Cw: mid-nsfw ⚠️ si no te gusta este tipo de contenido, te recomiendo saltarte esta parte. ;) CONTINUACIÓN DEL CAPÍTULO ANTERIOR.

Claramente el peliblanco no dejaría las cosas así, aunque no fuera la mejor decisión no lo podían culpar del todo porque estaba pensando con la cabeza incorrecta. Se levantó a duras penas de la cama soltando algunos jadeos, quería ponerla, ¿pero sería lo correcto? Como sea, comenzó a buscar a la ojiazul, que poco después encontraría recostada en el sofá, se veía muy cómoda que no quería despertarla pero tenía que arreglar el 'problemita' que había causado. Se cruzó de brazos y miró fijamente a la ojiazul hasta que esta se despertó por una extraña sensación, y era el peliblanco en frente de ella. Esta se sorprendió, claro que pensó que el peliblanco dejaría ahí las cosas. Entonces, tomando de la mano al peliblanco hizo que se sentara en el sofá. Hecho esto él ya mencionado se pusiera nervioso, ver las acciones de la ojiazul lo desconcertaban, pensó que era más inocente. Pero claro, apenas la ojiazul comenzaba a dirigir su mano hacia la entrepierna contraria se escuchó un llanto de una bebé, la ojiazul al escuchar aquello se retiro del lugar dejando ahí al peliblanco. Este tuvo que arreglárselas para desaparecer aquello pues ya le molestaba. Cuando la ojiazul regresó al lugar después de calmar a la bebé se encontró al peliblanco ya dormido en el sillón, se veía tan calmado que a la ojiazul se le hizo tierno, por lo que se puso a un lado de él, dejo un beso en su mejilla y se quedó dormida a un lado de el, y vaya que se veían lindos juntos, casi como una pareja.
Paso la noche y llegó la mañana, estos se despertaron y se arreglaron, Skye tenía que ir a La Agencia a una junta con los demás agentes, para su mala suerte claro. Se despidió del peliblanco y de sus pequeñas y se retiró rumbo hacia La Agencia, no tardaría mucho en llegar, hace tiempo que no ponía un pie en ese lugar y tantos recuerdos se le vinieron a la mente; recordaba muchas cosas lindas ahí, desde cuando comenzó su trabajo, cuando se le declaró a Midas y este aceptó, cuando anunciaron que serían padres.. en fin, muchos recuerdos lindos que eran ahora un tormento hacia ella. Soltó un suspiro y entró al lugar.
— ¡Buenos días, agente Skye!
Saludo un secuaz alegre, está le devolvió el saludo aunque poco después notaría una voz familiar, no le tomó mucha importancia. Subió las escaleras hacia la oficina de Midas y poco antes de abrir la puerta escuchó una risa femenina junto con la del azabache, aquel sentimiento se estaba apoderando de ella, un sentimiento de tristeza y dolor que era comprensible, pero aún así decidió fingir que todo estaba bien. Tocó la puerta y espero a que le accedieran abrir, y una vez hecho esto ante los ojos del azabache se encontraba nuevamente la ojiazul, este se sentía mal cada que la veía, ¿realmente fue buena decisión el haberle engañado?, como sea, ella tan solo dejó los documentos sobre su escritorio y antes de retirarse, mencionó.
— Aquí están los documentos que tenía pendientes, jefe.
¿Jefe?, ¿acaso ella lo había llamado jefe?, eso fue un golpe duro para el azabache, ¿porqué de repente quería volver con ella como si su vida dependiera de eso?, eso significaba una sola cosa, estaba arrepintiéndose. Demi por otro lado estaba más que molesta que el azabache viera con esos ojos a la ojiazul, le daba rabia. La ojiazul vio a la castaña, está estaba sentada sobre el escritorio, viéndola casi enojada; y claro, se le vinieron recuerdos a la mente. Y como la castaña es una hija de puta, antes de que la ojiazul saliera esta le dió un beso al azabache, y la ya mencionada al ver esto solo salió de ahí, casi llorando pues eso todavía le dolía.
