012

"The lightning thief"
Acto uno. Doceava escena.
› › got a sense I'd been betrayed

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LA MISIÓN NOS trajo gloria en el campamento, éramos los primeros héroes en regresar con vida desde lo sucedido con Luke, por lo que los demás semidioses nos recibieron con festejos y coronas de laureles. Como parte de la tradición, tuvimos que quemar los sudarios que nuestras cabañas habían confeccionado en nuestra ausencia, la de Annabeth era hermosa; seda gris con lechuzas de plata bordadas, mientras que mi mortaja era blanca con caduceos decorandolo.

Nunca antes había disfrutado tanto ducharme.

Georgia me abrazaba desde la cintura mientras la cabaña de Apolo dirigía el coro y nos entregaban sandwiches de galletas, mi pequeña estuvo reclamandome acerca de mi pulsera pérdida y como debía cuidar mejor las futuras. Luego de un rato finalmente pude dirigirme hacia mi hermano mayor con una gran sonrisa, lo había extrañado tanto que no me resistí en abrazarlo, sintiéndome segura en sus brazos.

── También te extrañé, gruñona ─me dijo sonriendo, sus latidos eran erráticos, como si estuviera estresado.

── Te tengo que contar algo, no se lo he dicho a nadie ─confesé en un murmuro, confiaba plenamente en Luke como para decir lo sucedido en el casino Lotus.

── Está bien ¿Qué cosa? ─preguntó más calmado, todo el asunto con Clarisse tuvo que dejarlo estresado, lastimosamente las pruebas contra ella eran solo circunstanciales según él.

── Durante la misión, tuvimos que ir a hablar con tu padre... pero cuando lo estaba buscando me encontré con Eros ─finalicé el abrazo para poder ver su reacción─ Y me dijo algo interesante acerca de mí...

── ¿En serio? ¿Qué cosa te dijo?

── Esta es mi tercera vida... Originalmente fui Andromeda de Etiopia y Micenas ─confesé deseando que me creyera, sabía que sonaba irreal pero no era tan raro comparado a estar viviendo con un centauro inmortal durante todo el año─ Al parecer... tengo una especia de... profecía.

── Wow... necesito un momento ─parecía estar sorprendido de todo lo que le decía, no lo culpaba─ ¿Una profecía? ¿Qué te dijo exactamente Eros acerca de esta profecía?

── "Al final del camino, un sacrificio deberá hacer, para salvar lo más preciado y el mundo proteger. A través de pruebas y peligros sin fin, la fuerza de su espíritu prevalecerá sin fin. En su sangre correrá el poder ancestral, despertando la ira y el miedo de lo celestial" ─recité esforzándome para recordar la profecía completa.

── ¿Eros dijo todo eso? ─corroboró con una sonrisa.

── Sí, también me dijo otra cosa... ─estaba totalmente avergonzada de tener que decirlo, pero necesitaba hablarlo con alguien ¿Y quién mejor que mi hermano?─ Aparentemente, él y Afrodita me han estado cuidando en todas mis vidas porque... porque Percy y yo estamos destinados a estar juntos o algo parecido, esta es nuestra última vida.

── ¿Así que... los dioses están seguros que esta es tu última vida? ─cuestionó luego de unos segundos de silencio, no lo culpo, yo tampoco me creería.

── Sí, estoy a nada de ir a la isla de los bienaventurados.

── ¡Eso es grandioso! ─me dio un pequeño abrazo, feliz de oír aquello─ ¿Aunque no crees que es muy extraño como ellos te quieren con Percy?

── Si es raro en verdad, porque lo conozco hace poco y me entero de todo esto ─procuré que nadie a nuestro alrededor nos escuchara─ Él no sabe nada, no quise decirle... si es que realmente llegamos a estar juntos no quiero que se sienta forzado ¿entiendes?

── Eso suena bien ¿Estás segura de que crees en la profecía? Estoy seguro que Afrodita y Eros están planeando algo ─su sonrisa se hizo pequeña a medida que me hablaba─ Después de todo, ellos dos saben de tu conexión con Percy... Es posible que intenten sacar provecho de ello.

── También pensé eso cuando me estaba contando todo ─suspiré mirando brevemente hacia el suelo, era extraño que no quisieran nada a cambio, aunque el costo era entretenerlos─ Pero Eros me dijo que era super interesante para ellos como bastó solamente una flecha, en nuestra primera vida para que el amor trascendiera y perdurará... una flecha.

