Capítulo 18
Dormir junto a Theo se estaba convirtiendo en mi momento favorito.
Luego del sexo salvaje y volverlo a hacer de forma suave, quedamos totalmente agotados, sentí vergüenza al verme a través de los espejos y más cuando Theo tenía su mirada clavada en mí; mi espalda estaba llena de cortes, mi trasero tenía un color escarlata a causa de los azotes y la marca del mordisco cada vez se volvía más roja. Ver todo eso me hizo recordar todo lo que acababa de vivir y por la sonrisa sensual que mi bestia me dedicó, supe que sabía perfectamente todo lo que pasaba por mi cabeza y fue ahí que volvimos a hacerlo, pero de forma menos brusca.
— Quiero recordar lo que es hacerlo siendo normales — fue la excusa perfecta de Theo para tomarme y ese sillón tantra iba en camino de convertirse en mi favorito.
Al día siguiente desperté enredada entre las sábanas blancas con Theo a mi lado, el apartamento estaba perfectamente acomodado con todo lo que necesitábamos para pasarla bien, el cuarto en el que dormimos era muy diferente al otro, todo en el apartamento era en color blanco a excepción de ese cuarto; el increíble ventanal que había en el dormitorio que dormimos al igual que el de la sala, dejaba que la luz del sol entrara con libertad y al abrir los ojos sonreí al encontrarme con mi adonis. Era increíble lo hermosos que lucía aun dormido, con el cabello desordenado y los labios entreabiertos; su semblante tranquilo me transmitía paz y me hacía querer permanecer a su lado para siempre.
¿Para siempre? Sonaba a mucho tiempo para no querer una relación formal con él.
Todo en mi estaba cambiando y de un giro de trecientos sesenta grados, sentía que de nuevo mi vida comenzaba a girar, esa vez en un giro de ciento ochenta y deseaba que fuera así. Todo lo que un día decidí enterrar en lo más profundo de mi ser comenzaba a removerse y a pesar de que el miedo aún seguía ahí, ya no quería enviarlos de nuevo a lo profundo.
Theo me estaba cambiando y así fuese para mi salvación o perdición, no quería seguirlo evitando.
____****____
El día del evento con Star Models al fin había llegado, todo estaba listo para dar lo mejor de nosotros, mi familia y la de Theo estarían presentes junto al personal de cada empresa y Darcy y Tom por supuesto que también nos acompañarían.
Ya que yo era la encargada de todo por ambas empresas, decidí delegar responsabilidades dejando a Sara como mi mano derecha en AnBe, encargada del maquillaje y peinado de los modelos. Ryan y Rachel serían los encargados del diseño y decoración tanto en la pasarela como en la fiesta y Theo junto a mí, nos encargaríamos del resto.
— ¡Todo está perfecto! — exclamó Mad muy feliz y satisfecha, luego de revisar todo con detalle — Definitivamente tengo que agradecer a James por recomendarte — señaló y sonrió con entusiasmo y a pesar de sentirme feliz con mi trabajo, no dejé de ponerme incomoda ante la mención de ese nombre.
— Ha sido un placer para mí trabajar contigo — comenté amable y tratando de ignorar el tema de James.
— Y te aseguro que este será el primero de muchos trabajos que haremos juntas.
— Eso espero — inquirí con una sonrisa —. Bueno Mad, te dejo por un rato, tengo que ir a cambiarme de ropa para estar presentable para el evento, porque si no, el gruñón de mi socio se enfadará si lo hago esperar — ambas reímos por lo que había dicho.
— Espero conocer a tu socio, bueno, a tus socios — corrigió con rapidez —. Debo agradecerles también a ellos por el excelente trabajo.
— Seguro que esta noche lo harás — aseguré.
Kelly, Darcy, mi Madre y yo, decidimos arreglarnos juntas con la ayuda de una de mis maquillistas que gracias al cielo logró hacer espacio luego de trabajar con varias modelos. Mi cabello había sido recogido y mi maquillaje era un poco más fuerte de lo normal, pero sin pasarse; mi vestido era color verde musgo, largo y con un escote pronunciado sin ser vulgar. Todas lucíamos hermosas, mi madre sobre todo ya que a pesar de su edad seguía luciendo encantadora.
