𝟬𝟵. secrets in the team
09 : : CAPÍTULO NUEVE
❛ secretos en el equipo ❜
📍# EVERGREEN
🕚 # 15:11 P.M
El grupo de tres que logró escapar a duras penas de la intervención policial, llegando por fin a su lugar de destino que era el establecimiento abandonado del pueblo dónde el equipo lo había transformado en su base secreta de operaciones. Chris lideraba la fila e ingresa dando fuertes zancadas pero sobre todo era porque estaba molesto ya que cierta persona había lanzado su teléfono en medio de la carretera.
—Oye, ¿tienes un diario? -Es lo primero que le dice Hartcourt cuando Smith ingresa al recinto.
—No -Responde Peacemaker. Leighton asoma su cabeza en la puerta mirando a todos lados asegurándose que nadie los haya seguido y luego cierra la misma.
—Encontraron uno en tu casa rodante -Comenta Murn.
—Mentira. Tengo un bloc de notas que nunca lo uso -Alza la voz–. Al diablo con eso. Tenemos un problema.
—Sabemos que eres un hombre buscado.
—Eso no -Niega la afirmación del jefe de la misión–. Goff escapó.
—¿Goff? -Hartcourt pregunta sin poder creer lo que había escuchado.
—¿Se quedaron con Goff?
—¿En serio les sorprende? -Pregunta Leighton mientras se sienta en el borde de uno de los escritorios que habían a su alrededor–. Ellos carecen de grandes cantidades de neuronas funcionales.
—Peacemaker tiene problemas de masculinidad -Adrian intenta excusar la estupidez que cometieron–. Es como el tigre de un campesino.
—No confiaba en ustedes, y lo conservé porque quería respuestas -Explica–. Y sabía que no escaparía.
—Pero escapó y tomó el cuerpo de una mujer oriental -Añade Adrian.
—Una policía, para ser más específicos -Finaliza Leight.
—Pero no sabemos si le gusta el verde azulado -Adrian comenta con notable decepción mientras Leighton lo mira atónita por sus palabras. No puede creer lo idiota que puede ser y sólo atina a negar mientras murmura por lo bajo en qué momento llegó a parar entre ellos.
—Maldita sea, Peacemaker -Recrimina Murn por semejante problema en el que los había metido.
—No me hables después de enviar a Pennywise, el maldito payaso, a ayudarnos -Chris rodea la mesa de reuniones para acercarse a Murn hasta queda frente a frente.
—¿Locke?
—Ese psicópata asesinó a tres policías, y uno estaba inconsciente cuando lo hizo -Señala enojado por aquello puesto que ahora lo señalarían cómo responsable de esas muertes.
Estaban jodidos hasta el cuello pero al menos Leighton tenía la opción de salir por esa puerta sin tener algún cargo sobre sus hombros ya que no la estaban buscando a ella y no la habían visto en compañía de Peacemaker, así que prácticamente ella era libre de cualquier cosa y podría irse sin mirar a atrás escapando de ese problema pero ya no quería seguir huyendo cuando las cosas se complicaban. Se supone que ellos eran un equipo y cómo tal, debían encontrar la manera de salir ilesos y pasar todos los obstáculos que se les plantaran encima sin importar si esos problemas se los haya puesto alguien más del equipo por su ineficiencia.
—Oigan, encontré algo -Economos alza su mano llamando la atención del grupo–. Creo que sé de dónde viene el líquido ámbar crudo -Se colocan alrededor de él para poder ver lo que se muestra en la pantalla de su laptop–. Este es el camión que Adebayo notó que llegaba cada tres días. Correcto -Cambia las imágenes de las cámaras de seguridad mostrando una amplía imagen del mismo camión en otra calle–. Accedía a todo el metraje de las cámaras de seguridad y las cámaras de carretera en el área, y al rastrear su movimiento, descifré la ruta del camión -Explica brevemente mientras va cambiando las imágenes mostrando el recorrido del vehículo–. Es consistente. El mismo camión, el mismo camino, cada pocos días. Y pude seguirlo hasta el principio -Muestra una última imagen tratándose de un granero en una área descampada–. Está catalogado como "Rancho Coverdale"
—¿Un rancho? -Pregunta Murn.
—Supongo que de este granero es de donde viene todo el líquido ámbar.
