TRANSFORMACIÓN

Mike se hallaba en la sala esperando a que Midnight terminara de bañarse. Le había estado enseñando cosas de su mundo y él se maravillaba por lo que aprendía. Lo que no le gustaba era la ropa que lo obligaba a llevar porque no eran como la suya, mágica, con la suya se podía transformar sin miedo a quedar desnudo, con esta no, se podría romper y no podría regresar a su forma humana porque quedaría totalmente desnudo y no quería que ella lo viera de esa manera. El sonido del teléfono lo sacó de sus pensamientos. Aún no sabía cómo contestar el aparato así que dejó que siguiera sonando.
– Perro sé que estás oyéndome. –saltó la contestadora. Era la voz de Dóminic, ¿cómo podía hacer eso? –. Dile a Midnight que llegaré por ustedes mañana temprano. Ya tengo los permisos. Estén listos. –se cortó la llamada.
Midnight bajaba por las escaleras vestida con unos pantalones cortos, top, sandalias planas y el cabello en una cola baja, al verlo no aguantó más y se partió de la risa. Mike buscaba a Dóminic debajo del teléfono.
– ¿Quién era? –dijo entre risas.
– El gato. –dijo dándole el mensaje y frunciendo el ceño. –no entiendo por qué siguen usando ese aparato para comunicarse y cómo hizo para hablar sin estar aquí. Cómo es que pude escucharlo.
– Esa, es la contestadora, se activa cuando el teléfono no es contestado. Y lo usamos porque es la forma más rápida de acortar distancias.
– ¿Ah... sí? –dijo en un susurro acercándose a ella.  -Yo prefiero acortarla de esta manera. –cerró lo que quedaba de distancia entré ellos. Ella no se movió. El bajó su cabeza y cubrió la boca de ella con la suya. Ella echó la cabeza atrás para aceptar el beso posando sus manos en el pecho de él sintiendo su corazón acelerado. Mike la abrazaba con ambos brazos por la cintura como si no quisiera que se escapara de él sintiendo cómo se estremecía ante su toque.
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Amir caminó hacia la gran ceiba que se levantaba en el centro del lugar, entró por el agujero, bajó los escalones y se detuvo en el umbral de la entrada. Al fondo, vio un hombre y una mujer cerca de una mesa de piedra, se giraron encontrándose con su mirada, el hombre lo veía asombrado.
– ¿Amir? –le había dicho.
– No. –su voz sonó amenazante, fría, oscura.  -Soy el Mago Oscuro. –la esencia de Amir que quedaba había desaparecido.
– ¡Amir! Sé que aún sigues adentro. ¡Soy Brandon!
– ¡Silencio! –demandó el Mago. Brandon? Ese es uno de los nombres de los que no me he podido deshacer.  -Andando, ustedes vienen conmigo.
Date prisa. –proyectó Gaia en el momento en que Brandon la protegió con su cuerpo.
El Mago le lanzó un hechizo de obediencia a Brandon mientras arrastraba a Gaia fuera de la cueva. Los faunos quisieron ayudarla, pero el Mago se mantenía dentro de un campo invisible que no podían atravesar.
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El viento soplaba golpeando la cara de Mike, sorprendido, admiraba la belleza de ese mundo desde las alturas, montado en el aparato volador. Observó al hombre de enfrente manipular el aparato, Dóminic iba al lado del hombre y Midnight estaba al lado suyo. De pronto Dóminic se tensó.
Date prisa. – escuchó Dóminic en su cabeza.
– ¿Qué sucede? – proyectó.
Me sacan al exterior. Nuestro mundo corre peligro. La discordia se propagará. No queda tiempo.
– ¿Qué es lo que te preocupa gato? –preguntó Mike sacándolo del trance.
-¡Grrr! ¡Deja de leer mi aura perro! –dijo gruñendo.  -Ya estamos llegando.
Tiraron los bolsos de acampar y luego bajaron por cuerdas, Alex, el amigo de Dóminic, los había dejado lo más cerca que pudo del punto al que iban, el viento soplaba con fuerza y empezaba de desequilibrar el helicóptero.
Ya en tierra, se acomodaron los morrales, encendieron el GPS' que empezó a lanzar un sonido bip. Subieron el gran monte hasta donde el sonido se hacía más fuerte. La noche caía cuando levantaron el campamento y encendieron la fogata.
