008

"The lightning thief"
Acto uno. Octava escena.
› › this place is a circus

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MIRABA HORRORIZADA TODO lo que se había montado afuera, bomberos, policías, reporteros y ambulancias de San Luis habían llegado en tan solo unos minutos. Mi corazón se detuvo al notar como en el punto más alto del arco había un gran agujero, me toqué el pecho llena de preocupación, Percy se había sacrificado por nosotros.

── Nos están mirando ─la voz de Grover me permitió dejar de observar la explosión para poder verlo a él─ Deberíamos irnos ¿no creen? Nos están mirando directamente a nosotros.

── Tal vez Percy regrese ─hablé acariciando mi pulsera, sintiendo de repente como el dolor de mi corazón se desvanecía─ Está vivo, lo puedo sentir...

El sátiro me volteó a ver por unos segundos, desearía saber lo que estaba pensando del disparate que estaba diciendo, para suerte mía, Annabeth no nos estaba escuchando. El chico asintió como si lo que acababa de decir tenía algún sentido, por lo que agarrando el brazo de nuestra amiga, comenzamos a buscar a Jackson, gritando su nombre con la esperanza de encontrarlo cerca del muelle.

Me paralice por un segundo al observar como Percy salía del río totalmente empapado, su cuerpo había vuelto a tomar color, suspiré aliviada avanzando hacia él mientras se disculpaba por habernos empujado. Lo abracé con fuerza, atrapandolo en su sitio, sin importarme que estuviera mojado, sentí mi cuerpo relajarse cuando me correspondió. Mi amigo había vuelto de la muerte.

── Entonces... no estás tan muerto como pensamos ─me separé lentamente a medida que Grover comenzaba a hablar.

¿Acababa de abrazar a ricitos? Finjamos que aquello jamás pasó.

── Sorpresa ─sonreí al oír nuevamente su voz irritante.

── ¿Qué pasó?

── ¿La versión corta? Debemos ir a Santa Mónica, mi padre me va a ver allá, nos va a ayudar.

Retrocedí unos pasos, él era semidiós hace menos de un mes, y ya había sido reclamado, iba a ir a conocer a su padre -uno de los tres grandes- y comenzaba a formar parte de su vida, mientras que yo llevo más de cinco años y me podría considerar afortunada porque mi madre aceptó que era su hija, y aún así habían muchos sin ser reclamados, pero Percy lo logró en unas semanas.

Lo miré por unos segundos a medida que los tres hablaban sobre lo que deberíamos hacer, aún con su cabello mojado podía sentir la intensa energía que irradiaba como si fuera el sol resplandeciente en un cielo despejado, cada vez uno estaba lo suficientemente cerca se podía sentir la brisa acariciando las olas del mar, sus ojos brillaban con la profundidad del océano en una noche estrellada, y su sonrisa burlesca era como un destello de luz que ilumina incluso los rincones más oscuros del alma, dejando un rastro de esperanza y alegría a su paso.

── Hay un pequeño problema con el plan: la policía piensa que estrellamos el tren de Amtrak y luego hicimos eso ─Grover apuntó hacia el arco Gateway en llamas.

── ¿Eso no hace que sea más difícil subirnos a un tren, un bus o cualquier cosa que requiera un boleto?

Debíamos caminar.















CAMINAMOS POR LA carretera alejándonos de San Luis, solamente nos quedaban ocho días para el solsticio de verano y no sabíamos cómo llegar a Santa Mónica.

── Chicos, estuve pensando que está misión es más difícil de lo que pensamos, porque yo sé que no robé el rayo maestro y ni que ustedes lo robaron, solamente sabemos que Hades puede ser que lo haya hecho... pero no porqué, ni para qué, esto puede ser más grave de lo que creemos ─los tres miramos con obviedad al rubio, había que ser demasiado lento para darse cuenta tan tarde─ ¿Soy el último en pensarlo?

── ¿Tú qué crees, Sherlock? ─él pudo vencer un Minotauro pero se tarda días en realizar algo así, increíble.