—No es lo suficientemente grande para llenar esas tinas todos los días -Puntualiza Hartcourt.
—Las mariposas hacen madrigueras -Comenta el jefe–. Lo vieron debajo de la residencia de Goff.
—Y en Glan Tai, donde pateé el trasero de ese gorila y salvé todas sus vidas -Añade Economos bastante orgulloso por lo que hizo esa tarde.
—Realmente estás estirando tus 15 minutos de fama -Reclama la rubia.
—La fuente está bajo tierra -Murn sigue enfocado en la ruta del camión–. Si destruimos su fuente de alimento, destruimos a las mariposas.
—¿Qué? ¿Cómo lo sabemos? -Chris le pregunta pero Murn sólo mira a un lado con nerviosismo cómo si ocultara algo de lo que al menos los otros tres recién llegados no saben–. ¿Qué diablos está pasando? Algo raro está pasando y crees que Vigilante, Leighton y yo somos muy estúpidos para verlo.
—¡Oigan todos, miren! -Llama Adrian que estaba sentado al lado de Eagly pero de una manera bastante extraña sacando pecho y manteniéndose tenso–. ¿Quién soy yo y cuál es Eagly?
—Bueno, entre los tres no todos somos estúpidos -Resopla Leighton al verlo.
—Está bien, tienes razón -Chris sigue hablando con Murn–. Pero haces bien el 50% de un examen, ¿qué obtienes? Una "D"
—Una "F" -Murn responde al mismo tiempo que Chris pero su respuesta fue correcta.
—"F", está bien -Se corrige a sí mismo–. La escuela no era lo mío. Era para nerds.
Leighton no quería abandonar a su grupo pero tampoco era buena soportando la idiotez, por lo que tenía que respirar repetidas veces mientras contaba hasta veinte para poder mantener la cordura y no mandar todo al demonio.
—Tenemos razones para creer que las mariposas tienen una vaca -Comenta Adebayo siendo la única que se enfoca en el tema que les compete a todos.
—¿Una vaca? -Chris pregunta totalmente sorprendido.
—Un animal grande que ordeñan para obtener la sustancia viscosa y solo hay uno en el planeta -Sigue hablando sobre la posible hipótesis–. Y, sin él, morirán.
—¿Cuándo me ibas a dar esa información? -Chris le pregunta pero sin embargo la morena no le responde e intercambia miradas sospechosas con Hartcourt levantando las sospechas de Chris sobre que le estaban ocultando algo–. ¿Qué está pasando? -Nadie le responde pero también Leighton empezaba a sentirse incómoda al ver que realmente no se estaba liberando la información que requerían–. Y yo soy el imbécil aquí por creer que realmente somos un puto equipo.
—Oigan, hagan lo que tengan que hacer -Murn habla por fin pero no para decir la verdad–. Partimos al amanecer al rancho Coverdale para matar a la vaca.
Chris mira con bastante decepción a Adebayo esperando que ella pudiera responderle la mirada y sentir algo de arrepentimiento hasta confesarle lo que estaba sucediendo en verdad en el equipo pero la morena no quiso dirigirle la mirada porque sabía que se rompería y terminaría hablando. Luego este mira a Leight esperando saber si ella sabía algo pero levanta ambas manos en signo de paz dándole a entender que no tenía nada que ver con lo que ellos ocultaban.
—Esto me molesta tanto cómo tú -Dice mientras retrocede unos pasos alejándose del lugar pero haciéndole saber a Chris que ella tampoco estaba enterada de lo que escondían.
Pasaron el día en aquel lugar abandonado que servía como centro de reunión para el equipo y donde estaban establecidos para realizar las correspondientes misiones que se les asignaba. Chris era buscado por la policía en ese momento mientras que Adrian no se separaba de él aunque la policía no lo estuviera buscando para nada y Leighton era otro tema, ella salió a su apartamento en busca de ropa cómoda pero se quedaría ahí para poder estar al amanecer cuando el grupo partiera a Coverdale como Murn lo indicó antes de irse.
Ya era de noche, cada uno estaba por su lado. Leighton se encontraba en una esquina de la habitación mensajeando a Bruce diciéndole que su regreso a Gotham podría retrasarse unos días porque tiene pendientes que resolver en Evergreen. No iba a dejar el pequeño pueblo hasta acabar con esas mariposas alienígenas, no sería capaz de regresar a Gotham y dormir tranquila pensando en todas las vidas que estaría expuestas a ser controladas por esos insectos espaciales. Además, si esa era la oportunidad del destino que le ponía para enmendar parte de sus errores del pasado, le daría el gusto de liberar ese cargo de culpa sobre sus hombros e intentaría ser una superheroína mejor.
