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"The lightning thief"
Acto uno. Tercera escena.
› › you are just like them all

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LANCÉ UN FUERTE puñetazo ciego a quien había sido lo suficientemente estúpido y valiente como para despertarme tan temprano, me quejé al verme obligada a levantarme, pasé mis manos por mis ojos mientras bostezaba, permitiéndome ver finalmente a mi víctima.

Upsie.

Annabeth se acariciaba su cabeza con dolor, le susurré una disculpa mientras me sentaba con cuidado para no mover a GG, ella aún se merecía cada hora de sueño que deseaba.

── Vas a sobrevivir del golpe ─hablé sintiendo mi boca seca y un poco de culpa, tal vez debería dejarle ganar en un partido de voleibol.

¿Fui demasiado violenta? ¿Por qué reaccioné así? ¿Qué está tan mal conmigo como para que mi primer instinto sea un combo? Espero que no me odie por eso, no tuve que haber reaccionado así... Odio todo, odio que me hayan despertado, odio haberle dado un puñetazo a mi mejor amiga, odio sentirme hambrienta, odio las mañanas, odio que mi madre no responda mis ofrendas.

── El niño nuevo despertó ─me sonrió entusiasmada, la miré por unos segundos esperando que me dijera la razón del porqué me despertó, no puede ser solamente eso─ ¿Puedes prepararle una litera, por favor?

Asentí levantándome, agarrando la ropa del día antes de dirigirme al baño. Luego de unos minutos finalmente hice lo que Annabeth me pidió, busqué por la cabaña alguna cama vacía, con suerte había un espacio en el suelo entre dos literas, comencé a prepararla para que fuera decente.

Escuché a lo lejos murmullos sobre como el misterioso chico que había matado un Minotauro se encontraba en la casa grande, pobrecito, debe soportar al señor D en su primer día consciente.

Necesitaba comer, si alguien me hablaba antes de poder desayunar como es debido, iba a quemar la maldita cabaña. Por primera vez mis plegarias fueron escuchadas, vi llegar a Luke con una taza y emparedado en mano, agradecí silenciosamente antes de agarrarlo.

── ¿Está lista la cama?

── Sí, ese tal Percy quedó frente tuyo, y a mí izquierda ─le respondí entre sorbos, señalando con mi dedo las literas─ Así que, va a tener a los más antiguos cerca suyo.

Pasé mi brazo por su cintura, abrazándolo de lado. Seguí tomando comiendo con tranquilidad, frunciendo el ceño al escuchar de repente truenos ¿Acaso el idiota había nombrado a Zeus? ¿Grover no le explicó que los nombres tienen poder?

Miré hacia mi cama notando como lentamente GG despertaba, me acerqué rápidamente para poder darle tranquilidad a medida que abría los ojos. Ella amaba tanto las mañanas, despertaba con una gran sonrisa en su rostro cada día, le di un pequeño abrazo antes de que pudiera estirarse en la cama.

── ¿Tuviste un bonito sueño? ─pregunté sabiendo la respuesta, la había visto tan tranquila cuando dormía que asumí que tuvo una buena noche.

── ¡Sí, estaba con Chispas volando sobre el campamento! ─me encantó emocionada, ella se había encariñado tanto con un pegaso que le colocó un nombre, comencé a acariciar su cabello mientras la escuchaba.

── ¿Y qué esperas? Puedes cumplir tu sueño ─dije con una pequeña sonrisa, dejando mi taza en el suelo, luego lo llevaría a la cocina.

── ¡¿Tú crees que finalmente me dejen montarlo?!

── Claro, aunque tal vez necesites crecer un poquito más, pero puedes pedirle a Silena que monte contigo—

── ¡Gruñona! ─el grito de Luke me interrumpió, gruñí irritada antes de dirigirme hacia él ¿Para qué me llamó? Estaba hablando con GG ¿Qué era más importante que eso? Mis preguntas fueron contestadas al ver a un chico rubio llegar junto a Quirón.

── ¡Todos, su atención por favor! ─habló el centauro, llamando la atención de todos nosotros─ Él es Percy Jackson, confío en que se ocuparán de lo que necesite.

Sus rulos dorados caían con delicadeza como un sol resplandeciente, el color de sus ojos eran idénticos al mar, parecía que toda su imagen era como estar un día en la playa ¿Un hijo de Afrodita mató un Minotauro? Eso no me lo esperaba.

Cerré brevemente los ojos tras verlo, su melena dorada me había encandilado por unos pequeños segundos, nuestras miradas se cruzaron unos momentos mientras el niño entraba y se dirigía a la cama improvisada que le había preparado, en dónde ya estaban sus pocas pertenencias.

Seguí a Luke hacia el nuevo, quién suspiró profundamente agotado── Escuchen, si quieren hacerme pasar un mal rato sólo háganlo mañana, hoy ya no soporto.

