Capítulo 8



Me di la vuelta para poder ver de frente al dueño de esa voz y sí ahí estaba él, lucía muy guapo y jovial con su atuendo. Otra vez tenía la dicha de verlo en jeans oscuros, camisa también de un color oscuro y zapatillas deportivas; su cabello estaba desordenado, pero malditamente caliente, su tono de voz fue duro y con advertencia hacia Aren, me puse muy nerviosa al verlo y odiaba esa sensación, odiaba que me hiciera sentir como si había hecho algo malo.

— ¡Theo! — exclamé cuando al fin cuando encontré mi voz — Al fin llegas —inquirí y al ver que su mirada arrogante dedicada a mi nuevo amigo no cambiaba, quise aminorar la situación presentándolos —. Te presento a mi nuevo amigo Aren. Aren te presento a... Theo — titubeé en lo último y sentí que mi cara estaba completamente roja al no saber cómo referirme en este momento a Theo, pero vi la comprensión en los ojos de Aren al intuir que Theo era a quien me había referido como algo complicado.

— Es un gusto — habló Aren tendiendo su mano para saludar a Theo.

— Gracias... igual — respondió Theo tomando su mano y no pasé desapercibido su tono seco y frío y menos su duda al final — ¿Bailamos? — me invitó luego de ese muy mal educado saludo dirigido Aren y acepté para salir de esa situación tan embarazosa.

— Gracias por el baile y los tragos, fue un gusto conocerte — aseguré despidiéndome de Aren y comprendió mi incomodidad.

— Gracias a ti por aceptar preciosa — su tono era divertido y sabía que lo hacía también para molestar a Theo — ¿Nos volveremos a ver?

— Espero que si — dije segura —. Me despides de los demás y de nuevo gracias — pedí y sin esperarlo besó mi mejilla y me sonrió.

— Cuídate y eres un hombre con suerte — le dijo a Theo y vi como este último sonrió con suficiencia y arrogancia.

— Lo dicen muchos — aseguró tajante y creí que sin quererlo Aren acababa de alimentar a su odioso ego. Me tomó de la cintura y comenzó a caminar lejos del chico, me despedí con un gesto de mano y él me guiñó el ojo.

Sin duda alguna Aren era un tipo provocador y disfrutó mucho de aquella situación.

Intuía que Theo era posesivo, pero eso me lo acaba de reafirmar y me divierte su actitud, aunque también me molestaba porque si él no se hubiese tardado tanto en llegar, nada de eso habría sucedido. Nos dirigimos a la pista de baile y comenzamos a bailar no sin antes darle una mirada asesina, mas no quise hablar nada con él de eso porque la música interfería y porque también deseaba disfrutar con él algo que haríamos por primera vez desde que nos habíamos conocido.

— ¿Qué fue eso? — pregunté cuando ya estábamos sentados en nuestra mesa después de bailar dos canciones. Fueron pocas ya que Theo estaba muy ansioso.

— Un baile — respondió haciéndose el desentendido.

— No Theodore Lee, sabes a lo que me refiero — espeté un poco molesta.

— Te refieres a lo de Alien — murmuró tranquilo, restándole importancia a lo sucedido y cambiando el nombre del chico.

— Aren — corregí — Y sí, me refiero a él — por primera vez lo vi poner sus ojos en blanco y a pesar de mi enojo me parecía divertida su actitud siendo un hombre aparentemente maduro — ¿No me digas que otra vez estás celoso?

— Pues si Bel, lo estoy — confirmó —. Soy celoso con todo lo que es mío —aseguró y quise decirle que no era suya, recordarle que solo éramos amigos, pero continuó — y de todo lo que quiero que sea mío — señaló y me dejó sin saber que pensar —. Además, ese idiota buscaba algo más contigo y me molestó verte con él sabiendo sus intenciones.

— Te recuerdo que no soy una niña — bufé —. Sé cuidarme sola y sé lidiar con tipos que quieren algo más y solo platicábamos — agregué y aunque Aren sí quería algo más, respetó mi negativa y no se pasó conmigo. Obviamente eso no podía decírselo a Theo pues no lo comprendería y peor aún en el estado en que estaba.

Alegó también que no le gustaba mi idea de volver a ver al chico y vi cuanto luchó por controlar su molestia con eso; tuve que explicarle que, para mí, Aren era un buen tipo y el hecho de que quisiera verlo de nuevo no era para acostarme con él y le dejé claro que eso solo lo hacía con él, aclaración que le sacó una sonrisa por más que quisiera evitarla. Le pedí que confiara en mí y me alegraba que Darcy y Tom estuvieran en la pista bailando como locos y así no presenciaban el berrinche que ambos hacíamos y le alegué que la culpa de que yo hubiese hecho un nuevo amigo también era de él por haberse tardado tanto en llegar.

