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El nuevo reto comienza by CRADLESPECTRUM

 Games » Pokémon Rated: T, Spanish, Drama & Romance, Ash K./Satoshi, May/Haruka, Words: 68k+, Favs: 38, Follows: 30, Published: Jul 3, 2011 Updated: Mar 31, 201366Chapter 1

[LF] (Advanceshipping): El nuevo reto comienza

1.- Nota: Personajes, historia, o cualquier otro material relacionado con Pokemon o cualquier otra insinuacion a alguna otro anime que sea utilizado en este fanfic, no son de mi pertenencia.

2.- Pareja: Ash y May

Capitulo 1.- Pensamientos

Luego de haber terminado la liga Sinnoh y haber sido declarado como campeón de la liga pokemon de esa región, Ash, después de despedirse de sus amigos, caminaba por las orillas de un muelle, bajo un clima lluvioso, dirigiéndose hacia el Ferry que lo llevaría rumbo a la región Kanto, teniendo como objetivo visitar al Prof. Oak y a su madre.

—Que ganas de ver al profesor y a mamá, además quiero contarles todas nuestras aventuras en la región Sinnoh, verdad Pikachu— comentaba el joven entrenador muy entusiasmado a su pokemon, situado en su hombro.

—¡Pika pi!— asintió el pokemon al oír lo dicho por el entrenador.

Durante el camino hacia el Ferry, Ash no paraba de recordar todas sus vivencias en Sinnoh, hasta que cierto recuerdo pasó por su mente —La Copa Wallace— aunque no pensaba solamente en ese concurso, también en una chica castaña que había participado en esa copa, y había estado a punto de ganarla.

—Jeje que recuerdo— pensaba el entrenador con un tono algo nostálgico — me pregunto, ¿qué estarás haciendo en este momento?— se preguntaba el azabache perdiendo su vista en el mar.

Mientras tanto en la región Hoenn, en una casa de apariencia lujosa, dentro de una recamara bastante grande, una joven abría sus grandes ojos zafiros. En esa habitación, había una cama muy amplia sobre la que yacía la chica, un enorme guarda ropa que abarcaba mucho espacio de la recamara, un escritorio con muchos objetos sobre él y muy desordenados, además de una pequeña mesita de noche al costado de la cama, a decir verdad, era una habitación algo humilde a comparación de las demás.

—Mmm que bien dormí anoche— se decía la coordinadora, regodeándose entre las sabanas de su cama, tratando de extender sus horas de descanso — ¿qué hora será?— murmuraba la castaña, parpadeando y frotando sus ojos para poder retirar la pesadez en ellos, mientras volteaba su mirada en dirección a un reloj que se encontraba en su mesa de noche, sin embargo, su vista captó cierto objeto partido justo por la mitad que estaba en esa mesa, y un pensamiento invadió su mente —Desde la Copa Wallace que nos vemos— se decía la coordinadora, mientras su vista se perdía en ese objeto tan distintivo —ahora que lo pienso, ya ha terminado la liga Sinnoh, ¿cuál será tu plan ahora?— se preguntaba la castaña, haciéndose notar una gran sonrisa en su rostro.

Una vez que la joven había despertado completamente, se dispuso a arreglarse de la mejor manera posible: se levantó aun con un poco de somnolencia, camino torpemente rumbo al baño, entró, se ducho, comenzó a vestirse con su ropa característica y después a peinarse. Justo cuando estaba por recoger sus pertenencias para salir, la puerta de su recamara se abrió repentinamente, revelando la imagen de una mujer esbelta y de una edad mediana.

—Hija ¿te diriges a algún lugar en especial?— cuestionaba la mujer, desde afuera de la habitación.

—Por el momento no mamá, ¿se te ofrecía algo?— contestaba la joven coordinadora amablemente a la pregunta de su madre.

—Pues… vine para preguntarte si podrías ir a comprar unas cosas que necesito para la casa, al centro de la ciudad— explicaba la madre, observando como su hija caminaba en dirección al escritorio, en el cual había diversidad de objetos.

—Seguro, solo déjame tomar mis cosas y salgo para allá — respondía May, tomando una riñonera y guardando algunas pertenencias en ésta.

—Bien, te espero abajo May— apartándose de la puerta y caminando en dirección a la cocina.

Un poco después que su madre, la coordinadora se dirigió a la cocina, no sin antes tomar el medio listón que se encontraba en la mesa de noche. Camino a la cocina, May seguía recordando algunos momentos junto a su gran compañero y amigo, que le había enseñado lo maravilloso del mundo de los pokemon.

—Creo que sería buena idea ir a visitarte— se decía la castaña —después de todo, eres un gran amigo para mí, gracias a ti, ahora me gustan los pokemon— pensaba la joven con cara de felicidad y levemente sonrojada, mientras tomaba su medio listón entre sus manos y lo guardaba en su persona.

Finalmente la coordinadora llegó a la cocina, era una cocina bastante grande, parecía ser para una gran familia, tenía un gran comedor, un refrigerador enorme, además de otros muebles característicos de todas las cocinas. En ese lugar se encontraban tanto su madre como su hermano.

—Bien mamá, ¿qué es lo que necesitas?— preguntaba la chica, dirigiendo su mirada hacia su madre quien se encontraba de espaldas lavando unos cubiertos.

— Solo necesito eso — volteándose y sacando una lista de su mandil, entregándosela en la mano a May.

—Bien, creo que todo lo encontraré en el centro— asentía la coordinadora —no tardo— concluía la joven, saliendo apresuradamente de la cocina y dirigiéndose hacia la salida de su casa.

—Aguarda May— exclamaba Caroline deteniendo a la castaña —Cuando regreses, puede que yo no me encuentre en casa, necesito ir a hacer un par de cosas en ciudad Malvalona, pero ocupo que lleves a Max a con el profesor Birch, le darán un curso para aprender más acerca de la naturaleza de los pokemon— explicaba y pedía su madre a la castaña.

—¡SI!, quiero aprender todo lo que pueda sobre los pokemon— decía bastante entusiasmado el pequeño —regresa temprano, quiero llegar rápido al laboratorio del profesor— finalizó el chico.

—Está bien, tratare de regresar pronto— dijo la chica, saliendo finalmente por la puerta de entrada de a su casa.

Con un gran entusiasmo, la coordinadora caminaba en dirección al centro de la ciudad. Las calles de esa ciudad son organizadas, limpias y bastante seguras gracias a la oficial Jenny de ese lugar, quien estaba considerada como la mejor de Hoenn. En cierto momento, la joven volvió a recordar a un entrenador pokemon.

—Ash, espero que estés bien, en unos cuantos días más estaré contigo— pensaba la castaña, con una sonrisa de oreja a oreja, mientras cruzaba una calle lentamente.

Posteriormente, llego al centro de la gran ciudad de Petalia, el centro de esa ciudad es muy grande, hay muchos lugares que visitar, además gran cantidad de turistas llegan día con día a conocerlo, pero por el momento, a May solo le interesaba ir a comprar lo que le encargaron. Después de unas horas de búsqueda y compras, May se dispuso a volver hacia su hogar, sin embargo, cuando volvía, una persona bajaba de un pokemon volador a unos cuantos metros de ella. Al principio no le tomó importancia ya que no estaba prestando mucha atención, pero al voltear en esa dirección se quedó helada al reconocer a esa persona.

—¡¿Qué haces tú en esta ciudad?— cuestionaba la castaña muy sorprendida, con un tono frio además de estar un poco alterada y asustada al ver a esa persona.

Continuará…

Esta es la primera parte de mi fic, espero que les guste, cualquier crítica es bienvenida

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