridades y miedos para brindar esperanza y amor en sus vidas.
[...]
Había pasado otra semana más y los chicos ya se conocían desde hace un mes y medio.
Como ya era costumbre, estaban los dos juntos hablando animadamente y haciéndose bromas constantes.
Ellos ya no ocultaban algunas acciones y muchas veces se agarraban de las mejillas, o Jungkook pasaba su brazo alrededor de los hombros de Jimin para sentir más cerca al menor. Por otra parte, Chim Chim a veces posaba la cabeza en el regazo de su hyung cuándo venía de la Universidad agotado.
—¡Hey Jiminie! —Se quejó Jungkook cuando el menor se negaba rotundamente en darle una probada de sus Mochis. Nunca había probado unos y realmente tenían muy buena pinta. Y la satisfacción del rostro de Jimin cada vez que los probaba, hacía desear aún más ese dulce.
—No te pienso dar, son míos —Sacó la lengua y río con burla—. Además, ¿para qué quieres más Mochis si ya tienes dos? Duh —dijo como si fuera obvia su lógica.
—¿Dos?
—Por supuesto. Tienes a Mochi, el elefantito precioso y adorable y después tienes a Mochi, tu hermoso, genial, todopoderoso, rey de la selva, Jimin.
Jungkook al escuchar tal comparación, no pudo evitar reír fuertemente, tanto que se tuvo que agarrar la panza ya que le dolía de reír. Nunca había escuchado tal ocurrencia de nadie.
—¿Todopoderoso? ¿Rey de la selva? —Volvió a reír mostrando sus brillantes, preciosos y únicos dientes—. Lo único que puedes a-aspirar tú es ser el rey de los Gnomos —intentó decir, ya que se le dificultaba de reír tanto.
—¡Oye! —hizo un puchero indignado—. ¡Tampoco soy tan bajito! —se cruzó de brazos esperando una disculpa de Jungkook.
Al ver que no recibía nada de su acompañante, sólo risas, utilizó su estrategia, diciendo:
—Y yo que te iba a dar un poco de Mochi...
—Ya, ya paro —rió sutilmente—. No eres tan bajito. Sí, lo que tú digas —revoloteó el pelo del rubio con una amplia sonrisa—. Pero, ¿sabes qué eres?
—¿Qué soy? —recordó otros momentos y antes de que Kook dijera algo, él siguió hablando—. Espera, no lo digas. ¿Un enano? ¿Un bebé? ¿Dolly?
Jungkook, al escuchar lo último, sonrió tiernamente. Dolly era un escarabajo de su infancia que tenía mucho cariño. Jimin no lo sabía y pensó que era el dinosaurio animado de la televisión.
—No, bobo —hizo una leve pausa—. Eres mi Mochi, un precioso y adorable Mochi. Tierno y suave como uno.
↪🐘
He pensado hacer un maratón, así que voy a hacer el siguiente capítulo rápidamente y traerlo lo antes posible :D
Siento si no es un gran capitulo, ¡pero es muy importante!
Falta poquito para que acabe el libro, como veo que va cogiendo rumbo... tal vez tres o cuatro capítulos más, aparte del epílogo 🙇😭. Todo será sorpresa :u
Gracias por vuestro apoyo. Estoy agradecida. Os amo 💕
—Coco la que sarangea :3
©Mi elefante.
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