– Bien chicos. Es hora de descansar. En dos días abrirá el portal. –les había dicho Midnight.
Mike se levantó de su sitio he hizo la primera guardia. Dóminic no podía dormir, tenía que hablar con Midnight, decirle por qué se había quedado en su mundo, decirle cual era el verdadero motivo por el que él sentía el peligro de ella. Él sabía que ella tenía curiosidad, pero no le preguntaba por respeto a su silencio y más que todo por la confianza que le tenía.

El olor a café los despertó. Midnight ya se encontraba frente al fuego preparando algo de desayunar mientras tomaba una taza de café. Vio que los chicos se habían levantado y le ofreció una a cada uno.
Después de desayunar se dispusieron a revisar los sensores de seguridad. La tarde, aparte de alguna que otra riña entre Dóminic y Mike, pasó tranquila, al final los hizo entender que tendrían que trabajar juntos a pesar de sus diferencias.

Dóminic ya no pudo más, tenía que decirle, estaban frente a la fogata que habían hecho para protegerse del infernal frío del monte, observó a Mike vigilando el perímetro, pero sin dejar de mirar a Midnight cada vez que tenía oportunidad. Realmente la quiere, después de todo es su destinada. Observó a Midnight, tenía la mirada llena de tristeza y perdida en la fogata. Seguro piensa en cómo sacar a su padre y a su hermano de Magicland. Suspiró. Odiaba tener que darle más preocupaciones, pero era hora que supiera lo que le esperaba en adelante.
– ¿Bebé? –la llamó.
– ¿Hmmm?
– ¿Confías en mí?
– Sabes que sí. –dijo con el ceño un poco fruncido.
– ¿Por qué la pregunta?
– Debo decirte algo que debí haberte dicho cuando te conté todo acerca de mí... bueno, casi todo.
– ¿Qué sucede Dom? Me estás asustando...
– Si gato, a mí también me tienes preocupado. –Mike se había acercado al ver el aura de Dóminic, estaba de un color marrón, se le notaba un poco tensionado, pero no supo por qué. Vio a Midnight, tenía expresión preocupada, no pudo leer su aura de hecho en ninguna de las ocasiones en que lo intentó pudo hacerlo y por eso se había acercado, necesitaba saber qué le preocupaba, quería abrazarla y calmarla.
– ¿Conocen la leyenda de Isis y Osiris? –preguntó Dóminic.
– Sí, he leído algo acerca de ello en los libros de mi papá.
– Entonces sabrán que Isis era hermana y esposa de Osiris, tuvieron un hijo, Horus, también tenían más hermanos entre esos Seth, el que más odiaba a Osiris hasta el punto de matarlo y quien tomó su reino tras su muerte.
– Sí. Horus al crecer entró en batalla con Seth por venganza de la muerte de su padre. –interrumpió Midnight.  -Luego Ra se hartó de tanta pelea e hizo un juicio devolviéndole el reino a Osiris y llevándose a Seth con sigo para que gobernara con él desde los cielos.
– Sí. Sin embargo, hay una parte de la que no hablan los libros y es que Horus tuvo una hija con Hathor durante el tiempo en que peleaba con Seth y este para hacerlo sufrir la despojó de su inmortalidad y la ató a la Tierra de manera que si se destruía la naturaleza ella también y si ella muere con ella toda la naturaleza que conocemos. Horus, al ver lo que había hecho Seth, le construyó un mundo donde protegerla con seres inmortales para ese trabajo. Después del juicio Ra le dijo a Seth que deshiciera ese castigo, pero Seth lo había formulado de manera que nadie, incluyéndolo, lo pudiera romper, no obstante, lanzó un halo de luz escogiendo entre todos a una mujer que sólo rebosaba amor y sacrificio por los que amaba para que trajera al mundo a la persona pura que llevaría su misma esencia y podría hacerla salir de ahí con un sacrificio de amor.
– Espera no entiendo. ¿Cómo es eso de un sacrificio de amor? Gato explícate mejor.
– Debe tener suficiente amor dentro como para matar o morir por los demás.
– ¿¡Qué!? No. Ella no morirá.
– ¿Y eso qué tiene que ver conmigo?
– Que tú eres esa persona pura. Fue Sara, tu madre, la recibió ese rayo.
