¡Miedo A Nada! ¡Créeme!
Yo no celebro la Navidad, yo celebro el caso Dl6 donde un niño perdió a su padre y a el mismo (?)
Fanfic sin adulterios y con vanos intentos de hacerlo tierno (^^)
Espero que te guste!
Phoenix camina por las iluminadas tiendas del centro comercial. Ya es de noche pero el sitio sigue abarrotada de gente. Personas haciendo compras. Estamos en diciembre lo que significa que la Navidad está a la vuelta de la esquina, y con ella los regalos, la cena, esferas, estrellas etcétera. Pero Wrigth no venía para eso, sólo vino a sacar algo de dinero de su cuenta bancaria pero el ambiente navideño le hizo quedarse en el centro comercial un rato más.
A Phoenix no le molestaba festejar en estas fechas. Casi siempre estaría ocupado en algún caso pero al partido este año podría descansar. Más o menos.
Cómo todo el mundo sabe, Miles Edgeworth no es la persona más alegre en cuestión del 25 de diciembre. Debido al caso DL6, el fiscal tiene otro punto de vista sobre estas fechas. No volvió a ser el mismo después del asesinato de su padre, y a pesar de que ese caso ya fue resuelto no significa que las heridas hayan sanado.
Para Edgeworth, esto lo atormentará un par de años más. Y Phoenix no puede hacer nada para evitarlo.
Es por eso que tanto Phoenix como Edgeworth decidieron "no celebrar Navidad juntos como pareja". Algo extraño pero se entiende.
–(Así que está Navidad me quedo en casa)–Piensa el pelopincho mientras observa las tiendas a lo lejos. Tiendas iluminadas alegremente con decoraciones en sus puertas y ventanas, Nick las miro pero continuó caminando a su departamento.
Maya iba a hacer una pequeña fiesta en su aldea. Invitó a cada persona que conoce, como Gumshoe, Franziska, Lotta, Adrian, el juez, Larry y toda una lista de nombres. También invitó a Phoenix y Edgeworth pero creo que queda evidente que el fiscal no quiere estar cerca de algo que tenga algo que ver con la Navidad.
–(Es como en esas películas navideñas donde hay un malhumorado que detesta la Navidad y quiere destruirla)–Piensa Phoenix con una pequeña sonrisa pues la comparación hace gracia–(Me imaginé a Miles vestido del Grinch...).
Phoenix ya había salido del centro comercial por lo que sólo era cuestión de caminar al edificio donde se encuentra su hogar, pero algo más le llamó la atención; una tienda nueva había abierto cerca. Es la primera vez que Phoenix la ve abierta así que se acercó nomás a hechar un vistazo. Total no va a comprar nada.
–Buenas noches.–Dice el encargado, un señor de barca y cejas pobladas vestido con un suéter con un reno.–¿Está buscando algo en especial?
–No, es sólo que es la primera vez que veo esta tienda abierta.
–Naturalmente, sólo abrimos en fechas de Navidad.
–Oh, pues vaya...¿Qué vende aquí exactamente?
–Solo artilugios para regalar, ya sabes, reliquias un tanto raras que sirven como regalo.
–¿Reliquias? Vaya...
Phoenix hecha un vistazo por las estanterías. Eran cosas pequeñas pero hechas con gran detalle, como anillos, cajas musicales, collares e incluso maquillaje.
–(A Pearly y Maya le encantarían este lugar, les gusta las cosas brillantes, quizás debería comprarles algo, ya que no las voy a ver en Navidad por lo menos eso).
Phoenix escogió unos broches para el cabello que simulan una flor. Una rosa para Pearly, una blanca para Maya, y una azul para Franziska (ya que si no le regala algo está se pondrá como loca y Phoenix no quiere terminar el año en un hospital).
También tomó una bonita cartera para Gumshoe para que guarde todo lo que encuentre (menos dinero porque no tiene el pobre). Y para Larry...con un llavero bastará. Nick iba a dirigirse a la caja a pagar pero de reojo miró otro detalle pequeño.
Estaba oculto en una estantería en el fondo, brillando con su color magenta y negro. Phoenix lo vió y rápidamente pensó en su pareja. No dudó en tomarlo.
–Vaya, debe tener usted muchos amigos.–Dice el encargado al ver todas las cosas que traía.
–La verdad es que soy afortunado en ese sentido.
Phoenix pagó, dió las buenas noches y se fue de ahí, feliz por tenerle guardado una sorpresa a su novio.
Llegó rápido a casa, y no fue una sorpresa al ver sentado al fiscal en la sala tomando tranquilamente una taza de té.
Phoenix va directo hacia él.
–Pensé que tenías un caso mañana.–Dice Phoenix mientras se sienta a su lado en el sofá.
–Lo cancelaron al último minuto ¿Puedes creerlo?–Dice Miles un poco irritado.–Me hicieron conducir de un lado al otro toda la mañana, y todo para que la policía diga que hubo una equivocacion ¿Son ciegos o que?
