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Los últimos en haber llegado habían sido los de la preparatoria del Karasuno.
En el tiempo que los entrenadores se saludaban y planeaban la semana, Yaku se encargó de no dejarme sola. Parecía como un padre.
Como todos los demás ya se conocían, estaban platicando y poniéndose al tanto.
Kuroo me había dejado para irse con el Fukurodani, y Kenma con un chico pelirrojo del Karasuno.
—Creí que Kenma no tenía amigos de otras escuelas— estaba sentada en una banca, en el patio, junto con Yaku.
Kai se nos acercó también.
—Antes no tenía, pero hace unos meses habíamos tenido un juego de práctica contra ellos, e hicieron una extraña amistad— en serio que Yaku parecía el padre de todos. Se veía orgulloso de que Kenma tuviera más amigos.
Algo que me agradaba. Después de Kuroo y Kenma, Yaku era en quien más confiaba y convivía.
—Me alegro— sonreí sin mostrar los dientes.
Kai y Yaku imitaron mi acción.
—Woah— un chico rapado se nos acercó, junto a él estaba un chico muy bajito, con el cabello hacia arriba y una mecha de color amarillo.— no sabía que el Nekoma tenía manager.
—Oh, no, yo no-
Yamamoto apareció detrás de ellos, interrumpiéndome.
—Por desgracia no es nuestra manager— pasó sus brazos por los hombros de los chicos— está supliendo a uno de nuestros bloqueadores centrales.— les dió una palmada en la espalda, pasó por en medio de los dos y se me acercó.
Me levantó de un tirón de la banca, me tomó por los hombros y se puso detrás mío.
—Hola— saludé sonriente.
—Estás muy alta— me dijo el chico de la mecha amarilla.
—Gracias, supongo— me rasqué la nuca con mi mano derecha— ¿cómo se llaman?
—Mi nombre es Tanaka— dijo en chico rapado, me extendió la mano y yo la tomé con gusto.
Taketora ya me había soltado.
—Yo soy Nishinoya— el chico de la mecha también estrechó mi mano.—ven, te presentaremos a nuestro equipo.— aunque sus palabras fueran energéticas, parecía estar un tanto apenado.
Abrí mis ojos sorprendida, volteé a ver a Yaku y a Kai, ellos asintieron como si me estuvieran dando permiso.
—Okay— me encogí de hombros y los seguí.
Terminé conociendo a Hinata y a Kageyama, el primero era igual de bajito y energético que Nishinoya, era el pelirrojo con el que Kenma se había ido. El otro chico era mucho más alto que yo, tenía el cabello negro, pero me dió un poco de miedo.
Me presentaron con Sugawara y Daichi, ellos eran el vice-capitán y capitán del equipo, ambos eran muy amables. Conocí a Asahi, también era más alto que yo, parecía ser muy fuerte, me dijeron que era la estrella del equipo y tiene un absurdo parecido con Jesús. Hablé un poco con Yamaguchi y Tsukishima, eran como los opuestos que se atraen, Tsukishima parecía ser aún más alto que Kuroo, también era igual de molesto que él. Y por último, pero no menos importante, me presentaron con Enoshita, Narita y Kinoshita..... de ellos no me quejo, son muy amables.
Todo el equipo, o la mayoría, parecía ser amigable a su manera.
—Bien, ya conoces a casi todos— dijo Tanaka— ahora te presentaremos a la verdadera fuerza del Karasuno.
Por alguna razón, me imaginé a un chico muy alto, fuerte y castaño. Pero no.
Nishinoya, quien había desaparecido, llegó arrastrando dos chicas. Figurativamente.
—Ellas son nuestras hermosas managers— dijeron al mismo tiempo ambos chicos.
Los miré divertida. Después puse atención a las chicas, la más alta de ellas era muy bonita, tanto que me quitaba todo el autoestima. Su cabello era negro, usaba lentes y tenía un lunar al lado derecho de su boca.
La otra era más bajita, de cabello rubio con un broche en el.
—Hola— dijeron al mismo tiempo, ambas parecían ser tímidas.
—Mi nombre es Shimizu— dijo la más alta. Era un lindo nombre.
—Y el m-mío Yachi— la pobre estaba temblando.
Aunque no veía el por qué.