── ¿Sabes que significa esto, cierto? ─su sonrisa de ensanchó, lo miré confundida sin entender lo que decía─ Tu destino está ligado a él, con todas las veces que él casi murió en la misión, es obvio que tú destino es protegerlo, asegurarte que nada le pase. Tu profecía es mantenerlo a salvo, a toda costa.

── ¿A toda costa? ─repetí procesando todo lo que me había dicho, debía mantener a salvo a ricitos... miré momentáneamente hacia nuestro alrededor en busca de La Rue─ Tengo que hacer algo... Te veo al rato.

Comencé a caminar entre el resto de campistas, sin detener mi búsqueda de la ladrona, tomé dos brochetas de mashmellow que estaban repartiendo. Clarisse había robado el rayo maestro de Zeus para obtener reconocimiento de su padre, algo que todos los semidioses hacíamos, gloria y honor, lastimosamente ella solamente podía alcanzar aquello molestando a todo el mundo.

Cuando finalmente la encontré entre todo el ajetreo, me di cuenta como ella conversaba con la capitana de la cabaña diez, al acercarme le pedí a Silena que nos dejara a solas por unos segundos.

── Toma ─le entregué una brocheta, las dos estábamos tensas por la presencia de la otra, me senté a su lado─ Comelo o no, no me importa.

Noté como dudaba de mi oferta, algo completamente esperable después de tanto tiempo evitándome al amenazarla cada vez que la veía.

── Sé que ustedes le hicieron el sudario a Percy ─dije sin mirarla, observando como las personas festejaban─ No me importa si le hicieron algo feo, lo que me interesa es que ustedes van a intentar vengarse porque humilló a tu padre, pero si lo lastimas te haré lo mismo ¿entiendes? ─amenacé antes de darle un mordisco a mi dulce─ Estaremos en paz si es que decides no hacerle nada.

Hubo un silencio.

── No intentaré vengarme de Percy, a menos que él me provoque ─respondió tensa.

── A menos que él te provoque ─acepté su condición, sellando el tratado de paz.

Me alejé dejándola tranquila luego de unos segundos, sentándome junto al resto de la cabaña once, el banquete iba a durar hasta la medianoche probablemente. Los gritos emocionados aumentaron cuando alguien dijo ver como ricitos había aparecido en la cima de la colina mestiza.

Tomando una corona de laureles, me coloqué cerca de la entrada de la tercera cabaña, esperando su presencia. Todos estábamos aplaudiendo a medida que caminaba a través del campamento, sonreí al ver como caminaba hacia su cabaña, por lo que necesité avanzar tan solo unos pasos para poder saltar a sus brazos, haciéndolo retroceder un poco.

Estaba vivo, Zeus le había perdonado la vida. Me devolvió el abrazo descansando su mentón en mi hombro, se sentía demasiado bien saber que mi amigo estaba a salvo, podía acostumbrarme a sus abrazos.

── Si yo tengo que usar esto tú también ─murmuré luego de unos segundos, colocando a ciegas la corona sobre sus rizos dorados─ Aún apestas...

── También me alegro que estés bien, Ada ─soltó una pequeña risa, resistí mis ganas de expresar todo lo que provocaba en mí, habían cosas más importantes.

── Ven, te debemos decir algo ─finalicé el abrazo, señalando con mi cabeza la cabaña del dios Hermes, en la que nos estaban esperando mis hermanos.

Dejando que los demás campistas disfruten del festejo, lo guié hacia mis dos mejores amigos para poder actualizarle sobre los traidores, noticia que no le gustó.

── Robó el rayo maestro ¿Por qué ella sigue aquí? ─preguntó ricitos incrédulo, estaba irritado y probablemente haría algo imprudente.

── Es complicado ─intentó aclarar Annabeth a mi lado.

── ¿Cómo es complicado?

── Todos estaban listos para unirse a la guerra para luchar entrar sí, una acusación contra Clarisse, sin pruebas, habría prendido fuego todo el lugar ─explicó Luke, dándole una palmada en el hombro para reconfortarlo─ Pero ya volviste, detuviste la guerra, salvaste al mundo ─sonrió hacia el rubio, parercía orgulloso de la gran hazaña─ Ahora podemos decirle a Quirón y terminar de limpiar el desastre, le dije que deberíamos reunirnos lejos de la celebración, para hablar sin que nos vean los seguidores de Clarisse.

── Mantendremos un ojo en Clarisse mientras se reúnen, nos aseguraremos que no se vaya ─planeó Annabeth para las dos, asentí aceptando el rol que nos asignó.

── Genial, nos reuniremos aquí luego ─respondió el mayor─ ¿Listo?

