◌✧۪۪̥ː͡ Capítulo 20: Me Rindo.

◌✧۪۪̥ː᭄͡B R E Y S

J A C K S O N.

Adán se ríe y antes de que suelte una carcajada, la presión en mi garganta desaparece y puedo respirar. Caigo de rodillas al suelo, pero el aire es bienvenido a mi sistema, ignoro el dolor... miro a los chicos... creo que nunca había esta tan feliz de verles.

- 《¿Estas bien?.》- la voz de Ezequiel parece como un canto de ángeles en este momento y me siento una idiota por pensar eso, ya que... obviamente lo es.

Asiento mirando en su dirección, porque no estoy segura de que mi voz salga.

Él no me mira... de hecho, los dos hermanos me dan la espalda porque hacen de muro entre Adán y yo. Tienen la mirada clavada en el ángel/demonio o lo que sea, el cual esta haciendo crujir su cuello, supongo yo, que preparándose para la batalla.

Los hermanos no son yo... ellos... joder... ellos se ven realmente aterradores en este momento.

Desde que los conozco siempre han estado a mi lado. Son tan cariñosos, que es imposible no quererlos enseguida. Están durante todo el día pegados a mi como lapas. Los abrazos, besos y palabras de afecto me rodean. Cuando me dicen que me han echado mucho de menos con sus ojos cristalizados, se me derrite el corazón. Aunque sus bromas son algo pesadas, hay algo en ellos que me hace reír... solo porque a ellos les parece gracioso o simplemente, para darles la satisfacción de hacerles creer que son graciosos. Los conozco de toda la vida, pero no los recuerdo. Tan solo tengo vagas imágenes de ellos en mi cabeza. Sin embargo, eso no quita los sentimientos que despiertan en mi. Sentimientos con los que nunca he lidiado... protección, paciencia, confianza plena, ternura e incluso... amor.

Los amo de una manera tan diferente a como quiero a mis amigos o a cómo amo a mi ángel. Es un amor tan... diferente. No sabría cómo describirlo.

Verlos con los hombros tensos, preparados ante cualquier ataque con sus armaduras doradas, pero sin sus alas con tal determinación en la mirada... me hacen sentirme tan orgullosa.

- 《Qué bonito es ver a toda la familia reunida.》 - comenta Adán con sarcasmo. - 《Oh, perdón, déjenme rectificar... a casi toda la familia... ya saben, teniendo en cuenta de que uno de ellos está a punto de morir.》 - dice, y por la mirada llena de burla he me dedica, sé, que habla de mi tatuado, de mi ángel, de mi Elijah.

- 《No sé de que te ríes tanto, Adán... porque el único que morirá hoy, eres tú.》- gruñe Nathanael.

Adán suelta una carcajada y se me antoja un tanto histérica... pegarle una buena patada en las bolas.

- 《Sois unos mocosos insolentes.》- da un paso hacia ellos con la mano en el pecho hecha un puño. - 《Yo, soy la Estrella bin...》

- 《Eres un pedazo de mierda.》 - lo interrumpe Ezequiel con aburrimiento. - 《Eras, la Estrella binaria. Le vendiste tu alma a Lucifer... ¿Ahora? No eres más que un demonio despechado porque crees que eres dueño de un corazón que obviamente no te pertenece.》 - me mira por encima del hombro y pone su atención a él.

Adán tiene la mandíbula apretada, al igual que sus puños. Su armadura negra emite un brillo extraño y sus alas se extienden, mostrando las plumas afiladas como si fueran cuchillas. Sus ojos... rojos como la misma sangre, se clavan con intensidad en mi y por un momento... creo ver dolor en ellos.

Los hermanos frente a mi... se acomodan de manera que Adán no pueda hacer contacto visual conmigo. De la misma manera en la que la armadura oscura de Adán parece haber cobrado vida... lo hacen las armaduras de oro de Nathanael y Ezequiel. Me pregunto... ¿Porqué ellos no sacan sus alas? Nunca las he visto, y siempre que pregunto, evaden el tema. Son Arcángeles, deberían tener 4 alas y supuestamente... el mostrarlas y extenderlas, hace que el poder divino que poseen estos Seres Divinos se intensifique y se muestre en su totalidad.

Sin embargo... eso a ellos no parece importarles o que se yo... no hacerles falta... ya que observo que parecen tener bastante seguridad en ellos mismos. Parece como si fuese lo más fácil del mundo acabar con un demonio... que antes... fue la Estrella Binaria... ¿Tendrá Adán también el poder de los 4 elementos? ¿Y porque carajos tiene alas cuando no es ningún ángel?.

- 《Es un demonio, Breys... y algunos demonios tienen alas.》- Responde Nathanael mis incógnitas mentales.

Y de paso, me da una innecesaria clase angeología en un muy inoportuno momento.

