Heavenly
¿El primer amor es lo mismo que el alma gemela?
Imagina que, en un lugar oscuro y frio, desesperadamente buscas una fuente, una chispa de luz, de calor...
Tan siquiera un alivió a esta gran inmensidad oscura y fria que invade tu alma, que te agobia.
Haces de todo...
Sigues al pie de la letras todos y cada uno de los pasos, ideas e idioteces necesarias para conseguirlo...
Nada funciona...
Un día sin siquiera intentarlo...
Accidentalmente chocas de frente con tu reflejo...
Y de pronto...
Bum...
Algo tan pequeño y peculiar nace...
No es la chispa que tu buscabas, no es lo que tu idealizaste...
Pero...
¿Y entonces que?
Simplemente existe y ya.
Accidentalmente..
La luz se encendió.
-Viernes, 19 de Diciembre-
-1969-
-4:30 pm-
...Una pareja caminaba por la acera de una ciudad llamada New York.
De pronto comenzó a nevar al derredor de ellos, las cosas se tornaron mágicas, mientras se escuchaba una canción de fondo.
Ambas personas se detuvieron frente a frente y después de unos segundos mirándose a los ojos, él la beso a ella...
-¿Porque todas las películas terminan igual? -Pregunto el pecoso.
Estaba él solo en la sala, eran como las cuatro de la tarde, Massimo salió, y Alberto esta vez prefirió quedarse en la casa, cosa extraña, aun para el mismo Alberto.
Últimamente ha estado mas tiempo dormido que de costumbre, o solo se siente diferente.
Sentado en el piso, cobijado con una manta, con su pequeño gatito Davinci dormido al lado de él, hecho bolita con Machiavelli.
Alberto se preguntaba.
¿Por qué los besos eran tan importantes para los humanos?
...
Como una hora después, al llegar a la casa Massimo con una gran y calentita chamarra, encontró al chico dormido en el piso, junto con los gatos.
Con la televisión prendida, un vaso de leche y galletas a medio acabar.
El clima estaba muy frio afuera.
Era el tiempo en el que el clima en Portorosso llegaba a menos de 5C°, muy frio para ser un lugar del mediterráneo.
-Aun no entiendo, como ellos no sienten el frio como nosotros. -Pensó Massimo y sin mucho esfuerzo subió al pecoso al sillón, y le puso la manta encima.
...
-Buonasera signore Massimo, ¿se encuentra Alberto? -Fabrizio y Marlena habían ido a buscar a su amigo, hace una semana que habían salido de vacaciones, pero aun así ellos se seguían viendo todos los días, y en secreto el pecoso y Mar todas las noches en la torre.
-Si esta Ragazzi, pero esta dormido -A ambos chicos, se les hizo extraño, a decir verdad, desde el cumpleaños de Mar, Alberto se estaba comportando algo extraño.
Massimo abrió mas la puerta, y les hizo una seña a los chicos que se asomaran.
Ambos sonrieron al ver a su amigo dormidito tapado junto con los gatos.
Mar moría de ternura, se miraba tan tierno y apacible.
-Ok, Grazie Signore Massimo. -Ambos chicos se fueron.
Massimo comenzó a adornar su pequeña sala.
Hace años, que no celebraba la navidad con adornos y todo, pero el día de mañana tendría aquí a su hija.
Quería que la festividad fuera de lo mas especial posible.
Había comprado árbol, luces, esferas, y casi todo para cenar el día de mañana, ya que Giulia y Luca, llegarían por las vacaciones de invierno.
Sin hacer demasiado ruido para no despertar al pecoso comenzó a adornar.
Después de un rato las lucecitas del árbol comenzaron a despertar de a poco a Alberto, junto con una peculiar musiquita que salía de una de esas luces.
Extrañado comenzó a mirar todo.
Nunca había visto decoraciones navideñas.
Massimo se encontraba arriba, en la cocina, Alberto subió encontrándolo cocinando.
-Ragazzo, despertaste. -Alegremente el pescador saludo a su hijo.
-Hace rato tus amigos vinieron a verte, pero aun dormías.
-Alberto aun algo adormilado y extrañado por las decoraciones, solo sonrió, frotándose los ojos con el puño.
-Oh si, lo olvide, dijeron que venían a las seis... -Extrañado el pecoso vio que ya era de noche, de pronto comenzó a sentir esa sensación extraña de dormirse en el día, y despertar por la noche, eso solo le pasaba cuando se quedaba dormido bajo el sol...
que extraño.
-Papá... te quería preguntar, ¿Qué paso en la sala? -Dijo el pecoso en visible confusión.
-Oh.. el pino.. son las decoraciones de Navidad muchacho, quería que cuando llegue mi Giulietta vea la casa lo mejor posible. -Alberto aún en confusión solo miraba a su papá.
-Entonces... ¿los humanos acostumbran a poner arboles... Dentro de sus casas? -Pregunto el chico de ojos verdes.
Massimo asimilo la pregunta
-Pensándolo bien, si es un poco extraño, pero es lo que suele hacerse en Navidad -Dijo el pescador.
-Papá.. ¿que es Navidad? -Massimo solo levanto una ceja, nunca pensó, como explicar eso, y realmente encontró las palabras correctas para hacerlo.
-Navidad es, pasar tiempo con tus seres queridos, y disfrutar de su compañía -Contesto el pescador.
Alberto solo se quedo con cara de confusión, pero asintió.
...
Massimo durante la cena, se sirvió ese vasito de vidrio con vino tinto que acostumbraba todas las tardes.