— ¿Qué era más importante que compartir con tus amigos? — pregunté para saciar las dudas del por qué había tardado.

— Mi madre vino a visitarme y tuve que ir por ella al aeropuerto — deseaba estar con él, pero luego de oír sus razones me sorprendía que estuviera ahí y no con su madre — y antes que digas algo: no estoy con ella porque fue a visitar a su hermana y se quedará esta noche con ella — añadió respondiendo a mis pensamientos como si los hubiese leído.

— Está bien señor gruñón — dije y sonrió, respondí en seguida tan hermosa sonrisa.

— Vámonos de aquí, quiero estar a solas contigo y poder platicar — pidió agregándole malicia a lo último y su petición dio justo en entrepierna.

— Salgamos de aquí entonces — acepté.

Luego de decidirlo fuimos a avisarle a Darcy y a Tom que nos marchábamos, ella sonrió con divertida y Tom con complicidad; nos dirigimos hacia mi apartamento esa vez y durante el camino pude platicarle sobre el contrato que había hecho con Star Models y sobre como había incluido a Be&Le para que cubriera el evento siendo la revista del momento luego de nuestro arduo trabajo; me sonrió con orgullo y eso me hizo sentir muy bien ya que le estaba demostrando que solo era rubia, pero no tonta como muchos creían.

____****____

Theo tomó mi mano mientras conducía y daba me daba suaves caricias con su dedo pulgar, me pareció un gesto lleno de cariño y provocó cosas en mí que había querido mantener en lo más profundo, a pesar de eso no me aparté porque me sentía muy bien, demasiado bien para ser sincera.

— ¿Quieres beber algo? — ofrecí cuando ya estábamos en mi apartamento.

— Solo tus fluidos — mis ojos se desorbitaron en demasía al oír su respuesta acompañada con una sonrisa sexy mientras se acercaba a mí y me acorralaba contra la pared del pasillo del vestíbulo. Su respuesta me entorpeció, me volvió loca y también me causó un poco de gracia por las ocurrencias que ese hombre tenía.

— Bien, eso fue un poco asqueroso — señalé y él arqueó una ceja.

— ¿Enserio? Porque no pareció que lo veías asqueroso cuando te lo hice — recordó todo socarrón — al contrario, gemías y disfrutabas que bebiera de tus fluidos — susurró en mi oído y sentí que me estremecía . Además, a mí me encantó hacerlo y muero por repetirlo.

— Bien... no fue, ni es asqueroso — acepté con la voz entrecortada y lo sentí comenzar a acariciar lentamente mi brazo derecho con su mano y mi mejilla con su nariz; me estremecí aún más y él lo sabía y lo disfrutaba. Luego cambió de mi brazo al cuello y con su dedo índice acarició delicadamente mi clavícula y mi piel reaccionó poniéndose chinita; llegó al comienzo de mi busto y sin quererlo gemí y entreabrí mis labios, su caricia me quemaba y seducía. Lo necesitaba y él se dio cuenta de eso ya que clavó su mirada en mis ojos, luego mis labios, mordió su labio inferior y sonrió de lado con provocación.

— ¿Te gustan mis caricias, hermosa Bel? — preguntó y su voz era como una canción sensual en esos momentos.

— S-sí — logré responder.

— ¿Quieres que te siga acariciando? — simplemente asentí porque que de nuevo mi voz se había perdido — ¿Con mis manos o con mi boca? — abrí más mis ojos y no sabía qué responderle. Theo llevó una de sus manos y la metió entre mis muslos, subió lentamente hasta llegar a mi feminidad y acarició de manera suave y tortuosa; unió su boca a la mía, pero solo dio un beso rápido y haló mi labio inferior con los suyos como una muestra de lo que tenía para mí, quería ayudarme a decidir con qué deseaba que me acariciara.

Y lo había logrado.


— Con tu boca — pedí totalmente convencida y sonrió satisfecho —. Vamos a mi recámara.

— Ya te habías tardado en pedirlo — murmuró aun sonriendo, lo tomé de la mano y lo llevé hacia mis aposentos sin tardarme un segundo más.

Toda esa pasión que sentía me torturaba; Theo sabía cómo enloquecerme. Sus besos, caricias, palabras y su forma de tocarme me llevaban hacia lugares donde nunca creí llegar; cada vez que me tomaba hacía que disfrutara como nunca. Siempre me sorprendía su manera de hacerme gozar y me encantaba sentir que él disfrutaba más al saber que yo lo estaba disfrutando, que gozaba de darme placer y no solo de recibirlo.

