🦹🏿♀️ᝰMidnight Trainᝰ🦹🏿♀️
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—¿Nos iremos? ¿A estas horas de la noche? Kim, ¡Son casi las 12 de la madrugada!
Yoo Hyeon solo rodó los ojos con una sonrisa burlona plasmada sobre su rostro. Su mejor amiga, Ga Hyeon, era una miedosa cuando se trataba de tomar el tren a altas horas de la noche.
Era una miedosa en general.
—Ni modo que nos quedemos aquí, ¿O acaso prefieres dormir en el club? ¿Rodeadas de gente desconocida que nos podría robar nuestras cosas sin previo aviso?
El par venía saliendo de una buena movida en el club nocturno. Era Viernes por la noche, habían concluido su jornada en la universidad y que mejor manera de distraerse que salir por allí a divertirse bailando y cantando junto a gente desconocida.
Ga Hyeon abrió sus ojos en demasía, observando a su acompañante con ojos aterrados. Comenzó a negar rápidamente, moviendo su cabeza de un lado a otro.
—U-Uh ¿sabes? Ir en tren a media noche es lo más divertido del mundo yay.
—Yah, no pasará nada. Te he dicho un montón de veces que las cosas paranormales no existen— Volvió a rodar los ojos a la vez que comenzaba su andar hacia la estación de trenes más cercana.
¿Por qué no tomar el metro o algún taxi para llegar a su destino?
Digamos que el campus en donde estudian estaba algo apartado de Seúl, siendo el tren su único medio para llegar hasta allá.
Además de que era más económico viajar en tren que tomar algún taxi. ¡Aparte de que siempre tomaban una ruta larga para cobrarte más!
Eso y porque quería hacerle una broma a Ga Hyeon en la estación de trenes.
Era tan fácil asustar a la menor. Se asustaba incluso con su propia sombra.
—Kim ¡No me dejes atrás!— Chilló Ga Hyeon mientras corría detrás de la coreana quien ya había avanzado demasiado.
La coreana rió mientras revolvía los cabellos de Ga Hyeon. Era divertido pasar tiempo con ella. Caminaron por un buen tiempo, cruzando las calles que sorprendentemente, a altas horas de la noche, aún seguían algo llenas.
No por nada Seúl era la "ciudad que nunca duerme"
—Yoo Hyeon, ¿supiste sobre el accidente que sucedió recientemente en la estación de trenes?
—¿Huh?— Yoo Hyeon volteó a ver a Ga Hyeon con una mirada curiosa.
Sí. Había leído y escuchado sobre la tragedia que había sucedido hace un par de semanas. Incluso recordó haber visto una foto de la persona fallecida.
Pero no recordaba mucho los detalles, y mucho menos el nombre y rostro de la desafortunada víctima.
—¡Ah! Escuché sobre aquello en el campus. No dejaban de cuchichear sobre ello— Ga Hyeon afirmó con un sonidito —Pero sabes como soy, no suelo prestar tanta atención. Así que no recuerdo nada de los detalles.
—Eres un desastre.
—Corrección, somos un desastre— Le guiñó un ojo haciéndola reír —Ahora dime todo.
Esta vez fue turno de la pelinegra rodar los ojos. Yoo Hyeon podía ser una despistada, pero cuando captabas su atención con algún tema que le interesara, se volvía a una chismosilla que estaba dispuesta a escuchar hasta el más mínimo detalle.
—Era estudiante de nuestro campus. Era un año mayor que tú. Estaba por graduarse.
La mayor abrió la boca, sorprendida por aquel dato. Ahora entendía por qué todo el mundo en el campus hablaba sobre eso.
—¿Tenía 23 años? Demonios... Era joven.
—Sí... Es muy triste... Ella estaba esperando el tren, pero justo segundos antes de que pasara, el fuerte viento la hizo trastabillar y cayó en los rieles... Ya sabrás lo qué pasó después.
Yoo Hyeon solo atinó a hacer un pequeño sonido con su boca, pasando saliva con dificultad. Imaginar aquello le producía escalofríos. La verdad era algo trágico. Solo tenia 23 años... Aún tenía un futuro por delante, estando tan cerca de este.
Pero la vida a veces era cruel y ésta, decidía quién seguía adelante o quién simplemente desaparecía.
—¿Cuál era su nombre?— Preguntó Yoo Hyeon a la menor.
—Oh, su nombre era... —La mayor no pudo terminar de entender bien el nombre debido a el ruido que producía el silbato del tren —¡Kim! El tren ya ha llegado, debemos apresurarnos.