— Esta será una gran noche — dijo Kelly con evidente emoción, su voz salió graciosa porque estaba siendo maquillada en esos momentos de los labios.
— Y nuestros hombres morirán de un infarto cuando nos vean ya que lucimos malditamente calientes — añadió Darcy haciéndome rodar los ojos —. Lo que más me emociona es pensar que cuando lleguemos a casa no se resistirán a desvestirnos y hacernos el amor como nunca.
— ¡DARCY! — grité por la estupidez que había dicho, Kelly y mi madre solo rieron sabiendo que tendía a hacer comentarios pasados de tono sin importarle quién estuviese cerca.
— Debo admitir que yo también espero eso — confesó mamá haciendo que casi me diera un infarto.
— Mamá, eso no era necesario informarlo — le reprochó Kelly, pero con evidente diversión.
Le pedí a Darcy y a mamá que se controlaran y dejaran de hacer aquellos comentarios, me sentía la adulta de aquel grupo cuando era a mi madre a la que le correspondía dicho papel, sin embargo, Darcy la había contagiado con su descaro.
— Admite que tú también deseas eso de Theo — me quedé estupefacta al procesar lo que mi madre acababa de decirme y no supe ni cómo responderle —, pero cálmate mi niña, dejaré que tú me lo cuentes cuando te sientas capaz — dijo luego de mi falta de respuesta.
Después de un rato y de recuperarme de lo que mi madre me había dicho, al fin estábamos listas.
Una limusina nos recogió y al llegar al lugar del evento, cada uno de nuestros acompañantes nos estaba esperando. Kelly bajó primero y Evan la recibió con una gran sonrisa, mi madre lo hizo después de ella y vi como a mi padre le brillaron los ojos al verla; luego siguió Darcy, a la cual Tom recibió con un beso apasionado y cuando acabaron, ella se quejó porque le había comido el labial y me reí por su actitud caprichosa y la paciencia que Tom le tenía, algo que también me hizo sentir bien porque el amor que esos dos emanaban, se sentía en el aire. Me quedé unos minutos observando a mi acompañante desde dentro de la limusina, estaba hermoso y perfecto en su traje tipo blazer color rojo oscuro, camisa blanca con botones marrones y sin corbata, cinturón color piel y zapatos a juego, su cabello más que peinado estaba medio alborotado, pero lucía maravilloso y me deleité viéndolo unos segundos más, aunque me obligué a salir al verlo impaciente. Su mirada se clavó en mí y admitía que lograba hacer que mis mejillas se pusieran rojas ya que prácticamente me comió con su manera de mirarme. No esperó a que llegara a donde él, sino que él llegó de inmediato y me ayudó a bajar de mi transporte tomándome de la mano, de inmediato sentí como una corriente eléctrica atravesó mi cuerpo al sentir la fría noche y al sentirlo a él, supe que él también lo sintió cuando me sonrió.
— Luces perfecta — halagó.
— Debo admitir que tú también te has lucido esta noche — respondí haciendo que sonriera de lado.
— Ya te extrañaba hermosa — susurró luego de que se había acercado a mi oído, logrando que mi piel se erizara.
— Yo igual — musité con sinceridad y fuimos cegados por el flash de una cámara, luego más flashes se unieron y vimos que los fotógrafos de la empresa estaban concentrados en captar cada momento de aquella noche. Theo no perdió tiempo en cogerme de la cintura y posamos casi como una pareja formal ante las cámaras que de seguro armarían una historia de libro en la siguiente revista.
Nos fuimos hacia dentro del lugar del evento rato después y de inmediato uno de los colaboradores nos dirigió hacia nuestros lugares, a lo lejos visualicé a Ryan y lo saludé con la mano; junto a él estaba Rachel, misma que saludó a Theo con demasiado entusiasmo, pero decidí ignorar eso. Al llegar a nuestro lugar quedamos justo en medio de mis padres y los de Theo, quienes luego de saludarnos como era debido se dispusieron a disfrutar del acto junto a nosotros.