── ¿Más apodos? Esto es increíble ─refunfuñó viéndome de reojo─ Tal vez cuando empezamos no estaba tan concentrado en esto, pero desde el río... Todo se siente diferente de alguna forma, él me salvó, mi papá. Supongo que nunca pensé que él haría algo así por mí. Quizás tengo que empezar a tomarme las cosas más en serio.

El ruido de una motocicleta nos llamó la atención, sabiendo que corríamos peligro de que nos reconozca por las noticias, decidimos escondernos detrás de las barreras de hormigón que separaban la carretera del prado para esperar que nos pasará y se alejara.

── No digo que hay que regresarlo solamente, puede que tengamos que actuar como detectives ─bufé irritada al oírlo, deseaba que se callara─ ¿Por qué estás siendo mala conmigo de nuevo? Pensé que superamos esa etapa.

── Estás alucinando ─puse mis ojos en blanco con claro fastidio.

── No estoy alucinando, me has estado atacando desde el muelle, oh...─finalmente se calló, al menos por unos segundos─ Entiendo, no es necesario darle importancia... Que me hayas abrazado ─escuché como Annabeth y Grover jadearon con incredulidad─ O sea, somos como amigos ahora, es algo que los amigos hacen.

── ¿Qué abrazo? Probablemente el veneno afectó a tu cerebro, jamás te abracé ─me crucé de brazos viendo hacia el frente, colocándome a pensar en el trayecto que estábamos haciendo, dándome cuenta de algo extraño─ Annabeth, estás muy callada desde el arco...

── Vi a las moiras ─confesó tras un gran suspiro, la miré inmediatamente llena de preocupación─ Allá en el arco, vi a las tres Moiras y vi a Átropos cortar un trozo de hilo.

── Las tres Moiras dejen el hilo de la vida de todo ser viviente ─explicó Grover a ricitos─ Si ves un hilo cortarse, significa que uno de nosotros va a morir pronto, es un presagio.

── Está bien, debemos hablar sobre todo esto del destino ─cada vez se escuchaba más cercana la motocicleta─ Tres ancianas con un ovillo de lana no pueden saber qué pasará, lo que elijo hacer modifica lo que va a ocurrir, lo que significa que puedo escoger cualquier cosa que quiera.

Tran pronto como ricitos terminó de hablar se escuchó como la moto se detuvo cerca de nosotros, por lo que con cuidado los cuatro nos asomamos levemente a medida que la voz de un hombre nos ofrecía ayuda.

El sujeto era horriblemente intimidante, tenía el rostro más cruel y brutal que he visto, en sus mejillas habían cicatrices probablemente como consecuencia de varias peleas, iba vestido con una camiseta de tirantes rojas, pantalones negros y un abrigo de cuero negro.

── No necesitamos su ayuda, gracias ─dijo Annabeth mientras nos escondíamos nuevamente.

── ¿Están seguros? Porque ustedes están súper atrasados ─con una sincronía los cuatro nos levantamos, permitiendo que el hombre nos viera por completo─ El solsticio de verano es en pocos días y aunque me encantaría ver qué estalle una buena guerra, como su primo mayor, siento que quizás los quiera ayudar.

── ¿Primo? ─preguntó ricitos confundido, no lo culpo.

── Ares ─aclaró Annabeth seria, estábamos frente al Dios de la guerra, la violencia, la confusión y la ira. Su trabajo no tenía balance, supe que debía rechazar su presencia, era todo lo que mi madre odiaba.

── Tú debes ser la hija de Atenea, siempre debes ser la más inteligente del grupo ─sus palabras estaban llenas de veneno ¿Cómo se atreve a referirse a Annabeth así? Agarré el mango de mi espada.

── ¿Por qué nos ayudarías? ¿Cómo es que siquiera sabes lo que estamos haciendo?

── Porque estoy haciendo lo mismo que ustedes, Zeus mandó a todos sus hijos a buscar el rayo maestro ─la presencia de Ares provocaba en uno ira, rencor, amargura, los mismos sentimientos que provocaban sus hijos─ Miren, tontos. Tengo hambre, hay un restaurante algo decente en el camino. Si quieren mi ayuda, ahí estaré, pero no pierdan el tiempo, no esperaré para siempre.

