Let it Snow
Sientes el corazón a la mitad,
Ahora sientes que late a un nuevo ritmo.
Lentamente se fue sincronizando al ritmo de algo desconocido.
Esa sensación duele, pero te hace sentir vivo.
Esa sensación te hace soñar,
Pero te mantiene en un lio...
¿Es acaso que te puedes enamorar de dos personas?
Una que te dejo roto y otra que sin saberlo te volvió a unir, sin siquiera intentarlo.
-20 de Diciembre, 1969-
-Sábado-
-4:00pm-
Por el corredor de la estación de trenes, iban caminando dos chicos.
-Affections -Cigarettes After Sex-
Tratando de ocultar entre juegos y peleas que irremediablemente entre ellos una pequeña flamita se encendió, sin siquiera intentarlo.
Ambos están asustados.
Ella esta hecha pedazos, en proceso de recuperación y su corazón no esta dispuesto a una partida mas, necesita sanar.
Y el corazón de Él se ve que brilla, como cuando una pieza de porcelana se rompe y la reparas con pegamento escolar.
Se miran grietas e imperfecciones, pero parece que de alguna forma...
Funciona.
Pero quizá ese corazón funciona de nuevo, porque entre su nueva forma tiene pedazos del corazón de ella, que sin buscarlo embono y ahora irremediablemente solo ese corazón esta de nuevo vivo.
Entre el jugueteo, la platica, y el nerviosismo, ambos chicos tropezaron al mismo tiempo en un cable que cruzaba de los rieles, al pequeño puesto de cafés.
Ambos cayeron al suelo.
Pero para ellos se sintió como caer en una nube.
-Esto... Esto no esta bien... Pero entonces... ¿Por qué se siente tan bien? -Pensaba él, mientras sobaba sus raspados codos.
-Que mala suerte tengo. -Pensó ella, sobándose las rodillas, ahora con una de sus lindas medias rotas.
Pensamientos que eran encubiertos con el sonido de sus risas.
De pronto, juntos eran torpes.
Massimo quien de lejos vio a los chicos caer, llamo al pecoso, pues él se encontraba comprando el boleto que dentro de dos semanas usaría su hija y el mejor amigo de su pequeña pelirroja.
Parece adelantarse mucho cuando ellos apenas llegarán pero lo ocupado de las fiestas amerita separar con tiempo su lugar.
Massimo olvidó la cartera en la pequeña camioneta ape, así que le pidió a su hijo que fuera por ella.
La torpe acompañante de ese chico torpe, adolorida se sentó en una banca, le regalo una dulce sonrisa a él, que parecía que lo embriago con su magia.
Rápidamente él chico disimulo, para que ella no lo notara, y él con su mano hizo una señal como un saludo.
Ni el mismo sabe que quiso hacer, pero inmediatamente dio la vuelta y corrió.
En ella, ese ademan de su amigo, la mueca que hizo, su mirada, causo el mismo efecto que su sonrisa causo en él.
Sola y pensativa, esperaba en la banca de la estación...
Ni siquiera ella misma sabe porque esta aquí, solo que su amigo quería que estuviera aquí.
<...>
La vida no siempre tiene los mejores planes para ti, pero de ti depende hacer que las cosas sucedan... o no.
-Ciao ciao - Petula Clark-
En un tren lleno de gente, un niño algo pequeño de estatura, con un impecable uniforme escolar, abrazado de una maleta, estaba impaciente de al fin regresar a ese lugar que le cambio la vida, regresar a él y a su familia.
En esa maleta cargaba sus sueños e ilusiones, sus ganas de comerse al mundo, y de por fin poder volver a abrazarlo a él.
Pero desgraciadamente de su brazo derecho colgaba un brazalete con la inicial de esa niña molesta, que para bien o para mal, era su novia, y era molesta para su amiga pelirroja...
Pero no para él.
Una A de Alessandra... y ella tenia una L de Luca, brazaletes que habian ganado en la feria.