—Oh, mucho gusto— les sonreí amablemente— yo me llamo Aki-
—Ahí estás— Kuroo llegó a mi lado y me tomó de la mano— te estaba buscando.— me jaló un poco y me atrajo hacia él.
Como era costumbre, me puse roja por la cercanía.
—Ammm, Tetsurō...— apunté a los chicos del Karasuno con la cabeza.
—Oh, es verdad— los volteó a ver— Tanaka, Nishinoya— saludó a los nombrados— chica bonita— se dirigió a Yachi— chica bonita 2.0– su mirada pasó a la de Shimizu.— si no les importa, me la llevaré.
Como ninguno dijo nada para oponerse, ambos nos fuimos del área del Karasuno.
—¿Qué pasa?— le pregunté a medio camino, al parecer nos dirigíamos al gimnasio.
Él seguía tomando mi mano.
—Ya vamos a jugar— con mi boca formé una pequeña 'O'.
Entramos al gimnasio y nos fuimos al lado de la cancha que nos tocaba, los demás ya estaban ahí.
Me desfajé la camiseta para volverla acomodar, pero en un abrir y cerrar de ojos parecía que ya no llevaba mi shorts de licra rojo. En general parecía que no llevaba nada aparte de la camiseta.
—¿Qué haces?— preguntó Kenma extrañado.
—Oh, me quería acomodar la camiseta— dije mientras pasaba la casaca por encima de la camiseta negra.
Varios de los otros equipos voltearon a ver, entre ellos y Shinzen y Fukurodani. Tanaka y Nishinoya también habían volteado.
Yamamoto chilló un 'AAAAA' y se puso en frente de mi, como haciendo una barrera protectora.
Kuroo hizo lo mismo mientras fruncía el ceño, después Fukunaga y Shibayama se les unieron. A los segundos, casi todo el equipo, a excepción de Kenma, estaban frente mío, cubriéndome.
—¿Qué mierda hacen?— pregunté confundida.
—Está sería otra historia si estuvieras sola en un vestidor— Kuroo volteó a verme, yo me sonrojé un poco— no sé si te des cuenta, pero así parece que sólo traes una camiseta encima. Y bueno, tú eres... ¿cómo decirlo? Bastante atractiva.
Los demás asintieron.
—ohh— me tomó un tiempo captar lo que quería decir— ¡OHH¡— volteé a la banca avergonzada.
—¿Ustedes qué miran?— preguntó Kuroo a los otros equipos, molesto.
De la forma más torpe que pude, volví a fajarme la camiseta. Jalé el shorts de licra un poco para que se viera más largo y subí las calcetas junto a las rodilleras. Aunque no tuviera nada de malo, me seguía incomodando que me miraran de forma lujuriosa.
Nuestro entrenador apenas había terminado de hablar con el entrenador del Fukurodani, los primeros que enfrentaríamos.
—Okay, ya estoy lista— en cuanto terminé de hablar los demás se relajaron y voltearon para agarrar sus cosas o tomar agua.
—No vuelvas a hacer eso— Tetsurō dió un pequeño zape en la frente. —No tiene nada de malo, pero los hombres son unos idiotas.
—¡Oye!— lo regañé mientras me sobaba la frente.
El juego estaba por comenzar. Como los del Fukurodani sacarían primero, nos acomodamos y preparamos para recibir.
Kenma, Kuroo y Yamamoto estaban arriba (cerca de la red), mientras que Fukunaga, yo y Kai estábamos abajo (cerca de la línea final).
El árbitro hizo sonar su silbato, después, el número cuatro del equipo contrario elevó el balón para sacar.
El chico tenía complejo de búho, su cabello era gris con rayos negros.
Kai recibió sin mucho problema y se la pasó a Kenma, este le acomodó a Taketora para que rematara.
Los del Fukurodani recibieron apenas, se la pasaron a su colocador y él acomodó para el número cuatro. Al parecer era la estrella de su equipo.
Casi todo el set nos la pasamos así, con jugadas largas y entretenidas.
24-23
A favor de nosotros.
Le tocaba sacar a Kenma, yo estaba al frente, en medio de Kai y Fukunaga.
El árbitro volvió a hacer sonar su silbato, escuché al balón ser golpeado para después ver cómo el número tres recibía.
