𝟭𝟭. monster cow

11 : : CAPÍTULO ONCE
❛ vaca monstruosa ❜

📍# EVERGREEN
🕚 # 16:23 P.M

Hicieron una parada en la veterinaria más cercana donde ayudaron a Eagly y a Vigilante que fueron de los más afectados durante la pelea en la autopista, mientras Leigh se encargó ella sola de sus propias heridas y golpes con lo que podía ya que la mayoría de medicamentos y herramientas que había en ese lugar era para animales. También llegaron Hartcourt y Adebayo luego de ser llamadas por Economos porque no sabía como calmar a Adrian que tenía un arma apuntando al veterinario y los enfermeros con el propósito de eliminar cualquier testigo que haya visto sus caras.

Robaron el camión que la veterinaria utilizaba para transportar a los animales de los cuales se ocupaban durante el horario laboral, el cual estaba lleno de fotos de perros y gatos atendidos en el interior. Leigh nunca tuvo una mascota por obvias razones pero siempre le gustaron los gatos así que tal vez, luego de terminar con esa misión, podría buscar una mascota que le haga un poco de compañía durante el corto tiempo que pasaba en casa.

Deja de mirar la foto de un gatito naranja llamado "Groove" cuando su teléfono empieza a vibrar en uno de los bolsillos de su traje negro.

—Hola -Saluda al contestar la llamada y se aleja del pequeño panel donde estaban las fotos de los clientes satisfechos de cuatro patas–. Supongo que leíste mis mensajes.

—Y yo supongo que no tengo oportunidad de hacerte cambiar de opinión, ¿cierto? -Leight se queda en silencio y esa fue la respuesta a la pregunta de Bruce quien suspira–. ¿Cuánto tiempo demorarás?

—Hoy terminaremos con todo esto -Le contesta empezando a dar vueltas por el espacio que había dentro de la camioneta que se encontraba vacía–. Hemos llegado al medio del bosque. Creemos que aquí está la vaca que es su fuente de alimento. Acabaremos con ella y así las mariposas se quedarán sin comida para morir en un par de semanas.

—¿Vendrás al terminar con eso?

¿Lo haría? En ese momento no tenía una respuesta clara, muchas cosas habían sucedido en las últimas horas que su decisión tajante de dejar Evergreen quedaron en el pasado o en un punto de lo incierto. No tenía ninguna razón firme que la amarraba aquí pero sin embargo era consciente que existía una razón invencible, algo que no podía identificar con claridad pero sabía que estaba presente junto a ella y era una especie de cadena que tenía intenciones de no dejarla ir por ahora.

Su vida estaba en Ciudad Gótica, probablemente. Todo fue costa abajo luego de haberse enterado de la mentira de George sumado a lo ocurrido en Ciudad Gótica y lo que había querido construir se terminó desmoronando con lo último así que básicamente ya no le quedaba nada por lo cuál regresar allá más que intentar empezar una nueva vida, iniciando desde cero por tercera vez. Evergreen no era el lugar más genial del mundo pero en los últimos meses le había ido bastante bien que hasta empezaba a olvidar todo lo que vivió en su pasado, algo que no sucedió en los otros lugares en los que estuvo.

—No lo sé -Confiesa con la vista en el suelo blanco–. Tengo que pensarlo.

—Tómate el tiempo que necesites, Leight -Bruce habla antes de que ella pudiera seguir hablando–. No me moveré de aquí y puedes llamarme siempre que lo necesites.

—¿Alguna vez te he dicho que no me van a alcanzar las palabras para agradecerte todo lo que haces por mí? -Escucha una pequeña risa del otro lado que le provoca la misma reacción.

—Siempre, cada vez que hablamos -Leight asiente dándole la razón a pesar que Bruce no era capaz de verla–. Estoy siguiéndote de cerca, Leight. Sea cual sea el problema que se te presente durante la misión, no dudes en avisarme y tendrás refuerzos lo más rápido que se pueda.

—Está bien -La chica acepta a regañadientes. Siempre se le hizo difícil pedir ayuda porque se cree capaz de poder con todo ella sola–. Tengo que irme.

Leight cuelga la llamada y sale de la camioneta la cual se había detenido hace varios minutos atrás luego de haber llegado al punto correcto que los acercaba a la granja donde las mariposas tenían su fuente de comida. Baja del vehículo blanco viéndose rodeada de un sinfín de árboles al encontrarse en una zona algo profunda de un bosque, mira a su alrededor donde su equipo estaba a la espera de que Adebayo terminara de hablar por teléfono.

—Bien. Mi mamá dice que estás a cargo y que Economos y yo deberíamos quedarnos por si algo sale mal -Adebayo se dirige a Hartcourt que estaba frente a ella. La rubia asiente de acuerdo pero Adebayo le extiende el teléfono para que hablara.

—Entendido, mamá -Responde Hartcourt.

—Sí, señora -Adebayo sigue hablando con su madre.

Amanda Waller, nunca se imaginó que tuviera una hija y que fuera Adebayo.

Cada uno tomó un bolso del interior del camión que contenía el equipo y herramientas necesarias para poder ejecutar con éxito la misión que estaban teniendo. Se adentraron al bosque siguiendo a Adebayo que parecía saber exactamente a donde estaba yendo.

—Si Waller es tu mamá, ¿por qué tu apellido es Adebayo? -John le pregunta a Leota que va delante de él.

—Uso el apellido de mi esposa -Le responde la chica sin ningún tipo de complicación o un intento de mentira. Ahora parecía que era bastante sincera con ellos luego de haber traicionado a John al plantarle ese diario en su casa rodante.

—¿No te convierte la chica en la relación?

—Las dos somos chicas en la relación, Adrian -Responde a la tonta pregunta de Adrian–. Eso es ser lesbiana.