Midnight recordó las veces que su madre le contaba el milagro de su nacimiento, siempre alegando que una luz la había bañado esa noche en que se encontraba en el jardín orando por un bebé. Ella no aguantó más y lloró. Sintió los brazos de Mike rodearla. Se calmó y se separó un poco de él.
– ¿Cómo es que tienes conocimiento de todo eso? –preguntó Mike.
– Ella me dio este conocimiento para poder guiarla y protegerla. Fui enviado para eso. Por eso después de salvarte de ser arrollada mientras cruzabas la calle, ¿te acuerdas? Después de eso insistí tanto en ganarme tu confianza. Debía traerte a mi mundo cuando estuvieras preparada.
– ¿Me has mentido todo este tiempo? ¿Por eso le insististe a mi padre que me metiera a todos esos cursos de defensa personal, tiro con arco, lucha con garrocha? ¿Estabas simplemente preparándome? –en su voz había dolor.
– No y sí. No te mentí, sólo oculté información, eso no es mentir. Y si, te estaba preparando, lo que te espera allá es difícil y necesitarás de todo ese conocimiento para defenderte.
– ¿Crees que ocultar información no es mentir? ¿Y qué tienes que ver tú ahí? ¿Y qué tiene que ver Mike?
– Él es tu pareja, seguro Seth quiso que pertenecieras al guerrero más fuerte de mi mundo. Y yo pues... Soy tu guardián y guía. Un oráculo.
– ¡Oh! esto es increíble. Es... algo difícil de asimilar. –dijo separándose de Mike y levantándose caminando de un lado a otro. - Necesito estar sola... para pensar. –se alejó de ellos.
Mike la observaba con atención frunciendo el ceño.
– ¡Grrr! No puedo leer su aura. –gruñó.  -No puedo saber cómo se siente.
– Perro tonto. Con ella no funcionan nuestros dones.
Guardaron silencio mientras la veían alejarse hasta desaparecer.

Caminó durante horas. Alejándose más y más del campamento. Se acostó sobre la nieve, cansada mirando las estrellas. Cerró los ojos pensando en lo que le había dicho Dom. ¡Ufff! Cómo se supone que voy a ayudar a esa mujer. No puedo matar a nadie, ¡no soy una asesina! ¡Por Dios! ¿Y morir? ¡Si claro! Suspiró. Salvar a esa mujer significa salvar a un mundo completo, ¡Dios! ¡Han de ser millones de personas! Y yo sólo debía buscar a mi padre y mi hermano... Otro suspiro. Y luego mi mejor amiga dice que no tengo aventuras. Si hasta tengo al chico que me hace ver estrellas.
Pensó en su padre, el mejor geólogo del país, decidió seguir la investigación de su padre, Nicolás, después de su muerte, su estudio sobre el magnetismo de la Tierra le había ayudado mucho con la investigación ya que aumentaba cuando el portal estaba cerca de abrir.
Pensó en Amir, su hermano, cuando entró en casa, cuando le enseñó a defenderse de bastardos abusadores en la escuela, él había ayudado a su padre a construir el 'GPS' de portales que ella llevó para averiguar el lugar exacto de la apertura del otro portal.
Pensó en Dóminic cómo la salvó esa vez en la calle y a partir de ahí no se separó de ella, siempre le decía que presentía su peligro. ¡Claro! Si es mi ''guardián".
Pensó en Mike, la primera vez que lo vio, cuando niña, se había asustado y caído, él la había salvado. Ufff la había salvado dos veces. Sintió frío y se abrazó haciéndose un ovillo, luego la oscuridad la consumió.

Las horas pasaban haciéndose muy tarde. Mike y Dóminic la buscaron preocupados, Dom no podía sentirla así que no estaba en peligro y Mike quiso oler buscando su aroma, pero el aire era muy frío que quemaba. Después de una hora de búsqueda la encontraron en la nieve, dormida y congelada. Mike la levantó en brazos suavemente llevándola cerca de la fogata, la puso en el suelo y se acostó a su lado abrazándola y frotando su brazo arriba y abajo para proporcionarle calor. Dóminic se acostó al otro lado de ella. Mike le mostró los dientes, pero no dijo nada y él tampoco se movió de ahí.

