010
"The lightning thief"
Acto uno. Décima escena.
› › tying you to me?
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ESTABA SENTADA JUNTO a Annabeth mientras ella y Grover utilizaban los pocos rayos de sol que ingresaban por un conducto en el techo, con la esperanza que con los reflejos de su cuchillo se pudiera llamar al campamento. Percy despertó lentamente, observando todo lo que ocurría antes de sentarse al otro lado de la paja, dejando a Annabeth al medio.
── Ahí, tengo señal ─frente a nosotros se generaba un arcoiris, por un segundo pensé en Georgia, recordando mi tarea lancé el dracma de medusa hacia los destellos de colores, provocando que la moneda desapareciera con un destello morado.
── Esto no para de ser raro ─comentó ricitos observando todo lo que hacíamos.
── Si quieres la atención de los dioses, toca pagar ─explicó antes de cerrar sus ojos para poder comunicarse con la madre de GG─ Oh, Iris, diosa del arco iris, te ruego que aceptes mi ofrenda ─miramos hacia los destellos, esperando un cambio para saber si nuestro pedido era aceptado─ Bien, enséñame el campamento mestizo, el despacho de Quirón.
Los destellos se fueron ajustando hasta dar la forma de alguien, Luke estaba frente a nosotros.
── ¿Annabeth? ¡Andrómeda! ¿Están bien? ─su voz sonaba con eco.
── Sí, estamos bien ─respondí con una sonrisa, extrañando a mi hermano mayor─ ¿Cómo está GG?
── No deja de decir que te extraña ─asentí mientras lo oía, también la extrañaba─ Siempre dice que cuando su "Ada" regrese le va a dar pulseras.
── ¿Dónde está Quirón? ─consultó mi amiga confundida, se supone que habíamos llamado a su despacho.
── Está con las manos atadas, todos piensan que vamos a la guerra, así que las cabañas están tomando partido ─abrí los ojos impresionada, era algo esperable pero no tan pronto, nosotros seguimos en la misión que podría detener todo─ Por favor, díganme que llamaron con buenas noticias.
── Sabemos quién robó el rayo ─le confesó ricitos, sabíamos que Luke le iba a informar todo a Quirón para poder calmar todo.
── ¿Cómo lo saben? ─por un segundo un pensamiento cruzó mi mente haciéndome suspirar, fue tan fugaz que jamás supe que había sido.
── Apareció Ares, con Grover lo hicimos hablar y vimos como él sabía quien era el ladrón, pero lo estaba encubriendo ─explicaba Annabeth de forma rápida─ ¿Y quién protegería Ares además de...?
── Su hija favorita ─comprendió el pelinegro, pude notar como estaba impresionado─ Clarisse robó el rayo.
── Quirón debe arrestarlo y averiguar lo que sabe ─mientras ricitos hablaba, con Chase compartimos una breve mirada─ Esto no es solamente del rayo, hay algo mucho más grande. No me preguntes como lo sé, debes confiar en mí.
── Está bien, lo voy a hacer ─se tomó unos segundos para volver a hablar─ Conque Ares ¿Qué tal fue?
── Bueno, comparado con el Quimera el lunes y con Medusa el domingo, podría haber ido peor.
── Medusa fue el sábado ─corregí mirando hacia mi pulsera─ El domingo estábamos en el tren y no hubo monstruos, el lunes moriste en el río.
── Bueno, entonces lo de Medusa fue el sábado ─asintió mientras ordenaba los eventos en su cabeza.
── Chicos ¿Esto que es? ─vimos a Luke con confusión─ ¿Desde cuándo se convirtieron en un viejo matrimonio?
── Esto no es nada, gruñona le dio un apodo, lo abrazó y ya no lo insulta ─añadió Annabeth riendo, miré hacia el techo avergonzada, intentando lucir desinteresada.
── No es por cambiar de tema, pero lo haré ─nos salvó ricitos, incómodo─ Nos vendría bien tus consejos, estamos yendo hacia las Vegas para buscar a tu padre- ─Oh no, agradezco a los dioses porque Annabeth reaccionó rápido y alejó su cuchillo, cortando la llamada─ ¿Y eso?
── No puedes preguntar a Luke por su padre, si le dices que vamos a ver a Hermes, intentará disuadirnos ─aclaró intentando razonar─ Ahora mismo, no lo necesitamos.
── Asume que nadie se lleva bien con sus padres, por favor ─quería evitar más de estos momentos incómodos.
Grover se acercó hacia nosotros con una sonrisa, los tres nos levantamos para poder verlo mejor.