Parece que encontraron el punto perfecto para establecerse cuando Adebayo dejó caer el bolso que llevaba en una mano, lo que fue señal para que el resto también dejara el suyo en el césped y se apuraran a sacar todo lo que había en el interior que, en su mayoría, se trataban de las armas que le corresponde a cada superhéroe del grupo. Leight abre el bolso que cargaba encontrándose con su bastón retráctil junto a algunas armas que no reconocía como suyas pero al parecer sabían que ella suele utilizarlo ya que su poder tiene un límite.

—¿Con quién hablabas en el camión? -Escucha a su lado encontrándose con Adrian que sacaba algunas de sus armas de un bolso.

—Un amigo -Contesta con simpleza mientras ella también saca sus propias armas.

—Un amigo... -Repite la respuesta en un tarareo como si estuviera pensando en algo–. ¿Un amigo normal? ¿O un amigo especial?

—¿Importa?

—A mí si -La morena gira a verlo por completo alzando una ceja interrogante por su respuesta pero no pudo ver ningún tipo de reacción en él al llevar puesta su máscara–. Quisiera saber tu respuesta pero creo que no me responderás -Leight lo ve actuar un poco errático al retroceder un par de pasos de donde se encontraba y mover su cabeza de un lado a otro evitando mirarla–. ¿Es el tipo con el que aparecías en esa foto?

Leigh sabía a qué foto de refería y no tenía ninguna razón para responderle. Estaba por decirle que no tenía obligación alguna para rendirle explicaciones y que se vaya al demonio pero no pudo hacerlo, algo en su interior se lo impidió aunque luchó durante unos segundos contra esa fuerza invisible que permanece cerca de ella y quiere cambiar cosas de su vida.

Toma aire junto valor para darse por vencida al ver que estaba perdiendo la pelea con su interior o con la voz de un nueva razón que le quería hacer ver que no puede ser un misterio para siempre.

—No, no era él -Responde con la mirada puesta en las armas que ya había sacado y eran todas las que estuvieron dentro de su bolso. Se pone de pie lentamente mirando a Adrian y a donde estaban sus ojos por debajo de la máscara–. Él está muerto.

Pasa por el lado de Adrian dejándolo solo pero con una respuesta sincera por primera vez, un accionar que nunca había aplicado con él y que ahora parecía cambiar muchas cosas para ambos como para ella en particular.

Pocas personas conocieron a Leighton pero todos murieron, solo Bruce quedaba con vida y siempre se esforzó por creer que era suficiente luego de la muerte de Rick pero en los últimos meses parece que no es así, que aún tiene espacio en su vida y las ganas de conocer personas nuevas. Tenía muchos miedos aunque no lo dijera ni pudiera aceptarlo en voz alta pero vivía con miedo desde que era una niña y la hicieron sufrir para convertirla en un arma, sus miedos aumentaban e incrementaban con el pasar de los años y ahora temía ser querida y conocida por alguien aunque su interior gritara por un poco de cariño, aquel que se le dio en pocas dosis.

Leighton Reagan tenía muchos muros que derrumbar para empezar a ser normal, el vivir tranquila al dejar de ser Black Hawk durante las tardes. Y aceptar su pasado, contar lo que había vivido era un primer paso bastante grande e importante aunque doliera en lo profundo de su alma.

Se aleja algunos metros para poder pensar y despejar sus ideas que en ese momento no eran demasiado importantes cuando tenía una misión en curso, así que debía mantenerse concentrada en salvar el mundo de una invasión alienígena. Luego tendría mucho tiempo para pensar en su futuro.

—Okay, ¿qué demonios está pasando? -Pregunta al ver que todos estaban enojados por algo y no entendía lo que sucedía–. Solo me fui unos minutos y parece que han arruinado algo.

—Quizás sea así -Hartcourt le responde antes de desaparecer entre los árboles con rumbo desconocido.

—Acordamos utilizar los cascos de Chris para destruir el granero pero fallamos en el primer intento -Adebayo es quien le responde en la brevedad posible–. Mandamos a Eagly a que deje el casco sobre el granero pero lo terminó soltando por alguna parte del bosque así que ahora iremos a buscarlo -Leight resopla al escuchar todo lo que pasó en minutos de su ausencia–. Así que vamos, tenemos que encontrarlo.

—Claro -Dijo con ironía siguiendo a la chica que iba por el mismo camino que Hartcourt tomó segundos atrás.

Estuvieron caminando por varios metros en silencio, solo murmurando algunas cosas por lo bajo mientras trataban de captar cada centímetro del césped casi cubierto de hojas secas para encontrar algún destello perteneciente al casco de Chris pero no estaban teniendo éxito alguno.

—¿Por qué cambiaste de opinión y decidiste venir? -Hartcourt le pregunta a Adebayo que se detuvo a buscar por debajo del tronco torcido de un árbol.

—Vi un águila abrazar a un humano, así que pensé que tal vez era una señal.

—¿Para que arriesgaras tu vida?

—Sí

—¿Por qué no era una señal para correr en la dirección opuesta? -Cuestiona la rubia. Adebayo la mira en silencio mientras piensas unos segundos hasta que cae en razón.

—Mierda -Maldice al darse cuenta que tal vez si fue el caso.

Leighton ríe levemente al escucharlas para luego girarse y seguir buscando entre las pequeñas montañas de hojas secas que se habían formado alrededor de los árboles.

—Creí que te irías a Ciudad Gótica -Escucha a sus espaldas que Hartcourt habla y no hacía falta girar para saber que le estaba hablando.

—Como ves, no me fui -Extiende ambas manos a sus costados antes de agacharse a seguir buscando entre las hojas.

—¿Por qué?