–No sería la primera vez.
–Si pero aún así es molesto... en fin, iba ir a casa pero...
–¿Pero?
–... Quería verte...–Las mejillas de Edgeworth se sonrojan un poco, mira hacia otro lado nervioso.–Pero se me olvidó que por esta hora vas al banco...
–¿Y decidiste esperar aquí para verme?–Pregunta Phoenix con una sonrisa.
–Cállate, estoy muy cansado...
–(Estar todo el día afuera viendo la palabra "Navidad" no debe ser fácil para él).–El abogado se acerca y le da un pequeño abrazo, uno suave, como si estuviera abrazando una figura hecha de cristal.
–¿Y eso?
–¿Qué tiene de malo que abraze a mi amada pareja?
–Nada, es sólo que...–Miles le devuelve el abrazo–No he hecho nada para merecerlo...
–Miles, te amo.
–Lo sé, también te amo.–Con el pasar de los años, Edgeworth no tiene miedo de decir en voz alta lo que siente por Phoenix. Su pareja le ha ayudado mucho respecto a su timidez.
–(Ahora es el mejor momento de darle su sorpresa).–Piensa Nick al deshacer el abrazo.
–Por cierto, Maya me llamó hace como una hora.
–¿Así?
–Me preguntó acerca de si posponer la fiesta para año nuevo.
–Oh...
–Phoenix ¿Porqué no me dijiste que nos habían invitado? Y encima dijiste que no iríamos...
–Es una fiesta de Navidad, te hubieras negado.
–Aún así debiste haberme dicho.–Creo que el orgullo del fiscal ha sido puesto a prueba.–No me gusta que tomen decisiones por mí.
–Me dijiste que no querías celebrar la Navidad, que este año no haríamos nada.
–Aún así, no estuvo bien y lo sabes.
–Miles, no quiero que te sientas mal, sé... sé que no es fácil para tí, en verdad no quiero que discutamos por esto.
–Ya, perdón.–Miles bebé un poco de su té.–Me pongo de mal humor estas fechas, lo siento.
–No, debí preguntarte, perdón.
La pareja se queda callada unos minutos. Edgeworth se termina su té en silencio, Phoenix observa la bolsa de compra que está tendida en la mesa frente a los sillones. Quiere darle el regalo a Edgeworth pero espera a que se tranquilice.
–No quiero que te aburras el 25 de diciembre por mi culpa.–Comenta Edgeworth sin mirar a Phoenix directamente.
–No me aburrire si estás aquí conmigo.–El pelopincho le toma de la mano con delicadeza. Definitivamente Edgeworth está hecho de cristal.
–Cada vez que escucho los villancicos, los niños emocionados por ver a Santa Claus, las luces navideñas...me recuerdan a ese día...
–Miles...–Phoenix siente como Edgeworth le aprieta la mano con un poco más de fuerza.–Ya pasó, resolvimos juntos ese caso ¿Recuerdas? Él no volverá a hacerte daño, no volverá a hacerle daño a nadie.
Manfred Von Karma no podrá causar más sufrimiento desde donde está.
–Si, lo sé.–Edgeworth voltea a ver a Wrigth.–Tu eres el inicio de mi nueva vida Phoenix.
Para él abogado fue una sorpresa oír eso. No se había puesto a pensar en las mejoras que ha tenido Edgeworth desde que comenzaron su relación.
–Me alegro de oír eso, haría lo que fuera con tal de hacerte feliz.
–Eres un empalagoso, detente.–Dice el fiscal con una pequeña sonrisa.–¿Y que trae esa bolsa por cierto?
–Me topé con una tienda y... bueno, te compré algo, creo que te quedará bien.
–Phoenix...
–No lo tomes como un regalo de Navidad, cualquier día del año es bueno para dar regalos.
Nick rebusca en la bolsa y saca una pequeña cajita. Se la entrega a Edgeworth quién lo toma y con cuidado revela su interior.
Un pequeño broche magenta con un bordado negro, en el centro tiene el dibujo de una luna creciente.
–La ví y no pude evitar pensar en tí.–Dice Nick.
–Gracias...–Los ojos de Edgeworth brillan de la alegría.–Me gusta.
El fiscal se acerca y deposita un suave beso en los labios de Wrigth. El abogado le vuelve a dar otro pero con algo más de duración.
–Llama a Maya y dile que si iremos a su fiesta.–Comenta Edgeworth.
–¿Seguro?
–Creo...que nos merecemos un descanso, no todas las Navidades son lo mismo, quiero permitirme disfrutar.
–Ahora mismo la llamo.–Besa otra vez al fiscal.–Feliz Navidad señor fiscal.
–Feliz Navidad señor abogado.
Fin.
Se que no es la gran cosa, pero quería escribirlo (^^) Es el primer shipp que se me viene a la mente cuándo hablan de la Navidad
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