Frente al chico de uniforme, una niña un poco mas alta de un hermoso cabello de fuego, lucia feliz, realmente le hacia mucha ilusión de nuevo pasar las fiestas con su padre, su hermano y su mejor amigo, con quien no a tenido oportunidad de estar a solas por un buen rato, y de verdad lo extraña, aun durmiendo cada noche en el cuarto de a lado.
Su hermano le dijo que había una sorpresa que la esperaba en la estación y que deseaba que la hiciera feliz, la niña se moría de curiosidad.
...
En el estacionamiento de la estación, caminaba un chico pensativo, emocionado y nervioso.
Lanzando la cartera de su padre al aire y volviendo a atraparla.
Por fin el tiempo llego, fueron largos estos meses pero, por fin valdría la pena... ¿Verdad?.
En ese lapso de tiempo que el pecoso tomaba la billetera, las puertas del tren se abrían, dando paso a que las personas bajaran.
Algunos buscando il messaggio di benvenuto, otros más tomando inmediatamente su rumbo.
La niña pelirroja emocionada bajo primero corriendo, buscando a su padre.
A centímetros estuvo de chocar de frente con esa que fue su mejor amiga.
Después de unos minutos ese hermoso chico de uniforme con las mejillas rosadas y algo confundido por tanta gente bajo del tren.
Parecía el muñequito de un pastel.
Admirando de nuevo esa estación que le daba la bienvenida a casa.
Entre la gente buscaba con la mirada el bello rostro de él.
Y justamente donde los chicos torpes tropezaron, cayó el también, justamente junto a la chica de las medias rotas, y ropa llena de tierra.
Ella rápidamente se levanto a ayudarlo.
Dándose cuenta que aquel chico tenia cara de ángel.
Él con una hermosa sonrisa le pidió disculpas, pues pensó que su maleta había causado la rotura de sus medias.
Ella con su contagiante y picara sonrisa le explico que eso ya estaba así.
-Vaya, si esta mañana me hubieran dicho que por la tarde me encontraria con un hermoso angel como tú, no lo hubiera creído. -Marlena sin pensarlo le lanzo un pequeño e inocente piropo al chico de uniforme, causando que el pequeño enrojeciera desde las mejillas hasta las orejas, pues ninguna chica le había hecho cumplidos tan... directos, ni aun Alessandra se atrevió a hacerlo.
A ella le causo una gran ternura verlo enrojecer, y mas adrede le siguió soltando piropos tiernos, solo para verlo así.
No lo podía evitar, así era ella.
Alegre, adredista y coqueta, naturalmente...
Y el pequeño de uniforme, vergonzoso, encantador y tierno.
-¿Luca? ...
¡¡¡Lucaaa!!! ¡¡¡Lucaaa!!! -Una voz que aquel chico ansiaba escuchar de pronto se hizo espacio entre la multitud.
Corriendo Alberto ya con alguna que otra lagrima asomando corría hacia él.
Luca dejo todo en el piso y también corrió a su encuentro.
-¡¡¡Albertooo!!! -Grito emocionado Luca, y el pecoso lo recibió con los brazos abiertos, se abrazaron y dieron vueltas en el aire cayendo de nuevo al piso.
Alberto notablemente estaba mas alto, mientras que Luca si acaso solo creció cinco centímetros.
La chica de las medias rotas se moría de vergüenza y aguantaba reírse de ella misma, quería que la tierra la tragara.
¿Qué probabilidades existían de que el chico que ella estaba ruborizando, fuera el mismo chico del que le platicaba su amigo? -Pensó, pues no comprendía que de todas las personas que estaban ahí, al chico que le estaba haciendo cumplidos, era al chico de quién su amigo estaba enamorado.
Aunque no mentiría, el chico era demasiado tierno y lindo, era un pequeño ángel.
-Luca, no sabes como te extrañe. -Le dijo el pecoso, aún con su amigo entre sus brazos, como si aquel último abrazo de despedida, hubiera quedado suspendido, y se reanudaba aquí y ahora.
