Día Dos🕧
🏖Verano🏖
Futuro: Te entregué todo de mí, solo porque aprendí, que vivir con miedo a que me hagan daño no es vivir.
2 de Agosto del 2020.
Lunes.
Karlet Mckenzei.
Hoy salí de la casa con la misma rutina de ayer solo que en vez de ir a fotografíar o a el cine, fui al auto de mi mejor amiga directo a la universidad.
A mi mejor amiga la conocí desde la preparatoria, nos gustaban pocas cosas en común pero al parecer con la de la fotografía compaginamos y empezamos a tomar fotografías juntas, a jugar con nuestras cámaras y a distintas maneras de editar las fotos, juntas nos ganamos una beca para entrar a la universidad Harvard, nos costo mucho trasnoche estudiando para poder entrar a la universidad de nuestros sueños, pero lo logramos. Ella siempre a sido mi soporte es como mi gran hermana que nunca tuve, por eso la aprecio tanto.
Cuando entro a su auto la saludo con la mano y cuando estoy a punto de hablar tira de un mechón de mi cabello.
—¡Aaayyy!—me quejo y ella retira su mano y la coloca en el volante—y eso ¿por qué?.
Acaricio mi cabeza en el lugar donde me jaló, y miro su cara molesta
—¿Por qué estas molesta?—pregunté.
Alzó sus cejas en un gesto exagerado y echo andar el auto.
—Y me lo preguntas, ¡Vamos a llegar tarde!, seguro estabas tomándole fotos al sol—dijo mirándome un poco-muy furiosa.
—Por que siempre exageras todo, y mira al frente que no quiero morir tan joven.—dije y con mi mano volteé su cara al frente.
—Ok, Ok, mejor háblame de que hiciste ayer—dice.
¿Le digo la verdad o la mentira?
¡¡Ninguna, es tu mejor amiga!!.
¡¡Mentiras, No!!.
OK, ok, entonces será verdad a medias.
—Fui a la Torrefarol, tome fotos y luego al cine, después de ver la película me fui a mi cuarto a editar las fotos.—dije y en cuando termine ella busco mi mirada y yo la desvíe.
—Y ya, así rápido tu día y listo, ¿falta algo que no me has contado kar?—dijo frunciendo el ceño.
—Claro que ¿no?—digo preguntando mi propia repuesta—ok, no te puedo engañar, emm... ¿Conocí a un chico?
Dije dudosa de mi propia respuesta, me encogí de hombros y apenas termine de hablar, Fabiana salto en el asiento y bajo la velocidad mientras me miraba emocionada y me ataco con preguntas.
—¿Como se conocieron?¿Cuando?¿En tu Torrefarol o en el cine?¿O fuiste a otro lugar?, ¡Me estoy volviendo loca cuéntame! ¡Soy tu mejor amiga!—dijo tan atropelladamente que apenas y entendí.
—La película no estaba traducida, y el me la tradujo a mi lado luego, me dijo que mis ojos eran profundos como el mar y que se hundiría en ellos o algo así... me dijo su nombre y se fué... ah y tengo su gorra que la dejo en el asiento, pero cuando fui a regresarsela ya no estaba—dije volviéndome a escojer de hombros, restándole importancia.
—Que fuerte, amigüis—dijo y luego los cinco minutos que quedaban de trayecto empezó hablar de como se pintaría el cabello el mes que viene, y es que mi amiga se cambia de color el cabello como temporada de ropa.
Nos bajamos del auto y literal corrimos a clases, esta universidad es gigante que, me casaría con ella si fuera posible.
No sé que paso con el chico de ayer pero me quede con las ganas de volver a reír así como lo hice ya que casi nunca lo hago hasta ahora el y Fabi son las dos únicas persona que me han sacado una risa de tal magnitud.
Estaba a punto de salir de clases cuando la profesora me detiene por la muñeca.
—Contigo quería hablar Mckenzei—dice en un tono dulce que es muy propio de ella.
Me doy la vuelta hasta quedar frente a frente con mi profesora de fotografía.
—Cuando usted quiera—dije y me guinde mi bolso en mi hombro derecho, la profesora carraspea antes de hablar y saca una targeta pequeña de su bolsillo.
—Creo que tu trabajo es muy bueno Karlet, tus fotografías son hermosas te lo digo de verdad, con todos mis años de experiencia sé que no me equivoco, aquí esta el número de la mejor universidad de fotografía del país yo estoy segura de que te darán una beca sin problemas, piénsalo—dijo la profesora ofreciéndome la tarjeta.
—Se lo agradezco pero ya eso lo e hablado con usted y sabe que creo que no estoy a...