── Bueno, tengo noticias: la gente que maneja este camión no es gente buena, son traficantes ─claramente debíamos liberarlos cuando lleguemos a las Vegas─ Ellos ya tiene un plan para escapar, también para nosotros, algunos de ellos son super listos ─su tono de voz me dio ternura, la fascinación que sentía hacia la naturaleza era extraordinario─ Solo les falta una pieza del puzzle para abrir las jaulas, dedos, pero estamos aquí, así que todo bien.
── ¿Y después de que abramos las jaulas? ¿Acaso tienen un plan para después? ─interrogó Chase, siempre haciendo las buenas preguntas.
── Si, muy elegantes, estos chicos son... son como artistas.
No lo fueron.
Los liberamos a la primera oportunidad, el camión se había detenido en el centro de nuestro destino ante un semáforo rojo, por lo que Percy y yo abríamos las jaulas con nuestras espadas, los demás se enfocaron en abrir puertas, permitiendo que los animales salieran huyendo rápidamente, asustando a los turistas en el proceso.
── ¿Estarán bien? ─preguntó ricitos hacia su amigo, acomodando su mochila en el proceso.
── No te preocupes, tienen mi bendición de sátiro ─contestó sonriendo, maravillado al ver como los animales huían de las personas─ Están a salvo hasta que encuentren refugio.
── ¿Por qué no nos echas una de esas bendiciones a nosotros?
── Sólo funciona con animales salvajes ─explicó.
── Así que solamente afectaría a Percy ─razonó Annabeth.
Ni siquiera tuve tiempo de ocultar mi risa, no me esperaba tal remate, entre carcajadas choqué los cinco con mi amiga. Ricitos solamente me miraba quieto, asumo que estaba indignado ante aquella broma.
── Como sea ─rodó los ojos fastidiado─ ¿Cómo sabremos cuál es el hotel Lotus?
Annabeth miró hacia nuestro alrededor, sonriendo en el proceso── Me imagino que es el que tiene un Lotus en él.
LA ENTRADA ERA una enorme flor de neón, cuyos pétalos se encendían y parpadeaban, nadie salía ni entraba, pero las brillantes puertas cromadas estaban abiertas, el aroma del lugar era dulce, calmando nuestros cuerpos.
Habían salas de juegos gigantes con cientos de videojuegos, toboganes de agua que rodeaban los ascensores de cristal como una serpiente, incluso un muro de escalar a un lado. Todo lo que alguien podría desear, además por todas partes se lograban ver camareros y bares que servían variedades de comida.
── Sé que tenemos que salvar el mundo, pero ¿Sería poco profesional si nos quedamos un rato? ─Jackson avanzó un paso antes de que lo agarrara desde la manga de la mochila, obligándolo a retroceder.
── Encontramos a Hermes, conseguimos que nos lleve a Los Ángeles, le pedimos que nos muestre una forma de llegar al inframundo y nos vamos a los diez segundos ─nos describió el plan Annabeth, Percy intentó nuevamente avanzar.
── Alto ahí ─lo miré de reojo, notando como me hacía caso.
── ¿Leíste la Odisea? ─consultó el sátiro.
── La novela gráfica ─alcé una ceja, juzgandolo─ Cuenta.
── Odiseo llega a una playa, están estos hombres que han olvidado de donde son, olvidaron todo lo que les importa, y les pasa eso porque comen flores de loto ─miramos a nuestro alrededor, todo lo que estaba allí estaba hecho para tentarnos─ Si entramos ahí y lo olvidamos todo, sería malo en muchos niveles.
── Pero si Hermes está ahí ¿Qué otra alternativa tenemos? ─cuestionó antes de ver hacia mi mejor amiga─ ¿Qué opinas, sabionda?
── Solamente no comamos nada ─nos miró a Grover y a mí antes de comenzar a caminar.
── ¿Por qué nos miraste cuando dijiste eso?
El lugar estaba lleno de personas, disfrutando de todas las distracciones que el hotel les proporcionaba, observando como habían personas con ropa de distintas épocas.
── Vamos a dividirnos ─propuso Annabeth al notar como el lugar era tan grande y lleno de gente que iba a ser casi imposible encontrarlo.
── Pensé que ya no hacíamos eso ─nos detuvo ricitos─ Además, ustedes ya lo han visto pero yo no, así que de poco serviré yendo solo.
── Tú ve con Betty ─ordené señalando a mi amiga con mi cabeza, era lo más sensato aliarlo con la más inteligente─ Grover ve hacia los juegos y yo iré hacia el otro lado, nos vemos aquí como en veinte minutos ¿Quedó claro?
