—¿Por qué solo miras los chocolates y no compras uno? —pregunta Mew a uno de sus amigos.

—Por qué deseo que la persona que me gusta me lo compré —responde Gulf tomando el jugo que pidió antes.

—¿Ya te gusta alguien? Estabas callado —responde Mew sorprendido.

—Uff, es tan lento —expresa Gulf yéndose a sentar.

—¿Tú sabes a quién le gusta Gulf? —pregunta Mew a su amigo Tay.

—Uff, como dice Gulf, eres lento —responde Tay dándole un pequeño golpe en la cabeza a su amigo para tomar su jugo e ir donde Gulf.

—Auch… Me dolió —se queja Mew sobando su cabeza y tomar su jugo para ir a sentarse con sus amigos.

Gulf no decía nada y miraba hacia otro lado ignorando lo que Mew hablaba con Tay.

—Ya me voy a clases, tengo examen y voy a repasar un poco más —dice Gulf interrumpiendo la conversación.

—Está bien —responde Mew con una leve sonrisa—. Que te vaya excelente.

—Gracias —responde Gulf para irse.

—Realmente eres tan tonto, a veces me pregunto, ¿cómo apruebas con buenas calificaciones tus exámenes? —interroga Tay moviendo su cabeza de un lado a otro—. Eres inteligente solo para algunas cosas.

—¿A qué te refieres? ¿A qué debo esas palabras? —pregunta Mew confundido.

—Yo que tú voy y compro un chocolate a no ser que otro se lo regale antes y pierdas —responde Tay poniéndose de pies e irse a comprar otra cosa para comer.

—¿Por qué le debo comprar un chocolate? —se pregunta Mew y piensa un momento—. ¡Huy! Qué estúpido soy. Claro que soy lento, yo le gusto, por eso dijo eso.

Mew se levantó y compro varios chocolates. Tay solo lo miraba y se reía al ver a su amigo tan desesperado guardando chocolates en su bolso.

—Tranquilo, relájate —manifiesta Tay.

—¡No! Debo darle chocolate antes que otro lo haga —responde Mew al salir corriendo en búsqueda de Gulf.

5 minutos después y de buscar a Gulf lo ve sentado en su salón leyendo un libro y comía un chocolate.

—¡Suelta eso! —grita Mew.

—Mew… ¿Por qué debería hacerlo? ¿Por qué vienes tan agitado? —pregunta Gulf dándole otro mordisco a su chocolate.

—¡Te dije que lo sueltes! —regaña Mew acercándose y tomar la mano de Gulf para que suelte el chocolate—. Nadie puede darte chocolate más que yo.

—¿Te volviste loco? —pregunta Gulf viendo su chocolate caer.

—Nadie puede darte chocolate más que yo —repite Mew sacando los chocolates de su bolso en cantidad.

—¿P-Por qué tantos chocolates? —pregunta Gulf sorprendido.

—Tú querías que la persona que te gusta te lo compré y así lo hago, te estoy regalando muchos chocolates —responde Mew—. Estos debes comer, no otros.

—Quede sin palabras, ese chocolate me lo había enviado mi abuela de París como regalo de navidad, pero claramente no podía esperar tanto y lo comía —responde Gulf sonriendo.

—Yo… Perdón, no fue mi intención —se disculpa Mew—.  Creí que alguien más te lo había dado para seducirte.

—Claro que no, siempre espere este o estos —responde Gulf apuntando los chocolates—. ¿No te molesta mis sentimientos por ti? Es que somos amigos desde hace 3 años y no quiero que nuestra amistad cambie por mis sentimientos.

—Si te estoy dando todos estos chocolates es para que entiendas y veas que quiero seguir siendo la persona que te gusta —responde Mew poniendo de pies a Gulf y dejar un pequeño beso. ¿Aceptas ser más que mi amigo y ser mi novio?

—Es una propuesta sorpresiva, pero, ¿cómo voy a decir que no a algo que he esperado por tanto tiempo? Claramente sí.

Mew sonrió y unió sus labios a los de Gulf y fue muy bien recibido.

—No te aproveches —regaña levemente Gulf con una pequeña sonrisa.

—Lo siento amor, pero desde que dijiste: sí. Ya tengo autorización para besarte.

—Eres un pillo, mientras me des más chocolate soy feliz —responde Gulf.

—Tendrás chocolates toda la vida —responde Mew tomando la mano de Gulf y unir su frente a la de él.

꧁𝐹𝑖𝑛꧂