Poco después iba caminando hacia una oficina para recoger algunos papeles, y a lo lejos vio a la morena, esta sonrió y fue hacia ella para abrazarla, la morena hizo lo mismo.. y a lo lejos, alguien la observaba escondido entre las paredes, y ella sentía que alguien la veía, no solo cuando estaba en el trabajo, siempre, ¿quién podría ser?, ¿sería alguien conocido?
Pocos segundos faltaron para que comenzara la junta, todos los agentes estaban presentes pero hacía falta el jefe, y una vez que llegó todos se sentaron y comenzaron con la junta. Los ojos del azabache no se despegaban de los movimientos de la ojiazul, observaba cada parte de la ya mencionada. Y por otro lado, la morena miraba al azabache, notaba que este estaba mirando a su amiga, y claro que esta puso un gesto algo molesto. La junta terminó y los agentes salieron rumbo a su trabajo, o a descansar pues ya era tarde, todos salieron menos la ojiazul y el azabache, ella estaba terminando unos papeles mientras que el azabache parecía querer decirle algo, pero al final no quiso hacerlo y salió de la sala. Pocos fueron los segundos para que la ojiazul saliera, no sin antes dar una vuelta alrededor de La Agencia, notando como alguien la veía, volteo y vio a uno de los secuaces, caminó hacia él y se cruzó de hombros.
— ¿Necesitas algo?, ¿porqué me sigues?
El secuaz al ver como lo había descubierto, se volvió para atrás y se disculpó, estaba algo avergonzado por lo que su voz se oía nerviosa, pero aquel tono familiar se mantenía. (Se me olvidaba mencionar, este es un 'arco' en donde todavía están aliados a Caos, por lo tanto son sombra y blah blah si me entienden ¿no? No se que hago con mi vida x-x )
— Perdóneme, creo que fue algo.. inapropiado de mi parte.
— Mmh.. bien, te perdono, pero es algo 'creepy' que alguien me siga..
— Ya no lo volveré a hacer, lo siento señorita.. AH- jefa.
— Pff.. aquí no soy la jefa, hey.. me agradas, ¿te gustaría trabajar conmigo en 'El Tiburón'?, ¡me encantaría tenerte ahí!
— ¿De verdad?, bueno.. eso me encantaría.
— ¡Genial! Justo voy para allá, ¿quisieras acompañarme?
El secuaz asintió con la cabeza y se subieron a un helicóptero, no podían ir en auto pues El Tiburón quedaba en el con unas islas a sus lados. La voz de la ojiazul se hacía presente, parecía estar cantando en un tono de voz muy bajo.
" I hope you're happy, but not like how you were with me.. I'm selfish I know, I can't let you go, so go find someone great but don't find someone better, I hope you're happy, but don't be happier. "
Una clara referencia a lo que pasaba entre ella y el azabache.
— Su voz es linda.. canta muy bien.
— ¿Me escuchaste? Ah.. que vergüenza.. ¿de verdad piensas eso? Vaya.. nunca me lo habían dicho antes..
— Claro que si, su voz es muy linda, dulce señorita.
— Me recuerdas a alguien.. él es muy lindo..
Ante aquello que el secuaz escuchó, su voz se notó nerviosa.
— ¿E- Enserio? Vaya..
La ojiazul sonrió asintiendo con la cabeza, ya casi llegaban entonces el resto del camino fue silencio. Llegaron al Tiburón y Skye le dio la bienvenida a ese secuaz y le pidió a los demás que le explicaran lo que tenía que hacer, mientras ella terminaba su trabajo. Cuando terminó sus labores, todos los secuaces se habían retirado y ella regresó a su hogar. Cuando abrió la puerta de su casa, encontró al peliblanco jugando con las niñas, y esta al verlo soltó una sonrisa y un leve rubor en sus mejillas. El peliblanco al notarla también sonrió y se acercó a ella para abrazarla.
— Te estábamos esperando..
— Los extrañe mucho.. pero bueno, estoy feliz ahora que estoy aquí, con ustedes. Por cierto, tengo un nuevo secuaz.. es.. lindo.
— ¿Lo es?
Preguntó el peliblanco mirando de reojo a la ojiazul.
— Si.. en fin.. no importa, ¿tienen hambre? Puedo cocinar algo-
— Hey, yo cociné por ti, intuí que llegarías cansada por lo que quise hacerte la cena yo.
— Aww, no debías, de veras..
— Claro que debía, es lo menos que puedo hacer por ti.