—¿No tienes nada mejor que hacer? -Pregunta Leight sin quitar la mirada de su teléfono.
—No -Responde el chico de inmediato. Abandona el umbral de la puerta para acercarse a ella y sentarse al otro extremo del sofá–. Quería volver a disculparme por haber agarrado tus cosas en la mañana...
—Me quedó claro que te disculpas, Adrian -Lo interrumpe antes que siga hablando. Deja su teléfono a un lado para centrar su atención en él viendo que estaba siendo sincero aunque siempre lo era–. Simplemente, no vuelvas a agarrar mis cosas. Yo no agarro nada de lo tuyo y tú no agarras nada de lo mío, hacemos un trato como en jardín de niños -Extiende su mano hacia él. Adrian mira el brazo extendido y con una gran sonrisa estrecha su mano cerrando el trato.
—De acuerdo -Expresa alegre. Suelta el aire de sus pulmones una vez que alejan sus manos uno del otro rompiendo con el contacto–. Pensé que no me perdonarías jamás, tendría que huir del continente pero al final me encontrarías y colgarías mis pelotas.
—No lo haría, Adrian -La morena frunce sus cejas por todo el cuento que el chico se inventó de un momento a otro–. Y eso es demasiado asqueroso, Dios -Expresa disgustada al escucharlo–. ¿Me ves capaz de hacerte eso? -El chico asiente repetidas veces y ella sonríe de lado un poco orgullosa por el nivel de miedo que ejerce sobre él–. ¿El gran Vigilante teme de lo que Black Hawk sea capaz de hacerle?
—Si lo dices de esa manera empiezo a arrepentirme -La chica suelta una corta risa por lo bajo con gracia, aquella que Adrian tuvo el privilegio de gozar por primera vez–. ¿Qué es lo peor que hiciste? Me refiero en cuestión de asesinar a alguien.
La mente de Leighton apuntan a un recuerdo en específico, aquel que no saldría de su cabeza jamás porque fue la muerte más explícita que ocasionó y la primera vez que se manchó las manos de sangre. La única vez que sintió la ira y venganza tomar control de su cuerpo empujándola a cometer un homicidio terrible para luego terminar arrepintiéndose un poco por el grado de maldad e intención de lastimar que tenía en su cabeza dando vueltas en ese momento.
—Era muy joven cuando lo hice -Empieza a contar. Adrian se removió en el sofá poniéndose cómodo para escuchar su relato–. No siempre tuve estas habilidades en mi cuerpo, ¿sabes? No nací así, ellos me hicieron así -Explica brevemente hablando de sus poderes, aquellos que temía utilizar–. Un grupo de delincuentes me secuestró cuando era una niña, experimentaron conmigo por meses hasta que tuvieron lo que querían y pretendían utilizarme para sus planes criminales. Consideraba seriamente obedecer a todo lo que me pidieran y dejar que me utilicen como su arma hasta que descubrí que asesinaron a mi familia, así que los torturé a todos esa misma noche.
—¿Los torturaste? -Pregunta Adrian sorprendido y la chica asiente lentamente dándole una respuesta. El chico no podía creerse lo que le estaba diciendo, ni siquiera se hacia imaginación de que alguien tan correcta como ella hubiera torturado a alguien–. ¿Cómo...? ¿Qué? Yo ni siquiera he torturado a alguien, ¿pero tú si lo hiciste?
—No es la mejor experiencia, Adrian. La culpa me estuvo carcomiendo el alma por unos días -Trata de borrarle ese brillo de sus ojos y la emoción de su voz–. Escuchaba sus gritos de auxilio y dolor en mis pesadillas durante toda la noche impidiendo que duerma. Veía la sangre salpicada en todos lados incluso en mí luego de que sus cabezas hayan reventado por un grito mío, es por eso que temo de utilizar mis poderes con constancia porque sé de lo que soy capaz de hacer.