El par comenzó a correr desesperadamente hacia la estación, intentando llegar a tiempo para no perder el tren. No debían llegar más tarde o el vigilante del dormitorio las multaría.
Llegaron a tiempo, justo con suficientes minutos para comprar los boletos y descansar un momento de la carrera que tuvieron hasta allí. Tomaron asiento, jadeando y sudando a mares a pesar de que el clima era frío, pues, era invierno.
—Demonios, ah, me cansé.
—Nada de cansarse, debes de ir por los tickets.
Ga Hyeon comenzó a quejarse con ruiditos infantiles tal cual niña pequeña. A veces la menor era muy infantil para tener ya 20 años.
—No te quejes, la ultima vez los compré yo— Yoo Hyeon le dio un ligero golpe en la frente —Ahora anda.
La menor puchereó, con las cejas fruncidas y con ojos de cachorro. Oh no, estaba tratando de hacer aquel truco. Yoo Hyeon se negó, dedicándole una mirada de "Hazlo o ya verás" y eso bastó para que Ga Hyeon simplemente se resignara.
—Ya voy, ya voy— Se incorporó de su cómodo y cálido asiento y con pasos de pingüino comenzó a dirigirse a boletería a comprar los pasajes.
La mayor rió burlonamente por lo bajo, era hora de poner en marcha su plan para asustar a su dongsaeng.
Se incorporó de su asiento, mirando en todas las direcciones en busca de algo que pudiera servirle para su pequeña travesura. Tal vez esconderse era un mejor plan que buscar algo con qué sacarle un susto. Comenzó a buscar algún lugar en donde pudiera pasar desapercibida por la menor.
Yoo Hyeon bostezó, causando que saliera vaho por su boca por el mismo frío que hacía aquella noche. Aunque hacía demasiado frío ese día, de un momento a otro estaba que temblaba, pues, el calor que le había producido la carrera ahora se había disipado de su cuerpo. Además de que la temperatura había disminuido de manera violenta de repente, un frío que calaba su nuca, causándole escalofríos.
Continuó buscando algún pequeño lugar en donde ocultarse, restándole importancia al frío que calaba sus huesos.
Pero sus ojos captaron otra cosa que le llamó más la atención.
Piel de porcelana, labios carnosos.
Cejas gruesas y lindas, una larga cabellera color morado oscuro y suave a simple vista.
Perfil exquisito, tallado por los mismísimos dioses griegos.
O tal vez estaba viendo a una diosa griega.
Demonios, aquella chica era demasiado hermosa. Yoo Hyeon estaba que tiraba baba, jamás había visto a alguien tan... Woah. Aunque debía admitir que la joven le parecía conocida de algún lugar.
Tal vez la vio en aquel club nocturno.
Aunque era raro, casi nadie tomaba el tren más que gente que tuviera que trasladarse mas allá de Seúl o alumnos de su campus.
Le restó importancia, tal vez la joven tenía algún asunto de imprevisto en otra ciudad.
Con decisión, comenzó a acercarse hacia la bella chica, sí o sí, al menos, debía conocer su nombre. Al menos verla de cerca sería suficiente para que la consciencia de Yoo Hyeon la dejara de joder.
Con pasos lentos, se posicionó a un lado a una distancia considerable de ella. La coreana estaba que temblaba pero esta vez, por los nervios.
¡Nunca se había sentido así de nerviosa con alguna chica! Siempre eran ellas las que estaban alrededor de Yoo Hyeon, con los nervios a flor de piel.
Pero diablos, de verdad que la chica era sumamente atractiva.
Yoo Hyeon estaba pensando en qué decir para romper el hielo (já, por el frío, ya saben), pero una voz suave y un tanto rasposa la sacó de sus pensamientos.
—Hace demasiado frío ¿No?— La chica suspiró, sacando una pequeña estela de vaho.
La coreana brincó en su lugar, no esperaba que la chica guapa le hablase.
—O-Oh sí. Hace un frío del demonio— Debía aprovechar la situación, así que Yoo Hyeon no tardó en presentarse —Ah, qué grosero de mi parte. Me llamo Yoo Hyeon— Realizó una leve reverencia un tanto torpe.
La chica de cabellos oscuros sonrió.
—Me dicen JiU, un gusto— También realizó una reverencia.
Yoo Hyeon sonrió, embobada por la sonrisa de la contraria.
—JiU... Es un lindo apodo— Alagó Yoo Hyeon mientras se balanceaba levemente —Huh, creí que el tren ya había llegado— Recordó de repente el por qué había corrido hasta acá junto con Ga Hyeon.
—Gracias, y oh, también estaba pensando lo mismo. Se supone que debió haber llegado— Comentó JiU.
