Hacía mucho, mucho tiempo de aquello. Tanto que Tikki a veces creía que se trataba de un mero sueño, semiescondido en sus memorias. Pero ella sabía que no. Aunque a veces deseaba que no lo fuera, ella era consciente de que había sido verdad.

Lo recordaba. El mundo cayéndose a pedazos por un poder que ella no había elegido, por un destino que no deseaba. Había implorado con todas sus fuerzas que con su vida aquella ambición por su magia terminara, de la misma forma que esperaba que él fuera libre al fin.

Pero él la siguió, él la vio caer a lo más profundo y lamentó tan profundamente su dolor que partió el mundo en dos.

Habían renacido como una entidad inmortal incapaz de deshacerse de sus poderes, destinados a ser utilizados por los demás para que el destino del mundo no volviera a truncarse.

Separados por toda la eternidad, escondidos el uno del otro, he ahí su penitencia.

Fecha original: 4 de marzo de 2020