Se puso sus lentes de sol oscuros y se marchó, debía de admitir que se veía genial en la moto, tal vez debería ahorrar para comprarme una moto cuando tenga la edad suficiente.

── ¿Ese es mi primo? ─ricitos aún no podía procesar toda la interacción que hubo─ ¿Qué clase de familia es esta?

── Agradezco no estar dentro de su círculo genealógico ─noté como me miraba confundido, él seguía siendo nuevo en todo esto, comenzamos a caminar a medida que le explicaba─ Némesis es hija de dos primordiales, los primordiales fueron los primeros inmortales en existir, son más como esencias importantes del universo.

── ¿Entonces no estamos emparentados? ─negué con la cabeza ante su duda.

Luego de media hora caminando, llegamos al restaurante más próximo con la esperanza de encontrarnos con el Dios dentro. No habíamos comido desde la mañana en el tren y no nos duchábamos desde que dejamos el campamento mestizo, desafortunadamente se notaba demasiado.

Al ingresar al local buscamos con la mirada al idiota, su risa psicópata nos hizo saber que estábamos en el lugar correcto, nos acercamos hacia él notando como seguía mirando su celular y se reía. Solamente cuando comenzamos a sentarnos frente a él se dio cuenta de nuestra presencia.

── Denme un segundo, acabo de iniciar una pelea en Twitter ─¿Qué era Twitter? Da igual, si Ares estaba allí significa que es un mal lugar─ Nada me hace más feliz que una pelea a la antigua que enfurezca a todos. Bien, listo ─dejó caer su teléfono sobre la mesa para poder dirigirse a nosotros de forma apropiada─ Entonces, su misión va a fallar, pregúntenme como lo sé.

Sobre la mesa habían dos platos grandes con hamburguesas y papas fritas, comida que no podríamos encontrar en el campamento, ya que, debíamos comer sano. Acerqué el plato de papas hacia Grover, era lo único que podía comer, tras acercarle la comida, agarré una de las hamburguesas para poder comer mientras todos hablaban.

── Para empezar... ─desde su celular nos mostró una noticia de un viejo feo que hablaba sobre ricitos.

── ¿Quién es ese? ─preguntó Grover preocupado, estábamos cada vez más expuestos en los dos mundos.

── Mi padrastro ¿Qué está haciendo?

❝¿Un chico tan desquiciado? ¿Qué es lo que no haría?❞ Estaba culpando a Percy sobre la desaparición de su mamá, tosí ante la impresión, no sabía quien era el viejo pero estaba en mi lista luego de Atenea.

── El FBI ya está difundiendo tu foto ─anunció el Dios con una sonrisa de satisfacción.

── Lo voy a matar ─al escuchar la declaración de ricitos sentí como tocaban mi brazo izquierdo con calidez que se propagaba como veneno por todo mi cuerpo, me giré para poder ver quién había sido pero no había nadie.

Me iba a volver loca.

── Sabía que me ibas a caer bien ─era obvio que iba a decir algo así, le encantaba la violencia─ Pero estoy seguro de que las chances de ustedes, tontos, haciendo dedo el resto del viaje a L.A sin ser arrestados son casi nulas.

── ¿Entonces por qué estás aquí sentado? ─la voz desafiante de Annabeth me hizo mirarla, regresando a la conversación mientras comía─ Si se supone que también debes estar tras el rayo maestro ¿No deberías estar afuera buscándolo?

── No hay miedo en ti ¿cierto? ─parecía insatisfecho por la actitud que mantenía mi amiga─ No importa, ya sea que el rayo sea recuperado o no, Zeus irá a la guerra con Poseidón.

Miré a los demás con confusión, entonces la misión no tenía sentido, todo esto se trataba de prevenir que eso suceda ¿Pasamos por todo esto para nada?

── No, el oráculo dijo que si devolvemos el rayo no habrá guerra ─intentó corregir Percy.