-Alberto, yo también te extraño mucho, no sabes como deseaba ya estar aquí, contigo.
-¡¡¡Luca, hijo!!! -A lo lejos se escucho la voz de Daniela, quien junto a su familia, Massimo y la pelirroja venían al encuentro.
Entre abrazos y besos recibieron a Luca, mientras Alberto veía como torturaban a su amigo con afectos y mimos.
Giulia corrió y abrazo al pecoso, con quién tenía tantas ganas de explorar esa temática de hermandad, ahora presente.
Y por fin...
Al abrir ella su mirada, vio detrás de él a esa chica, temerosa, y algo nerviosa.
Después de tantos años estaba frente a ella, esa que fue su mejor y única amiga de la infancia.
Y para sorpresa de Mar..
Giulia no dudo ni por un instante en correr directamente hacia ella y colgarse de su cuello.
Marlena la abrazo lo mas fuerte que pudo al igual que Giulia.
-¡Sorpresa! -Dijo el pecoso viendo a las chicas felices.
-Mari, hace tanto... ¿Cuatro....Cinco? -Dijo Giulia asombrada.
-Si, cinco años -Contesto Mar.
-Pensé que se habían ido del pueblo, de todas la veces que vine, jamás te volví a encontrar -Dijo Giulia
-Sí, cada verano que venias, yo salía del pueblo y regresaba al comenzar las clases.
Ambas chicas comenzaron rápidamente a platicar y reír, como si esa amistad que de un día para otro solo se corto, fuera exactamente la misma.
Alberto solo sonreía al ver a su sorella y a su mejor amiga felices.
Luca por fin libertado de los mimos y abrazos de su madre y abuela, fue directamente con Alberto, quien no dudo en llevarlo sin que nadie los viera a la vuelta de esa estación.
Sin aviso alguno, Alberto volvió a aprisionar en sus brazos ese con quien tantas veces soñaba y le dio un beso en la mejilla.
Luca se derritió por completo y juntos sin zafarse de ese abrazo quedaron por un rato solo admirando los ojos uno del otro, sintiendo esas mariposas de nuevo fluir como aquel día que él se fue.
<...>
A la salida de esa estación, Alberto alardeo de su amada vespa, y se llevo a dar un paseo a Luca.
Giulia y Mar se fueron caminando, platicando de tantas cosas, mientras abrazadas jugaban a sincronizar sus pies en un mismo paso largo.
<...>
-Luca.. cierra los ojos y abrázame fuerte. -Le dijo tranquilamente el pecoso.
Luca accedió y sintió que rápidamente sobre la vespa dieron vuelta en algún lugar.
Alberto estaciono su motocicleta.
-Abre los ojos. -Dijo el pecoso.
Al abrirlos, Luca pudo mirar un edificio grande.
Un poco mas grande que su escuela debo decir.
Había gente entrando y saliendo, y Luca con solo verlos supo que eran profesores.
-Alberto...
¿Qué hacemos aquí? -Dijo Luca al claramente ver que estaban frente a una escuela.
-¡Buongiorno Alberto! -Grito el portero con alegría, y el pecoso le saludo de igual manera.
-Esta es mi escuela Luca. -Dijo con su típica sonrisa fanfarrona.
-¿Tuuu... tu qué?.... Noo...¡No te creo! -Contesto Luca emocionado y admirado.
-Enserio... Estuve viniendo yo aquí todo este tiempo que tu estuviste en Génova.
-¿Pero.. como...? Alberto, ¿Por qué no me dijiste? -Rápidamente contesto el pequeño visiblemente alegre por su amigo.
-Quería que fuera una sorpresa.
-Vaya... Si que me sorprendiste. -Dijo el pequeño con una hermosa sonrisa en los labios.
-Al..berto.. ¿y porque no vas con Giulia y conmigo a Génova también? -Dijo Ilusionado Luca -Así podríamos ir juntos todos los días, haríamos la tarea juntos y los tres saldríamos cada fin de semana -Luca no podía verse mas emocionado.