El pelinegro negó a medida que los dos nos acercábamos hacia él, resplandeciendo todo su carisma, aún cuando el nuevo no se fijaba precisamente en su persona. Aclaré mi garganta, no me gustaba tener que convivir con gente nueva, pero algo —un pellizco de Luke— me hizo querer cambiar aquello, me pregunto que habrá sido.

── Sabemos lo que sucedió en la colina con el Minotauro ─no sabía exactamente que debía decir, necesitaba alejarme del nuevo, no me iba a arriesgar a entablar una amistad con él─ Solamente queríamos darte la bienvenida.

── Además de decirte que lamentamos lo de tu madre, sabemos por lo que estás pasando, créeme ─añadió... qué, oh, el niño nuevo no era hijo de Afrodita─ Soy Luke, jefe de cabaña ─se presentó extendiendole la mano en forma de saludo─ Y ella es Andrómeda, la más antigua del campamento.

── Percy ─estrechó su mano mirándonos a los dos.

Permití que descansara de todas las emociones que tuvo que haber pasado en tan poco tiempo, por lo que decidí irme de la cabaña en busca de Annabeth y poder jugar con ella antes del almuerzo, ella era tan competitiva y yo con tanta culpa por lo ocurrido en la mañana.

── ¿Me estás dejando ganar? ─me preguntó riendo al verme quieta cuando la pelota aterrizó frente mío.

Annabeth sonreía al estar jugando conmigo, era la tercera vez en la semana que jugamos, ya sea debido a la lluvia o falta de tiempo, era divertido. El día estaba bastante soleado y la temperatura estaba perfecta para un día de verano.

── ¿Es obvio? ─la miré de reojo antes de tomar la bola y continuar jugando.

Golpeó la pelota con fuerza, ella era decente en esta clase de juegos, aunque sabía sobre su necesidad de ganar. Por un momento, parecía que el partido estaba en modo automático, dejándonos a las dos totalmente exhaustas a los pocos minutos.

── ¡Te gané! ─anunció agitada, asentí aplaudiendo para festejar su victoria regalada.

Justo nuestro pequeño torneo acabó en la hora del almuerzo, por lo que caminamos hacia el comedor, el cual era una especie de terraza que estaba rodeada por columnas griegas, y con doce mesas de piedras. Me despedí brevemente de Chase antes de dirigirme a la onceava mesa, en dónde se encontraba el grupo de Luke hablando con Percy.

No presté atención a su conversación hasta que oí mi nombre.

── Si Clarisse se mete de nuevo contigo dile que Andrómeda la está buscando ─escuché al pelinegro decirle al nuevo entre risas, el niño comenzó a mirarme buscando la razón de aquello─ Hace un tiempo tuvieron una pelea que dejó a la hija de Ares en la enfermería por un día entero.

── ¿Qué fue lo que pasó? ─no quería entablar una conversación con él pero parecía que no tenía de otra.

── Ella buscó gloria y se metió con la persona equivocada ─respondí con simpleza, era una vieja historia ya.

── ¿Entonces si le digo que la estás buscando me va a dejar en paz? ¿Cómo funciona eso?

Lo que dijo Luke era realmente ridículo, eso jamás detendría a Clarisse. Aunque en verdad no me importaba si la chica lo molestaba, no me interesaba, pero supongo que no pude evitar empatizar un poco con él, su madre había muerto y su padre lo ignoraba. No me iba a matar ayudarle un poco.

── Sabe que soy vengativa, es por eso que no se mete con Annabeth o con GG, sabe lo que le conviene.

Cuando nuestro turno para las ofrendas llegó, decidí quemar un poco de mi postre, deseando que mi madre escuchara »Madre, te traigo esta ofrenda en busca de tu amor y reconocimiento, he luchado con todas mis fuerzas para honrar tu legado pero en mi camino he sentido tu ausencia, como una sombra que me sigue en cada paso... Te ruego, madre, te ruego un destello de tu afecto, una muestra de tu presencia en mi vida. Reconoce a tu hija, madre, reconoce mi devoción y mi lealtad. Te ruego, dame un poco de tu cariño, un poco de tu reconocimiento, y seré tu más fiel seguidora por toda la eternidad.«

Todos regresamos a nuestros asientos tras las ofrendas para poder comer, luego de un rato en dónde se escuchaban risas y los platos, Quirón volvió a llamar la atención, dándole la palabra al Señor D.

── Sí, supongo que es mejor que los saludé a todos, mocosos. Bueno, hola. Nuestro director de actividades, Quirón, dice que el próximo capturar la bandera es el viernes ─anunció con fastidio, moviendo su lata de Coca-Cola mientras miraba a todos los presentes.

En la mesa de Ares se alzaron los gritos amenazadores de sus hijos.