—A la altura, ya se lo que piensas, pero yo pienso que estas totalmente equivocada si sol te dieras una oportunidad, Karlet, solo una y te vas a encontrar y veraz que eres grande, si tu no ves eso nadie más lo verá te estas escondiendo del mundo y eso no es bueno, quítate esa máscara y deja ver tu yo real—extendió la tarjeta hacia mi, agarro mi mano y puso la tarjeta en mi palma y la cerró—eres grande solo dejate ver.
Asentí y salí del salón de clases no sin antes darles las gracias a la profesora por más que yo piense lo contrario la admiro, admiro que siga intentando que yo entre a esa universidad sabiendo que votaré o guardame en lo más profundo de mis cajones la tarjeta, es amable pero no pienso que esté a la altura aún me falta y hasta que yo no piense que este totalmente preparada para entrar a esa universidad no lo haré así venga el papa a pedirlo.
Necesito mas preparación para esa universidad tan prestigiosa.
Después de salir de clases me reencontré con mi mejor amiga ya que hay clases que no compartimos.
Veo a lo lejos una cabellera color rosa con fucia en las puntas, un pantalón negro ajustado y una blusa blanca, esta de espalda y no puedo ver su cara pero yo conozco a mi amiga y yo se que esa chica de hay es, Fabiana por lo que me pongo a su lado y la saludo.
—Hola que tal tu última clase—pregunte agarrando la correa de mi bolso.
Mi amiga fija su mirada en mi y guarda su teléfono en su bolsillo delantero al reconocer mi voz.
—Estupendo y ¿a ti?—dice mi amiga mientras me sonríe.
—Bien, la profesora, Laura me volvió a decir lo de siempre—dije mientras caminabas juntas por la universidad.
—Sobre eso sabes que no te voy a forzar, tú siempre elijes lo que tú quieres sin importar otras opiniones —dice, por el rabillo de mi ojo veo como hace un saludo con su mano al frente, cuando sigo su saludo veo que es a un chico que se nos ha acercado.
—Hola, que tal, ¿ustedes son de fotografía?—pregunta el chico que tengo al frente, refiriéndose más a mi que a mi amiga.
Estaba apunto de responder cuando mi amiga se aproximó.
—Sí, sí, claro, ¿por qué?—dice Fabi rápidamente.
—Hoy va haber una carrera de natación cerca de acá, es de 4×100 y quería alguien que fotografíaran a los del equipo verde—dice el chico.
La verdad no estoy muy de ánimo, en cambio me lo debería pensar unos momentos, lástima que mi amiga se apresura a todo.
—Claro, Karlet fotografía mejor que yo, seguro ella quiere, ¿verdad , Kar?—dice y ni deja que yo responda.
—¿A qué hora es?—le preguntó mi amiga a el chico.
—A las 16:00 pm, me llamo Raúl, mucho gusto—dijo y extendió su mano a mi amiga que la estrecha con gusto, luego la paso a mí y yo le di un apretón rápido.
El chico que ahora sé, que se llama Raúl, se da la vuelta y se va con un grupo de chicos que esta a unos metros de distancia que nosotras.
—¡Hay estaremos!—le gritó mi amiga a Raúl.
Agarré a mi amiga del brazo y la arrastre a la salida de la universidad.
—¿Qué haces?, ni siquiera me preguntaste si quería—dije susurrando.
Mi amiga rodó sus ojos.
—No tenía que preguntarte se que no tienes nada que hacer más que fotografíar, ya que es lo que amas más, ¿o me equivoco?—dijo y de verdad que tiene razón.
—Tienes razón, esta te la paso por que se te nota la emoción de que quieres ir, y según tú yo fotografió mejor que tú—dije y la solte mientras no adentramos a su auto.
***TIEMPO DESPUÉS***
Luego de montarnos en el carro, pasamos por casa de mi amiga para que ella se cambiará de ropa, yo de verdad estaba cómoda con la que tenía, así que me negué a cambiarme.
Al salir de la casa llegamos a la competencia de natación, nos sentamos en las bancas principales, que nos guardo Raúl para tener mejor vista.
Ahora estoy preparando mi cámara ya que va empezar la competencia.
—Al parecer ya van a empezar, mira ya están montados en la cosa esa que nunca me aprendí su nombre—dice Fabiana en mi oído.
—Si, ya vi, por eso preparé la cámara—dije y me acomodé en enfocar mi cámara a la piscina.
—¡Preparados!, ¡Listos!, y ¡fuera!—dijo el narrador, y al salir los participantes sonó una bocina.
Ví los cuatro equipos, el primero rojo, el segundo naranja, el tercero verde—el que tengo que fotografíar—y el último azul.
