El destino del show



—Creo que ustedes dos son los reyes de los malos entendidos —dijo Octavio con una sonrisa que a Sophie le parecía más sarcástica que amable.

—Sí, son cosas que suceden cuando los espectadores no están al tanto de lo que pensamos o vivimos fuera de cámaras —le respondió fingiendo su sonrisa.

—Creo que vamos a tener que ponerles una cámara oculta en la ropa para filmarlos las veinticuatro horas del día y así no nos den estos sustos. —Intervino Pilar, una de las nuevas coanfitrionas del show, una ex reina de belleza que ahora se dedicaba al periodismo de farándula y programas de cotilleos.

—Sí, eso es seguro. —Rió viéndose natural y carismática. Mientras ella les seguía la corriente, Steve permanecía en silencio, evaluando la situación y descifrando los gestos de los presentadores. Algo no le agradaba, sabía que no se estaban basando en el guión y traían algo entre manos.

—Entonces, para que la audiencia nos entienda y para quienes acaban de sintonizarnos. Sophie y Steve están aquí después de días de desaparición en la que nos tuvieron en vilo, para asegurarnos que su relación es más fuerte que nunca y que su compromiso está confirmado, pero para un futuro, cuando Sophie cumpla la mayoría de edad —explicó pronunciando cada palabra con lentitud, como si quienes lo vieran a través de la pantalla tuvieran problemas de entendimiento—. Además que su boda es algo que va a necesitar años de planificación, tiene que ser espectacular. —Hizo un gesto de encanto con las manos y Pilar amplió su sonrisa compartiendo el entusiasmo.

—Claro, será genial. —Sophie dijo entre dientes, preguntándose cómo haría en un futuro para zafar de la situación. Tal vez al siguiente año ya no aparecería en la televisión y a nadie le importaría su vida, pero en ese momento su falso compromiso con Steve era tratado por el canal como la noticia más importante del país.

De pronto, uno de los asistentes de producción entró al set a paso apresurado, se acercó al oído de Octavio y le habló en susurros. El hombre puso un gesto de espanto y miró a la cámara de nuevo.

—Me acaban de informar que nos llegó una noticia importante. Un video de último momento que es shoqueante. —Fingiendo preocupación miró a los dos jóvenes y sus ojos se llenaron de lágrimas—. Lo siento. —Se disculpó con la audiencia—. Es que hay cosas que nos afectan a todos. Voy a tener que dárselas después de un corte comercial, no lo creo todavía, pero sabremos la verdad en pocos momentos. —Pilar se arrodilló frente a él para consolarlo. Los jóvenes invitados se miraron extrañados y buscaron a Susan con la mirada. La mujer estaba tan desconcertada como ellos y se movía tras cámaras buscando hablar con el director del programa.

—Qué pasó —Sophie le preguntó al presentador en cuanto salieron del aire.

—Nada cariño, tú tranquila todo es parte del show. —Octavió había dejado por completo de lado su actuación de sufrimiento y le habló indiferente mientras el maquillista lo retocaba.

Regresaron al aire rápidamente, al parecer no querían darles tiempo de seguir haciendo preguntas.

—Tengo un mal presentimiento. —Steve musitó y Sophie compartió su pensamiento.

Octavio fingió estarse recuperando de una crisis nerviosa; Pilar le frotaba la espalda y le ofrecía un vaso de agua.

—Lo sentimos, es que lo que nos acabamos de enterar es muy fuerte y saben que Octavio es el ser humano más sensible del mundo. Me explicaron brevemente lo que sucede, pero es mejor que lo vean por ustedes mismos. —La mujer asintió al director y a través de la pantalla de televisor del fondo del estudio, donde podían ver lo que se transmitía en vivo, pusieron un video capturado ese mismo día. Era la entrada a la casa de Sophie, abajo un reloj digital marcaba la hora y la fecha en que el video había sido grabado. Tras un par de segundo sin movimiento, llegaban ella e Ian en la motocicleta.