Todo empezó desde que llegó a la comisaría para dejar su placa pero fue directo a la casa de Christopher para advertirle que la policía estaba planeando arrestarlo al haberse comprobado que fue él y no August Smith quien asesinó a esa mujer en el estacionamiento de los condominios. Pudo haberle advertido, darse media vuelta y regresar por donde llegó o simplemente no haberle avisado de nada para dejar que él rindiera con sus propios problemas pero no lo hizo, quería abogar a que no sabía la razón por la cuál no se fue pero estaba tomando consciencia de que no lo hizo por salvar a Chris, a quien consideraba un compañero a pesar de todo y el poco tiempo que se conocen.

Dios, que complicado y pesado era soportar esa fuerte carga de la sinceridad en ella.

—Tenía cosas pendientes que terminar aquí -Contesta luego de unos segundos de haberlo pensado y llegar a esa respuesta neutra–. Como matar a una vaca y acabar con la invasión de las mariposas alienígenas -La rubia sonríe de lado y Leight le corresponde de la misma manera. Gira a ver las hojas secas que ya había revisado hasta sus profundidades–. Aquí no hay nada.

Hartcourt bufa cansada antes de darse media vuelta para empezar caminar alejándose de ellas.

—Nunca encontraremos ese estúpido sombrero.

La rubia desaparece de la zona donde se encontraban sus otras dos compañeras y unos minutos después les comunica que ya hallaron el casco de Peacemaker así que podían regresar al punto de encuentro donde antes se establecieron para vigilar. La noche ya estaba cayendo a esas horas cuando emprendieron camino hacia donde correspondía y casi se pierden pero lograron ubicarse al encender la linterna del teléfono de Leight.

—¿Estás bromeando? -Pregunta John al ver lo que Chris tira a sus pies.

—La única forma de que podamos meter el casco en el granero es que uno de nosotros vaya de incógnito -Explica Hartcourt–. Nos reconocerán a Adebayo y a mí con estas heridas. Y a Leighton por los recuerdos de los policías que la conocen.

—Bien. Yo lo haré -Adrian se ofrece.

—No puedes hacerlo. Goff sabe cómo somos -Niega Christopher.

—Usaré una nariz graciosa.

—John, tú eres el único -Hartcourt ignora a los chicos.

—Ni siquiera quiero estar aquí -Protesta el hombre–. ¿Por qué están mojados?

—Los lavé en el arroyo -Chris le responde con tranquilidad.

—¿Por qué?

—Algo que los guerreros nunca mencionan es que la gente suele cagarse cuando muere -John lo mira anonadado y asqueado por lo que estaba escuchando–. Es un toque de gris en la blanca nube de la victoria.

Le colocaron los artefactos de comunicación en la oreja una vez que ya estuvo vestido como un miembro de la policía local de Evergreen y así lo mandaron a acercarse hacia el granero con una bolsa que contenía el casco Estallido Sónico de Peacemaker que utilizarían para hacer volar el lugar donde se encontraba la fuente de alimento para esos alienígenas. Los cinco restantes del equipo se quedaron detrás de unos arbustos en las orillas del bosque para observar a lo lejos como John se acercaba al granero.

Habían altas probabilidades de que fallara pero, ¿qué otro plan tenían? Ya fallaron en dos, esa era básicamente su única oportunidad y se estaban arriesgando a que los descubran.

—John, ¿me copias? -Le pregunta Christopher desde el comunicador que tenía en la mano mientras que Leight estaba en su lugar sin tener la necesidad de ver u oír lo que sucedía debido a sus sentidos super desarrollados.

—Sí, te copio.

—No te des la vuelta -Leight se acerca a la radio para hablarle y John vuelve a girar la cabeza con dirección que estaba caminando–. Trata de parecer normal para ellos.

—Están por todas partes. Esto es muy estúpido -Se queja el hombre por quinta vez en los últimos diez minutos.

—Mantén la calma -Recomienda Hartcourt desde su propio comunicador–. Dirígete hacia el granero como si supieras lo que haces. Relaja la cara.

—Cállate. Ya lo sé.

Economos sigue caminando hacia la gran entrada principal del granero hasta ese momento pasando desapercibido entre todos los cuerpos que eran controlados por las mariposas, tratándose del personal completo del departamento policial y hasta de los propios prisioneros. Las cosas parecían estar bien al ver que John no estaba tan lejos de ingresar por completo al granero pero es detenido por alguien que lo toma por el hombro.

—Oye -Le dicen. John gira de inmediato hacia el hombre y Leight a lo lejos reconoce de que se trata de Larry o al menos de su cuerpo–. ¿A dónde vas?

—Voy adentro -John le responde al girarse hacia él, esforzándose por parecer lo suficientemente inexpresivo para convencerlos de que es uno más de ellos.

—¿Por qué? -Lo cuestiona.

—Por este bolso -Alza el bolso negro que lleva en la mano.

—¿Qué rayos significa eso? -Chris le pregunta a Hartcourt al escuchar la respuesta de John a través del comunicador que tenía en su oreja.

—Está bien. Solo quería asegurarme -Asiente Larry, permitiendo que John diera media vuelta para continuar con su camino hacia el interior del granero.

—¿Cómo mierda funcionó eso? -Chris cuestiona la efectividad de la respuesta que dio Economos, la cual si estuvo bastante estúpida pero surgió efecto.

—Parece que los extraterrestres no son intelectualmente superiores a nosotros -Leight se burla.

Ven como Economos sigue caminando a paso apresurado hasta que se encuentra completamente dentro del granero donde busca un lugar para dejar escapar todo el vómito que de pronto salió desde las profundidades de su estomago como una muestra de los nervios o el miedo que sintió de casi ser descubierto.

—Lo siento -Christopher empezó a hacer arcadas al escuchar como John vomitaba–. Tengo un reflejo nauseoso muy malo -Leight arruga su nariz al escucharlo–. Mierda. Estoy bien.

—¿Te callarías la boca? Maldita sea -Hartcourt a su lado sisea con molestia.