Al pecoso le causaba curiosidad, ya bastante curiosidad debó decir, ¿Porque solo Massimo tomaba eso, porque a él nunca le había dado?
-Massimo, ¿me puedes servir de eso que tomas? -El pescador se rio de lo que le dijo el pecoso.
-Muchacho esto no es para los chicos como tú, aun eres pequeño.
-¿Y tú porque lo tomas? -Pregunto el chico.
-A decir verdad solo por costumbre, pero yo tampoco debería hacerlo.
En eso se escucho que tocaron la puerta de la casa, y el pescador bajo a abrir.
Alberto a quien le gano la curiosidad, antes de que su padre subiera se sirvió un vaso completamente lleno de ese líquido que tomaba Massimo y haciendo pucheros le dió el primer sorbo...
Luego el segundo...
Después el tercero...
-Esta amargo, pero no sabe mal, sabe a frutas, ¿Por qué Massimo no me quería dar? -Pensó el pecoso y se sirvió otro vaso.
De pronto una sensación cálida comenzó a adormecer un poco su cuerpo, y se sintió inexplicablemente feliz.
-¡¡Ciaoooo!! -De pronto Mar salto detrás de él a su espalda, asustándolo y haciendo que bebiera de un solo sorbo lo que restaba de su tercera copa.
-¿¡Y tu que demonios haces aquí!? -Grito Alberto, con Mar colgada de su espalda, y ella muriendo de risa, del susto el vaso de vidrio salió volando, quebrándose al instante.
-Massimo le pidió ayuda a Matti para arrancar su camioneta en la tarde, y aproveché para venir a verte -Le dijo ella, abrazada de su cuello.
-¡Rayos, esta demasiado cerca! -Pensó el pecoso, sintiendo algo raro en el estómago, ¿o solo será por lo que acababa de beber?
Lo cierto es que, desde ese abrazo de la chica el día de su cumpleaños, y mas después del beso en la mejilla, Alberto se sentía incomodo con ella, cosa que jamás diría.
Siendo realmente una tarea muy complicada, pues su amiga era una chica muy "física y efusiva con sus muestras de afecto", cosa que a él, lo ponía nervioso.
-Lunedì... Bajate de mi espalda. -Dijo el pecoso un poco ruborisado, ella inmediatamente bajo acomodandose la falda.
-¿Es.... Estabas bebiendo vino? -Dijo entre risas Mar.
-Cállate, solo lo quería probar, no se porque Massimo no me quería dar, esta cosa sabe bien. -Le contesto él.
-Ten cuidado con eso, puede ser peligroso -Dijo ella, y Alberto no comprendió a que se refería.
-¿Peligroso como?
-Solo... te puede hacer sentir extraño.
-Pero yo no siento nada -pensó Alberto, sin saber que su cuerpo estaba absorbiendo de a poco el alcohol, cosa que haría emborracharlo gradualmente y sin sentirlo.
-¡Mira! un muérdago, ¿pero que hace en la basura? -Dijo ella, sacándolo del cesto.
-¡A, si!, esa cosa, ya la había visto... y que es eso? -Dijo el pecoso.
-Esto, es tu boleto para besar a tu amigo -Dijo ella, lo tomo de la mano y bajo con él hasta el patio bajo el olivo.
Alberto de pronto se comenzó a sentir un poco mas feliz, y como que todas las preocupaciones alrededor de él, comenzaban a irse.
En lugar de incomodarlo que ella lo tomara de la mano, una sonrisa boba se dibujo en su rostro y se dejo llevar a donde quiera que ella dijera.
-Esto se acostumbra ponerlo en lugares discretos, donde no sea fácil verlos y las personas caigan a pararse bajo ellos. -Explico Mar.
-Y...y eso porque -La voz de Alberto ya comenzaba a escucharse algo rara.
-Se supone que cuando dos personas se paran bajo ellos deben darse un beso, no me preguntes porque pero eso dicen.
Ahora, solo tienes que traer a Luca aquí, tómalo de las manos y dile algo lindo de él, hazle un cumplido y mirándolo a los ojos te acercas a su cara, disimuladamente le muestras que están bajo el muérdago y te aseguro que él será quien te bese -Decía Mar, sin percatarse que el pecoso ya ni siquiera le ponía atención.
Detrás de ellos entraron Matt y Massimo a la cocina, sucios de aceite de auto, con algunas piezas de la camioneta en las manos.
-Blah, blah blah.... Blah blah blah blah blah... -Solo eso Alberto podía escuchar de su amiga.
-Que hermosos ojos tiene, siempre lo he sabido, pero ahora... brillan un poco mas bellos que otros días, y sus labios se ven tan rojitos al igual que sus mejillas, son tan gorditas, quiero apretarlas. -Pensaba esto Alberto al ver hablar a su amiga, sin prestarle ni la mas mínima de atención a sus palabras.
-Y bien, te aseguro que con eso podrás besarlo.
-¿Besarlo? ¿A quien? -Dijo el pecoso y a ella le dio risa, pues ya comenzaba a reflejarse en su rostro que el vino estaba haciendo reacción.
-A tu amigo, si te gusta puedes besarlo con esto que te dije -Repitió ella -¿No te gusta? -Volvió a repetir ella, con una cara picara, pues penso que Alberto en esta condición ahora si lo admitiría.
-Mistletoe -Justin Bieber-
-¿Gusta?... Siii, sii me encantaa~ -Dijo el pecoso con una boba sonrisa... mientras la miraba a ella.
-Bien, entonces... ¿si recuerdas lo que tienes que hacer? -Dijo ella algo extrañada -No... Beto ya ni me esta escuchando -pensó ella.
