Tu guitarra en su eterno lamento, susurra melancolía. Ya no escucharemos tu melodía, esa que nos lleva a lugares lejanos.
Tu legado perdura en nuestros corazones, recordándonos el amor y la pasión que siempre nos compartiste. Tus creaciones de madera, auténticas obras de arte, decoran nuestros hogares con un pedacito de ti en cada rincón, manteniendo viva tu esencia.
Siempre serás recordado con un sonrisa en nuestros labios, con tu sonrisa tan pura y contagiosa.