—No puedo hacer esto -Escuchan que John habla luego de unos segundos de haber vomitado–. No puedo hacerlo.

—Ya estás adentro, amigo -Leighton habla intentando subirle los ánimos–. El resto es fácil. Dinos, ¿qué es lo que ves a tu alrededor?

—Escaleras y un ascensor -Contesta el hombre luego de toser un par de veces.

—El ascensor es ruidoso, baja por las escaleras -Hartcourt le indica.

—Sí, por supuesto. Baja por las malditas escaleras -Se suma una nueva queja por parte de John.

Pronto se escucha el rechinar de la madera de las escaleras el cual se da lentamente como si Economos estuviera teniendo cuidado de no hacer ruido pero lo último que podían hacer es actuar de esa manera y arriesgarse a que alguien los vea así

—John, no te arriesgues -Emily le vuelve a hablar–. Tienes que actuar normal, como si tuvieras que estar allí. Solo necesitamos que coloques el casco lo más bajo posible.

El rechinar de la madera dejó de escucharse para ser reemplazado por pasos tranquilos en medio del silencio que John formaba al no hablar.

—Cielos, no -Escucharon hablar a John después de un par de segundos y su tono de voz expresaba sorpresa, como si estuviera viendo algo imposible.

—¿Qué? ¿Qué es lo que sucede? -Leighton se apresura a preguntar mirando preocupada a sus amigos que giran a verla de la misma manera–. John, dinos lo que estás viendo.

—Al diablo. No más kaijus -Es la respuesta que recibe aunque no logra entenderlo–. A la mierda con esto.

—John, ¿me copias? -La rubia le pregunta a su compañero pero no obtiene una respuesta al menos que sea coherente.

—Santo cielo. ¿Qué carajo es eso? -Expresa con el mismo sentimiento de sorpresa.

—Algo no está yendo bien -Leight les advierte a sus compañeros con un poco de temor al saber que está allá él solo sin un tipo de experiencia en poder defenderse si algo sale mal.

—No es una vaca. Es una maldita oruga del tamaño del Empire State Building -Por fin obtienen una respuesta concreta por parte de Economos que los deja confundidos pero al menos ya pueden verlo salir del granero sano y salvo.

—Prepárate -Emily le indica a Leota, quien enciende el walkie-talkie que tenía en la mano y serviría para activar el casco que John dejó en el interior del granero.

—Debemos largarnos de aquí -John sigue hablando alterado.

—¡Oye! -Larry aparece nuevamente deteniendo a John, quien se ve obligado a girar hacia él–. El hombre del que te has apoderado, ¿por qué le hizo eso a su barba?

—¿Qué le hizo? -Fingió desentendimiento.

—¿Por qué se tiñó la barba de ese color extraño?

Emily le hizo una señal a Adebayo para que todavía no hablara por el walkie-talkie en lo que John le daba una respuesta a Larry para que pudiera irse y así evitar ser afectado por la explosión del casco. Todos detrás de los arbustos estaban mirando la escena desde lo lejos a la espera de lo que John tuviera que decirle aumentando la tensión y la incertidumbre por lo que vaya a suceder, si podría ser algo bueno o demasiado malo.

—Pensó que lo hacía parecer más joven y más guapo -John respondió con sinceridad–. Nunca tuvo una novia, así que pensó que teñirse la barba podría ayudar. Pero también era perezoso y estaba ocupado con su trabajo, y no se teñía las raíces con regularidad. Y cuando lo hacía, usaba la marca más barata porque su sueldo era increíblemente bajo -El silencio en el resto del equipo ya no era de incertidumbre o tensión, era de incomodidad y una exagerada cantidad de pena por lo que escuchaban–. Pero, principalmente, nunca creyó que nadie se diera cuenta hasta hace poco, cuando un tipo se lo empezó a decir todo el tiempo.

Algunos miraron de reojo a Christopher sabiendo que John se estaba refiriendo a él. Vieron que Peacemaker estaba cabizbajo y bastante arrepentido por haber molestado a John durante las últimas semanas sobre su barba sin saber la historia o razón que había detrás de aquello, y ahora que lo sabía se sentía pésimo.

—Los humanos pueden ser muy patéticos -Comenta Larry.

—Sí -John le da la razón y solo así logró que Larry se diera la vuelta para regresar por donde vino, así dejando que Economos siguiera con su camino de regreso hacia su equipo–. Bien, me tiño la barba, ¿de acuerdo? Todos lo sabemos. Supongo que aprendí mi lección. L'Oréal probablemente valga los pocos dólares extra.

—¡Oigan! -Alguien vocifera desde el interior del granero y todos giran a verlo incluyendo John–. Ese tipo acaba de dejar esto aquí.

—Mierda. ¡Hazlo ya! -Christopher le dice a Adebayo.

—Activar Estallido... -Leota no termina de hablar cuando el walkie-talkie se le resbala de las manos cayendo a un montón de hojas secas.

—¿Qué mierda? -Exclama Chris–.  ¿Cómo sucedió eso?

—Mis manos están sudorosas -Adebayo se excusa de inmediato mientras rebusca entre las hojas.

Leighton mira como las mariposas corren detrás de John quien no tiene una excesiva velocidad debido a todos sus malos hábitos sedentarios y porque básicamente tampoco tenía un físico atlético que le permitiera correr más de diez pasos sin cansarse, así que tenía una desventaja tremenda sobre sus hombros. La morena estaba preparada para saltar desde los arbustos para correr a defenderlo de todas esas mariposas pero estaba esperando a que Adebayo pudiera encontrar el walkie-talkie pronto antes de que llegaran a John. Cuando llegaron a él, Leota aún no lograba encontrar el aparato entre las hojas.

—Iré a ayudarlo -Comenta Leighton a punto de correr hacia el granero pero es detenida por alguien que la toma del antebrazo.

—Te acompaño -Gira encontrándose con Adrian.