La chica se levantó de su asiento, enojada, no se había dado cuenta que un periodista seguía oculto cerca a su casa, o tal vez solo habían dejado una cámara ahí. Hubo un acercamiento y se vio claramente a los adolescentes conversando y despidiéndose con un muy significativo beso en los labios.

Susan peleaba con el director obligándolo a detener ese video que no había sido autorizado por ella. El hombre le respondía que tenía las manos atadas ya que el productor del programa era Octavio y esas decisiones las tomaba él.

— ¡Sophie! —Pilar exclamó indignada.

La joven no sabía qué responder, buscaba desesperadamente la mirada de Susan.

—Esto debe ser un duro golpe para ti —fingiendo que la voz se le atoraba, Pilar consoló a Steve, quien seguía callado e inexpresivo.

— ¡No Pilar! —Octavio la detuvo—. No culpes solo a Sophie, que Steve no es ningún santo tampoco.

— ¿De qué hablas?

—Por favor vamos con el otro video —pidió sentándose nuevo, cubriéndose el rostro y abanicándose con sus papeles.

— ¿Qué rayos está pasando? —Sophie le preguntó a Steve, estaba paralizada, sin saber cómo actuar. Nada de eso estaba programado, parecía que Octavio les hubiese tendido una trampa, a ellos y a Susan, ya que la publicista estaba tan alterada que parecía con ganas de cortar ella misma la transmisión.

Un nuevo video apareció, como ya no se escuchaba lo que sucedía en el set puesto que los televidentes solo apreciaban el video, la voz de Susan retumbaba y Pilar y Octavio discutían rápidamente sobre las reacciones que tendrían.

Esta vez se veía la puerta del departamento de Steve, abajo el mismo reloj digital mostraba la fecha y la hora. Sherry salía de ahí, el joven la acompañaba hasta la puerta y ella se lanzaba a besarlo.

— ¡¿Cómo filmaron eso?! —. Se sorprendió el joven como primera reacción, hasta caer en cuenta que Sherry había tenido algo que ver. En su afán por conseguir publicidad, había sido ella quien había llamado al programa de Octavio.

— ¡De la misma forma en la que me filmaron a mí! —Sophie apartó a Pilar y se dirigió a Octavio— ¡¿Qué demonios es esto!?

—Regresa a tu lugar preciosa. Hagamos un poco de improvisación y pelea con Steve.

— ¡No voy a pelear con él! no tengo por qué y lo sabes.

—Sí, pero nuestra audiencia no. Así que se buena chica y danos algo que venda.

—Con gustó ¿qué tal una golpiza al presentador de un estúpido programa que se mete en vidas ajenas? ¿Eso venderá lo suficiente para ti? —le gritó, Octavio pretendió asustarse y eso le hizo entender a Sophie que estaban de nuevo en vivo.

Rápidamente uno de los guardias de seguridad del canal la agarró como si de verdad fuese una persona peligrosa a punto de agredir a Octavio.

—Parece que esto es un círculo de infidelidades. Sophie con el ex novio con el que aseguraba no tener nada y Steve con nada más ni nada menos que Sherry Ducane, la co-estrella del programa "La vida secreta de una espía"—Aprovechando el alboroto que actuaba como un muy movido fondo, Pilar aprovechó de hablar.

—Nos deben muchas explicaciones. —Acotó Octavio—. Yo me siento muy mal por ustedes, demasiado, tan jóvenes y viviendo de engaños, sexo e infidelidades ¿es el ejemplo que dan a sus fans? —dijo como quien da un profundo y reflexivo discurso.

Susan no lo aguantó más, esa situación sin duda estaba trayendo una audiencia inmensa al programa de Octavio, pero iba a ser desastroso para el programa de Sophie y Steve.

— ¡Corten!, ya basta, no hablamos nada de esto. —Subió al escenario, esperando que cortaran la transmisión y pudiera sacar a los chicos de ahí.