-"y los tres saldríamos cada fin de semana"- Esas palabras hicieron pensar al pecoso en Marlena y Fabrizio, esa fue la primera vez que se dio cuenta que cada día sin falta desde que se habían hecho amigos, habían estado juntos.
De pronto la idea de irse con Luca... Ya no sonaba tan bien.
Solo sonrió, mas no contesto a la pregunta de Luca.
-Vamos, de seguro nos están esperando para comer. -Luca asintió con la cabeza y una hermosa sonrisa, esa que amaba el pecoso, el pequeño lo abrazo fuertemente por la espalda, y juntos se dirigieron de nuevo a Portorosso.
...
Esa misma noche, Fabrizio fue a casa del pecoso, y aunque ya conocía a Giulia y a Luca de vista, ahora si hablaron mutuamente, y de inmediato se gano al chico y a la pelirroja.
Marlena por su parte, era como si Giulia y ella fueran uña y mugre, pero...
Alberto rápidamente noto algo raro...
Cada que Marlena se acercaba con Luca, el se ponía de mil colores.
Mar, juguetona como es, lo hacia poner mas nervioso, abrazando o diciendo cosas lindas, realmente sin intenciones ocultas, pero igual hacía a Luca enrojecer de las mejillas.
En realidad para ella no eran coqueteos, pues el chico, aunque ella lo vio precioso, mas que nada en ella despertaba ternura como de un niño pequeño que quisiera llenar de mimos.
Pero no era así a la vista de Alberto.
Esa sensación que sentía cada vez que veía a Luca con Giulia, de nuevo apareció.
Él al mirar a la de ojos amatista que no perdía la oportunidad de coquetear con su pequeño ángel (a su punto de vista) ya no soportaba mas.
Pero...
No era solo eso...
Extrañamente...
¿Le molestaba que Mar estuviera muy cerca de Luca?...
Si...
Pero también le molestó que Luca estuviera muy cerca de Mar.
¿Puedes celar a dos personas al mismo tiempo?
No soportaba como ella le sonreía y con sus... Encantos, lo hacía ruborizar.
Y al mismo tiempo lo mataba que, frente a el...
Ella le coqueteara a otro.
-Ya se... Alberto dijo que tú también eras una persona marina, ¿y si vamos a nadar los tres un día de estos? -Dijo Mar abrazando por detrás a Luca...
-¿Tuuu... tu también eres como nosotros? -Pregunto emocionado Luca.
-¡Siii!, Pero no le comentes nada a Giuls... aun no lo sabe, y quiero sorprenderla. -Contesto Mar con un susurro y una preciosa sonrisa, abrazada de las espalda de Luca.
Pero ahora paso algo distinto...
Luca tomo ambas manos de mar entrelazando sus dedos y juntos comenzaron a dar pequeños pasitos jugando.
Ambos se miraban... Tan bien.
Eso fue suficiente para Alberto.
Furioso salió de la casa.
Mar al verlo no dudo en salir corriendo tras de él, mientras que Luca extrañado en silencio solo se quedo mirando.
Esa fue la primera vez que Marlena vio enojado de verdad a su amigo.
-Amores de ficción - Jesse & Joe-
-Miele.. ¿estas bien? -Ella corrió y se colgó a su espalda, como ya se estaba haciendo costumbre.
Alberto rápidamente se zafo de su abrazo y la empujo un poco.
Tenia tantos sentimientos encontrados, odiaba ver que alguien le coqueteara a su Luca, pero mas odiaba que la persona que lo hiciera fuera Mar... Su Marlena.
-Miele, lo siento, no... Yo solo. -Dijo ella.
Alberto entre sus agridulces sentimientos, Sin decir nada la jalo y abrazo fuerte.
El chico acorralado tuvo que confesarle sus enredados sentimientos.
-Lo siento... Es que no me gusta que alguien quiera quitarme lo que es mío.
Su mejor amiga lo abrazo fuertemente, sintiéndose ese abrazo como el cielo para Alberto.