Midnight despertó entrada la mañana entre los dos chicos. Dóminic estaba muy cerca frente a ella, dormido, la frente de ella tocaba con la nariz de él y le tenía una mano agarrada. Mike, estaba a su espalda muy junto a ella, podía sentir su calor y cada parte de su cuerpo pegado al suyo, notó uno de los brazos de él que pasaba por debajo de su cabeza sirviéndole como almohada, sentía su respiración en el cuello, el otro brazo de él atravesaba su cintura en un gancho agarrando la otra mano de ella. Se sentía cómoda y protegida, no quería moverse de ahí pero ese día abriría el portal y debía estar preparada. Empezó a incorporarse lentamente para no despertarlos, de pronto comenzó a sentirse mareada y con náuseas, se levantó bruscamente buscando un espacio donde vomitar y despertando a los chicos que se levantaron poniéndose en posición de pelea.
– ¿Muñeca qué tienes? –le preguntó Mike preocupado al verla doblada detrás de un árbol vomitando.
– No lo sé. Me siento mal. –contestó ella entre arcadas. Mike giró la cabeza hacia Dóminic buscando respuestas, lo vio sereno.
– ¿¡Cómo puedes estar tan tranquilo!? –dijo Mike a Dóminic quien la veía sin inmutarse ni mostrar ninguna expresión-. Se supone que sientes su peligro, ¿no? ¡¿Qué pasa?!
– Tranquilo perro, no está en peligro, sólo está sufriendo la transformación. -la calma con la que habló lo aterró más que verla a ella así.
– ¿Cuál transformación? –preguntó horrorizada Midnight antes de caer inconsciente.
– ¿Transformación? ¿¡De qué hablas gato!? ¡Explícate! –decía Mike mientras la cargaba en brazos y la acomodaba en una cama improvisada con las bolsas de acampar.
– Cuando la mordiste, tu veneno entró en su torrente sanguíneo mezclándose los ADN de ambos...
– No. Te equivocas. Era luna creciente. Es para sanar.
– Sólo en Magicland eso es posible, aquí, sin embargo, un humano al ser mordido, en cualquier luna, sufriría una transformación con la primera luna llena.
– Ella cambiará esta noche... –lo dijo en un susurro. Frunció el ceño con la mirada perdía.
– Sí. Y esta noche también abrirá el portal.
– ¡Maldita sea! ¿Y si no puede con esto? Es sólo una humana
– Lo hará. Ella lleva la esencia de Gaia en su ser. Es la elegida
– ¿Por qué estás tan seguro? Es simplemente una humana. Frágil... –eso último lo dijo más para él mismo.
– Porque nació con una de las marcas de nuestro mundo y no cualquier marca, es la más fuerte, la de tu Clan. Mike. –dijo acercándose a él y colocando una mano en su hombro.  -Seth quiso que perteneciera al Clan más fuerte, por eso te la dio a ti, ambos sabemos que de todo Magicland tú eres el más fuerte y te admiro por eso. Tal vez quiso que sentaras cabeza ya que perdiste la oportunidad de ser el Rey por tu inmadurez dándote a alguien a quien proteger, en quien pensar primero.
Mike lo observaba atónito. No sabía que el maldito gato sintiera admiración por él. Un ruido llamó su atención, giró y vio a Midnight convulsionar, bañada en sudor. Corrió hacia ella.
– ¡Haz algo! –gritó.
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¿Cómo es posible que Amir haya cambiado tanto? ¡Dios! Ya no lo reconozco. Un ruido de cadenas lo sacaron de sus pensamientos. Observó el lugar donde se encontraba, de paredes negras, una pequeña ventana con barrotes se elevaba sobre su cabeza, tenía mucha humedad, restos de comida podrida en el suelo, la puerta era una enorme reja con una cerradura oxidada, pateó una rata que pasaba por sus pies. Desvió su mirada hacia el ruido de cadenas que había oído y notó que las celdas eran separadas por barrotes gruesos, se fijó en el hombre de la celda contigua que miraba hacia el frente como si estuviera en trance, siguió la mirada del hombre y vio a la mujer que había estado con él en la cueva y que miraba intensamente al hombre de la otra celda; de pronto la figura de Amir apareció ante sus ojos. No. Él no era Amir.
– ¡¿Qué hiciste con mi hijo?!! –gritó Brandon desesperado porque aún quedara algo de su Amir.
– ¡Te has ganado una vida de tortura hasta que mueras! –le dijo frunciendo el ceño. ¿Quién era este hombre y por qué no podía dejar de recordar su nombre y su maldita imagen?