Los muchachos se marcharon luego de darnos una última mirada, por primera vez noté la forma en la que Betty mantenía su vista en Luke. Con un movimiento de cabeza Annabeth y yo nos dirigimos hacia el festejo, vigilando a lo lejos a la hija favorita de Ares. Era demasiado aburrido simplemente observarla a la distancia mientras oscurecía, por lo que fue sencillo distraerme.

Había algo que no encajaba, durante toda la misión la profecía se fue cumpliendo, excepto una sola cosa.

"Irás al oeste, donde te enfrentarás al dios que se ha revelado" contra todo pronóstico, quién se reveló había sido Ares. "Encontrarás lo robado y lo devolverás" era obvio; el rayo maestro y el yelmo. "En tus brazos, la fuerza de su protector te guiará hacia la verdad" aquí tuve mis dudas ¿Acaso Eros maquinó en favor de Percy después del puente, en el túnel o antes de irse al Olimpo... o hace poco? "Al final no lograrás salvar lo más importante" Habíamos fallado en salvar a su madre, aún cuando fue liberada después por Hades.

Era la penúltima parte de la profecía que no me cuadraba del todo "Serás traicionado por quién se dice ser tu amigo" Jackson tenía prácticamente cuatro amigos en todo el campamento, Grover obviamente no lo era, yo sé que yo no soy la traidora, Annabeth lo habría asesinado en la misión ya, tuvimos demasiadas oportunidades, el único que quedaba era... Luke... no, eso no era posible, Percy debía tener otro amigo que yo no conocía.

¿Luke? ¿Mi hermano? ¿Con el que planeaba vivir? Tenía que ser un error, él jamás haría algo así, no me haría algo así... Sabía que tras su misión, hace dos años, había cambiado pero no para convertirse en un traidor. Nunca quiso contarme sobre lo que ocurría en sus pesadillas cuando despertaba en medio de la noche agitado, pero yo creía que lo ocurrido durante esa misión lo había trastornado.

── Betty, dame tu gorra ─ordené, solamente había una forma de descubrir la verdad, mi amiga me miró confundida, jamás prestaba sus cosas─ ¡Dame la gorra, Annabeth!

No sé exactamente que fue lo que la obligó finalmente entregarme el objeto, pudo ser mi voz llena de desesperación o el hecho que le grité utilizando su nombre completo. Cuando me coloqué la prenda una sensación incómoda y algo dolorosa se instauró en mi cuerpo, todo lo que dan los dioses tiene un precio, aunque sea pequeño.

Comencé a correr por el bosque con mi espada en mano, pensando en dónde pudo haber llevado Luke a Perseo, me costaba concentrarme en los ruidos que me ayudaban a acercarme a su posible ubicación, en el campamento estaban tirando fuegos artificiales.

Aceleré mis zancadas a medida que escuchaba el choque de dos espadas, cuando logré localizarlos la escena me petrificó por unos instantes; Luke se acercaba a paso lento hacia Percy, quien estaba en el suelo lastimado.

Con tan solo unos metros separándome de ellos decidí lanzarme hacia mi hermano mayor, agarrando su torso para botarlo al suelo conmigo, tackleandolo. Con mis manos temblorosas me levanté del piso, quitándome el gorro en el proceso, tomé mi espada tal como él me había enseñado.

── Íbamos a vivir lejos de aquí, Luke... ¿Por qué estás haciendo esto? ─mi corazón me dolía, no quería creer lo que estaba sucediendo.

── Lo lamento tanto, Andrómeda, no lo entiendes aún ─quería pensar que a él le dolía tanto como a mí y no intentaba manipularme, se levantó tomando una espada, sus movimientos eran cuidadosos, procurando que yo no lo atacara─ Nuestros padres son demasiado peligrosos, esto lo hago para protegerte.

── ¿Para protegerme? ¿Te uniste a Cronos para protegerme de una madre que jamás tuve? ─pregunté con lágrimas bajando por mi rostro, el agarre de mi espada se hizo más apretado pero mi temblor era notorio─ ¿Rompiste nuestra familia para vengarte de un sólo ser?

── Esto es más grande que nosotros, Cronos nos dará una nueva Era Dorada, sin dioses que nos aplasten ─me explicó con dolor en sus ojos─ Sin ellos en nuestro camino no habrá más sufrimiento, tendremos todo lo que necesitábamos.

Si escogía quedarme estaría traicionando mi corazón, pero si decidía irme con él estaría dejando a todos los que apreciaba, sabía que tenía que escoger pronto, lo ético o a mi hermano mayor. Escuché como detrás mío Percy se quejaba del dolor, sintiendo como hería mis propios sentimientos, me coloqué en una posición defensiva.