-Lo sabía, el si te gusta, en serio lo siento Miele, Luca, a mi me cae muy bien y es muy lindo, pero no me gusta en ese aspecto -Su amiga le dijo que aunque Luca le parecía adorablemente hermoso, si él lo quería ella le prometía no volver a portarse así con él, al menos no conscientemente.
Dijo esto la chica sin saber que la frase: "no me gusta que alguien quiera quitarme lo que es mío", también la incluía a Ella...
Pues inconscientemente, él ya la sentía muy suya.
Alberto no respondió nada, solo la abrazo mas fuerte, y con su mano derecha comenzó a acariciar su corto cabello negro.
A Marlena le extraño la forma en que Alberto la abrazo...
Recordó, esa noche en la habitación del pecoso, pues el la abrazo de la misma manera.
Luca ahora era quien sintió por primera vez eso que llamaban celos los humanos, pues los estaba viendo por la ventana.
Solo abrázalo, cierra tus ojos, olfatea su aroma, siente todo su abrazo sobre ti, todo su cuerpo, siéntelo a él mientras lo abrazas...
¿Cómo te hace sentir eso?
Eso es el amor
-Grudges -Paramore-
-12:30 am-
-Intente quererte, como quiero a Luca, pero tu solo te alejaste de mí -Dijo la pelirroja, con sus ojos fijos al la noche estrellada.
-Lo siento Giulia, lo se, pero... ¿que te parece si ahora solo olvidamos eso? -Le contesto él y
del bolsillo de su pantalón saco una bolsita, y sin decir nada la entrego a su sorella.
Ella extrañada la tomo y la abrió.
-Alberto... ¿De donde sacaste esto?, Debió de... Haber costado una fortuna.
Dentro estaba el collar con la gran perla roja.
-Lo encontré en el océano, espero te guste.
-Esta hermosa, muchas gracias.
Ambos chicos platicaban sobre ese tejado donde estaba el telescopio.
...
Los siguientes días, se sentían que eran un sueño hecho realidad.
Desde temprano todos los chicos salían a andar en bicicleta, jugar fútbol, o solo caminar.
Giulia y Fabrizio con abrigadoras chamarras, mientras que Luca, Alberto y Marlena apenas y traían suéteres ligeros.
De vez en cuando Alberto y Luca se perdían por ahí, mientras que los demás se hacían los que no se daban cuenta.
...
-¿Sabias que en nuestro sistema solar se cree que hay mas de 3200 estrellas? -Dijo Luca, acomodando su cabeza en el regazo del pecoso.
-¿Y como pueden saber eso? -Contesto Alberto, acariciando los suaves rizos de su amigo.
Ambos estaban sentados sobre el pasto, en la vieja isla del pecoso.
Nadando un rato, jugando en el agua como tantas veces había soñado Alberto, ambos llegaron aquí, a Luca le extraño que no fueron a la torre, sino solo se quedaron aquí, pero igual no dijo nada.
-Y tu, ¿sabias que ninguna estrella de esas 3200 que me dijiste son mas hermosas que tu? -Pregunto Alberto, Luca sintió que su corazón saldría de su pecho, y se puso completamente rojo, inmediatamente se tapo el rostro con ambas manos.
-Y eso nadie me lo tiene que decir, lo se cada que veo tu rostro. -Termino de decir el pecoso con una sonrisa tierna en los labios, las reacciones de Luca eran tan adorables a sus ojos.
-24 de Diciembre-
-1969-
-Miércoles-
La sala de aquella casa, destellaba en pequeñas Lucecitas.
El pino lucía hermoso y dos charolas de rica lasagna estaban ya dentro del horno.
Esa noche Massimo invito a cenar a su casa a la familia de Luca, y a los amigos de su hijo.
Quienes desgraciadamente no podrían asistir.
Fabrizio siempre celebraba junto a su familia, y dudaba mucho que su madre lo dejara zafarse de la cena navideña.
Y Mar, aunque podía asistir, sintió que su presencia ahí estaba de mas, pues ese era un momento para compartir en Familia.