-Si, lo recuerdo -Dijo él
Primero le tomo de las manos -Dijo Alberto mientras tomaba ambas manos de su amiga, y cariñosamente entrelazaba sus dedos..
-E...espera, que haces, ¿!A este que le pasa!? -Pensó la chica algo incómoda.
-Sabes, eres el ser mas hermoso que he visto dentro del océano, jamás en mi vida he visto creatura mas linda que tu, desde ese día me dejaste soñando con tus hermosas escamas que brillan como el sol -Comenzó a hablar el pecoso, con una boba sonrisa en los labios, mientras se acercaba mas y mas a su amiga.
-Aaaa...aaal..berto...
-Si -Contesto el pecoso, con un susurro, mientras no dejaba de mirar los carnosos labios de ella.
-Eso...
E ...eeso es..
Para que lo apliques con Luca...
...
No conmigo...
-Ohh.. si... -Contesto él, pero no se movió, al contrario, se acerco mas al rostro de su amiga, mientras el pecoso mordía su labio inferior.
Ella solo daba pequeños pasos hacia atras, no sabia... si reir, ¿o que?... realmente la sorprendió.
-!Ya Alberto, calmate! -Dijo la chica entre risas.
Después de cinco segundos mirándola a los ojos, sus manos seguían entrelazadas, a escasos centímetros de tocar sus rostros, ambos podían sentir la respiración del otro, ahora si Mar dejo de reir sorprendida, pues estaba ya demasiado cerca, esta situación ya iba en serio.
Él con un dulce y embriagante aroma a vino tinto por su pequeña travesura, y ella olía a frutas, le recordaba a ese delicioso gelato de mango, ese que era su favorito.
-¿Sabrá igual que el gelato?...
Rayos, ¿Cómo es que huele tan bien? -Pensó él.
-Si... Si besarlo es lo que quieres, te prometo que buscare encontrarte la oportunidad de que lo hagas. -Dijo Marlena, ya notablemente incomoda por la situación, soltando lenta y delicadamente las manos de Alberto, poniendo fin a ese extraño pero lindo momento, Alberto solo miro como ella dio dos grandes pasos hacia atrás.
Solo entonces recapacitó.
Estuvo a punto de...
Besarla.
Como esas películas que miraba.
No sabía porque lo haría, solo que se sentía bien la cercanía.
Realmente...
A su lado todo se sentía mejor.
Su mente daba vueltas, se sentía...
Extrañamente cálido, sentía como...
Una sensación rara en el estómago, como si tuviera hambre...
Pero no de comida, y una felicidad que no podía explicar.
Algo dentro de él, le pedía mas de ese momento.
Sin pensarlo, y antes de arrepentirse rápidamente se acerco de nuevo con ella, la tomo por los hombros y la acercó a él, ella solo se petrifico, Alberto la tomo por ambas mejillas y le dio un beso en la frente, que duro varios segundos.
Con sus ojos cerrados, solo sintiendo todos esos sentimientos hacer explosión en su pecho.
Realmente el pecoso no sabia besar, y en sus briagos pensamientos pensó que ese seria un beso correcto.
Para él, eso se sintió increíble.
Sorprendida ella, poso sus manos sobre las de él también y comenzó a reír con ternura, cerro sus ojos, recibiendo el cariño, siendo para ella solo una expresión tierna de afecto amistoso, de un amigo que estaba ebrio por primera vez.
Una linda y cálida sonrisa se dibujo en los labios de Mar.
-¿Lagartija, puedes venir a ayudar acá? -Grito Matteo, quien aunque no escucho lo que decían, de lejos por la ventana miro todo...
Él y Massimo miraron todo, y solo se voltearon a ver el uno al otro.
Marlena solo le dio una última mirada cálida a Alberto junto con una hermosa y extrañada sonrisa, por el repentino afecto de su amigo.
-Ay Miele, si se te subió, la regañiza que te darán si se dan cuenta... ¿Cuánto abras tomado? -Pensó ella, le dio una sacudida a su esponjoso y rizado cabello y corrió a ayudar a su hermano.
Alberto se sentó en el piso, sólo...
Bajo el muérdago y recargando su espalda en el olivo, se quedo pensativo, mirando las estrellas del cielo.
-¿Qué demonios me pasa? -Pensó él.
Ese momento lo confundió...
¿Solo era que fue la reacción natural de probar alcohol por primera vez?
O tal vez... el alcohol solo le dio ese empujoncito necesario para de verdad mostrar sus sentimientos, esos que jamás diría en sus cinco sentidos...
El alcohol es traicionero.
En el mundo perfecto, Luca jamás se hubiera ido de Alberto.
Juntos habrían descubierto los retos de este maravilloso mundo.
Su primer beso hubiera sido inolvidable, y todo ese romance.
Recorriendo esta maravillosa vida, sin importar que dijeran los demás.
En el mundo perfecto Guido jamás hubiera permitido que Venecia se metiera en su relación.
Marlena y él seguirían descubriendo juntos poco a poco lo que el amor ofrecía.
Y después de una hermosa cena, a los 16 años, se hubieran entregado en cuerpo y alma a ese puro sentimiento.
Se casarían a los 21.
En el mundo perfecto...
Guido jamás habría aparecido.
Después de varias salidas, Fabrizio le robaría uno o dos besos a Mar.
Y después con las mas hermosas rosas le pediría que fuera su novia.
Jamás la haría llorar o se separaría de ella.
Él con gusto sería su protector por siempre, y ella la madre de sus hijos.
