A veces Jin sueña.

Sueña con el pasado en dónde él, su padre y madre eran felices (en su ignorante inocencia).

Sueña con las mujeres que trajo a casa para su padre, dónde él decía amarlas mientras las torturaba (y quería tiernamente) y mataba lentamente.

Sueña con sus agresores, con Manny Kim.

Sueña con Kyun Yoon, y sus inicios con ella. Y en cómo la ama (inexperto y con dudas, como miedo).

Sueña con Manny y Yoon, y en lo buenos amigos que eran. Antes de que la desgracia (papá) viniera sobre ellos.

Sueña también, en el secuestro a manos de una mujer cuya envidia la llevaba a cometer asesinatos, y en cómo él, estuvo por matarla.

(Si no fuera por Kyun, realmente lo hubiera hecho sin miramientos ni dudas.)

Y sus sueños acaban, cuando le pide a su papá suicidarse (porque eso lo haría feliz), mientras va a salvar a Kyun, únicamente para darse cuenta de que... Su padre solamente quería ver si ella, Kyun Yoon, era digna de estar con él, su hijo.

(Él muy bastardo, hijo de puta, el demonio, monstruo, lo quería, a su manera, pero lo hacía.)

Y cuando finalmente sus recuerdos (verdaderos, y no creados por su propia mente) regresaron, cayó en cuenta de que...

Él, Jin Seon, es similar (no igual) a su padre demonio.

Y es por ello que casi siempre se despierta a mitad de la noche —asustando y despertando a Kyun, a veces al abuelo también—, sudando y con pavor. Porque...

Jin siempre ha tenido miedo. Miedo de su papá.

Pero más que nada, miedo a convertirse en su padre.

(— Pero tú no eres ni serás un monstruo, Jin.

— Kyun...

Estoy tan lleno de pecados que circulan en mi sangre. Soy culpable de la muerte de la familia de Manny, de que quedase así y también, de que haya muerto. Yo...)

Kyun es consciente de que, a pesar de haber estado en la cárcel, para expiar sus pecados; Jin todavía no olvida y todavía, teme.

Avanza lentamente, y eso está bien. Porque ella seguirá ahí para alentarlo y, apoyarlo, curarlo y más importante: Amarlo.

Porque Jin Seon, es un niño triste (cubierto de sangre), y ella, lo ama. Con todo y tristezas y sonrisas melancólicas.

(— Nunca serás como tu padre, Jin. Yo estaré aquí siempre, para ti.)

Y cuando parezca que se desviará del camino, ella siempre puede hacerle entender con palabras (o golpes, si no hay opción) así como caricias, que ella está ahí para que no se vuelva su padre. Para que sepa que, no está solo.

(Te dejé entrar y tú me dejaste entrar. En esta lluvia, sólo somos tú y yo, nada más.)

Y Jin sonríe entre lágrimas, agradecido como bendecido.

(— Gracias, Kyun. Yo también te quiero.)

-Traumada Taisho

BASTARD es mi Manwha favorito, como Sweet Home. Y quiero volver a leerlo, pero no sé si está traducido en español en Webtoon :(

Este Manwha sí que me hizo sentir adrenalina y miedo. Y enternecida por lo lindo que son Jin y Kyun (uwu). Y ya, es todo.

Gracias por leer.