Me encantaría presentarme como un ser que no cabe en la clasificación de los reinos animales de este planeta, en un principio yo no podía comprender el motivo por el cual mi amo siempre me mantenía cautivo, lejos de la vista del mundo entero, pero luego comprendí lo distinto que era mi caso con el de otros seres vivos.

El día de mi génesis fue caótico y doloroso, no podía moverme y tuve que yacer mucho tiempo conectado a aparatos que me ayudaran a respirar de manera estable. Mi amo me decía que ya pasaría y me sonreía, mientras yo devolvía el gesto.

En un principio él me tenía a base de suero y de a poco mi sistema digestivo aceptaba toda una gama variada de hierbas y semillas, pero conforme los días pasaban mi cuerpo pedía algo más que eso. Mi amo lo notó, razón por la cual me dio mi primer trozo de carne fresca; aquella fue la primera vez en la que me sentí vivo. El sabor fibroso, suave y aún cálido incrementaba mis fuerzas y mi consciencia.

Al poco tiempo, mi amo me había soltado para que anduviera por todo el lugar donde él habitaba. Yo lo consideré mi dios, mi protector y mi compañía, ya que me custodiaba a capa y espada de lo que él llamaba "el exterior". Un día algo en mí precisaba saber qué era aquel lugar del que me resguardaba, pero jamás se me permitió salir.

Andando por una de mis tantas caminatas en la cueva de mi amo, vi por primera vez mi reflejo en uno de los artefactos planos y relucientes que él escondía... Ese día me aterré, nunca había sentido tanto miedo de algo en la vida y caí en un episodio de penumbras, no quería vivir si era un ser tan repugnante. Con razón jamás se me permitía salir de la cueva y el mundo no podía conocerme.

El conflicto crecía dentro de mi corazón y me llenaba de aversión hacia mi amo ¿Cuál era mi propósito o razón de existir? Intenté preguntarle, pero él jamás me respondió, eso solo acrecentó mi odio hacia mí... hacia él. Un día ya no pude más y con una de mis afiladas garras le di un zarpazo mortal. No me arrepiento, él jamás tomó en cuenta mis sentimientos.

Me asusté un poco al ver su cuerpo inerte y salí corriendo al "exterior", para volver jamás. Con el tiempo descubrí que tengo un sinnúmero de cualidades de todos ellos juntos y decidí fabricarme máscaras a partir de mis presas para mezclarme con la especie que desee, es una pasada; ahora puedo ser quien yo quiera y mi inteligencia es mi dios.

Fin.

Palabras: 450

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He aquí el primer desafío en respuesta a la primera idea loca.

1er. lugar del primer desafío del libro Ideas locas.

Gracias por leer n.n <3