Adrian no le quitó la mirada en ningún momento y la estuvo escuchando atentamente solo que su atención fue combinada con emoción al escuchar que ella había torturado a personas, ahora lo tenía mirándolo fijamente y una tonta sonrisa extendiéndose en su rostro mirándola con admiración así como encantado por los sucesos grotescos que le estaba contando. Leighton frunce sus ojos levemente al encontrarlo mirándola de esa manera sin emitir palabra alguna.
—¿Qué sucede? -Le pregunta extrañada.
—Creo que me he enamorado de ti -Contesta el chico de inmediato. Leighton lo mira más confundida y sorprendida por sus palabras, incluso balbucea un poco sin saber exactamente lo que quería decir.
—¿Qué? -Logra decir luego de varios intentos fallidos por dejar salir algo coherente de su boca–. Adrian, no creo que...
—Quiero besarte ahora mismo -La interrumpe con su confesión sorprendiéndola mucho más y dejando su cabeza en blanco.
—Ni se te ocurra -Lo señala amenazante. El chico no dice nada pero mantiene su sonrisa embobada durante unos segundos hasta que en el mínimo descuido de Leighton, él toma el rostro de la morena y estampa sus labios con los de ella.
Leighton coloca ambas manos en sus hombros tratando de alejarlo pero era imposible, aunque ella tuviera poderes, él seguía siendo más fuerte o podría ser que no estaba ejerciendo la fuerza suficiente como para alejarlo. Adrian mueve sus labios lentamente y la chica no quiso seguirle el ritmo en un principio pero termina haciéndolo dejando de luchar por alejarlo cuando en realidad no hizo ni el mínimo esfuerzo por hacerlo en realidad. Su cuerpo estaba manejándose por sí mismo como si supiera qué hacer en esa situación, era como algo automático haciendo caso omiso a los gritos de su interior que se alejara de él porque ella dejó muy en claro que una situación como esa no podía ocurrir entre ambos pero ahí se encontraba, a punto de que suceda una tercera vez.
—Dije que no podía suceder de nuevo -Dijo Leighton una vez que Adrian desvía sus besos al cuello de la morena.
—Shh, te tomaré en este sofá ahora mismo, Leight -Avisa ignorando el recordatorio de la chica susurrando sus palabras pero por la cercanía ella pudo escucharlo todo–. No sabes lo mucho que me gustas.
Recuesta a la chica en el sofá volviendo a besarla mientras sus manos recorren el cuerpo de la morena quedándose expuesta. Logra sacarle algunos suspiros a la chica que fueron amortiguados por el beso hambriento que estaban teniendo. Leighton deslizó sus manos desde los hombros de Adrian hasta detenerse en su abdomen que se contraía por cada movimiento involuntario que el chico hacía rozándole con el muslo de la morena que tenía debajo suyo, sintiendo el bulto que se formaba.
Adrian estaba por quitarle la primera prenda a Leighton pero escuchan pisadas aproximándose.
—Iré por comida -Escuchan la voz de Hartcourt resonando en la habitación–. ¡Mierda! -Exclama al verlos uno encima del otro mientras que Adrian y Leighton miran sorprendidos a la rubia que se quedó en la puerta con la misma expresión que ellos–. ¡Puta madre! ¿Por qué no van a otra habitación? ¿O cierran la puta puerta?
—Maldición -Dice la morena quitándose de encima al chico que cayó de vuelta al sofá a regañadientes. No le interesaba haber sido atrapado por Hartcourt, quería seguir con lo que había empezado.
—Solo... me iré -Señala antes de desaparecer de la habitación de nuevo y diciendo cosas por lo bajo que Leighton no lograba escuchar.
—Que vergüenza -Expresa Leight tratando de regular su respiración agitada y arreglando un poco de la camiseta que se arrugó por todo el contacto que tuvo con Adrian, sobre todo de sus manos que recorrían cada centímetro de ella–. Al menos tengo la ropa puesta.
—Aún -Advierte Adrian antes de besarla de nuevo pero esta vez ella logra empujarlo en el primer contacto que sus labios tuvieron por tercera vez en esos cortos minutos.
—No, ya no -La morena se levanta del sofá dejando a Adrian sentado mirándola como si estuviera loca o tuviera tres cabezas–. Dije que no volvería a acostarme contigo y tampoco pienso que cualquier persona me vea como lo acaba de hacer Hartcourt.