Al llegar a mi recámara no dudó en poseer mi boca con esos besos que solo él sabía darme; poco a poco la ropa iba desapareciendo hasta que solo me dejó en ropa interior y él se quedó en bóxer. Me volteó contra la pared y quedó tras a mi espalda rozando su erección contra mis nalgas mientras que con sus manos acariciaba mis pechos sin dejar de besar mi cuello; moví mis caderas contra su erección logrando que con esa acción mordiera mi cuello sin causarme dolor y volteé mi cabeza hacia un lado para buscar su boca, su reacción fue inmediata y salió en busca de ella; me tomaba del cuello sin hacer presión mientras me besaba y con su mano libre daba caricias en mi sexo. Jadeé y él también lo hizo por el placer que ambos sentíamos luego volvió a ponerme frente a él y se tiró de rodillas quedando su cabeza a la altura de mi ombligo.

— ¿Con la boca? — preguntó para provocarme aun mas por la expectativa y solo asentí ya que no era capaz de responder.

Bajó mis bragas que ya estaban empapadas y dio un suave beso ahí, luego se puso de pie, llevó sus manos hacia mi espalda y se deshizo del sostén. Me hizo caminar hasta la cama y me tumbó boca abajo, metió uno de sus brazos en mi cintura e hizo que mis caderas se elevaran dejándome con mi trasero en pompa y totalmente expuesta a él; jadeé y empuñé mis manos sobre las sábanas sabiendo lo que me esperaba. Theo bajó y lamió mi vagina con un lengüetazo que fue desde mi vagina hacia mi trasero, cerré fuerte mis ojos, empuñé con más fuerzas mis manos y gemí del puro placer que eso había provocado; continuó torturándome de esa forma hasta que estaba a punto de explotar y antes de que eso sucediera se detuvo y jadeé de pura frustración, Lo vi colocarse un condón de inmediato y se posicionó en mi entrada acariciando mis nalgas, poco a poco entró en mí y comencé a mover mis caderas para encontrar sus penetraciones; los gimoteos de los dos comenzaron de nuevo. Theo era grande y grueso de su miembro y eso me hacía disfrutar más; sus caricias continuaron hasta que colocó uno de sus dedos en la entrada de mi trasero y me tensé, pero no lo detuve. aquello era algo que nunca había hecho y por alguna razón él me hizo desear probarlo; lentamente lo fue introduciendo y mientras lo hacía sus penetraciones continuaban y esa combinación era explosiva e insuperable. Arqueé mi espalda por el placer y gemí aún más, tomó mi cabello sin halarlo demasiado y fue ahí cuando mi éxtasis explotó haciéndome gritar su nombre mientras el bombeaba más rápido; minutos después llegó a su propio clímax, las penetraciones disminuyeron y poco a poco sacó su dedo de donde lo había introducido. Me coloqué completamente en la cama y él lo hizo junto conmigo, no hablamos, aun jadeábamos y nuestras respiraciones al igual que nuestro corazón estaban acelerados.

(****)

Rato después me encontraba recostada sobre el pecho de Theo y él se encargaba de dar suaves caricias en mi espalda, el momento era algo relajante después de aquella sesión de sexo que habíamos tenido y aunque no hablamos durante un rato, cuando las energías perdidas se habían recuperado un poco, él me siguió aclarando dudas que aun tenía sobre su vida. Le pregunté sobre su chofer y la razón de que casi nunca lo veía con él y confesó que más que un chofer, era su guardaespaldas y trataba de permanecer desapercibido siempre; quise saber por qué requería de un guardaespaldas, pero recordé que mi padre muchas veces usaba uno y deduje la respuesta: ambos eran hombres importantes y de negocios y por lo mismo se exponían a diferentes peligros.

— Hermoso vestido — halagó viendo hacia mi closet, justo donde había dejado colgado el vestido que utilizaría en la gala.

— Lo he comprado hoy para la gala de esta semana — dije restándole interés.

— En la que te acompañará Ryan — murmuró amargamente.

— Por desgracia, ya que tú no estarás — le recordé.

— Por desgracia — coincidió también él —. Solo espero verlo antes de eso para recordarle que debe mantener sus manos lejos de ti si no desea perderlas — advirtió y por su tono supe que no estaba bromeando.

Aquella era una advertencia clara y no para mí.


