Capítulo 8

"El hombre tiene mil planes para sí mismo. El azar, solo uno para cada uno".
-Mencio.
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Es cuestión de segundos para que la recién llegada aparezca en el umbral de la puerta de la habitación, con sus facciones algo contraídas debido a algún disgusto previo.

-¡Vaya! Pensábamos que tardarías más.-le dice Keira visiblemente sorprendida.

-Créanme, incluso yo lo
pensé.-suspira Alice para avanzar y luego sentarse en la alfombra del suelo cerca de la cama.

-¿Qué fue lo que te
pasó?-pregunto algo intrigada.

La verdad se me hacía raro verla tan seria, normalmente ella siempre sonríe y nunca se deja desanimar...o al menos esa es la personalidad que ha mostrado desde que nos conocemos.

-Mis padres.-comienza a jugar con las correas de su bolso mientras habla.-Verán, ellos son...¿Cómo decirlo...? demasiado sobreprotectores y estrictos. Así que se negaron en el instante en que les dije que vendría.-explica cabizbaja-Nunca me permiten salir o hacer lo que quiero, mi vida gira en torno a la escuela, el trabajo y la casa.

-¿Y cómo hiciste para venir?

-Pues les dije que vendría solo a hacer un proyecto escolar, que por su complejidad, lo más probable era que nos tomara toda la noche. No me gusta mentirles, pero a veces no me dejan opción.-muerde su labio inferior en un gesto nervioso y nos mira esperando nuestra desaprobación.

-Tranquila, te entendemos perfectamente. Al menos tus padres se preocupan por ti, aunque sea en exceso...es mejor que nada.-estoy segura de que mis últimas palabras han sonado bastante tristes, porque de repente el ambiente se tensa y Keira comienza a hablar para desviar el tema.

-Bien. Pues ya estamos todas, así que vamos a disfrutar la noche ¿Qué tenemos para hoy?

-¡Oh! Sí, no estaba segura de qué les gustaría hacer, así que traje varias cosas.-me lanzo con entusiasmo a la mochila y comienzo a enumerar todo lo que había preparado.-Traje diferentes películas, tengo comedias, terror, romance... ¡Ah! Y algunos juegos de mesa.

-Por lo visto no tendremos tiempo de aburrirnos, yo también traje algunos dulces y bocadillos.-ríe Alice mientras saca de su bolso todo tipo de chucherías. Ya no se ve triste ni molesta, su estado de ánimo cambió por completo de un momento a otro.

-¡Tengo una idea! ¿Y si jugamos a algo?-sugiere Keira de repente.

-¿A qué quieren jugar? Tengo varios juegos...

-No de esos, tengo uno diferente y especial.-me interrumpe mientras se pone de pie y se dirige al escritorio.-Cuando era pequeña amaba jugar esto con mis amigas.

Saca de su cajón lo que parecen ser unas tarjetas para luego acomodarse en el suelo junto a Alice, por lo que yo imito su acción y me posiciono en frente de ambas.

-¡Oh! Sé cuál juego es, es un "Preguntas y Respuestas".-exclama con entusiasmo Alice mientras revisa las tarjetas.

No había oído de tal cosa, así que para mostrar mi confusión carraspeo y las miro expectante.

-¿Nunca has jugado?-niego, por lo que ella prosigue.-Bueno, no es muy complicado. Simplemente tomas una tarjeta al azar con una pregunta y respondes.

-¿Y cuál es el objetivo de eso? Es decir... ¿Quién gana ?-cuestiono.

-¡Deja de analizarlo todo!- Keira me reprende entre risas.-Esto no se trata de competir y ganar, es solo un juego para conocer mejor a los demás.

Asiento algo sonrojada por mi ignorancia y las incito a iniciar.

-¡Empezaré yo! Recuerden, todas deben contestar.-la morena se lanza al bultito de tarjetas y toma una para leerla en voz alta.-¿Color favorito?

-¡Rosa!-excalama Alice al instante.

-Violeta.-responde Keira.

-Rojo.-murmuro yo. Esto parece ser fácil. Me adelanto a elegir una tarjeta

-¿Cuáles son sus hobbies? Fácil, los míos simplemente pintar y escuchar música.

-Yo prefiero leer y escribir.-dice Alice de forma pensativa.

-Lo mío definitivamente es bailar y cocinar...aunque no estoy segura de que esto último se me de muy
bien.-comenta Keira ligeramente avergonzada.

-¡Me toca!-Alice reclama su turno.-¿Tienes un crush o un chico que te guste?

Alice levanta su ceja sugestivamente y nos mira, al parecer no quiere ser la primera en responder eso.

-Bueno...yo tuve un crush en la secundaria, al principio no me prestaba atención y me pasaba la vida suspirando por él, hasta que comenzó a notarme y de repente me dejó de gustar.-Keira arruga su nariz de forma adorable y todas reímos.