- 《¿Conoces la historia de Luzbel? El ángel que por su codicia y soberbia terminó siendo algo más... oscuro... terminó cayendo al igual que todo su ejército. Algunos demonios tienen alas... aunque, como puede ver, no son como las de Elijah.》 - me dice.

- 《¡Nathanael!.》- grita Ezequiel.

Abrí mis ojos como platos y ahogo un grito cuando tres de las cuchillas de las alas de Adán atraviesan su estómago... ¡¿Como es posible que eso atraviese la armadura de Nathanael?!.

Sin embargo... este loco... sonríe.

- 《Sabes que es completamente imposible matarnos... ¿Verdad?.》- le dice y su sonrisa se ensancha.

Cuando parpadeo, me pierdo en el segundo en el Nathanael contraataca enviándolo lejos y veo cómo sus heridas se iluminan. Ezequiel desaparece y vuelve a aparecer justo encima de Adán cuando aún está por los aires, haciéndole una especie de llave con el codo, e incrustándolo en el suelo que... en este momento... es magma puro.

- 《¡Touchdown, baby!.》- celebra Ezequiel, mientras baila.

Estoy en shock... joder... estos dos locos no pueden ser serios ni en una situación crítica.

Adán resurge entre el líquido hirviendo, sus alas recubren su rostro y mis nervios vuelven a estar a flor de piel.

En cualquier momento me convierto en una flor en plena primavera.

Miro a Adán... está impoluto... no tiene ni una puta quemadura.

- 《Sois tan idiotas...》- escupe, literalmente.... manchando el piso con un líquido negruzco. - 《...al igual que vuestro padre.》- gruñe.

- 《La herencia nos tocó.》- dice Nathanael encogiéndose de hombros.

Y una vez más... aquí me encuentro yo... con tremenda mera curiosidad de saber... ¿Quien carajos es el padre de los chicos? Miguel no el padre biológico de Elijah... si, me ha costado entender, que los bellos ángeles son creados... no, procreados. Pero bueno, los hermanos y Elijah, se hacen llamar hermanos y por mi propia cuenta, investigué, ya que nadie me dice nada. Miguel me dijo que él no los había adoptado como hijos pero Elijah me ha reiterado varías veces, que son hermanos porque llevan la misma sangre... entonces... no entiendo ni una mierda... ¿Como es posible que tengan la misma sangre... si los ángeles no pueden ser procreados?.

No entiendo nada.

- 《Acabareis todos en el infierno...》- amenaza Adán y yo vuelvo a la realidad.

- 《No, querido... quiero mantener mi piel pálida y sedosa, no un tostado.》- se burla Ezequiel y él de ojos rojos gruñe.

Las alas de Adán se extienden intimidantes y levanta vuelo hacia los hermanos.

Dios estos hermanos están locos... ambos sonríen.

Cuando Adán estuvo lo suficientemente cerca, uno de ellos se tele-transporta quedando Nathanael a su espalda y Ezequiel frente a él. Adán se detiene y logro ver el miedo en sus ojos cuando los hermanos elevan sus manos hacia delante en dirección a Adán.

Parece haberse creado un remolino dentro de el lugar donde nos encontrábamos porque el viento era apenas soportable y tengo que levantarme del suelo con las piernas temblorosas y sujetarme de una de las columnas qué hay en medio de la sala de estar. Las palmas de los hermanos brillan de manera sobrehumana y desde arriba, unos barrotes de oro puro traspasan el techo y se clavan en el suelo, encerrando a Adán en una especie de jaula.

Es... hermoso pero a la vez... aterrador.

- 《Sonríe, tío Adán... porque volverás a casa.》- dice Nathanael con fingido entusiasmo.

Adán me mira... detiene su mirada en mi y por un momento quiero que todo esto termine, que los hermanos se detengan y que dejen ir al hombre que tiene la agonía marcada en sus facciones, pero no puedo. Mi mente me recuerda que por su maldita culpa Elijah está a punto de ser juzgado y no me hacen falta motivos para desear que se pudra en el mismísimo infierno. Entonces... sonríe y me tenso al verle ya que veo la maldad, gravada en sus facciones.

- 《Cállate...》- sisea Ezequiel con claro odio y jamás lo había visto tan serio.

El rostro de Adán se gira para encararlo.

- 《Tiene derecho a saberlo... ¿No creen...?》- la última frase logró distinguía con esfuerzo ya que, Nathanael con su puño cerrado sé lo que hace pero consigue que Adán se retuerza de dolor.

- 《¿Qué tengo derecho a saber?.》- cuestiono entrando en pánico.

No quiero que un nuevo secreto salga a la luz. No quiero saber nada más. No puedo con nada más... sin embargo... tengo que saberlo.

Adán suelta una tremenda carcajada.

- 《Nada, Breys... mantente lejos...》 - responde Nathanael en tono frío. - 《...y cierra los ojos, esto puede cegarte.》 - me dice.

