Conocí a Niall a principios de año, cuando lo vi entrar al aula el primer día lo noté un tanto extraño, ha de ser un estirado niño rico fue lo primero que se me vino a la mente al verlo entrar directo a su mesa sin voltear o saludar a alguien, las primeras dos semanas no le presté nada atención en lo absoluto, pero todo empezó cuando la profesora de historia nos dejó un trabajo por parejas, pensé ir con mi amiga pero la querida maestra organizó las parejas ya que su intención principal es formar alumnos que sean capaces de convivir entre todos y puedan trabajar juntos como un mismo grupo, tuve que ir a hablarle pero déjenme decirles que desde que vi sus ojos, unos ojos tan azules como el mar junto con una hermosa sonrisa me hicieron quedar totalmente cautivado.

Hicimos el trabajo y ahí quedó todo, me cuesta un poco agarrar confianza al principio, y con él más porque siento que me quedo todo embobado al verlo cuando sonríe o me ve directo a los ojos.

Para el día de San Valentín unas chicas de octavo grado organizaron una actividad de cartas anónimas por lo que aproveché la situación, la actividad consistía en hacer una carta para una persona pero sin poner quién la enviaba, depositarla en una caja que estaba colocada fuera de la oficina del director y ellas las entregarían a sus legítimos dueños para el día de la festividad.

Le hice la carta bien decorada y presentable, solía decorar las cosas más que la mayoría de chicas que conozco; la deposité en la caja y solo esperé hasta el día que se la entregaron, debo admitir que ese día lo ignoré por completo, estaba detrás de mi cuando llegaron a entregarle la carta, rápidamente sus amigos empezaron con el interrogatorio de quién la había enviado y empezaron a nombrar varias chicas al azar, Niall no vayas a creer que la escribió una de ellas, yo la escribí por que te quiero pensé varias veces, ganas no me faltaron para decirle pero eso hubiera sido una completa estupidez.

Con el tiempo nos hicimos amigos, más y más cercanos, solía ayudarlo en sus tareas y exámenes cuando a él le costaban, algunas veces me hicieron pensar que él se acercaba a mí solo por interés pero nunca quize creerlo, porque aunque no tuvieramos pendientes siempre me escribía para preguntarme cómo me iba e incluso me contaba sus problemas amorosos.

Él acostumbraba a responder lo que le enviaban a Sarahah y hubo una respuesta me sorprendió. "¿Quién es tu mejor amigo?" le preguntaron a lo que el respondió que era yo, fue un momento muy feliz.

A la hora de salida siempre nos esperamos para irnos juntos, vivíamos en la misma colonia con unas dos o tres cuadras de diferencia y aunque la escuela queda cerca nunca nos gustó andar solos.

Y así fue lo que restó del año, cuando el ciclo escolar terminó ya no nos vimos tan seguido, el quizo trabajar para obtener un poco de dinero extra y pues yo preferí quedarme en casa y de vez en cuando me llegaba a visitar, pero claro lo de hablar por WhatsApp era cosa de todos los días...

Y no saben lo nervioso que me sentí cuando tuve mi primera cita con Niall, si es que así se le puede llamar al hecho que me invitó a ver películas con él en su casa, era Halloween, ama las películas de terror pero no le gusta verlas solo así que me pidió que lo acompañará, y claro que no podría negarme a tal oferta.

En uno de sus tantos sustos se pegó demasiado a mí, se puede decir que se sentó en mi regazo para que lo protegiera como una madre protege a su pequeño asustadizo, al tenerlo tan cerca no pude evitar sonrojarme y él al alzar la mirada se dió cuenta de mi color carmesí, se removió un poco y mientras yo tenía mi vista fija en el televisor algo me sorprendió, sentí sus dulces labios atrapando los míos, en un par de segundos reaccioné rápidamente para corresponderle el beso mientras él me rodeaba el cuello con sus brazos y luego de unos segundos más nos separamos por falta de aire.

Y en ese momento, cuando Niall me confesó que se sentía atraído por mí pero no sabía como decírmelo también le confesé mis sentimientos, nos hicimos novios esa noche, el brillo en sus ojos de ese momento fue mágico, algo que nunca vi antes en él, sin duda Niall era el chico con el que quería pasar mi vida entera.

—Hey Zaynie, ¿sigues despierto? Vi la luz prendida y pasé a ver cómo estás. — dijo mi madre entrando lentamente en mi habitación.

—Sí, sigo despierto pero no te preocupes ya ahorita me duermo. — le respondí limpiando las lágrimas que corrían por mis ojos.

—Zee, otra vez estás así, sé que esto es duro para ti pero aunque no lo creas la pérdida de Niall también me afectó mucho, lo quería como un hijo, más cuando me contaste lo que había entre ustedes dos.

—Lo extraño mucho, ¿por qué tuvo que pasarle esto precisamente a él? — dije abrazando con dolor la fotografía de mi pequeño rubio que tenía en mi mesa de noche.

—Tranquilo mi niño, la enfermedad de Niall ya estaba en etapa terminal y no había mucho que hacer por él. — me dijo mi madre mientras se limpiaba unas lágrimas que comenzaban a salir de ella.

—Quisiera tenerlo conmigo, verlo aunque sea una vez más, ver su sonrisa y esos hermosos ojos que tenía, abrazarlo, besarlo... Aunque sea una última vez. — logré decir mientras veía la foto de mi pequeño irlandés. 

Después de decir esto ya no pude seguir hablando y solo opté por abrazar a mi madre hasta quedarme dormido en sus brazos, todos los días antes de dormir recuerdo a mi Ni, el chico que fue, es y siempre será el gran y único amor de mi vida, que ahora solo vive en mi mente y mi corazón.

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Perdón si no les gusta pero bueh, lo escribí en un golpe de inspiración a las 2 de la mañana, ja ja ja.

—Gabbb.