── ¿Eso fue lo que dijo o es lo que Quirón dijo que ella quiso decir? ─nuestro silencio fue su respuesta─ Eres nuevo en la familia, niño, así que deja que te cuente como trabajamos. Verás, años antes de que yo naciera, mi abuelo Cronos se comió a mis tías y tíos. Luego mi padre hizo que los vomitara, después lo cortó en un millón de pedazos y lo arrojó en un pozo sin fondo, eso es lo que marca la pauta.

» Los Olímpicos peleamos, traicionamos, apuñalamos por la espalda, empujaríamos a cualquiera por las escaleras para avanzar, y es por eso que amo tanto a mi familia ─fue explicando con una sonrisa peligrosa─ Mi padre sabe que no recuperará el rayo con misiones o búsquedas imposibles, sabe que una guerra se aproxima, y en realidad creo que le parece bien. Creo que siente que es hora de una guerra, así que habrá una guerra ─parecía conmovido por sus propias palabras, los dioses necesitaban terapia─ ¿No es grandioso?

── No, payaso ─tras decir aquello sentí como algo me obligó a meter una hamburguesa a mi boca, noté como Ares fruncía el ceño curioso ante lo que acababa de pasar.

── Andrómeda ¿no? ─me miró intrigado, asentí con precaución mientras me sacaba la hamburguesa de la boca─ No sé que ven mi hijo y mi novia en ti... De ustedes dos, me atrevo a decir que tú eres su favorita.

── ¿Qué? ─fue lo único que pude decir, no me daba el cerebro ni para insultarlo, estaba completamente confundida.

── Jamás tienen una obsesión que dure tantos milenios, especialmente mi hijo ─cada vez entendía menos─ No lo entiendo, tus ojos no son un buen atributo-

── Dijiste que nos podías ayudar ¿Puedes? ─interrumpió ricitos completamente irritado.

── Bueno, aquí voy ─refunfuñó mirando por unos cortos segundos cerca de mi izquierda─ Hay un parque de diversiones no muy lejos, dejé mi escudo ahí, ustedes recuperan mi escudo y yo los llevaré mañana al inframundo para la hora del almuerzo con un plan para invadir el palacio de Hades.

── ¿Dejaste tu escudo? ¿Qué, en el carrusel? ─la voz irónica de Annabeth me permitió relajarme, todo lo contrario a Ares, él lucía irritado.

── La charla me pareció graciosa por un momento, pero se está volviendo aburrido ─su voz sonaba cada vez más enojada, el vello de mi cuerpo parecía erizarse─ ¿Entonces tenemos un trato o los mato a los cuatro para poder comer tranquilo?

── De acuerdo ─ricitos nos miró por unos segundos, estábamos intimidados por el dios.

── Genial, una condición ─su sonrisa regresó, realmente necesitaba terapia, era demasiado confuso su cambio de emociones─ Realmente necesito recuperar ese escudo, así que voy a mantener al sátiro y a la sabionda como garantía.

── Está bien ─aceptaron tranquilamente, miré preocupada a Annabeth, no podía dejarla acá ¿Y si era una trampa?

── No, no nos separamos otra vez ─rechazó ricitos mirando a su mejor amigo.

── Está bien, si quisiera matarnos ya estaríamos muertos ─calmó el sátiro a mi lado, negué rápidamente mi cabeza, no me gustaba la idea.

── Tranquila, sé que lo van a recuperar ─me sonrió mi mejor amiga, tragué en seco, no podíamos rechazar la oferta─ ¿Al menos podemos acompañarlos a la puerta?

Con un gesto de manos, Ares nos permitió levantarnos de la mesa y acercarnos a la salida, no pude evitar morder parte de mi labio inferior con nerviosismo.

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(AUTHOR'S NOTES): Holaa
me encanta que en la narración
primera persona, siendo el pov
de alguien no confiable, hay cosas
de los comportamientos ajenos
que solamente se puede notar
con pequeñas líneas.

Andrómeda y Percy
en diferentes universos, Grumpy×Sunshine pero los dos siendo poderosos.

[2.500 palabras]

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