El Mago Oscuro no mostraba rastros de emoción. Su mirada fría se posó con desprecio sobre Brandon. Giró sobre sus talones acercándose a la celda de enfrente y posó la vista sobre Gaia. ¡Oh!  Qué fácil fue dominar al Clan de los lobos, Luna Nueva, mientras ella estuvo a mi lado. Y si me apodero de su energía, así como con la bruja seré más poderoso y no tendré que cargar con ella, podré dominar al Clan más fuerte de Magicland y este mundo será al fin mío. Si, avariciaba más poder del que ya tenía. Ladeó la cabeza al notar que Gaia estaba mirando al cielo y sus ojos perdían color poniéndose blancos. Con un movimiento de su muñeca abrió la celda y de igual manera liberó sus manos que estaban encadenadas a la pared. Tiró de ella por el cabello haciéndola caer de rodillas. Ella seguía con la mirada perdida y los ojos blancos. Golpeó su rostro para que dejara de hacer eso, pero ella no cortó en ningún momento su conexión. Levantó una espada y se escuchó un golpe seco. La cabeza de Gaia rodó al tiempo que los dos hombres gritaron.
El hombre al lado de la celda de Brandon sintió un dolor agudo en el pecho que lo dobló. Corrió hacia las sombras de la celda y desapareció.
El cuerpo de Gaia cayó junto a la cabeza estrellándose contra el suelo y emitió una luz que el Mago Oscuro esperaba con brazos abiertos justo como sucedió con todas las brujas que mató por no haberse sometido a su dominio mental, sin embargo, esta luz subió dando en la luna coloreándola de un azul.
– ¡Nooooo! –gritó el Mago mientras veía cómo se le escapaba la energía de Gaia.
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Mike se paseaba de un lado a otro sin saber qué hacer, agobiado por el sufrimiento de Midnight, quería moler a golpes al gato porque no prestaba ayuda, se limitaba a esperar. Maldito gato, mil veces maldito. Se detuvo. Notó que Dóminic se puso inesperadamente de pie y que un ojo se le había vuelto blanco. Se giró al escuchar pasos. La luna brillaba en lo alto totalmente llena. Vio a Midnight caminar como hipnotizada hasta un claro donde la luz de la luna la bañaba. La vio alzar la vista al cielo, su cabello empezó crecer tanto que le llegaba hasta la cadera tiñéndose de plateado.
– ¿Qué sucede? –preguntó Mike.
– La transformación... está ocurriendo.
Sabía que el dolor en las costillas ensanchándose era insoportable, la oyó gritar cayendo de rodillas y sosteniendo su cuerpo con las manos quedando de cuatro patas, su ropa se rasgó, el cuerpo se le llenó de pelo, su cara se alargó. Se transformó en una loba plateada.
Mientras todo ocurría, Dóminic escuchó una voz en su cabeza.
El Mago Oscuro me ha tomado prisionera, piensa matarme para robar mi energía y hacerse más poderoso.
– ¿Qué? ¿Cuál Mago Oscuro? –proyectó Dóminic.
Escucha. No me queda mucho tiempo. Cuando la luna se torne azul habré muerto...
– ¡No! Si eso sucede toda la Tierra morirá y… nosotros con ella. –la interrumpió.
Lo sé, por eso no pienso dejar que el Mago se apodere de mi energía. Créeme, no dejaré que os suceda nada al planeta ni a ustedes. Voy a pasar mi energía a la chica para mantener viva a la Tierra y a ustedes también.
– Pero eso significaría que...
– Sí. Ella sería su diosa en adelante. Sin embargo, seguirá siendo frágil, deberás protegerla y seguir guiándola. Ella deberá...
La conexión se cortó, su ojo blanco volvió a su natural verde en gama. Levantó la vista bruscamente hacia la luna y frunció el ceño, la luna se había vuelto azul. Gaia... vio salir un halo de luz azul con fuerza y bañar a Midnight golpeándola y tirándola al suelo dejándola en su forma humana. Su cabello plateado desparramado por todo su cuerpo cubría su desnudez.