Me hizo sentir tranquila y orgullosa de mí misma el hecho de que todo marchara como lo habíamos planeado y los fotógrafos de Be&Le se seguían encargando de cubrir hasta el más mínimo detalle y vi a mi padre sonreír con orgullo ante lo que veía. Minutos después el maestro de ceremonia saludó a todos los presentes y se encargó de dar un breve detalle acerca de lo que Star Models representaba y con orgullo presentó a un grupo de jóvenes diseñadores encargados de hacer el atuendo que los modelos presentarían. La pasarela dio inicio con hermosas modelos desfilando, había música alegre la cual ambientaba de manera perfecta el lugar y aplaudíamos ante lo que veíamos y seguíamos disfrutando.
Me sorprendí cuando a la pasarela entró Aren y mi boca se abrió en una perfecta O, sentí a Theo tensarse cuando se percató de aquella presencia y me causó mucha gracia, sus celos eran injustificados, pero lo comprendía porque a pesar de que yo lo prefiriera a él, no podía evitar el admirar la belleza de dicho modelo frente mí. Cada uno de sus tatuajes lo hacía único y su porte de chico malo modelando en la pasarela lo hacía ver caliente e irresistible y con seguridad confesaba que, si no me hubiese gustado tanto Theo, fácilmente habría caído rendida a los pies de Aren.
Debido a que estábamos en las sillas colocadas al frente, la vista era directa y nos hizo apreciar muy bien los detalles y a los y las modelos, Aren me vio y sonrió con picardía y sensualidad a la vez que me guiñó un ojo mientras desfilaba, sonreí en respuesta un tanto sorprendida por su descaro y seguí observándolo.
— Veo que te gusta lo que vez — espetó el gruñón a mi lado, muy cerca de mi oído y con la molestia demasiado palpable en su voz sorprendiéndome un poco.
— Claro que me gusta — coincidí sin pensar y me arrepentí en el instante por mis palabras — digo... disfruto mucho de las pasarelas y ver a mi amigo ahí arriba me hace disfrutarla más — traté de que mi voz no sonara nerviosa e hice énfasis en lo de amigo.
— No soy idiota Annabelle y además yo también sigo siendo tu amigo y para nada me agrada que casi lo veas mejor que a mí — recalcó tratando de disimular su enfado. No era un buen momento, pero reí de su actitud porque me parecían graciosos sus celos —. No te rías de mi — advirtió y mordí mi labio para contenerme.
Aren era guapo y sexi, pero jamás igualaría a Theo y menos cuando esa bestia se ponía refunfuñón.
— Los dos sabemos que no eres mi amigo de la misma manera en que sí lo es él — aclaré, aunque no lo convencí — Además, me gusta más la vista que tengo aquí a mi lado — aseguré, tratando de que le pasara el enojo, pero definitivamente no lo logré.
— Saldré un momento — avisó e intuí que lo hacía para controlarse.
— ¿¡Es enserio Theo!? — pregunté un tanto sorprendida y me ignoró — No tienes por qué actuar así, pareces un adolescente — reclamé tratando de que nadie se diese cuenta de nuestra pequeña discusión.
— Regreso en un momento — recalcó poniéndose de pie, lo cual me indignó mucho, pero lo dejé irse para que se calmara y porque no estaba acostumbrada a rogar a nadie.
Pasaron varios minutos y Theo no regresaba, me preocupaba y a la vez me molestaba su actitud.
La pasarela de Star Models casi llegaba a su fin, el maestro de ceremonia cedió el micrófono a Mad para que diese las palabras de agradecimiento y ella aprovechó a recalcar el buen trabajo que habíamos hecho en conjunto AnBe y Be&Le. Todos aplaudieron y el evento se dio por terminado, salimos para así dirigirnos al hotel en donde se llevaría a cabo la celebración post evento y Theo aún no aparecía; quise llamar, sin embargo, cuando estuve a punto de hacerlo, Ryan hizo acto de presencia ante mí.
— Hola princesa — saludó amable.
— Hola Ryan — respondí lacónica, aunque amable también. La verdad, creía que estaba logrando verlo como un amigo.
— Luces hermosa — comentó y le sonreí en agradecimiento mientras seguíamos caminando hacia afuera.
— Tú luces bien dije y me respondió con una sonrisa un tanto irónica porque mi halago no había sido como él lo esperaba.
— ¿Theodore ya se fue? — preguntó y me encogí de hombros.