...
-¡Te llevaste mi camisa roja! -Grito Alberto.
-Yo no me lleve nada tuyo, a demás para que quiero algo que apesta a pez -Le contesto ella de vuelta.
-¡Giulia! -Grito él en medio de un gruñido.
-¡Te digo que yo no tengo nada tuyo! -Dijo la chica, moviendo un montoncito de ropa que había sacado de su habitación, y cayendo al suelo la camisa de Alberto.
La pelirroja al ver que su hermano si tenia la razón, rápidamente tomo la camisa y la aventó detrás de una almohada en el sillón.
-Beto, la encontré, la dejaste en el sillón -Mintió la chica.
Rápidamente el pecoso bajo en una camisa blanca como las que acostumbraba utilizar antes, se coloco, la camisa roja, y su chaqueta de cuero.
Traía unos jeans de mezclilla, sus converse rojos, y su cabello peinado con gel hacia atrás, realmente a Giulia le sorprendió verlo así, ya nada tenia que ver con aquel chico que encontró en la plaza aquel día de verano.
Para Alberto ya era normal vestirse así.
Giulia usaba un vestido rojo de bolitas blancas, de vuelo amplio en la parte de abajo, su cabello estaba sujeto en una delicada media cola.
Y sobre su cuello colgaba el complemento perfecto.
Su hermoso collar de perla roja.
Al bajar, a Alberto le dio curiosidad que debajo del árbol habían cajas adornadas, eso no estaba ahí.
Tenían nombres.
Una decía "De Giulia para mi fratello", otra de su sorella para Luca, y también había dos de Massimo, una para Giulia y otro para él.
Se extraño el chico, nadie le comento de esto.
Pronto llegaron a cenar Luca y su familia, el utilizaba un suéter ligero y un pantalón de mezclilla, con los zapatos que usaba para la escuela.
Luca al mirar al pecoso, se quedo embelesado...
-Es tan... Apuesto -Pensaba Luca, mientras tenia la boca media abierta, y sus ojitos brillaban, Giulia no pudo aguantar la risa, al ver a su amigo, literalmente en la baba.
Todos reunidos cenaron la deliciosa lasgna, pusieron música y pasaron un bello momento.
Dieron las 12 am.
-Feliz navidad hermanito -Giulia abrazo a su hermano, él también la abrazo.
Ni el, ni Luca, ni la familia de Luca a excepción de su abuela sabían realmente a que se debía el motivo de la cena.
Alberto hizo una seña a Luca, que lo siguiera afuera.
El pequeño con una gran sonrisa fue corriendo.
Y juntos fueron, bajo el muérdago.
-Sabes, eres el chico con el que sueño todas las noches, y quisiera nunca tener que separarme de ti -Alberto entrelazando sus manos junto con las de su amigo, miraba a Luca a los ojos.
Y el menor rápidamente se puso totalmente rojo, y sin saber que hacer soltó sus manos del pecoso y se tapo el rostro.
A Alberto le causo gracia la reacción de su amigo.
-Mira arriba -Dijo él.
Luca miro el muérdago, algo extrañado.
-¿Que es eso? - Luca quito esa pequeña ramita para verla mejor.
Lógicamente esa no era la reacción que esperaba Alberto, pero Luca al jamás haber visto un muérdago, curioso, como es, lo tomo en sus manos.
-¿Que es esto Alberto? -Por un instante paso por la mente del pecoso rápidamente tomarlo y robarle su primer beso.
Su mente mando la señal, pero sus manos no respondieron.
Petrificado Alberto, solo mirando a ese chico con cara de ángel, le gano el nervio y se comenzó a rascar la nuca.
-Ahhh ¡¡eso, lo usan los humanos para adornar los arboles!! -Contesto como si fuera todo un experto.
Pues en realidad esa actitud de sabelotodo solo la tenia con Luca, inconscientemente solo quería impresionar a su amigo.
-Oh... es lindo -Dijo Luca.