Estaba por hablarle para negarse a que la acompañe pero de pronto es interrumpida por la voz de Adebayo.

—Activar Estallido Sónico -Dice Leota al encontrar el walkie-talkie lo que ocasiona una explosión en el granero que llama la atención de las mariposas que pretendían lastimar a John.

Todos regresan al granero dejando libre a John, quien se arrastra unos pequeños metros antes de levantarse y correr hacia el bosque para ponerse a salvo.

—Espera -Hartcourt le indica a Adebayo mientras ve por los binoculares como las mariposas se acercan a los escombros del granero preocupados por su fuente de comida que se encontraba debajo de la tierra–. ¡Ahora!

—Activar Estallido Sónico -Repite Leota, causando una segunda explosión que mató a quienes estuvieron cerca del casco y empujó varios metros lejos a quienes no estaban tan cerca.

—Mierda. Santo Cielo. Demonios -John se queja mientras pasa por un cerco de madera que dividía el campo del bosque.

—Activar Estallido Sónico -Dice Adebayo una última vez al haber utilizado todas las cargas que el casco podía aguantar.

—Bien, creo que es nuestro turno -Avisa Leighton poniéndose de pie junto al resto de sus compañeros, específicamente todos menos Leota y John que se quedarían ahí por si las cosas salían mal.

Christopher toma su escudo junto a algunas armas que guarda en su cinturón. Hartcourt agarra un chaleco antibalas negro junto a un par de pistolas. Adrian saca un machete que coloca en las fundas que tiene en su espalda y también algunas armas que guarda en el cinturón negro de su traje. Y por último, Leighton toma su bastón retráctil junto a un par de pistolas que coloca en su cinturón como un método de emergencia por si las primeras opciones de derrotarlos se le acababan.

—Puedo ayudar -Leota se ofrece frente al pequeño grupo que ya tenía sus armas listas para utilizar.

—Necesitamos que te quedes aquí, Ads -Ordena Hartcourt–. Eres nuestra única esperanza por si sucede algo.

—¿Qué carajo soy yo? -Interviene John bastante ofendido por ser obviado.

—Oye, pájaro -Leighton gira al escuchar ese tonto apodo que Christopher le puso pero esta vez viniendo de la voz de Adrian–. Suerte. Trata de que no te maten.

—Trata de que tampoco te maten, Vigilante -Le sonríe levemente.

—¿Cuál es el plan, amigo? -Adrian le pregunta a Christopher que rastrilla su arma.

—Vamos a matar una vaca.

Los cuatro se dirigen hacia el granero dando por iniciado el trayecto final de esa misión y con la esperanza de poder salir vivos pero también la disposición de poder morir de ser necesario porque de eso se trataba la misión en manos de Amanda Waller desde un principio: juntar a los suicidas inadaptados de la sociedad.

Las personas poseídas por las mariposas giran hacia el cuarteto que estaba un par de metros cerca de ellos y no dudan en empezar a disparar a cada uno dándoles en la cabeza para que mueran. Detuvieron sus disparos una vez que ya estaban lo suficientemente cerca de los poseídos quienes no perdieron el tiempo en correr hacia ellos e intentar lastimarlos pero se defendieron de inmediato esquivando los golpes y derribándolos antes de meterle una bala entre las cejas con un disparo certero. Adrian cortaba cabezas con el machete que desfundó de su espalda y Leighton terminaba por atravesar su bastón retráctil dentro de la boca de algunos para acabar con sus vidas.

Leighton clava su bastón dentro de la boca de un hombre por última vez y lo saca de pronto haciendo que la sangre salpicara sobre el rostro del difunto y las botas negras de la morena viendo como el cadaver del hombre tenía los ojos vacíos y la boca ahogándose por los interminables flujos de sangre. No se percató que alguien venía corriendo hacia ella y solo fue el arrastre de su cuerpo por varios metros en el césped que la hizo reaccionar teniendo frente suyo a un hombre que soltaba un grito animal y pretendía morderla para comérsela viva por alguna extraña razón mientras trataba de alejarlo con ambas manos puestas en sus hombros alejándolo de su cuerpo.

No duró mucho antes de que se escuchara el deslizamiento de lo que parecía ser un metal y que la cabeza del hombre saliera volando hacia la izquierda desapareciendo así el peso que Leight tenía encima pero dejando que la sangre de lo que le quedaba de cuello se derramara sobre el pecho de la chica e incluso llegara a salpicar en su rostro. La presencia de Adrian se asomó en el campo visual de la morena, quien gruñó enojada por los fluidos de un desconocido sobre ella y empujó el resto del cadaver a un lado quitándoselo de encima. Adrian extiende su mano hacia la chica, quien lo acepta a regañadientes y este tira fuertemente de ella haciendo que chocara contra su pecho y tuvieran que mirarse más de cerca aunque la máscara de Adrian estaba en medio impidiéndole una visión clara de sus ojos.

—Estoy esperando que me agradezcas.

—Te traeré una silla para que esperes sentado y no te canses.

—¿Eso quiere decir que te preocupas por mí? -Adrian inclina su cabeza hacia a un lado utilizando un tono de voz honestamente enternecido por el comentario irónico.

—Ni aunque vuelva a nacer.

Se aleja inmediatamente de él cuando ver sobre su hombro que un hombre pretendía atacarlo por la espalda. Lo aleja a un lado, saca el arma que tenía enfundada en el muslo y no demora en darle dos disparos certeros en medio de la frente que lo mata al instante varios metros atrás antes de que este pudiera acercarse para hacerles daño.

—Estamos en medio de algo, no te distraigas -Leighton le ordena antes de pasar por su lado a seguir matando a los que aún quedaban con vida dejando a Adrian aún de pie tratando de asimilar lo que acaba de vivir.