-Actualmente no me gusta nadie, tampoco he pensado en eso después de lo mal que me ha ido en esos temas. Mi última relación a penas duró unas semanas, cuando mis padres se enteraron hicieron hasta lo imposible para impedir que nos viéramos.-cuenta Alice con amargura.

-Qué pesadilla...-murmuro apenada por dicha historia.

-Sí, lo fue. Y bien... ¿Qué hay de ti?

No puedo evitar ponerme nerviosa al tener dos pares de ojos sobre mí, esperando una respuesta que realmente me avergüenza dar.

-Yo...nunca he tenido novio y...tampoco me ha interesado nadie.

-¡Qué! Eso es imposible...¿Nunca te ha llamado la atención
nadie?-pregunta Keira sorprendida.

Iba a negar pero por alguna razón recordé algo que, aunque no parece tener mucho sentido, termino contándolo antes de percatarme.

-Bueno...hay un chico.- observo de reojo cómo se acomodan mejor para escucharme debido a mi tono de voz bajo.-He estado soñando con él desde hace un tiempo...

Levanto la vista y me encuentro con la sonrisa pícara de Keira y Alice cubriéndose con sus manos las mejillas.

Al instante siento mi rostro arder

-¡No ese tipo de sueños!-exclamo y les lanzo el peluche que tenía Keira sobre su cama.-Me refiero a que solo lo veo. Sonará extraño que les diga que no puedo distinguir bien sus facciones y que estoy segura de nunca haberlo visto... sin embargo, siento como si lo conociera desde siempre.

Esta vez ellas me miran atentas, sin pestañear, y así pasan unos segundos hasta que el silencio se interrumpe.

-No creo que sea tan extraño...¿Quieren que les muestre algo raro en verdad?-Alice y yo asentimos, siguiendo los movimientos de Keira que comienza a desatar sus zapatillas.

No puedo decir cuál es la reacción exacta de Alice porque mis ojos están completamente fijos en la nueva revelación. Pero a juzgar por el jadeo ahogado que escucho de su parte, puedo asegurar que está tan sorprendida como yo.

-¿Por qué no lo habías dicho
antes?-Keira iba a contestar, pero la pregunta de Alice nos deja más atónitas todavía...si es que eso es posible.

-¿También te brilla?

Keira asiente con lentitud, y yo no puedo apartar mis sorprendidos ojos de aquel lunar con forma de esfera que cubre parte de la piel de su tobillo derecho. Este no era más grande que una moneda, y a pesar de su forma circular, posee ese color rojizo y esa textura tan singular ya conocida para mí. Sí, es igual a mi lunar y a los de Alice.

-Yo...intenté decírtelo desde el primer día que vi tu antebrazo, pero estaba tan extrañada que no sabía cómo hacerlo y más tarde no encontraba el momento adecuado para ello.-se excusa Keira dirigiéndose a mí.

-Lo mismo digo. Sé que te habías dado cuenta de los tres lunares que tengo en mi nuca, así como yo también noté el tuyo.-confiesa esta vez Alice.- Al principio no le di importancia y como tú tampoco dijiste nada pensé que lo mejor era dejar el tema. Pero ahora que veo el de Keira...se me hace realmente extraño.- dice mientras yo sigo analizando lo que ocurre.

Realmente es inusual que sean tan únicos y a la vez similares, pensé que mi lunar era una anomalía genética que nadie más poseía...cuando vi los de Alice me sorprendió mucho encontrar que no solo yo tengo uno así. En aquel momento me pareció raro debido a que eran tres, pequeños y alineados verticalmente, su forma se me hizo similar a destellos o estrellas de contorno indefinido.

También quise decirle, pero siempre lo olvidaba.

-Entonces ustedes hace unos días... también notaron cómo brillaban sus contornos.-ambas chicas asienten y me confirman, que al igual que en mi caso, aquel suceso solo les duró un breve tiempo y luego el fulgor cesó.

-¿Qué podrá significar? No creo que sean marcas comunes. A decir verdad... si no las hubiera conocido no creería que existieran otras similares a la mía. -confiesa Keira, básicamente lo mismo que yo pensé.

-Podrían ser como esos lunares que nacen a causa de los eclipses según dicen...eso justificaría que su forma sea diferente pero su color y textura
iguales.-explica Alice.

-No lo creo, no es una teoría muy acertada eso de los lunares por eclipses. Además, para eso se tendrían que haber registrado dos. Uno en el 2000, tu año de nacimiento, y otro en el 2003 , el año de Keira y el mío. Y de eso no he oído nada.-refuto con obviedad.

-Solo era una hipótesis, es que no puedo pensar en otra cosa. Me siento nerviosa sin razón y creo que me voy a molestar porque.. porque...

-Hey, Alice, tranquila. Deberías calmarte un poco ¿Sí? Últimamente tu humor es muy voluble...-sacudo suavemente su hombro finalizando con su posible ataque de pánico. De repente Keira palmea su pierna, como suele hacer cuando se le ocurre algo.