— No lo sé, salió un momento, pero ya no regresó — bufé tratando de no sonar molesta.
— Oh mira, ahí está — me informó viendo al frente, miré a donde me indicó y efecto él estaba ahí, recargado en su Maserati, luciendo imponente, poderoso, sexi y aun molesto.
Ryan se despidió de mí en ese instante asegurando que nos veríamos en la fiesta e informando y señalando que a Rachel que esperaba por él a unos metros de distancia. Me despedí de él y también le aseguré que nos veríamos ahí. Di un suspiro antes de comenzar a caminar hasta donde estaba Theo.
— Veo que el berrinche no pasó — inquirí cuando estaba frente a él, logrando que me mirara con dureza —. No me veas así, es la verdad — aclaré y él solo negó.
— Sabes que soy muy celoso y no me agrada que veas a otros — bufó.
— Pues mi ojos fueron hechos para ver Theo y les saco el mejor provecho, pero... a ninguno veo de la manera en la que te veo a ti mi gruñón — le aclaré haciendo que sorprendiera un poco.
— ¿Mi gruñón? — cuestionó con una sonrisa queriendo asomarse en su bello rostro.
— Lo eres — aseveré.
— Me encanta que digas mí, me da esperanzas de que ya me veas como tuyo — vi aquel brillo en sus ojos por la ilusión que mis palabras le provocaron y sorprendentemente no me asustó como antes.
— Soy muy posesiva Theodore Lee, espero que no te arrepientas más adelante de lo que estas provocando — le advierto y esa vez sí sonrió.
Milagrosamente esas palabras sirvieron para bajar el coraje de mi adonis, su humor mejoró y juntos nos marchamos hacia el hotel donde se ofrecía la fiesta. Al llegar nos reunimos con nuestras familias y hablamos de lo excelente que todo había salido, planeamos nuevos proyectos y luego de que los demás se quejaran porque estábamos hablando de trabajo, dejamos esos planes para después.
Simon y su esposa Zulema expresaron lo bien que se sentían al vernos a Theo y a mi juntos, Zulema hasta dijo que hacíamos una hermosa pareja y aunque a mi padre esa idea no le gustó, no dijo nada. Noté como mi madre le susurraba que era un celoso y sonreí en mis adentros, Darcy, Tom, Kelly y Evan se habían ido a la pista para bailar y disfrutar, Ryan y Rachel se unieron a nosotros y aunque esta última no me agradaba para nada, la estaba tolerando por respeto a mis padres y los demás presentes.
— Theo, vamos a bailar — pidió Rachel con entusiasmo. La tipa no perdía tiempo.
— Ve a bailar con Ryan — sugirió él con displicencia. Noté la vergüenza que había causado en ella la respuesta de Theo y aunque fuese una perra por eso, no me sentí mal por ella pues sabía que las intenciones de Rachel no eran buenas e intentó provocarme de manera disimulada.
Al parecer Ryan sí sintió pena de Rachel y con amabilidad la invitó a bailar, ella aceptó un poco reticente, pero al fin se marchó de mi presencia y al final tenía que agradecer a Ryan por eso.
— Al fin me vuelvo a encontrar con la mujer más hermosa que mis ojos han visto — exclamó una voz familiar a mis espaldas, me di vuelta quedando de frente al dueño de esa voz y sonreí.
— ¡Aren! — exclamé con un poco de emoción y lo saludé con un beso en la mejilla — Que gusto volver a verte — dije y lo vi sonreír.
— Lo mismo digo — respondí, en ese momento Theo se dio la vuelta y me tomó de la cintura con posesividad, haciéndome sentir lo tenso que se encontraba.
— Thomas, también es un gusto verte a ti — dijo Aren hacia él y mordí mi labio para no reír al darme cuenta de su juego.
— Siento no decir lo mismo de ti, Alex — zanjó mi gruñón tratando de no mostrarse molesto.
Al menos no le había Alien dicho y me evitó la vergüenza.
— Lo bueno es que eso no me afecta — señaló Aren y entendí que aquel era mi momento para interferir y detener la pelea de esos adolescentes.
— Ya chicos, esta no es una fiesta de adolescentes — miré a los dos de manera alternada.