Mike frunció el ceño. Eso nuca antes había sucedido, su forma humana siempre volvía al alba en la primera transformación, después podría hacerlo a voluntad. Miró a Dóminic buscando respuestas, se fijó que él la miraba con mucha atención y que al igual que él, tampoco entendía mucho lo que sucedía, así que desvió su mirada hacia ella y lo que vio lo dejó sorprendido. Ella se incorporaba, desnuda, su cabello caía hacia delante cubriendo sus senos. Corrió para cubrirla, pero un campo de energía se lo impidió arrojándolo hacia atrás, dando media vuelta en el aire cayendo con la pierna izquierda flexionada, la derecha estirada totalmente hacia atrás, la mano derecha apoyada en el suelo únicamente con los dedos, la otra mano estirada al costado izquierdo, sus ojos violetas que nunca se apartaron de ella tenían un brillo de furia. Se incorporó con las piernas abiertas y los puños tan cerrados a los lados que los nudillos se le veían blancos.
– No puedes acercarte a ella. –escuchó decir a Dóminic.  Gaia ha muerto. Ella ahora tomará su lugar.
– No comprendo. –dijo Mike sin apartar la vista de ella y frunciendo el ceño.
– Si Gaia muere, el mundo que conocemos y el que conoce ella también morirá. Está ligada a la Tierra... y a nosotros.
– ¿O sea que podemos morir también junto con ella?
– Sí. Y por eso está cediendo su energía a Midnight para protegernos y proteger a la Tierra. Sin embargo, ella seguirá siendo mortal, su energía hará que deje de envejecer, pero cuerpo seguirá siendo mortal.
Mike no dejaba de observar a Midnight igual que Dóminic. De pronto empezó a temblar levemente, la nieve a sus pies se derritió dejando suelo seco, la arena alrededor de ella se elevó encerrándola en un torbellino de polvo, escucharon un grito desde dentro, luego calma, el torbellino descendió totalmente apaciguando el temblor, la vieron en el suelo, su cabello con varios tonos marrones la cubría toda, los ojos de color avellana se encontraron con los violeta de Mike, levantándose dándole la espalda, el cabello cayó todo hacia delante dejando ver en su espalda una marca circular en la base de su cuello, en ella se veía el dibujo maya de un árbol y al fondo dos árboles unidos por la raíz con sus ramas uniéndose a los lados formando un círculo. Mike quiso correr hacia ella, pero Dóminic lo detuvo.
– La Runa Tierra/Naturaleza. –susurro Dóminic.
– ¿Ehh? Suéltame. –dijo con los dientes apretados.
– Esto aún no termina. –lo calmó Dóminic.
Un viento helado y fuerte sopló formando otro remolino a su alrededor cubriéndola, otro grito, otra vez calma, ella nuevamente en el suelo, su cabello ahora rubio desparramado en el suelo, sus ojos azul hielo miraban ahora a Dóminic sin entender lo que sucedía, se irguió y vieron una marca igual a la anterior, circular, en ella se veían tres espirales en la primera mitad que daban la sensación del viento cuando sopla y tres líneas curvas en la segunda mitad.
– La Runa Aire...
– ¿Eh? ¡De qué hablas gato!
Atónitos observaron la nieve derretida creando un remolino de agua a su alrededor cubriéndola por completo, otro grito, nuevamente calma, ella tendida en el suelo hecha un ovillo, su cabello, en esta ocasión azul, la cubrían totalmente, sus ojos azul eléctricos se posaron esta vez en Mike, se enderezó dejándolos ver otra marca circular, en ella se veían tres espirales formando un triángulo.
– La Runa Agua... Sólo queda...
No logró terminar. De la nada salió un fuego envolviéndola en un torbellino. Mike se tensionó. Dóminic le puso la mano en el hombro. Oyeron otro grito y después nada. Ella estaba en el suelo, su cabello rojo y naranja ocultaba su desnudez, sus ojos miel retornaron a Dóminic, quiso enderezarse, pero esta vez cayó desmayada, el agotamiento la venció, la inconsciencia se apoderó de ella. Los chicos se acercaron y se fijaron en sus marcas, una debajo de la otra en distancias y tamaños perfectos, totalmente simétricos, en el centro de la última se observaban dibujadas tres lenguas de fuego. Ella, gimió de dolor. Mike la levantó en brazos cubriéndola con su cuerpo.


