—Amor, ¿qué haces tan tarde mirando por la ventana? —pregunta Mew sentándose y mirar su reloj—. ¿No puedes dormir?

—No es eso, es que está nevando, está empezando a caer nieve —responde Gulf muy feliz.

—¿De verdad? —pregunta Mew levantándose de la cama y mirar por la ventana—. Es verdad, está cayendo nieve.

—Sí, espero que haya mucha mañana para hacer un muñeco de nieve —manifiesta Gulf abrazando a su esposo—. Volvamos a la cama, ya está haciendo frío.

—Por supuesto amor —responde Mew levantando a su esposo y caminar devuelta a la cama.

—Gracias, ahora a dormir —dice Gulf besando la mejilla de Mew y acomodarse para volver a dormir—. Descansa, te amo.

—Descansa amor —responde Mew cerrando levemente los ojos.

Nuevo día.

Mew movía su mano derecha buscando a su esposo y este ya no estaba en la cama.

—¿Dónde estará? —se pregunta Mew levantándose y ver la hora—. Oh, dormí demasiado, son las 9:34 h. Seguro debe estar en el living o comiendo.

Mew Baja y busca en todos y no ve a su esposo, miro que aún caía nieve y ya sabía dónde podía estar y salió al jardín trasero y lo encontró jugando con la nieve y solo sonrió.

—Mi amado esposo parece un niño pequeño de 6 años —manifiesta Mew.

—Cariño, por fin despiertas —responde Gulf colocando una zanahoria como nariz al muñeco de nieve—. ¿Te gusta?

—Demasiado amor —responde Mew acercándose y abrazarlo—. Está cayendo mucha nieve y no es bueno que estés mucho afuera, te puedes resfriar.

—Yo estoy abrigado, tú eres el que se puede resfriar, si sigues solo con pijama, vamos adentro, voy a preparar tu desayuno, debes tener hambre —manifiesta Gulf limpiando sus manos y tomar la mano de Mew y guiarlo adentro.

—Un poco —responde Mew mirando el muñeco de nieve—. Te quedo muy lindo.

—Gracias, tenía ganas de hacerlo y estoy feliz por qué lo pude hacer —responde Gulf.

—Espera, ¿esa no es mi bufanda? —pregunta Mew mirándolo más detalladamente.

—Tienes muchas, ese color se le ve mejor al muñeco que a ti —responde Gulf sonriendo.

—Me la había dado mi mamá —responde Mew.

—Ojalá se derrita con el muñeco —responde Gulf frunciendo el ceño—. Mejor se la quitó, arruina mi muñeco.

—Jajaja, amor, no te enojes, cuando se derrita la tiras a la basura —manifiesta Mew sonriendo.

—Sí, eso haré —dice Gulf besando a su esposo—. Mejor vamos a abrigarnos.

—Claro mi vida —responde Mew besando a su esposo—. Te amo.

—Yo más —responde Gulf—. Se le ve fea la bufanda.

—Jajaja —se ríe Mew e ir con su esposo adentro de la casa.

꧁𝐹𝑖𝑛꧂