El colocador tenía varias opciones, una de ellas, su estrella. Y como se le había pasado su tristeza de hace rato, lo más probable es que se la volviera a pasar.
Kenma ya había llegado a su lugar, estábamos siguiendo el balón con la mirada, esperando para bloquear.
—Cambia conmigo— dije rápidamente. No se quejó ni nada e hizo lo que le pedí.
Aunque fuera my estratégico, no era muy fuerte.
El búho se preparó para atacar, hizo sus tres pasos y saltó. Había una gran probabilidad de que fuera un remate recto.
Cuando estaba apunto de golpear el balón, Kenma y yo saltamos para bloquear.
Normalmente, los rematadores miran hacia dónde van a golpear, y los ojos dorados del búho del Fukurodani estaban viendo a mi lado derecho, a la línea lateral de la cancha.
El chico golpeó el balón, parecía que pasaría, pero moví mis brazos y terminé por bloquearlo completamente. Como lo supuse, su remate había sido recto.
25-23
Habíamos ganado el primer partido.
—¡Akaashi!— se quejó el número cuatro como niño chiquito— ¿me repites por qué una chica juega con el Nekoma?— miró a su colocador haciendo un puchero.
¿Acaso el chico era idiota?
—Sólo es temporal Bokuto-san— respondió Akaashi. Parecía cansado.— ella está supliendo a uno de sus centrales.
¿Y quién no estaría cansado?
Me acerqué a mi equipo para celebrar nuestra primera pequeña victoria.
Habíamos hecho un círculo, y cuando nos separamos para tomar agua, Kuroo pasó uno de sus brazos por mis hombros, abrazándome de lado.
—Sabía que eras buena, pero no tan buena— alargó la 'a' en la palabra 'tan'.
Tenía una pequeña sonrisa en la cara.
—Me halagas— puse una mano en mi pecho— creo.— fruncí mi ceño fingiendo confusión.
Tetsurō rió y se me acercó para besar mi cabeza. Podía sentir como me comenzaba a sonrojar de nuevo.
Terminó por abrazarme completamente y puso su barbilla encima de mi cabeza, yo pasé mis brazos al rededor de su cintura.
— Oigan, ustedes dos— llamó el entrenador— están aquí para jugar, no para otras cosas.
Me separé despacio mientras me reía como loca.
El resto del equipo también se estaba riendo, y Kuroo igual.
—Ven, vamos a jugar el siguiente partido.— tomamos nuestras cosas y cambiamos de cancha.
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En general habíamos ganado un ochenta y cinco por ciento de todos los partido que jugamos.
A las cinco de la tarde habían terminado las prácticas. Cenamos en un patio que había a un lado de los gimnasios y después de eso tuvimos el resto de la tarde libre.
Algunos como Bokuto, Hinata, Akaashi, Kuroo, Tsukishima y yo nos habíamos quedado a prácticas libres desde las seis y media.
Terminé por saber qué Tsukishima era muy negativo y sarcástico. Una víctima perfecta para las bromas.
A las ocho nos fuimos a los dormitorios. Como yo era chica me habían dicho que no me quedaría en el dormitorio del Nekoma, si no en el de las managers.
Y no tuve problema alguno porque ya conocía a las del Karasuno.
Kuroo se había ofrecido a acompañarme al cuarto, excusándose con que no quería que me robaran.
—No creo que nadie me robe, Tetsu— le dije mientras caminábamos por un pequeño pasillo.
—Claro que si, ¿qué no viste cómo te miraban?— contestó un poco molesto.
—Yo pienso que estás celoso, no tengo idea alguna del por qué, ya que no ha habido ningún otro chico que se me acerque como tú lo haces, pero lo estás— chasqueé la lengua al finalizar mi análisis de la situación.
—¿A caso comiste un diccionario para cenar?— se burló Kuroo.
Bufé y le saqué la lengua.
—Chistosito— entrecerré mis ojos y con mi dedo índice lo piqué en el pecho.
Él sólo reía. Si tuviera una moneda por cada vez que Kuroo reía, sería millonaria.
Aunque no me quejo, su risa era como música para mis oídos.
— Ya en serio— paró en seco, yo hice lo mismo— no estoy celoso— lo miré tratando de decir: '¿en serio?'— bueno, sólo un poco.
Ahora era yo la que reía.