—No, Susan, espera. —Steve por fin dejó su gélida expresión y se levantó del asiento para tomar a la mujer por los hombros y con calma incentivarla a bajar de la tarima—. ¿Quieren explicaciones? No tenemos por qué dárselas. Lo que pase en mi vida privada y en la de Sophie no es asunto del público, es solo asunto nuestro. La verdad es que terminamos hace meses y pedirle matrimonio fue una decisión muy desesperada de mi parte por recuperarla. Sophie reaccionó como tenía que reaccionar. Expuse un momento íntimo frente a cámaras y solo le hice darse cuenta de que está enamorada de otra persona, pero eso no era bueno para la publicidad de nuestro programa. Y esto es peor, es una estrategia baja y rastrera para ganar público aprovechándose de nuestra privacidad. Sherry y yo no tenemos nada, nos acostamos y es todo, y no tiene por qué importarle a ustedes o a nadie. Sophie está con otra persona y eso es su asunto también. Pero supongo que eso a ustedes no les importa, solo quieren vivir a costa de nosotros y es demasiado. Si esto me cuesta mi futura carrera como actor, estoy dispuesto a renunciar a ella, no voy a pagar el precio de ser su marioneta, y Sophie tampoco. — Después de decirlo se quitó el micrófono y salió del set empujado a quien se interpusiera en su camino.

Sophie seguía sujeta por el guardia.

—Suéltame o te demando. —Lo amenazó y el hombre la dejó inmediatamente. Lanzándole la mirada más cargada de asco que pudo, se quitó también el micrófono y siguió a Steve afuera.

En el pasillo del canal, el joven trataba de aplacar su enojo apoyado contra la pared y respirando profundamente.

Sophie caminó de un lado al otro, pensando en lo que Steve había dicho, era la primera vez que lo veía reaccionar así ante cámaras, generalmente nada lo perturbaba, ni las preguntas demasiado personales que le realizaban en entrevistas.

Susan se unió a ellos, más enojada que los dos jóvenes juntos.

— ¡¿Ustedes sabían de esto?!

—Claro que no —respondió Steve.

— ¡Imbécil! Trabajamos para la misma cadena, esto nos perjudica a todos. Claro, a todos menos a él y eso es lo único que le importa. Ahora sí estamos en problemas.

— ¡¿Y eso qué?! Que cancelen el estúpido programa, ya me cansé. Prefiero trabajar toda mi vida en un McDonald's a seguir con esto. —Steve golpeó la pared con el puño y se retiró hacia la salida del canal. Sophie corrió detrás de él.

—Espera. Steve, vamos a solucionar esto ¿sí?

—No va a solucionarse y me da igual.

—No, no te da igual, este es tu sueño, si el programa tiene problemas y se cancela tal vez no tengas más oportunidades. Dijiste lo que yo debí haber dicho, para que las consecuencias cayeran sobre mí, no sobre ti. Lo lamento.

—No tienes nada que lamentar. Se meten demasiado contigo, más que con cualquier otro y no es justo. —Con suavidad se soltó de su agarre y continuó su camino.

—Solo vete, mejor desparece otro par de días —le ordenó Susan, ofuscada. Los actores podían desaparecer hasta calmarse, a ella le esperaba un trabajo grande intentando arreglar el asunto.

Tiago no esperaba que Ian ya estuviese de regreso. Fue una agradable sorpresa después del duro día que había tenido en el colegio, ahora podría desquitar todo su enojo con su compañero.

Ian bebía una lata de cerveza mientras miraba atentamente la televisión. Por los gritos que se escuchaban salir del aparato imaginaba que era un talk show y el amante de alguien acababa de entrar en escena.

—Steve por fin colapsó frente a cámaras —le dijo al verlo ingresar por la puerta.

—No me importa Steve. —Violentamente le quitó la cerveza, lanzándola a un lado y lo levantó del cuello de su camisa—. Tú estás muerto, aunque hayas escapado te tenía ganas.

— ¿Y ahora qué? —Resopló, la verdad no tenía muchas ganas de pelear.

— ¿Ahora qué? ¡Te acostaste con mi hermana, aprovechándote que estaba en un momento vulnerable y luego te la llevaste dos días! Dime si no es motivo suficiente para matarte.