── Personalmente, no podría importarme menos, pero los felicito ─prosiguió─ También debería decirles que hoy ha llegado un nuevo campista, Peter Johnson. Pues bien, hurra y todo eso. Ahora pueden ir a sentarse alrededor de sus tontas hogueras de campamento, venga.









LOS SIGUIENTES DÍAS pasaron con una tranquilidad inquietante, Percy Jackson se convirtió en una noticia pasada de moda, ya que al final era solamente otro por determinar.

Lo que me molestaba de su presencia era que cuando no se encontraba practicando con Luke, parecía estar siguiéndome por el campamento, me lo encontraba casi en todas partes y ya era agotador, si su madre no acabara de fallecer, lo habría entregado a Clarisse para que lo golpeara o algo.

── ¡En el siguiente verano te voy a traer un CD de Taylor Swift! ─me dijo GG entusiasmada, adoraba como hacia futuros planes conmigo para el próximo verano, su segundo verano aquí.

Éramos pocos los anuales, es decir los que nos quedábamos por todo el año –Clarisse, Luke, Annabeth, yo y otros–, los demás solamente regresaban al campamento durante sus vacaciones de Verano, por lo que era mucho más calmado con las clases que nos daban las Ninfas, los Sátiros y Quirón.

── ¿Quién es Taylor Swift?

Por unos segundos su sonrisa desvaneció ante la sorpresa, incluso pensé escuchar a alguien asombrado ante mi pregunta, antes de que pudiera buscar quién había sido, GG volvió a hablarme.

── ¡¿No conoces a Taylor Swift?! Tranquila, yo te presentaré todos sus álbumes ─me sacudió levemente consumida de la emoción─ ¡Te traeré Lover, es mi álbum favorito!

Asentí en silencio intentando prestar atención a cada una de sus palabras, de teorías sobre regrabaciones, de sus álbumes más recientes, estaba un poco confundida pero fingí entender.

── ¡Te haré una pulsera! ─anunció antes de salir corriendo hacia la cabaña de Hermes, supongo para buscar las cosas para crear una pulsera.

La carola sonó, indicando que el momento de capturar la bandera estaba por iniciar, nos levantamos de nuestros asientos para ver pasar a Annabeth y Clarisse con las banderas de los dos equipos.

El estandarte de seda media aproximadamente tres metros de largo, el que sostenía mi mejor amiga era de un gris reluciente y tenía pintado un búho sobre un olivo, mientras que el de La Rue era rojo fuego con un dibujo de una lanza ensangrentada y una cabeza de jabalí.

La cabaña de Atenea se había aliada con las dos cabañas más grandes, Apolo y Hermes, a cambio de otorgarnos mejores horas para actividades como las duchas y tareas varias. Por el contrario, la cabaña 5 se había aliado con las demás: Dionisio, Deméter, Afrodita y Hefesto. Solamente me preocupaban los hijos de Ares y los de Deméter, los demás eran pan comido.

Quirón se hizo presente en el comedor, golpeando el suelo de mármol.

── ¡Héroes! Es hora, el juego comienza ─miré hacia mi alrededor en busca de Georgia, debía mantenerla cerca mío durante la actividad─ El primer equipo en recuperar la bandera contraria y llevarla al otro lado del río, gana.

Abrió los brazos y una vez más las mesas se cubrieron de equipamiento: cascos, espadas de bronce, lanzas, escudos, etc. Decidí agarrar solamente las armaduras, porque iba a ocupar el regalo que mi madre me dio para mi cumpleaños número doce; una espada reluciente y filosa, con detalles negros brillantes, era sorprendentemente ligera y me permitía equilibrar bien los movimientos.

Supongo que fue su forma de decir "¡Felicitaciones por no morir, sigue así!"

── Como siempre, no habrá mutilaciones ni asesinatos, confío que estas reglas sean respetadas ─aclaró─ Cualquier objeto mágico que posean también está permitido, cada campista que no esté herido tiene que jugar. Los prisioneros pueden ser desarmados pero no ser atados o amordazados... ¡Que los juegos comiencen!

Ambos equipos vitoreamos golpeando nuestras armas con los escudos, antes de dirigirnos a partes contrarias del bosque.

── Hey ─me detuvo Annabeth junto a Luke─ Tenemos veinte minutos antes de la segunda bocina y el juego comienza ¿Saben sus posiciones?

── Sí, señora ─respondió Luke por los dos, los tres nos repartimos los papeles para hoy, podría ser la cuarta victoria consecutiva para ella y no debíamos estropearlo.

Me dirigí hacia la mitad del gran equipo, el cual estaba bajo mis órdenes durante la actividad, moví mi espada con nerviosismo, jugando con el mango.

── ¡Muévanse! ─señalé hacia un sector específico, mientras el equipo de Luke se enfocaba en buscar la bandera del otro equipo, Annabeth se iba a enfocar en ricitos de oro, mi equipo y yo íbamos a atacar y retener a gente.