── Sí, señora ─aceptaron al unísono, aunque Grover titubeó antes de alejarse─ ¿Qué debería decirle si lo encuentro primero?
── Nada, me vas a buscar y me llevas hasta él ─contestó Annabeth.
No tardamos demasiado en separarnos, íbamos muy justos de tiempo como para perderlo, por lo que fui pasando entre las personas en busca del Dios, acercándome a sectores que supongo que le interesarían al dios de los ladrones, pero algo me hizo detenerme, un hombre de cabellera rubia, ojos celestes con destellos rosados y dorados. Era el hombre de mis antiguos sueños.
Me acerqué a paso lento hacia él, parecía notar mi presencia al dejar su vaso de licor sobre la mesa mientras sonreía, no me iba a tomar más que unos minutos hablar con él.
── Andrómeda Miller, es un placer poder hablar contigo de nuevo ─me senté en la silla continúa, hipnotizada por sus ojos irreales─ Estás cada vez más grande.
── ¿Cómo sabes mi nombre? Pensé que habías sido mi imaginación ─murmuré notando su cuerpo robusto, de guerrero.
── Era lo más seguro para ti creer eso, mi abuelo estaba comenzando a sospechar sobre mí ─comenzó a jugar con su vaso, noté como después de todos estos años él lucía idéntico a mis sueños, nunca envejeció─ Como Dios no puedo mostrar favoritismo, así que jamás te pude ayudar directamente con los peligros...
── ¿Dios? ¿Eres un...? Hijo de Ares y su novia, Afrodita ─razoné incrédula─ Eros... ¿Por qué estás haciendo todo esto?
── Estuve presente desde sus primeras vidas, también en la segunda ─sonrió tomando un sorbo del líquido─ Con mi madre nos llamó la atención como solamente una de mis flechas provocó una unión tan fuerte, solamente bastó flechar a Perseo cuando volaba con su pegaso como para que el amor entre ustedes perdurara por encima del tiempo.
── ¿Huh?
── He estado preparando tu cerebro durante este tiempo para esta conversación, los sueños que haz tenido fueron reales ─me miró de forma encantadora, analizando cada parte de mi ser─ Hay algo que te atormenta, debes arreglar esos problemas antes de que se junten en esta vida de nuevo.
── No me atormenta nada ─respondí a la defensiva, jugando con mi pulsera.
── No me puedes engañar, Andrómeda, llevamos tres vidas tuyas conociéndonos ─se reía disfrutando de mi actitud, ahí fue cuando lo noté, aún siendo el dios del amor, él seguía siendo un hijo de Ares─ Desde ese día que Perseo te salvó no he interferido en su amor, están cumpliendo algo que él mismo te prometió.
── "Reencarnaríamos mil veces, en cada vida encontraríamos el camino de regreso el uno al otro, amándonos con la misma intensidad en cada una de ellas" ─recité de memoria, bajando mi mirada lentamente, intentando digerir todo.
Sonrió al escucharme.
── Entonces dime lo que te atormenta ahora ─me miró expectante, su presencia no se sentía tan diferente como aquellas brisas durante mis días solitarios, el café en el tren o esa presión en mi brazo cuando estaba con Ares.
── He mejorado las cosas que me hacían un pecado, soy lo suficientemente fuerte para proteger a todos, pero no sé si alguno es capaz de protegerme sin esperar nada a cambio... ─suspiré mirando hacia el suelo, comenzando a jugar con mi pulsera─ Sé que todo es mi responsabilidad, estoy haciendo lo mejor que puedo, pero no parece ser lo suficiente...
Tal vez si cumplía con todos mis deberes como semidiosa podría tener una vida tranquila en el futuro.
── Eres la niña más valiente que he conocido ─lo volteé a ver, no estaba acostumbrada a oír aquellas palabras, colocó una mano sobre mi espalda para consolarme─ ¿Y qué pasa con tus amigos? Sé que tienes algunos...
── No lo entenderían ─noté en sus ojos como esperaba que me explicara, suspiré acomodandome en mi silla─ Annabeth y Luke son como mis hermanos, pero sé que tienen una conexión más fuerte, una que jamás podré tener con ellos... Percy tiene a Grover, se conocían desde antes por lo que es la misma vieja historia... GG es amiga de todos, y es muy pequeña como para pensar que podría acudir a ella...
── ¿Cómo te hace sentir todo eso?