Todas estas historias pasarían en el mundo perfecto, o quién sabe, quizá en otra realidad si estén pasando.
Pero no en este mundo.
Este mundo es tan infeliz...
Tan injusto.
Es un frío mundo cruel.
-Hello Cold World -Paramore-
<...>
-¿¡Hey, como que ya le vas parando no!? Primero el pobre de Fabrizio, después el idiota de Guido, luego el imbécil de Ercole, ¿y ahora que? ¿También vas por Alberto?...
Saliste peor que yo, y eso que el año aun no acaba -Decía indignado Matteo, regañando a su hermana.
Inmediatamente Mar entro, Matt la jalo a la pescheria.
-¡Todavía te burlas desvergonzada! -Inmediatamente después de acabar de decir eso su hermano, Marlena se hecho a reír, porque dicho así, se escuchaba muy feo, y más porque con el pecoso no paso nada, ni con Fabrizio...
Bueeeno...
Nada además de los besos...
-¿Que tanto son uno... o dos besitos inocentes? -Pensó ella, justificándose.
-No hermanito, no es lo que piensas -Contesto la chica entre risas.
-¿¡Como dices que no, si los estamos viendo desde hace rato el señor Massimo y yo!? Ya se me hacía raro, que hasta te regalo un collar de pareja.
-No es un collar de pareja es un... -Mar no diría nada, ella sospechaba que en el barco había mas oro, pero no lo diría hasta estar segura. -Esssss ... Es algo que un día de esos que nos vamos solos, juntos al océano encontramos en el Mar. -Dijo la chica -Rayos, eso no sonó mejor -Pensó ella, mientras su hermano la observaba acusadoramente.
-¡Pero mira Marlena, si me llegas a salir embarazada te corro de la casa, pequeña pervertida promiscua! -Comentario que solo le dio mas risa a su hermana, por el insulto de las tres P's, y porque sabía que aunque eso pasara, Matt jamás la abandonaría, aunque, eso no significaba que eso pasaría.
-¿¡Y ahora a ti que te pasa!?, ¿Ya terminaste de volverte loca o que?
-Esta ebrio, Matt, Alberto esta ebrio. -Le dijo Mar, buscando su ayuda para evitar que regañara Massimo a su amigo.
-Marlena... ¿¡Que le hiciste!?. -Grito Matteo.
-¡Oye, ¿Por qué cuando algo pasa siempre crees que yo tengo la culpa?! -Contesto ella y Matt solo la miro acusadoramente, de nuevo.
-Bien... bien... Se que te robe una botella, pero, solo era curiosidad.
-Si... pero emborrachaste también a Fabrizio... Marlena, se la acabaron ¡¡y me había costado 500 liras! -Contesto su hermano.
-Además... ¿de que te quejas?, si cuando tenias mi edad tu ya tomabas. -Acuso su hermana menor.
-E.. eso es diferente -Dijo Matteo, tratando de excusarse.
-¿Diferente porque?
-Porque... ¿¡Que te importa!?, ¡¡Tu solo no lo hagas!! -Le contesto el mayor.
La chica de ojos Amatista no tuvo ya nada que responder, su reputación la precedía.
-Matti.. te juro que yo no tuve nada que ver esta vez, cuando llegue Alberto ya se lo había tomado, hasta lo asuste...
Él es un buen chico, yo creo solo le dio curiosidad. -A Matteo solo le causo gracia, y se comenzó a reír mas a fuerza que con ganas.
-Bien... Entonces Mar...
¿No estuvo a punto de besarte hace rato?
-¡¡No, nonono!!... Bueno si, pero no, te aseguro que solo es porque se le subió, te juro que entre nosotros no pasa nada, ya estoy demasiado harta de esas cosas, me voy a hacer monja.
-Ha-ha-ha... ¿Monja tú?, ni tu te la crees.
Marlena no pudo aguantar la risa de lo que ella misma dijo, y le contagió la risa a su hermano.
-Bien, espera aquí, déjame ver que puedo hacer. -Salió de la pesceria Matt, viendo a Alberto sentado en el árbol, el pecoso al verlo movió su mano de forma exagerada para saludarlo a lo lejos, con una sonrisa boba en los labios.
Matteo solo comenzó a reír y también le saludo -Par de lagartijas, hasta parece que tengo dos hermanos en lugar de una. -Pensó él y movió la cabeza.
Después de unos 10 minutos Matteo volvió.
-Bien, vamos.
Massimo fue a entregar la última carga del día, le dije que yo los cuidaría, llevemos al enano a su cuarto.
...
||No, no, no, no, no
Il tuo amore è un po' bislacco come fumo di tabacco||
Al llegar ambos hermanos, encontraron a Alberto cantando muy feliz aún sentado bajo el muérdago.
-Hey enano, ya es hora de irnos -Le hablo Matteo a Alberto.
-¿Irme? ¿A dónde? ... Yo no me quiero ir -Contesto el pecoso haciendo pucheros.
-Suficiente lagartija, levántate o sino te llevo cargado. -Contesto Matt con una desforzada risa, de ver al pecoso.
Alberto al ver a Marlena volvió a poner la carita de cachorrito tierno y enamorado.
-¡¡¡Ella!!! -Dijo el pecoso apuntándola con el dedo.
-¿Ella que? -dijo Matt.
-Yo iré a donde quiera que ella me lleve -Dijo el pecoso y le lanzo un beso a su amiga.
Las mejillas de Mar, se tiñeron de rojo, cosa que trato de disimular entre risas.
-¿Y si voy a la escuela también me sigues? -Dijo ella acercándose a ayudarle a levantarse.
