| Uno |
♡ Freak.
☆゜・。。・゜゜・。。・゜★
Ya eran algo más de las cinco de la tarde y el cielo estaba excepcionalmente hermoso hoy, pues, las nubes de arrebol se dibujaban como pintura tras la imponente Facultad de Economía.
Hoy Park había cumplido con todas las actividades en su itinerario, así que, cuando su clase de Cálculo Diferencial terminó pensó en ir a comer un enorme tazón de tteokbokki —pastel de arroz picante— y eomuk —pastel de pescado tipo banderilla— para celebrar un día bien aprovechado.
Invitaría a sus amigos y posiblemente pasarían un buen rato juntos para alivianarse del ajetreado ritmo de la Universidad. También debería llamar a ________________, si no lo hiciera probablemente ella lo golpearía después. Además, el kimchi que su bestie hace es realmente delicioso, quería comerlo todos los días con algo de arroz caliente.
Tomando una gran bocanada de aire, Park se aferró a las tiras de su mochila y se dispuso a emprender rumbo hacia su restaurante favorito. Rebuscó entre sus bolsillos las llaves de su auto y su celular para marcar el número de sus colegas.
Ese era el plan.
Hasta que chocó con alguien.
Aquello rompió su burbuja personal, aunque el impacto no había sido lo suficientemente fuerte como para que su móvil cayera al suelo—. Lo siento, no te ví—murmuró vagamente el universitario, dándose cuenta de la persona que estaba frente a él era demasiado familiar—. ¿Eh? ¿No te conozco de algún lado?
—¡Soy Midoriya Izuku! —exclamó el chico, intentando pararse derecho e imponente, aunque temblaba internamente—. Soy el novio de ________________ —susurró un tanto avergonzado, pasando una mano por detrás de su cuello con nerviosismo y sintiendo el tiritar de sus dedos—. La estaba buscando y pensé que estaría contigo.
Park chasqueó los dedos, recordando al sujeto frente a él después de todo—. ¡Lo había olvidado por completo! —dijo de manera despreocupada—. Lamento eso, ________________ no habla demasiado sobre el tema —se excusó, agitando la mano y restándole importancia al asunto de forma burlona—. Entonces. ¿La estás buscando?
La sonrisa de Midoriya tembló un momento ante las palabras, sus cejas se fungieron levemente—. ¡A-Así es! Pensaba invitarla a comer pero no responde su teléfono, estaba preocupado.
Park levantó una ceja al observar al chico, sonrió de forma burlona, parecía una oveja verde y asustadiza—. ¿Problemas en el paraíso?
Midoriya miró hacia el suelo con el rostro caliente, observaba más específicamente al par de zapatos rojos que estaba usando, jugó con sus dedos con un poco de vergüenza—. ¡Claro que no! —exclamó, su habla se volvió torpe, miró directamente a los ojos del mayor—. Es solo que...
Park pasó uno de sus brazos por los hombros del menor—. Vamos, dilo —exclamó de forma burlona—. ¡Esa mujer es una desobligada que desaparece cada dos por tres y olvida contestar los mensajes! ¡Ó aún peor... Seguramente ya rompió su celular!
Izuku sintió su rostro enrojecido, no podía contradecir la verdad—. Es mi novia de la que hablas.
—Pero también es mi mejor amiga —recriminó Park, entreverando los rizos del chico con una mano—. Aún no la comprendes por completo —regañó, mirando los temblorosos orbes esmeralda de Midoriya Izuku—. Si ________________ no contesta a estas horas, lo más probable es que esté tomando algo —expuso, levantando el dedo índice de su mano libre con elocuencia—. La encontrarás en el pequeño bar que está cerca del puent-... ¿Qué estás haciendo?
Midoriya Izuku había sacado una libreta y comenzado a escribir cada una de las palabras que el hombre exclamaba—. Más despacio, esta información vale oro.
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—¿Por qué estás aquí? —murmuró ________________, levantando una ceja y observando al hombre que acababa de plantarse frente a su mesa—. Se supone que este es mi descanso —escupió, bajando lentamente el vaso de soju que sostenía—. Estoy ocupada, vuelve en otro momento.
—¡________________! —pronunció Izuku de forma suplicante, sentándose junto a su pareja y lanzándose a sus brazos—. ¿Tu descanso no fue hace una hora?
________________ sintió los brazos de Midoriya enredarse alrededor de su cintura y estrujarla—. Es mi descanso de ti.
—¡Mientes! —sollozó Izuku de forma cómica—. Además. ¿Por qué estás bebiendo tan temprano? —regañó, observando la docena de botellas verdes que yacían vacías sobre la mesa—. ¿Te las tomaste tú sola?
________________ sonrió un poco, apartando un tanto la mirada—. Me reuní con unos conocidos —murmuró, tomando otro gimbap antes de meterlo a su boca y empezar a masticar—. Cosas del Club, nada importante.
La respuesta no convenció de todo al chico, aunque por el momento bastaría.
En su interior, Midoriya había empezado a trazar un mapa con las posibles personas con las que su novia hubiera mantenido una conversación. Estaba más que claro que ella no quería hablar. ¿Le estaría ocultando algo? Si eran personas de su Club de Boxeo el número se reducía a unas cien, aunque su círculo más cercano podrian ser quince o veinte sin contar a sus discípulos. Entonces... De esas quince o veinte personas, a las cuales obviamente tenía agregadas en redes sociales y por lo que había visto hace poco ninguno de ellos posteó alguna fotografía del lugar o actividades relacionadas le hacía descartarlos de la lista de posibles sospechosos aunque aún tenían un 40% de probabilidad de que no fuera verdad.
Todo esto sucedía en el cerebro de Izuku mientras se limitaba a sonreir y parecer lindo para su novia.
—¿Quieres ir a comer? —propuso Midoriya, mostrando una sonrisa cálida y pacífica—. Podemos invitar a Park y a tus demás compañeros, seguramente que la semana de exámenes ha sido muy agotadora y no han podido verse.
________________ asintió levemente, dando un último sorbo a su vaso y dejando un par de billetes sobre la mesa—. Sí, supongo que estaría bien —susurró, observando al mesero empezar a retirar el servicio—. ¿Cómo sabes que Park tenía exámenes? ¿Acaso se vieron?
Midoriya sonrió tiritante—. Fue una coincidencia, el libro que Shouto necesitaba estaba más barato en la fotocopiadora de la Facultad de Economía.
________________ se encogió de hombros y le restó importancia al asunto—. Supongo que está bien —sentenció, empezando a levantarse—. Acompañame al supermercado, haré algo de kimchi.
Izuku tomó rápidamente la mano de su pareja, sin dejar de relucir aquella boba sonrisa en su rostro—. ¡Sí!
Midoriya sabia que a ________________ no le agradaba que intentara hallar información acerca de ella a través de sus conocidos.
En fin.
Después de un par de copas alguno de sus amigos preguntaría casualmente cómo le había ido en su reunión con cierta persona y ahí es donde podría atar uno o dos cabos sueltos en su teoría.
¡Lo hacía porque se preocupaba con quien se relacionaba su bella ________________! No era de ninguna forma raro.
Solo era un novio normal.
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