—No me aproveché de nada. —Con fuerza le retorció la muñeca para que lo soltara y después de forcejear un poco logró librarse—. En la noche que Sophie estuvo aquí no pasó nada y lo que pasó después no es tu problema, es solo de Sophie y mío.

—Por supuesto que es mi problema, es mi hermanita, es mi deber protegerla y no dejar que nadie, ni tú se le acerquen, especialmente tú, que eres el motivo por el que le va tan mal en todo.

—A tu hermana le va mal porque ella sola se mete en problemas y tiene muy mala suerte. Además todas las chicas con las que te acuestas son también la hermanita de alguien y eso no parece importarte. Sophie y yo volvimos oficialmente así que o aprendes a vivir con eso o te vas. Pero antes debes dejarme las llaves del auto. —Le extendió la mano, dibujando en su rostro un gesto socarrón.

—No voy a darte nada hasta que Sophie me lo confirme personalmente. —Se frotó la muñeca y cuando vio a Ian desprevenido le pegó un puñete en la cara. Se mantuvo a la defensiva esperando que reaccionara. Ian había caído sobre el sillón y revisaba la comisura de su boca, esperando ver algo de sangre; al no encontrarla se incorporó, tomó su billetera que estaba en la mesa frente a él y sin decirle nada se dirigió a la salida.

—Cuando seas menos imbécil y te calmes tráeme el auto —le dijo desde la puerta, y cerrándola con un fuerte golpe se fue.

Tiago se recostó en el sillón. Estaba enojado con tantas personas que una pelea con Ian lo habría ayudado a sacar su frustración. Odiaba tener a su padre como maestro, vigilando todos sus pasos y que eso encima le pudiera provocar conflictos con gente del colegio a la que intentaba evitar; odiaba que Ian hubiese vuelto con su hermana, puesto que estaba seguro que no tardaría en hacerla sufrir de nuevo; odiaba a Steve por haber sido tan estúpido de arruinar su plan y haberle hecho perder su auto nuevo; acababa de sacar a Martha de un problema serio y no sabía cómo evitarle otros sin involucrarse demasiado o pelear con ella; la pizzería donde trabajaba estaba a punto de cerrar y sin ese trabajo, aunque fuese indirectamente pagado por su madre, no podría seguir manteniéndose solo. Al final Tamara terminaba siendo lo único bueno en su vida.

Cansado y ofuscado por tantos problemas, apagó su teléfono y se fue a dormir hasta que llegara la hora de ir a trabajar.

En la pizzería se respiraba menos tensión ahora que el administrador había sido despedido. La tranquilidad era notable para todos menos para Arturo, quien debía hacerse cargo de las cuentas hasta que la madre de Tiago contratara a una nueva persona.

Cabizbajo llegó directo a la cocina, guardó las órdenes que le tocaba repartir y el viaje en moto lo hizo trasladarse a un lugar diferente, donde solo importaba la velocidad, las vueltas y el viento.

Finalizó su turno cansado físicamente, pero sintiéndose mejor mentalmente. Martha no lo fue a buscar como cada noche, ya imaginaba que a esas alturas se había dado cuenta que el nuevo maestro del colegio, quien la había echado de clases, era su padre, y seguramente se las tomaría contra él también.

Por esa noche se libraba del problema, pero al día siguiente venía uno peor.

—¿Crees que si me choco con tu padre en el pasillo y le derramo una bebida se quite la camisa en frente de mí? —Le preguntó Tamara durante la clase de exactas ese día. La chica miraba fijamente al profesor, sin perderle detalle.

— ¡Claro que no! ¡Estás loca!

—Solo es curiosidad. —Se defendió con un deje de cinismo—. Quiero ver que tan bien está. No es mi culpa que tu padre sea tan atractivo.

—¿Quieres cortarla con eso? Es irritante. En mi anterior colegio tenía una manada de idiotas que primero babeaban por mi hermana, luego empezaron a decir que mi madre era sexy e iban a mi casa solo para verla. Con las hermanas pasa, con los padres es grotesco.