-Toma -Dijo el pecoso, extendiendo una bolsita de celofán transparente, dentro estaba la vespa de madera que había tallado.
-Wooow, es hermosa, grazie. -Contesto el chico de cabellos café chocolate y le dio un beso en la mejilla a su amigo, con quien no podía evitar sentirse lleno de mariposas.
Alberto miro el dije en el brazalete de Luca, y pensó que la A era de Alberto, eso lo hizo sentir aun mas feliz.
-¡¡Luca!!, ¿Tienes mi libro de recortes? -Grito Giulia, y Luca después de darle una dulce sonrisa al pecoso, corrió adentro.
...
"Navidad es, pasar tiempo con tus seres queridos, y disfrutar de su compañía"
Alberto abrazado de Luca de un lado y Giulia del otro, recordó a sus amigos.
Pues indirectamente ellos también eran su familia.
En un momento en que todos platicaban y reían entre la música que sonaba en la sala, el salió y se dirigió a esa colina donde junto con sus amigos compartía tantos buenos momentos.
Sorprendiéndose porque los tres chicos tuvieron la misma idea, pues al lugar también iban llegando de un lado Marlena, y del otro Fabrizio, con una caja igual adornada en las manos.
Fabrizio de milagro logro escaparse de la vista de su madre.
Mar, solo tuvo que decir que quería ir a darle el abrazo de navidad a sus amigos.
Los tres chicos corrieron al mismo lugar, encontrándose.
Mar rápidamente se abalanzó sobre los dos y los abrazo del cuello.
-Feliz navidad mis lindos chicos, los amo. -Dijo ella, y ellos también la abrazaron.
-También te amamos Mar, Feliz navidad. -Contestaron los dos.
-Let is snow - Frank Sinatra-
Alberto, no podía negarlo mas, aun y con tener ya a su lado a Luca, eso que sentía en el estómago al ver a Marlena, no desaparecía, ya se comenzaba a dar cuenta que era exactamente lo mismo que sentía cuando Luca estaba a su lado.
¿Cómo alguien podía sentirse así a la vez por dos diferentes personas? -Pensó el pecoso, y aceptando sus sentimientos, acaricio con amor la mejilla de Mar, ella extrañada lo miro a los ojos, en una mirada complice, ambos se confesaron sus sentimientos, no con palabras, pero a veces no se necesitan decir palabras para trasmitir lo que tu corazón siente, aunque tu mente se empeñe en negarlo.
Unas pequeñas hojuelas frías comenzaron a caer del cielo.
-¡¡¡Esta nevando!!! -Grito Fabrizio.
Alberto jamás había visto la nieve.
Vio como algunas partes del rostro de su amiga estaban transformadas en escamas, y el mismo comenzaba a hacer el cambio.
-Beto, Feliz navidad. -Dijo Fabi entregando una caja medianamente grande forrada de papel rojo.
Alberto la abrió, eran unos nuevos retrovisores para su vespa.
-Es de parte de Mar, Matt y mío -Dijo Fabrizio.
Sin duda, aunque se sentía maravilloso que alguien se preocupara por él, y le regalaran cosas, lo mejor era pasar ese mágico día como dijo su padre.
"En compañía de todas las personas que amaba."
Sin duda, era un día que jamás olvidaría, y seria uno de sus favoritos del año.
«Fin»
...
Mas bien dicho:
Continuara...
Libro Uno:
"Fraterno"
Middle, la saga.
🫧🪼🫧
[Sigue la aventuras de Alberto y compañia, el el siguiente libro:
Middle, la saga: Sinceridad.
«Libro dos»
Ya disponible en mi perfil.]
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🎶-Sobrenatural -Jesse&Joy-
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🎶-Affections -Cigarettes After Sex-
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🎶-Ciao ciao -Petula Clark
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🎶-Amores de Ficción -Jesse&Joy
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🎶-Grudges -Paramore-
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🎶-Let it Snow -Frank Sinatra-
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🎶-Two People -Jaymes Young-
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