11. Demonios neones

𝓓𝓮𝓶𝓸𝓷𝓲𝓸𝓼 𝓷𝓮𝓸𝓷𝓮𝓼

Arrincona tus sentimientos en la esquina más oscura, que es aquella que más brilla en la penumbra de tus ojos. La oscuridad para el alma es un decorativo neón.

La perversidad es un ser puro que suele ser la destrucción de un cuerpo. Por ello es tan vistoso a la vista humana.

¿Esas ojeras, cariño? La anorexia te tocó con sus dedos fríos ¿cierto, amor mío?

¿Y esos ojos hinchados con motas de enrojecimiento? Pobre aquel demonio que observó tu desgracia en medio de la noche escrutando la velocidad de las lágrimas por tu mejilla sonrojada. Él se encargó de propagar ese tormento hacia ustedes: simples mortales ciegos por su propio enrojecimiento interno. Por eso nadie hace nada para darte un pañuelo, cielo, porque todos necesitan uno y se enfocan en desaparecerlo creyendo infantilmente que alguien se interesará en ellos.

Déjame ver esa mirada caída, linda ¿vergüenza? ¿O acaso es timidez? ¿Hiciste algo malo? ¿Algo de que arrepentirte? ¿Dijiste algo inapropiado? ¿Te sientes humillado? Oh, cariño, tus manos tiemblan y me confirman tu baja autoestima. ¿Sabías que los gestos humanos no son nada más ni menos que aquellos demonios previamente mencionados haciendo acto de presencia? Ellos se encargan de transmitirme tu verdad detrás de esa sonrisa chueca. Pero solo algunos son lo bastante observadores para adveritirlos sosteniendo la curvatura de tus labios.

Oh, vida mía, ojalá puedas dar a ver tus verdades; acercarte a aquel rincón oscuro y tocar la desnudez de la oscuridad, acariciarla y amarla. Es la única forma en que ya no habrá tinieblas que te opaquen de lo que sientes: siendo amante de la propia mentira, jugando con ella dando círculos alrededor de su hombro y besando suavemente su cuello, conquistando sus cinco sentidos hasta que la dominas lo suficiente para que busque un camino hacia ti y no a la moralidad vacía de la depresión; su esposa insistente que lo busca para crear un tormento color blanco en el negro de tu ser.

Un blanco al que poco a poco le salen motas rojas.

Dulce, piensa en mí, no en ellos, piensa en lo que yo pienso y viaja a través de mi piel. No mueras o yo moriré contigo, ellos en su lugar solo observarán a lo lejos al igual que yo algún vez lo hice, pero ya no de la misma forma retorcida. Ahora debo admitir que odio oscurecer tu vida, pero lo hago desde un amor profundo que debe ser opacado por el sentido de obligación. Lucharé por hacerte mía y dejar de hacerte sufrir.

A pesar de todo, hay algo que te puedo asegurar:

Yo nunca me iré, mi piel es tuya.

Recuérdalo.

A este relato le guardo mucho mucho cariño, porque me hace experimentar tantas cosas a la vez que me deja la piel de gallina. Lleva en mis notas desde hace un tiempo, hoy decidí publicarlo con la creencia de que alguien pudiera experimentar y sentir lo que siento al leer. Eso espero.

Nos leemos pronto. ❤

Creado en el 2018.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top