-Hasta ese lugar te seguí, Amore mio. -Le contesto Alberto con su típica sonrisa fanfarrona y un jugueteo con sus manos que termino por tomar de nuevo las manos de su amiga y entrelazar sus dedos, viéndola con ojitos enamorados.
Ahora el rostro de Mar no podía estar mas rojo y Matteo moría de risa.
-¿Y dices que solo es efecto del vino? -Le pregunto Matt a su hermana, burlándose de ella.
-¡¡¡Siiii!!! ¡Estoy completamente segura! -Mintió -No per favore Miele, primero Fabrizio y ahora tú -Pensó preocupada la chica soltando las manos de Alberto, pues ya le empezaba a preocupar que lo que le decía Alberto fuera verdad.
-Vamos a tu habitación, tu lo que tienes es sueño. -Le contesto la chica al pecoso.
-Solo con una condición -Dijo Alberto.
-¿Cuál? -Interrumpió Matteo.
-Que ella se quede conmigo -Contesto el de ojos verdes mirando a Marlena, con una sonrisa juguetona en los labios.
-¡¡Estas loco!! -Grito Mar avergonzada.
-Loco por ti, ¡muñeca! -Le contesto pícaramente el pecoso, y le lanzo otro beso.
-Bien, Romeo, ya nos vamos, sin excusas -Matt cargo a Alberto como saco de papas y se dirigió a su pequeña habitación.
Mientras el pecoso se acomodo poniendo el codo en la espalda de Matt, y recargando su rostro en la palma de su mano para ir viendo a Mar, quien iba detrás de ellos.
-¡Vaya, para estar tan grandote y flaco, pesas mucho mas que el motor de un auto! -Dijo Matt.
Con cuidado Matt dejo al pecoso en la cama, y al dar media vuelta los Scatola a la salida, Alberto tomo a Mar por la muñeca.
-Espera... No te vayas
Por favor Lunedì... no... no me dejes, por favor.
-Lagartija, no puedo dejarte a solas con mi hermana -Contesto Matt y al intentar zafar a su hermana del agarre del pecoso, Mar tomo su mano.
-Espera... Realmente no creo...
No lo quiero dejar así. -Le dijo Mar a su hermano, mirando con ternura a su amigo, pues esas últimas palabras "no me dejes" le recordaron la plática que tuvieron en la torre unos días antes.
-Ok, ok, ok, ¿acaso me vez cara de idiota? Si te quedas con "Pepe le Pew" entonces si se cumplirá lo que te dije hace rato. -Le dijo su hermano.
-¡No, no no! Claro que no Matt, no pienses eso, ¡no es por eso!-Grito avergonzada Mar.
-¿Y como no quieres que piense eso?, si él no pierde oportunidad de coquetearte cada cinco minutos. -Le dijo él.
Mar se tapo la cara avergonzada, moviendo rapido su cabeza, pues ya no podía negarlo más -¿Pero que mosca le pico a Alberto? tomo del cariñoso. -Pensó Ella, quien realmente pensaba que el comportamiento de su amigo solo era por estar ebrio, no por nada más.
Mateo miro a su hermana, y luego al pecoso, suspiro pensando en la situación.
-Bien... Es tú decisión. Quédate, pero ya te dije, si llegas a salir embarazada te vas de la casa. -Dijo Matteo molestando a su hermana y salió de la habitación.
-¡¡Cállate!! ¡Que eso no pasara! -Grito ella y Matteo solo se comenzó a burlar de ella y cerro la puerta.
-Until I found you -Stephen Sanchez & Em Beihold-
Marlena nerviosa se quedo parada en la puerta de la habitación.
-Oh Dio... pero... ¡¿pero que estoy haciendo?! -Pensó con gran nerviosismo la chica.
Alberto por sorpresa la abrazo por la espalda de la cintura y la acostó con él en la cama.
-¡¿Espera que haces?! -Grito Mar en pánico total, y completamente roja, jamás se había acostado en una cama con un chico, aunque ya varias veces había dormido junto al pecoso, era diferente estar en una cama.
-Solo quiero abrazarte... por favor... ¿Me abrazas? -Le dijo Alberto a Marlena, quien no pudo resistir tanta ternura, pues realmente Alberto le pareció un niño pequeño que solo deseaba cariño, solo lo abrazo fuerte al igual que él a ella y los tapo a ambos con las cobijas.
Realmente, Alberto era completamente inocente, para él daba lo mismo estar recostados bajo las estrellas en su vieja torre, o estar bajo las sabanas abrazado de su amiga, sí ni siquiera sabía como besar correctamente, menos...
Hacer otras cosas, realmente él ni idea tenía de... "otras cosas"...
Ahí la peligrosa era Marlena.
-No entiendo, ¿Por qué todo el mundo me deja siempre? -Comenzó a hablar el pecoso, y su voz sonaba entrecortada y llorosa. -Todos los que amo... Se van, ya no quiero estar solo nunca mas.
-Aquí estoy yo -Le dijo Mar.
-Lo se, gracias... Por primera vez, alguien que amo... no me abandona.
A Mar le partio el alma esas palabras, ¿Cómo una persona podía ser tan cruel con alguien tan tierno?
-Yo también te amo, y te prometo que nunca te dejare, nunca me alejare de ti, a menos que tu me lo pidas. -Le dijo ella en completa sinceridad.
-Nunca Lunedì, nunca te alejes de mi. -El pecoso abrió su mirada, y trato de acercarse al rostro de Mar, ahora si, con intención de besarla como debe de ser.
Ella puso su mano en los labios de él.
