012

Marinette se sentía fatal. Arrastraba los pies, con la vergüenza pesándole en el estómago.

Marinette no podía entender cómo Adrien podía tirar de ella, manteniendo sus manos entrelazadas dulcemente, con esa sonrisa tan tontorrona y feliz.

Después de explicarle lo que había hecho, habían decidido ir a probar suerte: en busca de la caja perdida, había dicho Adrien.

En la próxima fiesta de disfraces, Adrien se buscarían un disfraz de Indiana Jones, fijo.

Llegaron al sitio y Marinette buscó el lugar. Tomando una piedra, comenzó a cavar. Adrien la imitó.

La piedra arañó el metal de la caja, produciendo un ruido horrible.

Marinette observó con sorpresa que la caja seguía allí. Realmente esperaba que alguien se la hubiese llevado.

Marinette permaneció inmóvil y fue Adrien el que enterró las manos en la tierra y la sacó, contemplándola como quien ha descubierto un tesoro.

Abrió la caja y en su interior estaba la pulsera.

Si la sonrisa de Adrien antes era brillante, en ese momento era radiante. Marinette no podía entender por qué.

—¿Por qué estás tan feliz? —preguntó Marinette, confundida—. Enterré tu regalo para no verlo más.

—¿No sabes lo que esto significa?

Marinette frunció el ceño, cada vez más perdida.

—Significa que tú ya me querías —dijo Adrien, respondiéndose a sí mismo—. Lo escondiste para olvidarte de mí porque ya me querías.

—Sí, claro —contestó suavemente Marinette—, no entiendo la sorpresa.

—Hasta que empezamos a hablar hace un año, pensé que te caía mal —explicó Adrien, apretando la caja contra su pecho sin que le importara mancharse—. Pero tú ya me querías, no me odiabas, ¡me querías!

Adrien rio con las mejillas ruborizadas y los ojos húmedos por la emoción.

—Y aún te quiero —dijo Marinette con las mejillas arreboladas—, ya ves de lo que me sirvió enterrarla, que ni así me olvidé de ti.

Adrien tiró de ella y la abrazó. Estuvo a punto de enterrar la pierna en el agujero, pero no le importó.

Adrien retrocedió, tomando la pulsera. Marinette estiró la muñeca en una petición muda y Adrien se la abrochó.

—Te quiero mucho Mari.

—Y yo a ti —contestó Marinette antes de romper a reír—, obviamente.

Publicación original: https://twitter.com/MeimiCaro/status/1230945792376102912

Fecha original: 21 de febrero de 2020

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