Los días pasaron. La ojiazul y el azabache estaban divorciados, la ojiazul sufría mucho mientras el azabache parecía no afectarle del todo. Apenas comenzaba la temporada invernal, ya había llegado diciembre y aquellas fechas le traían tristes recuerdos a la ojiazul, todavía no superaba del todo al azabache, tenía que mantenerse fuerte para sus hijas pero era casi imposible viendo como aquella mujer y su ex-esposo hacían cosas que antes la ojiazul y el azabache hacían juntos. Tales como salir, darse cariño, decirse cumplidos. En fin, no la pasaba sola en El Tiburón, aquel secuaz la acompañaba y protegía, eso a la ya mencionada le agradaba, un poco de compañía nunca hacía mal. Por otro lado, aquel hombre misterioso observaba algo en la ojiazul, cada que estaba 'sola', sacaba un papel y una pluma y se ponía a escribir lo que parecían ser cartas a dos hombres, por un lado, escribía dolor, tristeza, odio y rechazo hacia uno; y para el otro, dulzura, cariño, amor, y amabilidad. El secuaz podía escuchar cada verso de las cartas o poemas que ella recitaba, tenía una voz calmada y dulce por lo que eso lo hacía sentirse somnoliento.
Una vez que el secuaz patrullaba cerca de donde estaba la ojiazul, pudo escuchar algunos versos.

" Te amaba y te ame con tanta fuerza que olvide amarme a mi, ahora estoy aquí sin ti y sin mi. Ahora que escuchó aquella canción que decíamos 'era nuestra' tan solo tristes recuerdos se vienen a mi mente, y la canción siempre sonó, pero solo uno la escuchó. "

Un silencio se escuchó, la ojiazul parecía estar sollozando, aquella pluma solo se oía escribir, mientras la ya mencionada secaba sus lágrimas.

— Y ahí va.. una carta más que nunca entregaré.. no debería estar llorando por ti, pero se me hace tan difícil el verte con alguien más que no sea yo.. yo te sigo amando Midas, ¿porqué me hiciste esto?, ¿qué hice para merecerlo?
La ojiazul soltó un suspiro y se dispuso a levantarse de su asiento, el secuaz había olvidado el porqué estaba ahí, así que fingió que apenas estaba llegando y tan pronto como la ya mencionada lo notó, este hablo.
— Agente Skye, el jefe quiere verla.
— ¿Para que querrá verme? En fin.. no puedo ir sola, necesito que me acompañes.
— A sus órdenes.
Ella y el secuaz se encaminaron a La Agencia, en donde el azabache la esperaba. Ella entró y el secuaz se quedó afuera, esperándola.
— ¿Y bien?, ¿qué es lo que necesitas?
— Te envíe hasta acá para decirte algo.
— ¿Qué es lo que quieres decirme?
El azabache se quedó pensando, luego negó con su cabeza y le dio una invitación.
— Toma, ya que estamos mejor, quería invitarte a mi boda.
La ojiazul se quedó helada ante las palabras del azabache, ¿quién en su sano juicio invita a su ex a su boda con su nueva mujer?, pero ya que no quería ser 'grosera', decidió aceptarla.
— O- Oh.. ya veo.. gracias por la invitación, Midas. Tal vez asista.
Skye pov; Es un idiota, ¿porqué me da esto?, ¿acaso el quiere verme sufrir?
— Te esperaré. Y ah- me alegra que estemos bien ahora.
— S- Si.. está bien. También me alegra. Ahora tengo que.. i- irme; adiós.
El azabache no pudo ni despedirse puesto que la ojiazul salió de ahí rápidamente. Salió de la Agencia y se encontró con el secuaz, este al notarla fuera de lo normal quiso preguntarle qué pasaba pero se limitó solamente a seguirla.
A medio camino, la ojiazul comenzó de nuevo a sollozar.
— Maldito estúpido, como se atreve a invitarme.. ¿cree acaso que ya no me afecta? idiota..
El secuaz solo escuchaba como ella maldecía a alguien, y se le vino s la cabeza un nombre, Midas. El secuaz quiso decir algo pero al final tan solo puso una de sus manos en un hombro de la ojiazul, ella dejó de hablar y miró a aquel chico, luego, todo fue silencio en su andar.