—Demonios, y ya es tarde. Ah maldito tren— Se quejó la coreana mientras tomaba asiento en una de las bancas.
La de cabellos oscuros la siguió pero solo se limitó a estar de pie frente a Yoo Hyeon.
—¿Oh? ¿No quieres tomar asiento?
—No no, estoy bien así— Sonrió la de piel porcelana.
Yoo Hyeon no dejaba de mirarla, no solo porque fuera guapa o atractiva hasta por los codos.
Ella juraba haberla visto en algún lado.
—Y bueno... ¿Qué es lo que te gusta?
Ambas chicas continuaron conversando, conociéndose más a fondo. Podría nacer una linda amistad y quién sabe, hasta podría surgir algo más que eso.
Pero como se mencionó anteriormente; la vida elige quién continúa o quién desaparece.
El silbato del tren a lo lejos se hizo presente, dando aviso de que llegaría pronto a la estación. Yoo Hyeon soltó un largo suspiro de alivio, causando que JiU soltara una risita, divertida por la peligris.
—Ah, por fin. Ya podremos descansar.
—Yup— JiU comenzó a caminar hacia la orilla de los rieles, asomándose levemente para ver si el tren venía ya cerca o no. Yoo Hyeon la miraba atenta, cuidando que la chica no se acercara tanto a la orilla. Comenzó a preocuparse cuando JiU comenzó a ir más allá de la franja color amarilla con líneas negras, aquella franja que no se debía pasar más allá de ella.
—J-JiU, retírate de ahí.
La chica no escuchaba.
—¿JiU?
Ninguna respuesta.
Yoo Hyeon se incorporó de su lugar, dispuesta a tomar por el brazo a la pelimorada para alejarla de ahí.
Pero una fuerte ventisca se hizo presente causando que sus cabellos platinados se revolvieran con intensidad sobre su rostro.
Y también causando una tragedia.
Yoo Hyeon simplemente vio como el cuerpo de porcelana de JiU caía de lleno a las vías.
No dudó en ir corriendo hacia ella, saltando dentro de las vías del tren para socorrer en su auxilio.
Ga Hyeon, que venía ya con los boletos en su manos, vio a lo lejos como su amiga saltaba de lleno a las vías del tren. Ahogó un grito y salió corriendo con dirección hacia donde quiera que estuviese Yoo Hyeon.
Mientras tanto, la peligris veía a la joven chica, tumbada en el suelo sin poder moverse un poco.
—Tengo que sacarte de aquí, ven, rápido.
—No puedes— Susurró la chica con voz pausada.
Yoo Hyeon rechistó, dirigió ambos de sus brazos para tomar el delicado cuerpo de JiU pero una mano tomó una de sus muñecas, de manera fuerte y con mucha presión.
Yoo Hyeon palideció al instante.
Un escalofrío recorrió por completo su cuerpo.
No podía creer lo que estaba viendo.
Aquella chica, tenía su cráneo totalmente hundido, lleno de sangre, expuesto. Sus ojos estaban desorbitados y uno le colgaba de su rostro.
Demacrada.
Yoo Hyeon ahogó un grito.
—No puedes. Porque siempre moriré de la misma manera todos los días.
"—Éste es el destino que la vida me dio, a mí, Kim Min Ji"
Kim Min Ji.
Algo hizo click en la cabeza de la peligris.
—Oh, su nombre era Kim Min Ji.
Ga Hyeon lo había dicho, su rostro lo había visto en aquellas fotos del noticiero en el campus, ahora lo recordaba.
—Q-Qué.
—¡Yoo Hyeon! ¡Quítate de ahí!
Yoo Hyeon alzó la vista encontrándose con los ojos aterrados de Ga Hyeon que la veían desesperada, también encontrándose con otro par de ojos mirándola.
—¿S-Si Yeon?
—¡Mierda, sal de ahí!
Yoo Hyeon escuchó como rechinaban unas ruedas de metal y el silbato del tren sonando con estruendo. Miró directo a las vías, notando que el cuerpo demacrado de Kim Min Ji ya no estaba.
Solo estaba ella en medio de las vías.
Cerró los ojos, escuchando los gritos desesperados de ambas chicas y lo último que escucho antes de el fuerte estruendo fue un suave susurro ronco en uno de sus oídos.
—Y éste es tu destino, Kim Yoo Hyeon.
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/つ✎ ¡ADAPTACIÓN! TODOS LOS CRÉDITOS PERTENECEN A jiwoof TENGO TODO SU PERMISO PARA ADAPTAR ESTA HISTORIA.
NO OLVIDEN APOYAR EL ESCRITO ORIGINAL.
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