— Tenía la esperanza de que hoy si estuvieras libre, pero veo que me equivoqué.
— Ya, Aren. No lo provoques más — pedí y él sonrió.
— Bien, es solo que me divierte ver como se pone cuando me ve cerca de ti — explicó sin descaro logrando que yo rodara los ojos y que Theo se molestara más —. Ya Tony, no te preocupes por mí, sé que esta chica es solo tuya.
— Qué bueno que lo tengas claro — respondió Theo sin molestarse en ocultar la ira hacia él.
— Ya lo escuchaste cariño, soy solo tuya — inquirí tomando del brazo a Theo y le guiñé un ojo, mis palabras lo sorprendieron y supe que también le habían tranquilizado un poco. Me alegré de que su semblante se relajara.
Creí que esa discusión entre machos terminaría muy mal, pero no.
Mis palabras lograron hacer que Theo se calmara y aunque sabía que no le agradó que Aren se quedara un rato más hablando conmigo, ya no dijo nada más y se comportó a la altura del hombre de negocios que era.
— Al fin te encuentro, Annabelle — expresó Mad al verme, la visualicé atrás de Theo y le sonreí — y conoceré a uno de tus socios — señaló con el carisma que la caracterizaba.
— Al fin — coincidí también —. Mad te presento a mi socio Theo — él se dio la vuelta quedando frente a ella —, Theo te presento a Mad Davis — los presenté a ambos y vi como Mad abrió sus ojos casi haciéndolos salir de sus orbitas al verlo, él apretó su mandíbula y la miró fríamente, cosa que me pareció muy extraño — ¿Pasa algo? — cuestioné.
— N-no nada — los nervios de Mad fueron demasiado evidentes al hablar — Es un gusto conocerte Theodore — se obligó a decir y aunque el nombre completo de Theo era algo imposible de obviar, sentí muy raro que ella lo haya llamado por todo su nombre cuando yo lo presenté con su nombre de pila. Extendió su mano para saludarlo, pero él no la tomó y me puse alerta.
Él no hacía contacto físico con mujeres que le atraían.
Recordé y sentí que todo dentro de mí daba vueltas.
— Lo mismo digo — respondió él con dureza y frialdad, me tranquilizó su actitud con ella en ese instante, aunque me seguía cuestionando la razón de que no tomara su mano.
— Gracias.... ¡Ohm! Los dejo un momento, iré al tocador — informó ella de pronto, estaba actuando extraña, pero asentí en respuesta y la vi marcharse.
— Eso ha sido raro — confesé viendo a Theo, él aún observaba a Mad marcharse — ¿Sucede algo? — volví a cuestionarlo con la esperanza de que me aclarara la razón de no tomar su mano.
— No, Annabelle — su respuesta fue seca —, no sucede nada — recalcó y arregló su saco cuando ni siquiera lo necesitaba —. Voy a salir un momento — informó de pronto y mi desconcierto creció.
— ¿Te acompaño? — ofrecí.
— No es necesario — alegó con fastidio y su respuesta me hizo sentir rechazada, su tono, sobre todo —, no tardaré mucho, solo voy al baño — agregó y asentí con mi orgullo un tanto herido.
Su actitud había hecho un cambio radical de un rato a otro y algo me decía que ya no se debía al encuentro que habíamos tenido con Aren, de nuevo llegó a mi cabeza la explicación que me dio de su razón de no tocar a nadie y que actuara así con Mad no me agradó; no quería desconfiar de él puesto que no me sentía con derecho, pero la actitud de él y Mad no me las hacía buenas.
— ¿Qué te sucede? — preguntó Darcy al llegar donde me encontraba.
La miré y luego de un largo suspiro para intentar calmar a mi corazón que de pronto se había acelerado, le comenté lo que había pasado con Theo y Mad y lo pensativa que me había dejado el comportamiento de ambos. Me sentía con un poco de frustración al sentir que aun había parte del pasado de Theo que no conocía e intuía que Mad era parte de ese pasado y rogaba porque no fuese uno demasiado importante para él.
— Pero... ¿¡Qué mierda!? ¿Y lo hizo enfrente de ti? — asentí a las preguntas de mi amiga y ella se indignó más — Tiene que ser muy descarado para hacer algo así frente a ti — alegó haciéndome sentir peor.