Por fin habíamos llegado al cuarto en donde me quedaría. Nos paramos frente a la puerta en silencio.
Aunque no era muy incómodo. O eso creía yo.
—Bueeeno— estaba un cien por ciento segura de que podía notar mi nerviosismo— amm, creo que yo-
Jugaba con mis dedos, ni siquiera lo miraba a la cara.
—Estaba pensando— por fin se rompió el silencio.
—¿Tú piensas?— bromeé un poco.
—Ti piinsis— me imitó con una voz más aguda— bueno, el caso es que— se rascó la nuca, parecía estar nervioso. Algo extremadamente raro— no sé si tú— no lo podía creer, ¿en serio estaba pasando? ¿Me invitaría a una cita? Suspiró con pesadez— si tú quisieras hacerles bromas a los demás equipos el último día del campamento.
No era una cita.
Era algo mejor.
Puse una mano en mi boca, seguro estaba sonriendo como idiota.
—Me encantaría— quité mi mano de la cara y lo abracé.
No pasó mucho tiempo para que me devolviera el abrazo.
Normalmente Kuroo no era meloso, para nada, pero sentía que conmigo era diferente. O eso creía.
Un estruendo detrás de nosotros nos hizo separarnos, ambos volteamos a ver a la puerta para saber qué había sido.
Muchas chicas estaban amontonadas asomándose por un hueco, la puerta estaba entreabierta. Volteé a ver a Kuroo de nuevo mientras reía.
—Creo que me iré— señaló detrás de su espalda— adiós Akira— me besó la mejilla— adiós chicas— miró detrás de mi y saludó a las managers.
—Bye— dijimos todas.
Cuando Neko-kun desapareció por completo, decidí entrar al cuarto.
En cuanto lo hice, todas las chicas me rodearon. Todas.
—Cuéntanos todo— habló una chica de cabello castaño y corto.
—Pero... no las conozco— me reí por la escena. Me di cuenta que me río de todo.
—Me llamo Yukie— dijo la misma chica— ella es Kaori— apuntó a otra chica alta, de cabello dorado que estaba a un lado de ella, tenía pecas y los ojos azules— ambas somos del Fukurodani.— dirigió su mirada a las demás— ella es Eri, es del Ubugawa— Eri tenía el cabello de color negro, atado en dos coletas, era más bajita que yo— ella Mako— Mako tenía el cabello castaño y largo.— y por último ellas son Shimizu y Yachi, del Karasuno.
Les sonreí a todas en forma de saludo.
—Hola, yo me llamo Akira— por alguna razón, todas me cayeron bien en ese momento— estoy jugando con el Nekoma.
—Ahora que ya nos conocemos— me ignoró completamente, era muy graciosa— cuéntanos todo.
Reí por su petición.
—¿Qué quieren que les cuente?— fui a sentarme en el piso, las demás siguieron mi ejemplo.
—¿Son novios?— preguntó Eri. Ella estaba a mi lado derecha, agarrando una almohada.
—Mmm, no— la apunté con ambos de mis dedos índice guiñándole un ojo.
—Yo creí que si— Yachi, que estaba frente a mi, inclinó la cabeza— es que los vi muy juntos, y pues la forma en la que te trata...
Reí con los ojos cerrados. Aunque no las conociera, eran muy agradables.
—Si les soy sincera— interrumpió Kaori— al principio creí que tenías algo con Yaku-san— como ella estaba a mi lado izquierdo, la volteé a ver muy extrañada.
¿Con Yaku?
Sería muy chistoso, porque yo soy más alta. Una imagen mental apareció en mi cabeza.
Solté una carcajada y puse una mano en su hombro.
—¿De qué te ríes?— me preguntó divertida.
—Es que me imaginé a Yaku conmigo— seguí riendo como tonta.
—Yo creí que eras hermana de Yaku, pero luego de pensarlo, ustedes no se parecen— Yukie se sentó a lado de Kaori, a lado de ella estaba Yachi, después Shimizu y al final, cerrando un círculo, estaba Mako, entre Eri y Shimizu.
—No se parecen en nada— dijo Mako— ambos son castaños, si, pero, aparte de que tú tienes una mecha de color plateado— apuntó a mi cabello, inconscientemente acomodé un mechón detrás de mi oreja— tus ojos son grises, o verdes, no lo sé— Kaori se me acerco para checarlos.