____****____


El tiempo pasaba volando, después de esa noche al lado de Theo salimos casi todos los días a cenar o al cine; quería aprovechar todo el tiempo antes de irse y así fue, aprovechamos al máximo cada día juntos. Luego de marcharse a su viaje mi trabajo aumentó ya que me tocó asumir su lugar y hacerme cargo de Be&Le; con Ryan todo marchaba igual, él siempre con sus insinuaciones y yo ignorándolo, hasta ese momento sabía llevar las cosas. Los mensajes y llamadas de Theo no cesaron en ningún momento durante su viaje, Darcy iba de maravilla en su relación con Tom y era algo que me hacía feliz; era lindo ver su sonrisa idiota cada vez que hablaba con él, aunque por momentos no soportaba sus escenas de amor empalagosas siempre que estábamos juntos.

La noche de la gala a la que asistiría con Ryan llegó al fin y no me alegraba porque iría con él sino porque cuanto antes terminara con eso mejor. Darcy llegó a ayudarme según ella porque, aunque no quisiese asistir tenía que deslumbrar siempre y como buena amiga dejé que hiciera lo que deseaba; recogió mi cabello en un moño que solo ella sabía cómo lo había hecho, pero le quedó muy bien, me maquilló de forma natural y aunque yo sabía cómo arreglarme debido a mi trabajo no quise arruinar su entusiasmo por ayudarme. Me coloqué el vestido que compré días atrás para esa noche — y que Theo halagó al verlo —, lo combiné con unos zapatos verde musgo de punta y tacón alto a juego con un hermoso collar de diamantes del mismo color; mis pechos lucían aún más grandes con el escote del vestido y me gustó mucho la imagen que vi frente al espejo.

Terminé de arreglarme justo a tiempo, tomé todo lo que iba a necesitar y rogué para que cupiera en la pequeña cartera de mano que había elegido; Darcy se rio al verme luchando con la pequeña entre mis manos y luego yo me reí victoriosa cuando logré mi cometido. Luego ella me acompañó gustosa hasta el estacionamiento, halagándome por lo bien que me veía.

— En serio Annabelle, te ves de infarto — alabó de nuevo — Ryan no quitará sus ojos de tus nenas con ese escote — su comentario me hizo rodar los ojos porque me pareció fuera de lugar.

— ¡Estás loca! — exclamé —. A mí no me importa lo que Ryan piense.

— ¡Oh Jesús! — chilló ella y no entendí por qué hasta que miré en la dirección que ella lo hacía.

— ¿¡Qué demonios!? — susurré sorprendida para que el hombre frente a nosotras no me alcanzara a escuchar — Perdón, pero... ¿Qué haces aquí?

— Buenas noches señoritas — saludó con educación; Adam estaba frente a mi junto a un hombre que no identifiqué, los dos vestían con trajes negros muy a juego con la negra camioneta de lujo que tenían a la par y que reconocí como propiedad de Theo — el señor Lee me ha enviado por usted para que la lleve y traiga de regreso de la gala de esta noche — informó mientras yo me quedé de piedra y mi sangre comenzó a hervir de coraje. Escuché a Darcy reírse por mi situación y yo la miré de manera asesina haciendo que levantara sus manos en señal de rendición y susurrando un lo siento. No es que fuera una exagerada o mal agradecida, no. Simplemente aquella situación me demostraba la posesividad y sobre todo la desconfianza que Theodore tenía hacia mi por mas que él dijera que era para Ryan y yo no deseaba eso, ya había tenido demasiada desconfianza en mi pasado como para volver a lo mismo.

— Gracias Adam, pero no es necesario — dije tratando de sonar amable y ocultar mi enojo —. Creo que al señor Lee se olvidó que yo tengo mi propio coche y sin ofenderte a ti, no necesito un chófer — Adam sonrió por mi respuesta y no comprendí qué le parecía gracioso.

— Sí, también me dijo que a usted no le agradaría la idea, sin embargo, sus órdenes fueron muy precisas y mi deber es cuidar de usted y llevarla sana y traerla de la misma manera.

— Pues dile a tu jefe que mi orden es ir sola ya que no necesito de un niñero o dos — solté mostrando mi molestia y refiriéndome también al hombre que le acompañaba. No podía aceptar que Theo si quiera intentara ser tan controlador conmigo.

— Lo siento señorita Bennett sé que no es de su agrado, pero si no cumplo ordenes perderé mi trabajo — confesó y comencé a sentirme culpable. Esa vez Theo se saldría con la suya y todo porque no quería en mi conciencia la culpa de que Adam perdiera su trabajo.

— Bueno cariño, yo me marcho — avisó Darcy dándome un beso en la mejilla sabiendo ya mi respuesta. Me conocía muy bien y sabía que no permitiría que Adam perdiera su trabajo.

Que se preparara Theo porque ese chantaje le saldría muy caro.


_______________________________________



Propiedad de Jassy.

Obra registrada bajo derechos de autor.

Instagram: wattpad_jm

Twitter: @JassyBook

Grupo de Facebook: Jassy's Books (Lector@s)

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top