Le expliqué la actitud que también había tenido Mad, su cara de susto cuando estuvo frente a él y Darcy tomando el papel de mejor amiga protectora, aseguró que, si hubiese estado en mi caso, habría buscado a Theo para enfrentarlo. Le respondí que no era yo y rodó los ojos cuando le di a entender que no lo haría.
— Mejor ven, acompáñame al tocador y me sigues contando — pidió y la acompañé.
Seguimos hablando de cómo había ido todo durante la fiesta y se mostró muy feliz de los resultados, ella también se unió a los halagos del gran trabajo que habíamos hechoy le di las gracias, aunque en realidad no puse total atención de lo que me había dicho.
Cuando al fin llegamos al tocador nos quedamos de piedra al escuchar unas voces.
— ¡Theodore! Nunca creí encontrarte aquí — reconocí la voz de Mad y sentí a mi corazón volverse loco y querer salirse de mi pecho, Darcy lo notó y me tomó de la mano.
— Ni yo, pero créeme que sabré aprovechar el volverte a encontrar — respondió él.
Sentí que mi mundo se estaba cayendo en pedazos.
— Sé que hay mucho que arreglar entre nosotros, pero no aquí Theo por favor — suplicó ella.
— Entonces vámonos de aquí — propuso Theo haciendo que mi corazón se apretujara de la rabia; me adelanté para entrar a los tocadores y Darcy me detuvo antes de lograrlo, me sacó de ahí casi a rastras y odié que hiciera algo así en esos momentos.
— Cálmate Ann, por favor — pidió al regresar al salón de la fiesta
— ¿No fuiste tú la que dijo que enfrentaría las cosas? — bufé.
— Bueno...si, yo sé que dije eso, pero ahora no estas para enfrentarte a esos idiotas sin matarlos — explicó y sabía que tenía toda la razón, aunque también deseaba que Theo me explicara lo sucedía.
Cuando estaba a punto de decirle algo a Darcy vi a Mad salir del tocador, pasó por nuestro lado sin hablarnos por lo distraída que iba, llegó a su mesa y tomó su bolso. Noté el apuro en ella y vi también a Theo salir, este se fue directo hacia afuera y apreté mis manos, las hice puño al pensar que se iba a esperarla al estacionamiento y ni siquiera tuvo la delicadeza de ir a buscarme y despedirse. Aren llegó a mi lado de nuevo y en ese momento en verdad me alegraba verlo.
— ¿Qué sucede hermosa? — preguntó y renegué por dentro por cómo me había llamado.
— ¿Me podrías sacar de aquí? — pedí sin pensar y lo vi sorprenderse por mi petición.
— Ann, no — advirtió Darcy y la ignoré.
— Por favor — supliqué a Aren al ver que dudó por escuchar a mi amiga.
— Por mí encantado, vámonos de aquí — aceptó al fin ofreciéndome su mano y la tomé de inmediato.
— No te preocupes por mí — tranquilicé a mi amiga, sin embargo, ella solo bufó en respuesta.
Caminamos hacia el estacionamiento a paso rápido, Aren no preguntó nada, pero sabía que pronto lo haría; por el momento agradecía que se quedara callado. Llegamos a su auto y abrió la puerta del copiloto para mí, aunque antes de subir vi como al otro lado del estacionamiento Theo hacía lo mismo para Mad y sentí que todo mi estómago se revolvió; en ese momento él me vio y nuestras miradas se conectaron, lo vi apretar los puños al verme en compañía de Aren, pero para mi sorpresa solo cerró los ojos y se subió al auto. La decepción me golpeó con fuerza cuando esperaba otra respuesta de su parte, pero no llegó.
Terminé de subirme al Audi de Aren y luego se subió él al lado del piloto.
— ¿A dónde deseas ir? — preguntó sacándome de mis pensamientos.
— A donde pueda olvidar lo mierda que es mi vida — respondí con frustración.
— Conozco el lugar perfecto para eso — aseguró y puso en marcha el auto.
_______________________________________
Propiedad de Jassy.
Obra registrada bajo derechos de autor.
Instagram: wattpad_jm
Twitter: @JassyBook
Grupo de Facebook: Jassy's Books
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top