—Son... una mezcla de ambos— habló mientras me tomaba por los cachetes e inspeccionaba mis ojos.
—Tú eres muchísimo más alta— siguió Mako— y en conclusión, no se parecen— se cruzó de brazos como si acabara de decir lo más inteligente del mundo.
Era verdad que yo era más alta, rebasaba a Yaku por unos diez centímetros aproximadamente.
—Okay— me encogí de hombros y sonreí.
—¿Sabe que te gusta?— Shimizu se acomodó sus lentes y agarró una almohada.
—Yo no le he dicho— puse mi dedo índice en mi cachete— pero estoy un ochenta por ciento segura de que Kenma ya le dijo.
—¿Cómo lo sabes?— preguntó Eri.
—Porque pudin-chan me dijo a mi que yo le gusto a Kuroo— Kaori me miró confundida.
—¿Pudín-chan?
—Uno de muchos apodos— volví a encogerme de hombros. —Aunque sólo lo hago para molestarlo.
—¿Desde cuándo te gusta?— las preguntas de Shimizu eran las más vergonzosas para mi.
No me molestaba que preguntara, de hecho me hacía quererla más, pero si me daba vergüenza contestarlas.
—Oh, que buena pregunta— halagó Yachi.
—Cuéntanos, cuéntanos— animó Yukie.
—¿Por dónde empiezo?— me pregunté a mi misma en voz alta— bueno, creo que todo comenzó a mediados de primer año, cuando había ido a la casa de Kenma, nos habían dejado un proyecto de civismo y él se ofreció a prestar su casa— reí de tan sólo recordar la historia.
—¿Entonces?— preguntó Mako curiosa.
—Espera, espera— hice un ademán con la mano derecha— todo a su tiempo— varias rieron— cuando terminamos, la madre de Kenma me invitó a quedarme para la cena, yo obviamente acepté— Eri me codeó, y yo lo hice de vuelta— antes de sentarnos a comer, alguien tocó el timbre.
Yachi chilló muy agudo.
—Lo siento, es que esto es emocionante— se disculpó, tomando una almohada.
—Está bien— le sonreí un poco— ¿en qué estaba?
—Habían tocado el timbre— me recordó Yukie.
—Oh, es verdad— chasqueé mis dedos— bueno, el caso es que era Kuroo. Había ido porque ese día, viernes por cierto, él iba a molestar a Kenma por esas horas, y también se quedaba a comer.— luego recordé algo importante— ¡cierto! Yo me iba a quedar a dormir en casa de Kenma, no me habían invitado a cenar— me di un golpe mental por olvidar ese detalle.
—¿Cómo pudiste olvidar eso?— cuestionó Mako.
Yukie le dió un zape en la nuca— déjala terminar.
Mako levantó los brazos en inocencia.
—Como estaba diciendo— interrumpí— resultó que ambos nos íbamos a quedar a dormir en casa de Kenma. En la cena, yo siendo yo, tiré mi vaso de agua, mojando a Kuroo en los pantalones— una sonrisa enorme se formó en mi cara— creí que se molestaría mucho, pero no, en realidad, él tomó su vaso con agua y me lo tiró a la blusa.
—Qué grosero— Yachi golpeó su almohada.
—Eso no es lo peor— le dije— lo malo era que mi blusa era blanca, entonces-
—Se transparentó— dijeron todas al mismo tiempo.
Cosa de mujeres al parecer.
—Exacto— respondí— terminé cambiándome a mi pijama, pero oh sorpresa, había olvidado mi camiseta— algo chistoso que pasó, fue que todas se dieron un face palm al mismo tiempo, yo me reí.— Kenma me prestó una de sus camisetas y creo que eso es todo.
—¿En serio?— me preguntó Yukie como si la hubieran estafado— yo esperaba más acción.
—Pues... nos habíamos quedado despiertos hasta tarde jugando videojuegos.
—Tomas confianza muy rápido, ¿no?— Shimizu sonrió de lado.
—Sip.
El resto de la noche, hasta que nos calló el capitán del Karasuno, nos quedamos hablando de cosas triviales.
En mi mente pasaba una imagen de Kuroo como un gato.
Era completamente negro, y sólo se le veía un ojo. Algo muy adorable.
¿Esto es una mierda? Lol
-Max <3
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