Midnight despertó de golpe levantándose con una mano en el pecho, como si regresara a la vida, llenando sus pulmones con todo el aire que podía, se fijó que estaba dentro de su tienda de acampar, sintió frío y supo que estaba desnuda llevándose las manos con rapidez a sus senos por instinto para cubrirlos, aunque estaba sola en la tienda. Se levantó y empezó a vestirse mientras recordaba lo ocurrido, se puso una camisa de mangas largas que enrolló hasta los codos y se la amarró arriba del ombligo dejándolo descubierto, unos vaqueros ajustados y botas. Se peinó el cabello en un moño alto y notó que le había crecido, y mucho para su gusto, con un color diferente, agarró un abrigo y salió de la tienda de acampar.

Vio la luna en lo alto. El portal ya debió de haber abierto. Posó su mirada inquisidora en los chicos que la veían sorprendidos por los cambios sufridos.
– ¿¡Qué!? –dijo.
– Nada. –dijo Dóminic.  -Sólo que te ves...
– Hermosa, muñeca. –terminó Mike.
– Sí. Bien. Pues gracias. –dijo sin prestarle la mayor importancia. - Y... ¿Quién de ustedes me llevó a la tienda mientras estaba inconsciente? –les preguntó acercándose a ellos.
– El. –dijo Dóminic señalando a Mike.
Ella le sonrió, se la acercó y ¡puf! Lo abofeteó. Mike abrió los ojos sorprendido.
– ¿Y eso por qué fue? –preguntó mientras se sobaba la mejilla.
– ¿Eso? –dijo ella sin apartar la mirada de sus ojos.  -Fue por tocarme desnuda mientras estaba inconsciente.
– Pero ¿cómo iba a llevarte hasta la tienda si no te cargaba? Estabas helada tenía que resguardarte del frío. –decía Mike sobándose la mejilla aún.
– Pudiste llevar una sábana o una bolsa de acampar hasta mí y cubrirme.
Dóminic se partía de la risa cuando de pronto ¡paft! Ella se había girado y lo había abofeteado también.
– Y eso. Fue por verme desnuda. –le dijo a Dóminic a quien se le había borrado la risa de la cara y ahora se sobaba la mejilla con ojos sorprendidos. Suspiró. - Ahora andando que el portal no estará abierto toda la noche. Ya nos hemos retrasado mucho y el tiempo se nos acaba. Ah, y Dom esto me lo explicarás más adelante.
Entrando a través del portal, Dóminic empezó a sentir un fuerte dolor en el pecho que iba aumentando conforme avanzaban, al llegar a un valle más abajo, rodeado de árboles, el dolor se hizo insoportable doblándolo, como si sufriera un paro cardíaco, se agarró el pecho cayendo de rodillas. Midnight corrió a abrazarlo, pero antes de llegar divisó a lo lejos dos hombres que se dirigían a ellos y se puso delante de Dóminic para protegerlo.
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Noah, rey del Clan Luna Llena de los Lobos, se hallaba en la biblioteca del palacio con su hija revisando unos pergaminos, buscando algo que le diera respuesta acerca de lo que estaba sucediendo en Magicland, no entendía cómo ni por qué la esencia de la diosa había desaparecido, a causa de eso los clanes se habían rebelado y ahora la mayoría formaban parte del ejército del Mago Oscuro, un ser del que no sabía su procedencia y que ahora estaba tomando poco a poco dominio de todo Magicland, de pronto sintió una energía sobrenatural que se le hacía familiar. ¿Será posible? Yo la sentí desaparecer... ¿Cómo es que no noto la discordia en mi reino ni la oscuridad consumirme si siento su presencia cerca del palacio? Se levantó y corrió hacia donde sentía la energía. Nick, su tercero, lo vio pasar y se unió a él sin cuestionar. Más atrás lo seguía su hija que había sentido algo que la atraía con fuerza y la guiaba en la misma dirección.

Midnight posó su mirada en los hombres que se dirigían a ellos. Mike advirtiendo el hecho, corrió a su lado para que los hombres se abstuvieran de atacar, ellos no atacaron, se detuvieron a dos metros de ellos, el hombre de cabello negro, piel blanca y ojos azules se inclinó hacia ella seguido del joven de cabello cobre, pálido y ojos miel, ambos igual de altos que Mike.
– ¿Noah, Nick? –dijo Mike.
Dóminic sentía que el dolor lo partía. Levantó la mirada buscando a la responsable de su dolor, sabía que ese dolor sólo podía venir de su compañera, se encontró con unos ojos café que lo vieron durante un rato aliviando su dolor y luego se desviaron en otra dirección dispuestos a atacar, se fijó que Midnight era la receptora de esa mirada.