-¿Y si tiene algo que ver con todo esto?

-¿Con qué?

-Con lo que hemos estado sintiendo. Es decir...¿Y si los lunares están relacionados con tus sueños extraños, con el temperamento variable de Alice y con mis repentinas sensaciones corporales?

-Sinceramente lo dudo.-me adelanto a descartar.-Los sueños son algo sumamente común en todos, no es la primera vez que alguien sueña algo fuera de lugar. Me atrevería a decir que el temperamento de Alice puede que últimamente se vea afectado solo por el estrés de la escuela o sus padres quizás. Y en cuanto a tu problema...mantengo la respuesta que te di antes, seguro es algún desorden nervioso o el clima.

Trato de enumerar las situaciones de forma que pueda ir descartando posibilidades. No puedo evitar usar la lógica en todo lo que hago y simplemente cuando ocurre algo que no la tiene siento la obligación de dársela.

-¿Y cómo explicas que se hayan iluminado los lunares? Y no me vayas a decir algo así como que es una reacción de la piel a un producto o algo por el estilo.-refuta ella de nuevo.

Me quedo en silencio, tengo que aceptar que su punto me ha dejado sin argumentos y no puedo debatir más.

-Creo que es mejor cambiar el tema. De todas formas, sea lo que sea que eso signifique, no le encontraremos respuesta discutiendo en el suelo de la habitación. Trataré de averiguar por mi cuenta más tarde y si aparece algo ya veremos.-parecen pensárselo un poco hasta que asienten y Keira se dispone a guardar las tarjetas. Por lo visto el juego terminó.

Todo queda sumido en silencio. Es obvio que aunque haya querido posponer el asunto no todas están de acuerdo con eso y el ambiente se ha tornado algo incómodo.

-Tengo pensado irme.-suelta de repente Alice.

-¿Irte a dónde?

-A España, voy a optar por una de las becas que otorga la universidad en esta época del año. Se supone que hoy se los diría pero...la discusión de hace un momento me hizo olvidarlo.

-¿Por qué te irás?-no puedo ocultar la impresión que me causa tal noticia.

-Pues...quiero independizarme un poco y sé que si me quedo aquí no podré lograrlo. Tampoco podría cumplir al máximo con mis aspiraciones debido a..

-Tus padres.-termino su frase y ella asiente bajando la vista.

-Creo que, a pesar de todo, es una buena idea. Mereces una oportunidad así.-Keira le sonríe a la rubia y ella le devuelve el gesto.

-Chicas...¿Por qué no vienen conmigo? Digo, piénsenlo, juntas podríamos lograr más y de alguna forma eso les ayudaría a crecer y a tener lo propio.

-¿De verdad podríamos? Realmente me gustaría, creo que sería una gran experiencia.-comenta emocionadada Keira.

-¿Y qué hay de tu abuela?-le recuerdo.

-No se quedaría sola, estaría con mis tíos y además tal vez desde allá pueda ayudarla mejor. Solo sería hasta que termine mis estudios...ella nunca se ha negado a dejar que le dé a mi vida el rumbo que quiera, siempre y cuando sea bueno.

-En ese caso, sí.

-¿Y qué hay de ti? ¿No vendrás?

-Yo...no sé si pueda.-confieso.

-¿Pero qué dices? Tienes excelentes calificaciones, no creo que sea una dificultad para ninguna hacer un buen examen y ser aceptadas en la beca. Además, aprenderías muchísimo.-anima Alice con entusiasmo.

-Es solo que...no quisiera dejar a mi nana y apenas he empezado la universidad...

-No creo que tu nana sea el tipo de persona que te impida crecer y avanzar en tu futuro. Y en cuanto a lo otro...¿No crees que lo hace más excitante?

-No lo sé. No estoy muy convencida pero lo pensaré.-concluyo al final. Irse a un país completamente desconocido y vivir por tu cuenta dejando todo atrás no es una decisión para tomarse a la ligera.

-¡Bien! Tienes un fin de semana por delante para pensártelo, el lunes comienzan las
inscripciones.-informa Alice sonriente.

Keira y yo nos miramos sorprendidas ante eso, no pensábamos que la fecha de inscripciones estuviera tan cerca, pero no decimos nada más sobre el tema por el momento. Pasamos un rato conversando de cosas triviales y riendo hasta que el cansancio nos vence. Me aseguro, antes de irme a dormir, de poner la alarma para el otro día...no quisiera llegar tarde a la supuesta "cena familiar" y terminar en otra discusión con mi nana o con mi madre.

Por mi mente ronda la revelación de los lunares, por mucho que trato de darle una explicación no me es posible. En medio de mis arremolinadas ideas mis ojos se cierran y comienzo a sumirme en un hermoso sueño en el que, como cada noche, espero poder encontrarme con cierto desconocido.

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