Y la cara de el nadador que salió de primero del equipo azul lo conozco de algún lado, solo que por el agua no la logro ver lo suficiente.
Comienzo a fotografíar al equipo que debo, fotografia, tras fotografia, al terminar el primero tomo otra pero veo a el que estaba nadando del equipo azul salir del agua y veo su rostro y lo reconozco de inmediato.
¡Es Mike!
Pero no puedo desconcentrarme, por lo que muevo mi cámara al principio de la piscina donde veo al la segunda ronde de equipos empezar a nadar, vuelvo a tomar y fotografías como la de los nadadores que acabaron de pasar.
Al terminar la carrera de nadadores por equipo, le tomo foto al ganador, que fue el equipo azul—el que al parecer es el equipo de Mike—.
Enfoco la mirada hacia mi querida amiga que tengo a mi derecha.
—¡El de el equipo azul es, el chico que conocí en el cine!—susurre al oído de mi amiga más emocionada de lo que pensé.
Mi amiga abre sus ojos de par en par, que por un momento pensé que se les saldrían.
—¡Vamos a verle!, ¿no tienes su gorra?—asentí—bueno un motivo para verle, vamos deben estar descansando en las sillas de descanso que hay por allá.—dijo mi amiga y señaló un lugar poco lejos de las piscinas.
Es un lugar apartado de esta, y abierta, con sillas separadas entre sí, que parecen muy cómodas.
Mi amiga me arrastro hasta el lugar, veo a Mike en una de las sillas y a otros chicos acostados en las otras.
—Acercate, yo me quedo aquí—dice susurrado mi amiga al oído.
Me acerqué y saqué la gorra de Mike de mi bolso y se la lanzé en su espalda, ya que esta acostado en la silla boca abajo.
Se voltea señudo y al verme se sienta de un salto y agarra su gorra.
—Hola,—dice y señala su gorra—gracias por esta, pensé que la había perdido.
Se ríe suave y yo le sigo.
—La dejaste en el asiento, y felicidades por el logro—dije, y cuando el iva a responder, se quedó con la palabra en la boca por que una voz detrás de mí habló primero.
—Cariño, ganaste felicidades —dijo la voz que tenía detrás de mí, ahora la tengo al frente viendo como abraza a Mike.
Me río silenciosa de la cara vergonzosa que tiene Mike en estos momentos. Imagino que es su madre.
La mujer que hace segundos estaba abrazando a Mike, ahora se separa de él y voltea a mi y me señala, sonriente.
—Tu eres la chica de los ojos profundos como el mar ¿no?—dice en un tono emocionada—Mike me contó de ti, te llamas ¿Karlet?
¡Le contó de mí!.
¡De mí, Karlet Mckenzei!.
La pregunta es:
¿Por qué?.
Asentí, mis mejillas se pusieron del color más colorido que han estado en mi vida, pero gracias al cielo, Mike intervino en la situación tan vergonzosa.
—Si, mamá es ella, Karlet, ahora déjala—dice y luego abre su mano señalandome—Karlet, ella es Diana, mi madre.
Entendí mi mano hacía ella.
—Un gusto, Diana—dije y estreche mi mano.
—El gusto es mío, corazón, créelo el gusto es mío, ahora los dejo solos para que hablen—dijo y luego se retiro como rallo de luz.
Mike se rasca su nuca mientras sonríe dulcemente.
—Siento ese bochorno, de verdad mi mamá aveces se le pasa un poco la lengua—dice y ambos reímos.
—No te preocupes.
—Amo esta época del año, ¿no te gusta el verano?, por que a mi, me-en-can-ta—dice y yo rió y le doy la razón asintiendo.
—No te preocupes por lo de tu mamá, yo venía a traerte la gorra ya que te ví acá, ahora me tengo que ir con mi amiga que esta, justo allá—dije y señalé a mi amiga que me saludo con su mano y yo no dude de volverle el gesto.
—Antes de irte, puedo pedirte algo—dice mientras me mira fijo y sonriente.
—Claro, a ver que sorpresa me llevo esta vez—digo en modo broma y ambos volvemos a reír.
—Es que, si quiere intercambiar números—dice y saca su celular agitandolo de un bolso, en la silla donde estaba recostado.
No se si debería darle mi número a una persona que apenas conozco, pero algo de él me hace sentir confianza.
Así que intercambiamos de número, y luego nos despedimos con un saludo de manos y un inesperado beso en la mejilla de parte de Mike, que me dio una extraña corriente en mi cuerpo, pero lo deje pasar sin importancia y subí con Fabiana al auto para ir a casa.
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