── Todo lo que necesitaba era que estuvieras a mi lado... no me importaba ser ignorada por mi madre si tú estabas conmigo.

── Estoy de tu lado ─deseaba creerle, noté como iba retrocediendo hacia la estructura, entre dos columnas parecía haber una especie de portal─ Los dioses son mi enemigo, esta es la única manera de estar a salvo de ellos... ¿Qué dices, gruñona? ¿Vienes conmigo?

── Me— Voy a... ─no quería decir las palabras, no quería decidir entre los dioses y el chico que me crió, deseaba irme con él, pero eso significaría dejar a Annabeth, GG, Grover y Percy─ N-No puedo, no puedo Luke... Me voy a quedar con los míos.

Se quedó en silencio mientras me veía de una manera que sentí mi corazón destrozarse, intercalando su mirada entre Jackson y yo, quería irme con él pero eso significaba unirme a un Titán que no hacía más que manipular, se tomó unos segundos para decidir que hacer, cuando finalmente pude mover mi cuerpo para intentar atacar había sido todo en vano, él simplemente se adentró en el portal sin mirar atrás, esfumándose... Dejándome en medio del oscuro bosque llorando por su ausencia.










EL CAMPAMENTO ESTABA cada vez más vacío, la mayoría de semidioses comenzaban a regresar con sus familias al ser el último día de verano, Georgia fue la primera en irse, dejándome sin compañía en la cabaña. Por lo que supe Annabeth había comenzado hablar con su padre, tenía la esperanza de arreglar las cosas entre ellos.

No quería despedirme, me negaba rotundamente ver a todos mis amigos marcharse, sin embargo algo me motivó a ir hacia la colina mestiza. Afortunadamente logré alcanzarlos, Grover, Percy y Annabeth de encontraban a pocos metros de Thalia en un abrazo grupal, sonrieron al verme trotar hacia ellos.

── Pensé que te ibas a quedar encerrada ─comentó mi chica abrazándome, tal vez el despedirme de ellos no era mala idea.

── No podía quedarme sin verte por última vez ─respondí acabando el abrazo, notando como Grover tenía una hermosa flor blanca como ramillete─ ¿Te dieron la licencia?

── Sí, oficialmente estoy autorizado para buscar a Pan ─los tres estaban felices, sus vidas continuaban e iban a cumplir sus sueños.

── Estoy muy orgullosa de ti ─dejé caer mi mano en su hombro, como gesto de apoyo─ Supongo que tendré que esperar sus mensajes iris.

── Ni lo dudes, gruñona ─ya no me gustaba ese apodo, pero no podía decirle aquello a Annabeth─ No nos hagas perder la racha de victorias.

── Intentaré que los Stoll me escuchen entonces ─debía demostrar que era digna de la protección de Eros y Afrodita, tenía que tener gloria─ No soy hija de Hermes como para ser capitana.

Hice mi mejor esfuerzo para no demostrar mis verdaderas emociones, no deseaba que se enteraran como aún me sentía dolida por lo sucedido hace una semana. Había sido culpa mía no haber notado su cambio, tuve que haber insistido en ayudarlo cuando regresó de su misión, al menos ahora tenía la oportunidad de mejorar las cosas para los demás.

── Mi padre ya llegó por mí, nos vemos en el verano ─anunció Annabeth ansiosa, dándome un fuerte abrazo antes de bajar corriendo.

Todos los que consideraba mis hermanos se habían marchado oficialmente.

── Si un día vas a Manhattan podríamos vernos ─me murmuró ricitos abrazándome de forma repentina, dándome una sonrisa brillante que se me hizo imposible no corresponder.

── Tal vez en alguna excursión de invierno me escape para tomar tu palabra ─contesté con el mismo volumen, cerrando mis ojos por unos segundos, era tan reconfortante─ Así que intenta seguir vivo para entonces...

El abrazo terminó al igual que el verano, Percy regresaría con su madre, Grover iría en busca de Pan y Annabeth intentaría conectar nuevamente con su padre... ¿Y yo? Yo me quedé totalmente sola en un campamento que debía sentir como mi hogar.

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(AUTHOR'S NOTES): Ay, hola
si me dio pena cuando escribí
la escena de Luke y Ada pipipi

Bueno, con esto debo dar por
finalizado el primer acto de la
historia ¡Nos vemos en el
siguiente! Que ya está más que
terminado kfndkd.

[2.808 palabras]

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