—¿Por qué no quieres hacerlo? No es como si tuviera alguna enfermedad venérea o algo similar. Solo es sexo, Leighton -Adrian ataca porque seguía sin entender la manera en como Leight repelía que se acostaran y juraba siempre no volver a hacerlo pero terminaba su juramento. No entendía la razón de su comportamiento–. ¿A qué le tienes miedo?
¿Sentía miedo de verdad? Nunca había pensado en esa posibilidad, simplemente hacia caso a su cuerpo que buscaba mantener lejos cualquier encuentro sexual con Adrian pero nunca intentó pensar en si se debía a algo más allá de que fueron rivales o era un chico bastante extraño, situaciones que tampoco eran suficiente justificación para el empeño de alejarlo. Recordó de inmediato a George por alguna razón y no era imposible asociar su actual problema con su difunto novio, aquel que le rompió el corazón luego de enterarse que era uno de los más grandes ladrones de joyas y buscado en muchos países por el mismo delito. Lo amó mucho y permitió que ingresara a su corazón, no pasaba lo mismo con Adrian pero temía tomarle cariño con el tiempo y que terminara traicionándola.
¿Eso era? ¿No quería acostumbrarse a Adrian porque temía que terminara dejándola? Entonces, realmente temía de algo.
—No tengo miedo de nada, Adrian. Simplemente no quiero seguir haciéndolo y si eres un verdadero caballero, aceptarás mi decisión sin insistir ni juzgar -Le miente con facilidad. Adrian bufa por lo bajo al ser tomado por el lado de la caballerosidad, característica que no desbordaba pero si eso es lo que Leighton buscaba, haría el esfuerzo por intentar tenerlo.
—¿Y ahora qué haré con esto? -Señala la evidente erección que se marcaba en su traje azul–. Está empezando a doler, demasiado.
—Anda al baño a darte una mano o busca a alguna mujer de afuera. No sé en la forma que ustedes los hombres solucionan este tipo de problemas -Adrian empieza a golpear sus pies contra el suelo en forma de pataleta como si fuera un niño de tres años y termina por levantarse del sofá.
—No quiero a ninguna otra mujer, te quiero a ti -Protesta pero sin embargo camina pasando por su lado con dirección al baño que se encontraba en el pasillo.
Adrian decía muchas cosas en broma o exagerando, Leight esperaba que el chico realmente no estuviera enamorado de ella o se encontraría en graves problemas que podría solucionar parcialmente con su mudanza a Gotham pero aún seguiría retorciendo su consciencia por haberlo dejado sabiendo que tenía sentimientos por ella. La situación la hacía sentir fuera de lugar realmente, no tenía ningún pensamiento coherente cruzando su cabeza y solo podía apuntar a que Adrian dijo eso luego de enterarse que torturó a varias personas, ¿esa era la fuente de su enamoramiento? Si era así, tenía las cosas más fáciles. También tendría todo mejor si era por el lado del sexo ya que podría encontrar alguna mujer en cualquier momento que podría otorgarle lo mismo y dejaría de sufrir.
Sí, definitivamente Adrian estaba exagerando las cosas y no sentía realmente eso por ella.
—Entre los muchos artículos encontrados al revisar la casa de Christopher Smith, había un diario escrito por el sospechoso -Empieza a sonar en el televisor antiguo que había en la habitación. Leighton centra su atención en la imagen viendo que el hombre que hablaba era el mismo que los salvó esa tarde en la emboscada de la policía y daba la conferencia desde las instalaciones policiales acompañado de todos los oficiales–. El diario afirma que el mundo es habitado por extraterrestres haciéndose pasar por seres humanos, y es trabajo del sospechoso encontrarlos y matarlos.
Leighton abandona la habitación rápidamente y baja las escaleras a la misma velocidad en busca de Christopher, a quien encontró sentado frente al piano en el primer nivel del pequeño edificio donde estaban.
—Chris -Llama al chico, quien gira al llamado encontrándose con la expresión preocupada de la morena-. Estás jodido.
hola :D
vamos a acelerar esto y acabarlo de
una vez porque lo llevo dilatando desde
hace más de un año JAJAJA
hoy hay capítulo doble y mañana ya les
traigo el capítulo final de esta historia :P
Siguiente capítulo . . .
"CAPÍTULO DIEZ: kill the dragon"
ESTADO: DESBLOQUEADO 🔓
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