Chat jamás lo admitiría en voz alta, pero las patrullas eran mucho más divertidas con Multimouse que con Ladybug.

Su lady siempre seguía las normas, los protocolos y los planes, saludaba a todo el mundo con una sonrisa cordial y seguía su ruta sin hacer tonterías.

En cambio, Multimouse era... Difícil de describir. Era rápida, traviesa y burlona. Se veía todo el rato como foco de las bromas constantes que la sagaz ratona le lanzaba sin tapujos. Y en más de una ocasión sus correrías habían envuelto a media ciudad.

No había normas ni planes sobre la mesa. No tenía la voz de Ladybug recordándole que no debía arriesgarse sin motivo.

Verla saltar con su comba por los tejados de París, retándole a ser el primer gato en atrapar al ratón, se había convertido en uno de sus recuerdos preferidos.

Que Multimouse siempre se las apañara para tomar por sorpresa a los delincuentes y, por qué no, a él...

Por eso, cuando se lanzaron ese día a vigilar París, volvieron a las correrías. Por eso, cuando vieron el asalto a una panadería en su zona, se lanzaron rápidamente en su rescate. Por eso no pensaron. Por eso, Multimouse recibió un navajazo por protegerle.

Los delincuentes escaparon, los dependientes acudieron asustados a la policía, podía escuchar los gritos solicitando una ambulancia. Pero Chat no podía centrarse en nada de eso. Sólo en la enorme herida en el cuello de Multimouse.

Intentó hablar, pero el esfuerzo solo hizo que el río de sangre que emanaba de su cuello fuera aún peor. Chat le pidió callar, llorando, tratando de contener la herida con sus manos.

Multimouse deshizo su transformación, mostrando a una Marinette muy pálida y malherida.

Su camiseta blanca rápidamente se tiñó de rojo, sin importar los esfuerzos que hiciera Chat por detener la hemorragia.

Marinette le acarició la mejilla, con una mirada llena de melancolía. Le manchó la piel con sangre y el contacto le ardió.

"Ahora es tu turno, Mister Bug" le dijo Marinette con una triste sonrisa.

Chat Noir se dio cuenta de los dos kwamis que se agarraban firmemente a Marinette, llorando de dolor. Uno de ellos era Tikki, la kwami de Ladybug.

El abismo, oscuro y destructivo, los absorbió.

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Fecha original: 18 de diciembre de 2020