—Qué mujer -Suspira anonadado antes de dispararle a un hombre que tuvo intenciones de taclearlo pero solo dio dos pasos hacia él y pronto cayó muerto en el césped.

No había cantidad exacta de todas las personas que habían matado en cuestión de minutos, solo sabían que todos murieron de diferentes maneras trágicas y que tenían sangre de diferentes personas sobre sus respectivos trajes. Leighton estaba por caer en una emboscada de cuatro hombres sin una bala dentro de sus armas, por lo que se ve en la obligación de utilizar su poder soltando un grito lo suficientemente agudo y fuerte para los seres humanos promedios que tenía en frente logrando que sus cabezas explotaran al mismo tiempo salpicando sangre por todos lados.

Gira al escuchar un disparo viendo que uno de los policías infectados por la mariposa le disparó en la espalda baja a Adrian, este dirige una mano hacia la zona afectada y mira su guante ensangrentado confirmando que lo habían herido. Maldice por lo bajo antes de lanzar un cuchillo que tenía atado en la cadera y este diera perfectamente en medio de la cabeza del poseído, ambos cayeron de rodillos antes de impactar sus rostros contra el suelo casi al mismo tiempo pero en diferentes estados de vida... o muerte.

Antes de dar un paso para acercarse hacia el cuerpo inconsciente de Adrian, alguien le dispara a la chica por un costado y ella cae de inmediato en el césped sintiendo el ardor y el dolor apoderarse de todo su cuerpo mientras la zona empezaba a sentir caliente por el líquido carmesí brotando de ahí. Entrecierra los ojos sintiendo que el cansancio se apoderaba lentamente de ella y visualiza la presencia de un hombre desconocido frente a ella que cargaba un arma en una mano, alza esta dispuesta a dispararle en la cabeza pero la morena fue más rápida insertándole un cuchillo en la oreja izquierda, la cual mueve de un lado a otro no solo causándole dolor sino también asegurándose de que así pudiera morir tanto la persona como la mariposa que estaba dentro. Utiliza el cuchillo para empujar al hombre hacia a un lado y solo el golpe en seco confirma que este cayó muerto.

Mira el cielo negro de la noche sobre ella con la iluminación de la luz de la Luna sintiendo los efectos del disparo inundando su cuerpo lentamente

—¿Estaremos bien?

Un recuerdo se apodera de su cabeza en momentos críticos como ese en el que se encontraba herida. Estaba en Ciudad Central en la azotea del edificio donde vivía pero no estaba sola, estaba acompañada de George recostada sobre su cuerpo desnudo mirando el cielo oscuro luego de una intensa sesión de sexo, probablemente de las últimas antes de que fuera reclutado por Amanda Waller para la misión de Corto Maltese. Leighton sabía que eso estaba mal, se supone que no se hablaban luego de haber discutido y terminado cualquier relación amorosa que tenían al verse descubierto que George fue y seguía siendo un ladrón de joyas pero a pesar de todo aquello y las cosas que Leight rompió durante la pelea, ahí se encontraban bien entrelazados.

—No lo sé -Confiesa Leighton con la mirada fija en el cielo mientras sentía los trazos delicados y lentos que George realizaba en la piel de su cadera que estaba por debajo de su cuerpo–. Eso espero.

—Lo siento... por haberte mentido -Lo repitió muchas veces la última vez que se vieron pero Leight estaba demasiado cegada por el enojo que simplemente lo ignoró y decidió exponer su enojo–. Por ser un asqueroso ladrón y no ser el hombre que realmente te mereces.

Leighton suspira sin tener una respuesta a eso. Lo quería demasiado, estuvo con muchos hombres desde su llegada a Ciudad Central pero nada serio, él fue su primera relación seria y lo sintió demasiado real que se dejó guiar por las ilusiones y los escenarios más bonitos de cómo podría seguir desarrollándose su relación. Enterarse que era un ladrón y de los más grandes, fue una gran puñalada para ella que su enojo la nubló y se cuestionó lo mucho que afirmaba conocerlo pero aún así lo quería... quisiera decir la siguiente palabra pero simplemente no lograba salir de ella, aún así aceptaba que podía sentirlo.

Solo suspira con la vista aún mirando el cielo.

—Quiero estar contigo, Leighton. No estoy mintiendo cuando te lo digo, hablo en serio -La morena cierra los ojos con fuerza. ¿Estaba preparada para aquello? Estuvieron viviendo los últimos meses juntos, sería lo mismo pero no sabía si estaba dispuesta a entregar completamente lo que quedaba de su corazón que recién aprendía a amar–. Soy un ladrón y todos los insultos que me dijiste hace días, pero todo lo que pasamos juntos fue lo más real que le he podido mostrar a alguien en toda mi vida... solo pude ser así contigo.

Una lágrima rebelde resbala por su mejilla lentamente. George coloca una mano en el mentón de la chica guiándolo hacia donde estaba él y levanta su cabeza encontrándose con su rostro a pocos centímetros de distancia, no demora en dejar un beso sobre los labios de la chica que ahora tenían un sabor salado por la lágrima derramada pero le importo muy poco ese detalle. El beso fue gentil, solo dejaron sus labios unidos.

—Te quiero, Leighton -Murmuró sobre los labios de la morena mientras que con la otra mano libre acaricia un lado del rostro de ella con suavidad–. Hay que huir de aquí. Vamos lejos a un lugar donde nadie nos conozca y nos casamos.

—¿Casarnos?

—Quiero casarme contigo aunque si crees que no es necesario, no me importa -Sigue hablando en voz baja–. Solo quiero estar a tu lado hasta mis últimos días. Prometo que intentaré cambiar por ti y me convertiré en el hombre que merece tenerte aunque nunca será suficiente.

—No digas eso...