── Me siento... ─tragué saliva mientras evitaba su mirada─ Me siento sola... No tengo a nadie completamente a mi lado, no tengo a nadie que me perdone por todos mis errores... ─sentí como lágrimas caían por mi rostro, miré hacia el techo para evitar que me vea así─ Tuve que haber ido a buscar a Peter en vez de huir como una cobarde, era mi responsabilidad, debía retirarlo de su escuela para que pudiera cenar en casa, debía estar preparando su comida en vez de estar corriendo... Le fallé como hermana mayor... Incluso alguien tan tonto como yo puede ver que soy una gran decepción...
── No fue tu culpa, estabas corriendo por tu vida, si hubieras ido a buscarlo habrías muerto ─me acercó más hacia él, atrapandome entre sus brazos en un abrazo, comencé a llorar más fuerte, alguien me estaba abrazando a mí, no yo a él─ Así como hay cosas que pasan por algo, hay cosas que no pasan por algo... Cariño, no eres una decepción. Estoy muy orgulloso de ti ─aquello terminó de romperme─ No tienes que arreglar todo.
── Tengo que hacerlo ¿De qué otra forma mi madre podría verme? ─murmuré dentro del abrazo─ Durante esta misión he estado escuchando a... ─me quedé en silencio, sabía que había viajado con gente pero no recordaba sus nombres─ He estado escuchando como su padre ha estado ayudándole, eso quiere decir que los dioses si pueden cambiar... Eso significa que mi madre es capaz de cambiar pero yo no soy lo suficientemente digna para ese cambio...
── A mi me importas, a mi madre le importas ─lo miré por unos segundos, sabía que lo decía de verdad, siempre estuvo conmigo de alguna forma─ La última vez que nos vimos te dije algo sobre cómo ellos estaban a punto de descubrir la verdad...
── ¿Cuál verdad? ─me separé del abrazo, secándome mi rostro mojado.
── Luego de tu última muerte, hubo una profecía que estuve ocultando por varios años, pero casi lo descubrieron cuando notaban como desaparecía constantemente para cuidarte ─fue explicando terminando su vaso con alcohol─ Sé de lo que eres capaz pero hay cosas peligrosas que vienen detrás de ti, entre todo el caos intenté protegerte...
» Durante la tercera noche de tu muerte, el oráculo dijo: "Al final del camino, un sacrificio deberá hacer, para salvar lo más preciado y el mundo proteger. A través de pruebas y peligros sin fin, la fuerza de su espíritu prevalecerá sin fin. En su sangre correrá el poder ancestral, despertando la ira y el miedo de lo celestial."
── ¿Y crees que esa profecía se trata de mí? ─estaba escéptica de lo que estaba escuchando.
── Sé que se trata de ti, eres más que la hija de alguien, la hermana mayor de alguien ─se levantó de la silla, observando detrás de mí─ Eres suficiente y talentosa, Andrómeda.
Queriendo saber lo que había visto me giré a ver, sin embargo no noté nada en especial, por lo que regresé mi vista hacia Eros, había desaparecido. Confundida me levanté de la silla, buscando a mi alrededor al Dios.
── ¡Andrómeda! ─fruncí el ceño al escuchar como alguien me llamaba, girándome a ver a la misteriosa persona, observando como un grupo de niños corrían hacia mi─ ¡Vámonos de aquí!
Me vi obligada a cerrar los ojos momentáneamente por el cabello resplandeciente del chico rubio, quién tomaba mi muñeca para poder salir corriendo del lugar. Estaba totalmente confundida, algo en sus ojos brillantes me decía que debía confiar en él, su forma de mirarme me indicaba que me protegería de cualquier cosa o persona... si él era el peligro que debía de huir, estaba totalmente pérdida.
── ¿Quiénes son? ─pregunté siguiendolos.
── ¡Somos tus amigos! Ahora mismo no te podemos contestar mucho, estamos corriendo contra el tiempo ─respondió el chico, su hermosa voz me hizo sonreír.
¿Dijo que eran los tres mis amigos? Tenía amigos ¿Entonces él era solamente mi amigo?
Llegamos hasta el subterráneo estacionamiento del lugar, no sé de qué estábamos huyendo pero parecía que no nos seguía, aún cuando estábamos caminando por el lugar, el de cabello rizado no me soltaba, supongo porque seguía sin saber a donde íbamos.
── Vale, el dios de los viajeros ¿Qué auto tendrá el dios de los viajeros? ─preguntó mirando hacia nuestro alrededor.
── Chicos, hasta ahora debo decirles que está misión es muy emocionante ─habló el sátiro─ Ojalá encontremos el auto.