Cuando los juegos comenzaron di un grito indicando que podíamos atacar sin piedad a cada campista del otro equipo que se cruzara en nuestro camino. Mantuve claramente a GG detrás mío en todo momento, incluso intercambié mi escudo por su espada, ella jamás se atrevería a pelear en estas actividades, le importaba mucho la armonía colectiva.

Me detuve al ver a Taylor McCarthy frente mío, una hija de Deméter, le indique a mi niña que se fuera detrás de un árbol, no le iba a gustar esta pelea.

── ¿No quieres que tu protegida vea como te derroto? ─preguntó con una gran sonrisa, ella tenía aproximadamente 16 años y aún así buscaba un pleito conmigo, siendo que era tres años menor que ella─ Creo que es momento que alguien te recuerde como no eres nada sin Luke detrás tuyo.

El primer movimiento fue por su parte intentando atacarme por arriba, moví las dos espadas en una especie de equis para retener la suya y dirigirla lejos de mí, tome un poco de distancia, analizando cada movimiento que hacía. Mejoré mi postura tal como mi hermano mayor me había dicho hace una semana.

Me fui moviendo de forma ágil por su alrededor, utilizando las dos espadas para tomar ventaja de su tiempo de reacción, sonreí ampliamente sabiendo que podía jugar sucio y no me iban a castigar.

── ¡Hey! ¿Se te olvidó algo? ─miré rápidamente hacia la nueva voz, gruñí al ver como un hijo de Hefesto tenía entre sus manos a GG.

Grave error.

Grité enojada desde el interior de mi alma, no me iba a importar quedar sin privilegios de postre, se iban a arrepentir de agarrarla. Sentí como las incrustaciones de mi espada brillaban a medida que mi furia incrementaba, la venganza siempre me hacía más fuerte.

── ¿Cuál de ustedes se me va a declarar, idiotas? ─me burlé lanzando al piso la espada de GG, antes de dirigirme hacia Charlie, lanzando un puñetazo a su rostro para que se alejara de mi niña.

No sé como pero el pelear con los dos al mismo tiempo no se me hacía difícil, podría decirse que ellos eran los que tenían problemas para mantener el ritmo, mientras golpeaba a uno el otro se recuperaba de mis ataques.

No fue hasta que mi espada los cegó que finalmente se rindieron, deberían agradecer que no estábamos en un campo de batalla real o hubieran muerto en el primer segundo por la tontería que habían hecho. Tomé sus espadas para amenazarlos para ir hacia el punto de encuentro con los demás prisioneros.

Sonreí viendo cómo la gran parte del equipo contrario se encontraba retenido cerca del comedor, solamente faltaba que Luke encontrara la bandera. Abracé por encima al rayito de colores, era una niña magnética que traía amor a la vida de todos.

Vitoreamos orgullosos al ver como el grupo se acercaba a nosotros con la bandera roja en mano, uniendonos a sus filas para acercarnos al mar para reclamar la victoria y gloria de nuestro equipo.

── ¡¿Qué está mal contigo?! ─la voz enojada de Percy nos llamó la atención, silenciando los festejos. Al parecer Annabeth lo lanzó al lago, me acerqué unos pasos para averiguar lo que sucedió y defender a mi amiga ciegamente.

Me detuve al notar como sus heridas sanaban y sobre él, un símbolo azul resplandeciente aparecía, una lanza con tres puntas, su padre lo había reclamado... Poseidón...

Sus ojos azules se enfocaron en mí pero yo solamente podía pensar en una cosa; me tardé tres años en ser notada por mi madre pero él lo logró en seis días. Todos empezaron a arrodillarse, incluso los hijos de Ares, todos excepto yo ¿Por qué debía arrodillarme ante él? Era otro mestizo, no era superior a nosotros, tenía los mismos problemas o tal vez más.

Miré con recelo al chico, no era justo que yo trabajara por cinco años para tener respeto y poder ser una de las mejores como para que alguien recién llegado tuviera la mayor gloria.

¿Dónde estaba la justicia en eso?

Él no podía ser mejor que yo.

── Poseidón ─la voz de Quirón y su mirada de desaprobación me obligaron a hacer un intento de reverencia─ Sacudidor de tierras, portador de tormentas, padre de los caballos. Salve, Perseo Jackson, hijo del dios del mar.

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(AUTHOR'S NOTES): Me
gustó este capítulo ndnsk

Andrómeda y Percy: 👩🏽‍🦯🧑🏼‍🦯

Los dos eran una obra de arte,
pero estaban muy ocupados
en sus creadores como para
fijarse en los detalles del otro.

Solo un reminder que Ada
está en plena preadolescencia,
así que si, obviamente sus emociones
serán más extremas en los
primeros actos.

[3.041 palabras]

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