—Quiero estar contigo para siempre -Agarra la mano de Leight y entrelaza sus dedos con los de ella sintiendo sus corazones latir al mismo ritmo acelerado con los ojos pegados en el contacto visual–. Deja que termine este nuevo trabajo por el que me están buscando y huiremos juntos con ese dinero, lo prometo.

Leighton quería decirle tantas cosas pero las palabras no abandonaban su garganta. En un principio, no hubiera querido abandonar la vida que tenía en Central City al tener en cuenta todo el extenso proceso por el que tuvo que pasar para convertirse en policía y ser la persona normal que era en ese momento pero el conocer a George le había cambiado muchas cosas tanto de su vida como de las decisiones que podía tomar sobre futuro, a tal punto había llegado él a cambiar su vida. Mantuvo su mirada puesta en él y solo asintió lentamente casi siendo imperceptible, George sonrió de lado y volvió a acercarse a ella para besarla.

—Te amo.

Ese recuerdo era de las pocas cosas que Leighton atesoraba profundamente en ella. Esa fue la última vez que vio a George antes de que este se embarcara hacia la misión de Amanda Waller en Corto Maltese donde perdió la vida en el proceso. Solo quedó en ella el recuerdo de esa noche, un último mensaje que le avisaba que estaba por irse y una promesa que fue sellada pero jamás cumplida.

Leighton regresa a su presente en el que su vista estaba nublándose de a poco producto de una inconsciencia que peleaba por apoderarse de ella debido a la herida y la cantidad de sangre que estaba perdiendo pero se aferraba con fuerza a mantenerse despierta. De pronto, la imagen del oscuro cielo nocturno es interrumpido por la imagen demacrada de Chris luego de haber desaparecido para destruir a la vaca, este extiende su mano hacia ella y la ayuda a levantarse, siendo un acto que no esperaba que viniera del asesino de su hermano pero ahí se encontraba, aceptando su mano y siendo salvada por el verdugo.

Christopher ayuda a la morena y esta se reincorpora lentamente dejando salir algunos quejidos por la fuerza ejercida al levantarse del suelo, coloca una mano en la herida tratando de evitar que la hemorragia siguiera su curso. Vio a su alrededor que estaban todos juntos incluyendo a Adebayo y John, quien parecía que estaba mal de la pierna por alguna razón desconocida. Hartcourt estaba en el suelo bastante herida pero fue levantada por Chris en brazos mientras que Adrian aparece desde un lado caminando bastante bien pero con una mano en su herida de bala.

Los seis ocuparon el camino por el cual habían llegado con dirección hacia los bosques donde se encontraba el vehículo que los trajo hasta ahí para irse al haber culminado la misión. Habían caminado algunos pasos hasta que en medio del camino aparecieron cuatro siluetas bastante conocidas para todos incluyendo a Leighton ya que se trataba de los compañeros de trabajo de Bruce durante algunas misiones específicas: La Liga de la Justicia. ¿Será que Bruce los había enviado? No creía que Amanda hubiera seguido la sugerencia que uno de los chicos le dio mientras hablaba con su hija.

—Llegaron tarde, idiotas -Escupe Christopher evidentemente enojado por la presencia tardía de los justicieros del mundo–. Ve a cogerte otro pez, imbécil.

—Hola, chicos -Saluda Leighton con un asentimiento de cabeza hacia los superhéroes una vez que pasó por en medio de Barry y Diana, quienes le sonrieron al verla luego de tiempo.

No recordaba exactamente todo lo que sucedió después de que subieron al camión de la veterinaria que habían robado, solo que cayó al suelo una vez que el vehículo se puso a andar y luchó por varios minutos rogando para no quedarse dormida mientras veía de momentos la presencia de George que la acompañaba sentado cerca a ella pero parpadeaba unas cuantas veces más para enterarse de que en realidad se trataba de Adrian, quien tenía la mirada puesta en ella aún manteniendo puesta la mano en su respectiva herida.

Llegaron al Centro de Salud "Mount Rouge" para que puedan ingresar a Hartcourt y tratar de salvarle la vida ya que ella fue una de las más perjudicadas del grupo al recibir dos disparos en zonas críticas y también fue ingresado Economos, quien se fracturó una pierna luego de saltar un cerco, según lo que contó Adebayo en el camino.

Leighton estaba recostada en una habitación de hospital. Abrió lentamente los ojos siendo más consciente de donde se encontraba y el sonido del monitor que media su ritmo cardiaco pero no dejemos atrás el dolor que sentía en todo el cuerpo debido al tiempo que estuvo recostada y por la herida de bala que tenía en un lado, el cuál ya estaba debidamente curado por los doctores pero aún se sentía dolor e incomodidad de ese lado por su reciente creación. Giró la cabeza hacia la persona que ingresó a la habitación con un café en la mano y emitió un pequeño sonido de sorpresa al toparse con la morena ya consciente luego de un par de días dopada.

—Despertaste -Señala lo obvio. Deja el vaso de café en una mesita que se encontraba al lado de la cama donde se encontraba la morena, ocupa lugar en el asiento más cercano a ella y le sonríe–. ¿Cómo te sientes? ¿Cómo si un tractor y un camión te hubieran pasado millones de veces encima? ¿Cómo si hubieras sido aplastada por un árbol? ¿Cómo si un rinoceronte hubiera bailado tap encima tuyo?

—Como si me hubieran disparado -Responde mientras ejerce fuerza en ambos brazos para poder reincorporarse lentamente sintiendo el dolor en todo el lado derecho de su abdomen al deslizarse por la cama para sentarse.

—Es lo más lógico -Puntualiza el chico de lentes–. ¿Qué haces?

—Quiero irme de aquí. No me gustan los hospitales ni como huelen -Se quita todos los parches que tenía en su cuerpo y medían su pulso, lo que ocasionó que la máquina emitiera un sonido ensordecedor–. Pensé que estarías en tu casa.