—¡Es que tu mami también es muy linda! —expresó con ternura—. Tranquilo, no le quiero quitar a su marido, no le hago mal a nadie solo contemplando a tu padre.

—Le haces mal a mi estómago —respondió tajante y enseguida un trozo de tiza cayó sobre su cabeza.

—Silencio —le ordenó Nicolás.

Refunfuñando, Tiago se ocultó tras su libro. De nuevo cabía la posibilidad de ser interceptado por un grupo linchador a la salida, aunque todos en el salón parecían bastante tranquilos con el nuevo maestro, incluso Martha, quien mantenía fija una expresión de desagrado, pero atendía a la clase.

Al sonar el timbre salió a toda velocidad, así evitaba cruzarse a solas con su padre y de paso buscaba a Martha. Tamara lo siguió recogiendo sus cosas de volada.

—Oye, me dijiste que tu madre se embarazó de tu hermana en el colegio ¿no? —lo persiguió preguntándole—. Pero ayer le dijiste a tu padre que es varios años mayor que ella. Entonces no eran novios de colegio. ¿De dónde se conocieron?

—Mi padre era profesor en su colegio y le daba clases —respondió sin pensar por estar concentrado en buscar a Martha. Inmediatamente se arrepintió de haber hablado.

—¿Tu madre era su alumna? ¡Oh por Dios! ¡Cuéntame más de eso! —Tamara gritó y le tomó la delantera para bloquearle el paso y obligarlo a contarle más al respecto.

— ¡Chico Hollywood! —El Peka apareció en ese momento, llamándolo con la mano.

Tiago aprovechó para escabullirse de Tamara.

—Martha quiere hablarte. —Le explicó cuando se acercó lo suficiente. Caminaron hacia el patio, Martha se veía molesta y no necesitaba verla para notarlo, el que hubiese mandado a otro a llamarlo demostraba lo enojada que se encontraba.

—Qué pasa —con desgana Tiago le preguntó—. Supongo que tiene que ver con el profesor de exactas.

—Sí, dile a tu querido papito que se calme conmigo.

—Díselo tú. —Si algo no pensaba hacer era meterse en medio de un conflicto entre su padre y su novia.

— ¿Estás loco? No puedo decirle nada. Pero tú sí.

—Siempre le dices lo que piensas a los maestros, ¿Por qué él es diferente? Ni vivo con él ni me meto en sus asuntos, menos voy a intermediar entre ambos.

—Sabes que no es lo mismo, nadie puede solo decirle lo que piensa, ni confrontarlo. El primer día que vino debiste advertirme quien era, por suerte no me metí en problemas.

— ¿Qué clase de problemas? —De pronto le dio la impresión de que Martha sabía algo que él no.

—Problemas con los Dragons, ya tengo suficientes con ellos.

— ¿Y mi padre que tiene que ver con los Dragos?

Tanto el Peka como Martha arquearon una ceja, imaginado que Tiago los molestaba haciéndose al desentendido.

—Que es uno de ellos, o era —dijo el Peka, como si explicara lo obvio.

— ¿Mi padre estaba en los Dragons? —preguntó y no necesitó respuesta, la verdad no le sorprendía demasiado, ya sabía que su padre había estado en una pandilla cuando era joven, y si consideraba que había estudiado también en ese colegio, sonaba lógico.

—Sí, fue uno de los fundadores, y sabes que aunque no esté le van a ser leales, por eso no te masacraron ya.

—¿O sea que si no me pegaron por ser hijo del profesor es porque le tienen respeto?

—Y miedo. Todos saben que ahora es narco. Es gente con la que no hay que meterse —le explicó seria. Tiago podría haberse reído en ese momento, pero prefirió callar. Esos rumores sobre su padre lo perseguían siempre, estaba seguro que no era verdad, pero eso le daría inmunidad en el colegio. Al final tener a su padre ahí no estaba resultando nada mal.

Sophie aprovechó sus días libres de colegio y el trabajo para esconderse en casa de Alan. Ian aprovechó de ir también, no quería encontrase con el energúmeno de Tiago y de paso aprovechaba de estar con Alan y Sophie, sobre todo con Sophie.