-Eres tan lindo... te quiero mucho, y por lo que dices, jamás haz besado a nadie...
Esto esta mal...
Miele, realmente tú no quieres besarme. -Dijo ella, evitando por completo dar ese salto en su amistad.
-¿Por qué lo dices?, si sí quiero, quiero besarte como en las películas -Le contesto él con esa mirada... esa mirada que Mar nunca podrá olvidar.
-Miele, no me lo haz querido decir, pero sospecho que estas realmente enamorado de alguien que no soy yo, y no voy a robarle tu primer beso, ese le pertenece a él. -Dijo Mar, refiriéndose a Luca, a quien no conocía.
-Pero... Solo uno pequeño, ¿en la mejilla? Por favor... Lunedì -Le suplico el pecoso a su amiga, con carita de cachorrito tierno, y acarició una de sus mejillas.
-Alberto... le romperas el corazón a quien amas, porfavor, no hagas eso. -Marlena le dijo a Alberto, quitando su mano de su rostro, recordando lo que se sentia ver a tu amor con alguien mas.
-Pero, si yo te amo a ti -Contesto Alberto mirandola a los ojos y la acaricio de nuevo.
A Mar le dio tanta ternura, y sonrió, ¿Quién era ella para que le rogaran por un beso? -Pensó.
-Bien, uno pequeño en la mejilla. -Le dijo ella, con esa sonrisa que derretía al pecoso.
Alberto sonrió y puso su mejilla para que Mar le diera el beso.
Ella al casi posar sus labios en la mejilla del pecoso, Alberto rápidamente se volteo, haciendo que esta le diera el beso en los labios.
Eso fue lo mas indescriptible que sintió Alberto, sentía que estaba flotando en una nube.
-¡Oye, eso!, ¡eso es trampa... Tram...! -Quiso renegar ella, pero fue imposible.
Alberto volvió a besarla, tierna y delicadamente, mientras le acariciaba una mejilla, con tanto amor...
El chico de ojos esmeralda con cariños, caricias y coqueteos desarmo a la chica, quien no tuvo remedio mas que ceder.
Ante eso Mar poco a poco bajo su resistencia, cerro su mirada y correspondió a su amigo, con un beso real.
Ya las cosas eran un desastre, Mar sintió que su mente se adormeció.
Ante ese instante, los coqueteos descarados del pecoso, ese momento tan tierno, sus sonrisas hermosas, esa mirada que nunca había visto que ningún chico la mirara de esa forma, estar entre sus brazos bajo las sabanas...
Realmente era difícil que la chica se pudiera resistir a un beso real, y mas porque había cariño entre los dos.
Ella tiernamente rozaba sus labios con los del pecoso, acariciando con su lengua los suaves labios carnosos de él, mientras delicadamente acariciaba con ambas manos el rostro de su amigo.
En un momento sus lenguas se encontraron y lentamente bailaban una deliciosa danza acariciándose mutuamente, él al no saber como besar, solo se dejaba llevar por ella, perdido en el sabor de sus suaves y deliciosos labios de mango, mientras acariciaba su cintura y su espalda baja.
Mar sintió pánico, no mentiría, ese beso le supo taaaan bien, sus caricias... o quizá... aún mucho mejor de como la hacia sentir Guido y asustada rápidamente rompió con el beso.
Él la miraba con unos ojitos que querían perderse en los de ella.
El pecoso no tenia palabras para describir lo que Marlena le hizo sentir, quería morir en ese instante, en ese beso.
Ella acaricio su mejilla con ternura y una sincera sonrisa en los labios.
-Ya trata de dormir, mañana será un día importante.
-¿Vendrás conmigo? -Pregunto Alberto.
-Si tu quieres, si.
-Bien, entonces mañana vamos. -Dijo él, y cerro sus ojos en completa calma e intimidad con su amiga.
-Ella comenzó a cantar una canción de cuna, la única que ella conocía, la canción que le cantaba su mamá para dormir, mientras acariciaba los apretados rizos de su amigo.
Alberto, sentía una calidez que nunca sintió en su vida, la única persona que lo había acurrucado mientras le cantaba para dormir, era su mamá, recuerdos que ya no existían en la memoria de Alberto.
Jamás en su vida, recuerda haber dormido tan cómodo, tan...
Amado.
Al cabo de unos minutos Mar lo escucho roncar, y el agarre de su abrazo se zafo.
Ella con cuidado de no despertarlo, se levanto de la cama.
Lo arropo y le dio un beso en la frente.
-Te quiero mucho Miele, te amo, gracias por decirme cosas tan lindas, ni siquiera Guido me hizo sentir así... aunque no fuera realidad. -Ella se sonrió, acaricio su mejilla de nuevo y viendolo dormir salió por la ventana.
Ese momento, todo lo que paso, la lleno de sentimientos encontrados, y lagrimas resbalaron por sus mejillas.
-No es verdad Marlena, nada de lo que paso fue real, olvídalo -Se repetia la chica a si misma, tratando de creerse algo que ella en su corazón sabía, que se estaba mintiendo a si misma.
La realidad es que, ambos llegaron tarde a sus vidas,
Ella llego después de Luca, y Alberto llego despues de Guido.
De haberse conocido antes que ellos...
Mar, siendo una loca enamorada, y Alberto un protector que se entrega por completo, irremediablemente nunca se hubieran dejado ir uno al otro.
Ambos se hubieran vuelto locos de amor el uno por el otro.
Marlena bajo por el árbol y lentamente se fue a su casa, pensativa en ese beso, que no podía creer...
Fue mas lindo que cualquiera que Guido le hubiera dado.