── ¿Esa es la misión? Para eso no hubiera venido ─bufé amargamente en una queja, que misión tan decepcionante.
── Encontrar el auto no es la misión ─aclaró la chica, huh, era bajita.
── Se los explicaremos luego ─el rubio me sonrió ¿Por qué me miraba así? Que alguien le diga que deje de mirarme con sus ojos tan hermosos─ Ahora mismo estamos apurados.
── ¿Estamos atrasados? ─interrogó el sátiro decepcionado.
── Muchísimo.
── ¿Es por nosotros? ─preguntó el chico moreno con cuernos, dudé deteniéndome, dejando que los otros dos siguieran avanzando, me imagino que se tardaron más buscándome.
── Está bien, todo saldrá bien ─me dijo el rubio con una sonrisa suave, aún sujetándome de la muñeca─ ¿Qué estabas haciendo en el bar?
── Oh, estaba hablando con Eros ─sonreí, escuchando su gesto de sorpresa─ Fue muy lindo, me abrazó mientras me decía algo...
── ¿Qué te decía? ¿Por qué te abrazaba?
── Haces muchas preguntas ─lo miré con una ceja alzada, podré haber dejado que tres desconocidos me llevaran hasta un estacionamiento, pero no les iba a decir sobre la profecía─ Me estaba cuidando.
── ¡Chicos! ─la niña nos llamó, había encontrado el supuesto auto, un taxi, que triste─ Nos dejó una nota ─nos mostró un sobre que decía "para los niños tontos"─ Puerta trasera al inframundo, palabra mágica, mapa en la guantera... pone que seremos viajeros al llegar a la calle, y que el auto nos llevará adónde queramos.
── Así que solo hace falta que uno de nosotros lo saque del garaje ─voltearon a ver al sátiro, quién parecía tan confundido como yo, por lo que se negó rápidamente─ Sí, a ver, maté a un Minotauro al primer intento ¿Cierto? ─jugó con las llaves del auto, haciéndome sonreír─ No será tan difícil.
── ¡Genial, transporte gratis! ─festejé acercándome, aún sonriendo, escuché como susurraban entre ellos algo mientras me subia al auto en la parte trasera.
Sentí que mi vida estaba en peligro.
El chico de piel blanca no dejaba de chocar por todas las superficies posibles, avanzando de forma pausada que me hacía aferrarme a mi asiento con arrepentimiento, luego de mucho esfuerzo nos detuvimos frente a la salida, era una curva pronunciada y el chico apenas pudo avanzar unos metros de forma recta.
── Tranquilo, son solo un par de metros, solamente avanza lentamente ─intenté motivar de forma calmada.
Apretando el manubrio con fuerza, avanzó lentamente. Le sonreí viéndolo por el retrovisor, lo estaba haciendo tan bien que me devolvió el gesto en grande, orgulloso de si mismo, sin embargo, al estar mirándome provocó que el taxi se arrastrara hacia un lado, y el lateral del vehículo golpeara la pared, se puso nervioso y eso empeoró todo, al menos logramos salir con vida.
Fue muy confuso, estábamos saliendo del estacionamiento y de repente nos encontrábamos en medio de una playa... Playa...
── Percy ─murmuré agitada, estuvimos apunto de tener un accidente─ ¿Estás bien?
── Sí ¿Y tú? ─respondió aún asustado por lo que había sucedido, asentí sacándome el cinturón─ ¿En dónde estamos?
── Apaga las luces ─ordenó la chica... Annabeth, los cuatro nos bajamos del auto, estaba lloviendo.
── Esperen, los recuerdo ─avisó Grover a mi lado, empapado─ Que raro que Andrómeda y yo olvidamos más que ustedes ¿Por qué será eso?
── No estábamos solos, es fácil olvidar lo importante cuando estás solo ─analizó mi mejor amiga mientras la abrazaba, sus palabras habían sonado tan lindas.
── Hora de conocer a mi padre ─comentó ricitos, suertudo.
── Estaremos aquí cuando vuelvas ─le informó su mejor amigo, asentí estando de acuerdo, dándole una pequeña sonrisa llena de confianza en él.
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(AUTHOR'S NOTES): Holaa
quise esperar a subirlo hasta que
hubieran más interacciones ndnd
¿"El ladrón del rayo" o el ladrón
del corazón?
El resumen se basa en:
A con Eros: My life is the crown and
yours is politics
Percy con Ada: Walking like a dog
Ada con P: Don't save me, I don't
want to be saved
[3.400 palabras]
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