Esta vez la chica no pudo evitar mirar canales nacionales a la hora de programas de cotilleos. Quería saber qué tan mal estaba la situación. En todos repetían una y otra vez lo ocurrido en el programa de "Cara a cara con Octavio". Susan no la llamaba, y por primera vez deseaba ver su número en el identificador de llamadas de su celular. Las filmaciones estaban demasiado retrasadas, en la KTV pasaban capítulos repetidos para ganar tiempo y el futuro del show era incierto.

—Van a cancelar el programa Ian, estoy segura —se lamentó después de ver por tercera vez esa tarde la transmisión de su altercado con Octavio.

— ¿Y qué?, mejor, pensé que ya estabas harta. Más que el programa, es tu vida privada la que sale en televisión, el argumento es estúpido y los actores pésimos. Si lo cancelan vas a librarte de esto de una vez por todas.

—No sé, es que todo empezaba a cambiar. Me hice amiga del resto del elenco y le estaba agarrando gusto, aunque la serie sea estúpida, con un estelar en mi currículo será más fácil actuar en otros programas. Si la serie se cancela por mi culpa estaré vetada en todo lado, hasta en disqueras. Quiero al menos terminar esta temporada.

—Yo insisto en que deberían cancelarla de una vez. —Le acarició la mejilla sin deprenderle la mirada, intentando convencerla.

—Creí que ibas a apoyarme en lo que quisiera —respondió siendo presa de su mirada y luchando por no caer en sus persuasiones.

—Pero esto no es lo que quieres, solo tienes remordimiento y miedo. Tú querías ser cantante, y te hicieron promesas que no cumplieron. Yo creo que te necesitan en el canal y no van a dejarte ir tan fácilmente. Si quieres seguir actuando, continúa con la KTV, pero si quieres cantar, deberías renunciar a todo esto e ir por otro camino.

—Si voy por otro camino, tal vez no llegue a ninguna parte. —Discutió, sabía que tenía razón, pero a lo mejor complicaba más las cosas dando un cambio tan radical en sus planes.

—Entonces vas a aferrarte a algo que odias, solo por tener seguridad.

—No es que lo odie. Es decir, a ti te odio, pero igual estoy contigo ¿no? Mi relación con el programa de televisión es igual.

Ian ya no supo qué responder. La lógica de Sophie atacaba de nuevo y hacía tiempo que se había resignado a directamente no entender nada de lo que pensara.

—Como sea, haz lo que quieras —respondió derrotado.

La llamada esperada llegó en ese momento. Susan le avisó que tenían una reunión en el estudio y que el chofer de la productora iba camino a recogerla.

Al entrar la sala de reuniones notaba los rostros preocupados y afligidos del elenco, incuso los actores mayores permanecían en silencio pensado cuál sería el futuro de la serie.

Steve la saludó con una sonrisa a medias y se sentó junto a ella. Susan y el productor entraron y Sophie notó recién que Sherry no se encontraba.

—Comencemos. —El productor retiró una silla y se sentó.

—Falta Sherry —puntualizó Marina.

El hombre se lamió los labios y tomó una pausa antes de hablar.

—Sherry no estará, ella fue despedida por violar términos de privacidad del contrato.

Sophie saltó en su asiento, así como todos.

—Pero Sherry tiene un papel importante —dijo Leonardo.

—No importa. —Susan habló de pie, sosteniendo un grupo de papeles en las manos—. Tuvimos una reunión de emergencia después de lo ocurrido en el programa de Octavio. Normalmente un poco de controversia atrae audiencia, pero al tratarse de una serie juvenil con una protagonista menor de edad, estamos teniendo problemas serios. Los altos ejecutivos del canal decidieron que la KTV no volverá a filmar series juveniles y que "La vida secreta de una espía" va a ser cancelada.

Sophie sin show??!!! de qué diablos tratará la novela entonces???!!! pues de todo menos del show como hasta ahora :v

Compartan esta historia! algún día quiero aparecer en la lista de más compartida, a ver si lo logramos :D

nos leemos mañana

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