– ¡¡Midnight, cuidado!! -gritó Dóminic.
Midnight levantó la cabeza notando a una mujer que la miraba con la cabeza ladeada saltando, sin darle tiempo a reaccionar, hacia ella asestándole una patada en el pecho lanzándola varios metros atrás por encima de Dóminic, dando una vuelta en el aire y cayendo agachada con las manos apoyadas a los costados en el suelo.
– ¡Jelena! –escuchó una voz grave gritar. Se levantó y fulminó con la mirada a la mujer de piel blanca y cabellos negros, largos, que ahora se encontraba escudando a Dóminic. Llena de furia, su cabello se volvió rubio y sus ojos de un azul hielo, el viento sopló fuerte doblando los árboles, entonces impulsó ambas manos al frente expulsando una ráfaga de aire hacia la chica.
Dóminic comprendiendo que la chica del cabello negro era su compañera y que ahora Midnight la atacaba defendiéndose, se levantó con tal rapidez, abrazándola por los hombros, pegando el cuerpo de él a la espalda de ella, giró y se agachándose junto con ella para protegerla del ataque. La ráfaga de viento pasó por encima de ellos.
– ¡Arrg! No tengo tiempo para esto. –dijo volviendo a su estado normal.  -Debo encontrar a mi padre. –corrió, pero uno de los guerreros de Noah que custodiaba el perímetro del reino le dio con una flecha en el hombro al ver que se acercaba y que su poder de paralización no le afectaba, haciéndola caer de bruces e inconsciente.
– ¡Noo! –gritaron los chicos que corrían tras de ella.
– ¡Marcus! ¿Qué has hecho? –gritó Noah.
– Mi rey, la vi correr y pensé...
– Ya. No digas nada más. –cortó Noah con furia en su voz.  -Hablaremos de eso más tarde.
Dóminic le sacó la flecha y Mike la levantó en brazos. Ella sangraba bastante. Sorprendentemente de las sombras de los árboles surgió un hombre, rasguñado, con porte de líder.
– Zayn. –dijo Noah.  -¿Cómo te liberaste?
– Tuve ayuda. –dijo el hombre.  -Ahora lo importante es ella. –dijo acercándose, posó sus manos en la herida. Nada. No hubo reacción. - No entiendo...
– Nuestros poderes no la afectan. –dijo Dóminic.
– ¡Oh! Eso es un problema. –comentó Nick.
– Por eso no se apartó de ti cuando se lo proyecté. –susurró Jelena. Dóminic la vio divertido.
– Tráela, sé que hacer. Aprendí algunas cosas mientras estuve en su mundo. –dijo Dóminic. - Hay que llevarla a un lugar seguro. –al darse la vuelta vio que de la tierra emergían unos seres de más o menos uno cuarenta de estatura, de la cintura para arriba eran humanos con pequeños cuernos que salían de su frente y de la mitad para abajo cabra, con el cuerpo lleno de pelo marrón, eran faunos, que se hacían llamar los protectores de ella. Uno de ellos al parecer el más fuerte y su líder se acercaron fulminándolo con la mirada.
- ¡Qué le habéis hecho! –dijo el fauno y la vio con extrañeza. No entendía porque ella se veía de ese modo. - Para ser su guardián no hacéis bien vuestro trabajo. Colocadla en el suelo.
Mike vio a Dóminic quien asintió con la cabeza, la colocó en el suelo, vieron cómo se acomodaban alrededor de ella en un círculo hermético, posando sus manos sobre la herida entonaron un cántico suave. La herida empezó a cerrar. Todos miraban con ojos abiertos.
– ¿Cómo es que nuestros poderes no funcionan con ella, pero los de ellos sí? –preguntó Mike.
– Ellos prácticamente están ligados a ella. –contestó Dóminic.
– Pero nosotros tenemos una conexión con ella también.
– Es diferente. Es...
– Es nuestra Madre. –dijo uno de los faunos interrumpiéndolo.
– Sí. Es su Madre, así como es nuestra diosa. –dijo Dóminic.
– Ahora llevadla a descansar. –dijo el mismo fauno, más alto que los demás, su nombre era Harry.
Mike la tomó nuevamente en brazos y Noah los guió hacia su palacio.

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