Massimo la vio por la ventana bajar del árbol y salir de su casa, al verla tan pensativa, subio a hablar con Alberto.
Entro a la habitación del pecoso encontrándose con que él estaba profundamente dormido, con una gran sonrisa en el rostro...
Massimo extrañado, salio de su recámara.
-Vaya... Creo que mejor no pregunto -Pensó Massimo.
Mar llego a su casa, ya todas las luces estaban apagadas, así que entro sin hacer ruido, creyó que ya todos se habían ido a dormir.
Justo cuando iba pasando por la sala, el foco se prendió.
Matteo estaba sentado esperándola en el sillón.
-¿Y bien, ya voy a ser tío? -Pregunto él, medio en broma, medio enserio.
-¡¡¡¡Cállate Idiota, claro que no, como se te ocurre decir eso, Alberto solo es mi amigo y me necesitaba en este momento!!!! -Grito rápidamente la chica, salto encima de su hermano y comenzó a darle manotazos, mientras él se defendia de sus pequeños golpes y moría de risa al verla completamente roja.
Realmente le dio tranquilidad ver la reacción de ella, la conocía, y sabía que su reacción le diría la verdad, nada entre ellos paso.
-¿Y, como esta Miele? -Pregunto Matteo
Mar le dio un último manotazo en el hombro, pues esto lo dijo aún burlandose de ella, por la forma en que llamaba a su amigo.
-Bien, inmediatamente se quedo dormido, solo necesita descansar, y para mañana todo estará normal. -Contesto Mar, deseando en su corazón que esto se cumpliera... a medias, pues aunque no podía negar, que todo lo que paso fue realmente lindo, no quería perder a su amigo, a él no, no quería que su amistad se viera afectada por esas cosas, de milagro no perdió a Fabrizio, ahora no quería también pasar por eso con Alberto, que de verdad amaba, pero ella realmente no tenia nada que ofrecer en este momento, después de todo lo que paso, solo necesitaba sanar antes que cualquier cosa.
Matteo solo miraba a su hermana, Marlena ya no era la niña de Matteo, ni tampoco él era su papá, tenia que asimilarlo...
Su hermanita pequeña, ya había crecido.
<...>
-Halo -The Cure-
Era el atardecer, ambos chicos, aún con su uniforme corrían y jugaban.
Él la perseguía, y ella corría riendo fuerte.
Sus sonoras carcajadas, algo extrañas y molestas a otras personas, para él era como escuchar la mas hermosa canción.
Amaba verla caminar con su corta falda escolar.
Ella volteo y pateo el agua de la playa, mojándolo todo, sus hermosas escamas purpuras pronto tomaron posición en lugar de su hermosa piel bronce.
El grito fingiendo enojo, como casi siempre lo hacía, en realidad amaba esa dinámica que ambos tenían y ella río mas fuerte.
Él aprovecho, la tomo por la cintura y la tumbo al océano también con él.
Sentados en medio del agua, aún riendo, él la miro a los ojos.
Los naranjas, rosas, y morados del cielo se reflejaban en su mirada.
Él tomo su mejilla con sus palmeadas garras, embelesado en la belleza de su amiga, las Meredissas realmente eran malditamente hermosas.
Pero no era solo la hermosura de su rostro, o cuerpo, su amiga no era como las demás chicas, su forma de ser, su ingenio, que era un demonio descarado, y que ella siempre lo seguía en cada idiotez que se les ocurría, incluso ha veces era ella a quien se le ocurrian... en pocas palabras, ella era única para él.
Ella lo miraba directo a los ojos, esas hermosas esmeraldas verdes que parece que penetran hasta lo mas profundo del alma.
El sintió la misma calidez, y sensación extraña en la boca del estómago, y aún sin saber realmente que hacer...
Se acerco a su rostro.
Mientras mas cerca estaba, algo dentro de él le decía que el lugar correcto eran sus labios.
Cerro sus ojos, y delicadamente pego sus labios a los de su amiga.
Esa sensación extraña en su estomago torno rápidamente a escalofríos por todo el cuerpo...
Esa sensación...
No tiene descripción.
Sentía que se despegaría del suelo.
De pronto nada existía a su alrededor, solo ella y él.
Alberto, aun besándola, le acaricio el cabello, quitando cuidadosamente la liga que sujetaba su largo y ondulado cabello negro, dejando libre su bella cabellera, que tanto le gustaba.
Al separarse, ella le dio otro pequeño beso en los labios, seguido de un "Me gustas mucho, te quiero".
-Tu también a mi, te quiero mucho. -Contesto el chico, con una autentico rostro de felicidad.
Cerro sus ojos y al abrirlos la miro en su hermosa forma marina, la mas bella que haya visto en su vida.
Alberto y Marlena eran felices en su propio mundo, como los finales de las películas que miraba el pecoso.
...
De pronto Alberto comenzó a abrir los ojos... Ese fue el sueño mas placentero de su vida, presa de la dopamina y oxitocina que esas maripositas revoloteando en su estomago provocaban.
Con una boba y hermosa sonrisa en los labios, aún con esa cálida sensación en su pecho.
No lo podía creer...
Acaso, eso era...
Estaba...
¿Estaba enamorado? ¿eso era a lo que se referían en las películas...?
3...
2...
1...
Por desgracia ese sueño en menos de un segundo se esfumó de su mente, segundos después de despertar.
Solo dejando a Alberto con la sensación de que tuvo el sueño mas hermoso de su vida.
Y esa indescriptible sensación aun en los labios, en su corazón.
Pero realmente no pudo recordar nada.