—Lo estuve hasta hace unos treinta minutos que vine para verte. Tengo que asegurarme que no mueras mientras estás aquí, tu identidad quedará expuesta y así llegarán a dar con todos incluyéndome. No puedo arriesgarme a que eso suceda.

Leighton alza ambas cejas sorprendida por su respuesta sabiendo de que hablaba en serio porque nunca miente ni guarda ninguno de los pensamientos tontos que llegan a su cabeza. La chica se sienta al borde de la cama y se levanta de la misma arrastrando sus pasos para llegar a la ropa perfectamente doblada que se encontraba en una silla en la esquina de la habitación.

—¿Qué es eso? No estaba ahí cuando me fui anoche -Inquiere Adrian con curiosidad mientras Leighton visualiza una pequeña nota doblada sobre su ropa y la cual toma entre sus dedos.

"Pensé que lo necesitarás cuando despiertes.
Llámame cuando llegues a casa.
Buen trabajo, Leighton.

— B"

La morena sonríe de lado al saber de que se trataba de Bruce y como este realmente tenía a alguien siguiéndola desde que llegó a Everdeen haciendo que la distancia no fuera un impedimento para que el multimillonario siguiera preocupándose por ella. La chica deja la nota a un lado y se quita la bata sin importarle que se encontraba Adrian a sus espaldas, quien se sorprendió por su repentina acción mirando a todos lados sin saber exactamente qué hacer hasta que se decide por cerrar la puerta de la habitación maldiciendo por lo bajo y luego se acerca a las persianas de la ventana al lado de la puerta y las cierra al asegurarse de que nadie la haya visto.

—Me gusta eso pero no lo hagas en público -Regaña Adrian ligeramente asustado pero Leighton lo ignoraba al abrocharse el brasier blanco. El parche blanco que le habían colocado por la herida era de tamaño mediano y cubría la mitad de ese lado justo por debajo del borde de su brasier.

—Si puedo, lo hago -La morena le resta importancia a la situación al colocarse la camiseta gris. Se inclina levemente para tomar los pantalones que permanecían en la silla y no hacía falta que tuviera ojos en la espalda ya que sentía cierto peso en una zona específica–. Deja de mirarme el trasero, Adrian.

—Lo siento, es inevitable -El chico se excusa de inmediato pero no aparta la mirada hasta que la chica logra colocarse los pantalones y gira hacia él mirándolo mal–. ¿Puedo abofetearte el trasero? -Leight resopla tratando de mantener la cordura y con un movimiento de cabeza le indica al chico que se acerque a ella. Este obedece un tanto dudoso de lo que la chica podría hacer–. ¿No vas a abofetearme a mí, cierto?

Adrian llega a estar frente a Leighton y la chica golpea levemente su mejilla por lo último que dijo cumpliendo a sí con la suposición de él pero pronto deja un ligero beso en el mismo lugar tomando por sorpresa al chico, quien abrió los parpados lo más que pudo y giró de inmediato a verla cuando esta se separó un par de segundos después.

—Lo primero fue por lo que dijiste y lo segundo por salvarme la vida -Comenta bajo la atenta mirada de Adrian que termina por sonreír de lado a lado dejando atrás que lo abofeteó y centrándose en el beso que recibió después–. Vamos, no puedo soportar estar aquí más tiempo.

Leight pasó por el lado del chico con dirección hacia la salida de la habitación, abre la puerta que Adrian anteriormente había cerrado y abandona el lugar dejando a un estupefacto chico que mantenía la mirada puesta en un punto muerto de la pared con la mano en la zona de su mejilla que Leight había besado, casi sintiendo aún sus labios puestos sobre su piel. ¿A caso estaba soñando?  Si es así, esperaba jamás volver a despertar y que ese momento se repitiera en bucle hasta el último día de su vida.

—Creo que estoy sintiendo algo -Murmura como una afirmación para sí mismo, cayendo en la realidad que de verdad estaba experimentando un sentimiento por primera vez en su vida.

—¡Adrian! -Escucha su voz siendo llamado por la morena desde la lejanía del pasillo fuera del pasillo. El mencionado sale de la habitación inmediatamente yendo detrás de la chica que lo estaba esperando afuera y no pensaba hacerle perder más tiempo aunque solo se tratara de segundos.

Así, Leighton había tomado una decisión sobre su destino y el lugar donde se quedaría a vivir a partir de ese momento. ¿Podría arrepentirse luego? Tal vez pero quería aferrarse al momento de vivencia antes de lamentarse por siempre no haberlo intentado siquiera.

Llegó a Evergreen buscando al asesino de Rick y terminó uniéndose a su equipo pero también, darle la oportunidad al loco amigo de Peacemaker que en un principio se conocieron como enemigos y terminaron enredándose por las noches de ebriedad.

¿Cómo saldría eso? No lo sabe ni Leighton pero la acompañaremos a verlo... próximamente.

pay attention 'cause
५🦁★ ASLAN SPEAKS . . .

Luego de casi casi 2 años, hemos culminado
con esta historia que se me hizo algo eterna
en culminar teniendo en cuenta que solo
he alcanzado a hacer 11 capítulos JJSJSJSJ
pero bueno, me gustó mucho este cap y espero
que también les haya gustado a ustedes.

Para la segunda temporada, ya les voy avisando
que aparecerá un personaje nuevo que ingresará
en la vida de Leighton y Adrian para cambiar todo
y exploraremos mejor como se desenvuelven el
uno con el otro ahora que Leighton decidió darle
una oportunidad :D #vivaelamor

el próximo apartado serán de algunos memes que
tenía refundidos en la primera existencia de la fic
pero que jamás saqué a la luz hasta ahora

espero que les haya gustado mucho la fic.
este cap ya lo tenía avanzado desde hace casi un
mes y hoy decidió terminarlo de una vez por todas

no se olviden de votar y comentar<33
nos vemos en la segunda temporada.

— ASLAN

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