Comienza a hablar en un idioma antiguo, los barrotes brillan y tapo mis ojos con un brazo, aunque intentó ver como sea.

Entonces... Adán grita algo... lo cual me deja helada.

- 《¡Son tus hijos, Eva!.》 - brama a todo pulmón.

Todo eso, antes de que los barrotes se cierren a su alrededor, grite una vez más y se disuelva sin quedar una sola mota de polvo que tenga su nombre..... dejándome el shock.

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◌✧۪۪̥ː᭄͡S A N. E L I J A H
D E L. P R I M E R. T I E M P O.

Hay sueños en los que enseguida descubres que estás soñando porque vives un yo diferente. Te das cuenta de donde te encuentras al avanzar en la trama... aunque tu subconsciente con su afán desmesurado intente engañarte, no lo logra. Pero es cierto qué hay casos en los que el sueño puede ser tan real que incluso sientes todo lo que puede llegar a sucederte en ellos. Relaciones... besos... dolor... todo pasa y se siente como si fuera real. El deseo y el placer te envuelven... o tal vez el miedo, la angustia y el desasosiego... tanto, qué hay veces en las que no puedes conseguir discernir entre la realidad... o la ficción.

Sin embargo, lo peor es creer soñar en la realidad. Por mucho que te pellizques o te digas a ti mismo que es un sueño, seguras soñando... seguirás viviendo.

En mi sueño... grito con inexistentes lágrimas. Grito sin emitir sonido alguno. Noto como mi respirar pierde sentido en cada bocanada irreal de aire.

Los humanos suelen decir qué hay que buscar algo por lo que vivir... algo que llene tu vacío y te haga sentir. Si fuera fácil hallarlo, no habrían personas rotas vagando por el inestable estado de "vivo" Tu "algo"... puede ser una vocación... un anhelo de conseguir llegar a donde quieres o puede ser un sueño... el deseo de cumplir como sea algo que quieras. El caso de todo esto... es que ese "algo"... siempre tiene algo en común en todos los casos... todo es simplemente... porque lo quieres.

En mi caso... a mi "algo"... no lo quiero, lo amo.

Entonces... mi pregunta es la siguiente... ¿Qué es lo que he hecho que a Dios le parece tan malo? ¿Amar? ¿No se supone que la biblia dice que... el amor lo puede todo?.

Con los ojos abiertos, con las palabras corriendo por mi mente y la sangre navegando por mi cuerpo... con la que es mi vivo corazón perdido en algún lugar... y el marchito corazón en mi pecho... entonces, vuelvo a preguntarme... ¿Porqué mi pecho sube y baja, pero mi cuello y muñecas no se siente mas que la agonía pura de la tranquilidad? ¿Ya estoy muerto y no me he dado cuenta? ¿Así se siente estar muerto?.

Me hundo de apoco en mis divagaciones de la manera más tortuosa y me maldigo internamente porque esto es culpa mía... Porque no debería sentir nada, pero no me arrepiento por sentir como lo hago... Porqué yo no debería tener sentimientos, pero sin tener la capacidad de soltar lágrimas... tengo ganas de llorar. Porque no puedo sentir el frío en mis huesos pero si siento.

Si bien no siento nada... siento de todo... es contradictorio pero es real... porque de la manera más absurda y estúpida... me siento muerto.

Siento que falta mi Estrella. Siento que le he fallado. Siento que la he arrastrado de nuevo a este mundo... que, contraria a toda perdición, es de dolor. Siento que no debí interrumpir en lo que se supone, sería su nueva vida.

Sé que aún está viva porque aún respiro pero no puedo evitar querer salir de aquí y comprobarlo con mis propios ojos. Pero no puedo. Si quiero que todo esto salga bien, si quiero que ella esté bien... tengo que seguir adelante con esto. Sabía que tarde o temprano pasaría.

Sé que mis hijos cuidarán de ella. Sé que nuestros hijos cuidarán de ella.

No puedo seguir luchando con el Empíreo. No puedo seguir haciéndole daño a Breys inconscientemente con cada secreto, aunque fueran para protegerla. No puedo seguir siendo egoísta y seguir manteniéndola a mi lado porque eso la pone en peligro. Porque si yo no acepto mi castigo... volverán a borrarle la memoria y no quiero volver a verla sufrir por algún recuerdo que ni siquiera es real. No soportaría volver a sufrir que no me recuerde.

No puedo seguir así. No puedo luchar más.

Esto... es lo mejor para todos.

Te amo, Breys...

Me rindo.

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༻༼✎NOTA DE AUTORA༽༺

¡Hola! ¿Como están?.

Les traigo un nuevo capítulo de esta historia, espero y les haya gustado.

¿Qué les ha parecido el capítulo?.

¿Qué opinan de lo ocurrido?.

¿Qué creen que pueda pasar ahora?.

¡GRACIAS POR LEER!.

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Breysis.P©️

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