Ni de que se trataba, ni con quien soñaba, solo sabia, que era feliz.
Asumió...
Que soñaba de nuevo con Luca.
Alberto no podía recordar nada ni lo que soñó, ni siquiera como había llegado a su habitación, mucho menos el beso en la cama con su mejor amiga.
Solo recordaba que la beso en la frente... Y lo que en realidad significaba para él ese beso.
-Maldición, ¿que hice?... -Pensó el pecoso algo preocupado y avergonzado...
-¡Wuuau, queee hiceee! -Ahora eso lo dijo con una sonrisa en los labios, y comenzó a reír... Acción que hizo que le doliera la cabeza por haber bebido el día anterior.
No podía negarlo, besarla en la frente le había gustado, pero se sentía culpable... Esta tarde por fin vería a Luca, su gran amor, y él sentía que había fallado, sin saber que Luca había pasado casi todos los días en Génova en compañía de Alessandra, quien estaba perdidamente enamorada de Luca, y puede ser que... También Luca un poco de ella.
Al final de cuentas... Alessandra era su novia... Y Alberto, sin poder recordar el beso verdadero que se dieron él y Marlena.
Su primer beso.
-Måneskin - L'altra Dimensione-
<...>
-Ciao Miele -En el umbral de la casa de Alberto, estaba parada Mar.
Sí ya bastante nervioso estaba el pecoso porque hoy regresaría Luca, aun mas nervioso se puso al escuchar la voz de esa loca, exasperante, insoportable, insufrible, hermosa, tierna y dulce amiga...
El corazón de Alberto era un desastre.
Al voltear a verla, aun mas nervioso se puso, ella traía minifalda con botas y medias, y un enorme sueter con estampado de ositos de peluche.
-Rayos, creo que no debí haber venido, quizá ... quizá ya no me quiera hablar... pero ayer le prometí que iría con él. -Marlena igual, era un manojo de nervios, pues después de lo de ayer... no sabía como seria su amistad con ese, con ese chico tan tierno.
-Luluu... Lunedì, ciao, ¿que haces aquí? -Dijo él pecoso tratando de actuar lo mas normal posible.
-Vine a traerle esto a un amigo, que ayer se dio la emborrachada de su vida. -Contesto con un susurro la chica de ojos Amatista, extendiéndole la mano a Alberto, y entregándole una aspirina.
-¿Qué es esto?
-Es para el dolor de cabeza. -Dijo ella.
-Grazie, me esta matando, siento que me va a reventar la cabeza, y he tenido que fingir toda la mañana para que mi papá no lo note. -Dijo Alberto y su amiga corrió y le llevo agua, le hizo la seña que se la tomara, y él así lo hizo.
-¿Y tu como sabias que me dolería la cabeza? -La interrogo el chico.
-Pues... digamos que, quizá en alguna ocasión le robe una botella a Matt, y quizá me castigo por tres meses. -Dijo ella con una sonrisa picara en la cara.
El rostro de Alberto pareciera que se derrito al verla sonreír... pero inmediatamente trato de disimular su rostro.
-Ee.. entonces ¿a qué viniste? -Le dijo él.
-Oh... bueno... es que ayer me dijiste que si te acompañaba a... Bueno.. olvídalo -Dijo Mar algo avergonzada y triste, pues creía que lo había perdido como amigo, comenzó a caminar cabizbaja a la salida.
-No Lunedì, espera, es solo que... que algunas cosas que pasaron ayer... no las tengo muy claras.
Pero si te dije que vinieras conmigo entonces si estuvo bien, porque si quiero que estés aquí -Dijo el chico de ojos verdes.
Mar se ruborizo un poco, y volteo a verlo.
Y ahora vendría la pregunta que mantuvo despierta a Mar toda la noche...
-Miele... entonces...
¿No recuerdas nada de ayer? -Pregunto algo intranquila Mar.
-Recuerdo...
Recuerdo que salimos al patio y... y ya solo eso -Mintió, claramente recordaba el beso en la frente que el le dio, y lo que en realidad significó para él, pero eso jamás se lo diría.
-Espero, no haber hecho nada de lo que me pueda arrepentir. -Dijo él.
Marlena suspiro aliviada...
Claro que dolió que un beso tan hermoso él no lo recordara, ni todas esa palabras que ella jamás olvidaría, pero...
Pero era mejor así, Mar realmente no estaba lista para nada que tuviera que ver con el amor, no de nuevo, al menos por un tiempo, y esto le facilitaba las cosas con su... con su amigo, que la había llevado al cielo.
-Easy - Banners-
-Mar... sabes, siento... tengo la sensación de que ayer tú y yo... -Interrumpió sus pensamientos el chico.
-¿Si?...
-Naa, imposible, olvídalo. -Dijo Alberto, y juntos salieron por la puerta, a comprarse un gelato antes de ir a la estación del tren.
Poco a poco recobrando esa dinámica de jugueteos y peleas que en realidad enmascaraban amor.
Lo mas triste de ser una persona rota, es encontrar a esa otra mitad, y no tener nada que ofrecerle por desperdiciarte en alguien, equivocado.
-Just Like Heaven -The Cure-
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Canciones que aparecen en el capítulo (En orden💜)
🎶-Heavenly -Cigarettes after sex-
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🎶-Mistletoe -Justin Bieber-
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🎶-Hello Cold World -Paramore-
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🎶-Until i found you -Stephen Sanchez
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🎶-Halo -The Cure-
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🎶-L'altra Dimensione -Måneskin-
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🎶-Easy -Banners-
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🎶-Just Like Heaven -The Cure-
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