18. Por Amor
—Quedaste hermoso —le digo y él sonríe— debes estar feliz, desde hoy serás el Sr. Weerayut —termino de arreglar su maquillaje de ojos.
—Gun, estoy un poco nervioso —juega con sus manos, haciendo tronar sus dedos— ¿y si él se arrepiente en el último momento?
—Es imposible que lo haga Oab, Arm te ama, te lo ha demostrado de muchas maneras y sinceramente no creo que elija plantarte en la iglesia, sabiendo quien es tu padre. —Ambos reímos— No puede arrepentirse, él te ama y al bebé que llevas en el vientre. —Oab sonríe.
—Nunca pensé que este día llegaría.
—Ni yo —cierro el estuche de maquillaje y no puedo evitar suspirar— Ni tu padre, nunca, se imaginó que esto pasaría.
—El día del cumpleaños de Nirin, cuando tu padre se enteró que estabas embarazado, pensé que lo mataría, o te mataría.
—Estuvo a punto de hacerlo —me reí— pero no lo hizo, no podía estropear la felicidad de tu padre, disfrutando de bailar con su nieta consentida.
Ambos sonreímos, recordando el momento exacto en que el comisario entró en el salón, donde mi padre danzaba al son de la música con Nirin, y Oab anunciaba que en unos años más, podría ser su padre quien estuviera en esa misma posición, porque tenía dos meses de embarazo.
—Es hora de irnos —anuncia New, asomando la cabeza por la puerta entreabierta.
—Gracias New. Justo terminamos.
New termina de entrar en la habitación y toma el bouquet colorido que mis hijos especialmente hicieron para Oab, robando las flores del jardín de mi madre.
Oab se pone de pie y sale corriendo en dirección al baño. New y yo lo seguimos.
—No sé cómo caminaré hacia el altar sin tener arcadas. ¡Nunca llegaré! —dice mirándonos.
—Lo harás. Te lo aseguro, cuando veas que Arm espera por ti frente al altar, todo lo demás se te olvidará y solo tendrás ganas de caminar más rápido para llegar hasta donde él se encuentra.
—¿Así te sentiste tú?
—Sí, ansiaba llegar junto a él.
—Te veías hermoso el día de tu boda. —Seca sus manos— Off es muy afortunado de tenerte, Gun.
—También te ves hermoso. —Le digo y veo como las lágrimas se acumulan en sus ojos.
—Vamos Oab, ni se te ocurra llorar que correrás tu maquillaje. —New se apresura a decir.
Los tres nos soltamos a reír y nos abrazamos.
—Es hora de irnos mi amor. —Arm entra en la habitación y nos arrebata a Oab de los brazos.
—¿Están listos? —nos dice sonriente, mientras abraza a su futuro esposo.
—Si —decimos al unísono y nos disponemos a abandonar la habitación, cuando alguien más se une a nosotros.
—Mírate tan hermoso como tu madre —nos sorprende esa comparación y esta vez sí que Oab se echó a llorar.
—Gracias papá.
—Es la verdad hijo. Te pareces tanto a ella, sé que hubiera estado feliz de acompañarte este día tan especial. Lamento mucho haber sido tan ciego. Lamento todo lo que tuviste que pasar para poder llegar a este momento. Prometo en nombre de tu madre, que siempre estaré contigo y nunca más tendrás que fingir ser alguien que no eres. Desde el cielo, ella nos cuidara, a ti, a mí, a tu bebé y... bueno, bueno también a Arm.
—Oh Papá-
—Bueno, bueno deja la lloradera y vayamos a esa iglesia de una vez, No quiero que mi nieto nazca sin que sus padres estén casados.
Nos echamos a reír, retocamos el maquillaje de Oab y por fin todos juntos enrumbamos hacia la iglesia.
La ceremonia fue corta, había muchos invitados. No había visto a tantas personas reunidas, desde el día que enterramos a la madre de Oab hace casi cuatro años. Pero esta vez, no hay lágrimas de tristeza, esta vez la alegría llena la casa y Oab, después de tantos años, merece ser completamente feliz.
—¿Por qué estamos escondidos Pluem?
—Porque tengo que decirte algo y no quiero que nadie nos escuche
—¿Qué me quieres decir? ¿Qué pasa?
—Es difícil de explicar Chimon.
—¿Por qué? ¿Sucede algo malo?
—Es que...
Mientras las personas disfrutan bailando y divirtiéndose, después de la fiesta, Pluem tomó la mano de Chimon y lo condujo, bajo las escaleras en la primera planta de la casa, lejos del bullicio del jardín.
—Anda Pluem dime ya que te sucede.
Pluem se rasca la nuca mientras frunce los labios y sus mejillas se tornan de un ligero tono rosa. Empuja contra la pared a Chimon y une sus labios en un primer beso, que ha estado deseando dar y recibir. El menor de los dos, está sorprendido y mantiene los ojos abiertos, esta inmóvil, solo sintiendo la calidez de los labios de Pluem contra los suyos y notando como su corazón martillea, cual pájaro carpintero contra un árbol.
Pluem abre los ojos y mira al menor, inmediatamente se aleja, con las mejillas rojas y la angustia en su mirada, esperando que su acompañante mueva los labios para decir cualquier cosa. El silencio le preocupa, quizá no debía haberlo hecho, no debió besarlo, pero a sus once años, se ha dado cuenta que su corazón late muy rápido cuando Chimon está junto a él, cuando lo toma de la mano y lo invita a caminar por la propiedad de sus abuelos, cuando lo observa detenerse frente a un rosal y toma sus pinturas para dibujar la que a su parecer es toda una obra de arte. O como sus piernas tiemblan cuando Chimon sonríe amplio y hermoso, que siente su corazón doler, porque la felicidad es inmensa y siente que no puede respirar.
Está enamorado, pero Chimon es su amigo y él tiene miedo. Miedo de que pueda rechazarlo y no quiera verlo nunca más. Pero Chimon continua quieto en su lugar, no ha dicho nada, solo lo está mirando con sus hermosos ojos negros que en ese momento se ven más brillantes que nunca. Y no soporta más, si Chimon no habla, es él quien debe hacerlo.
—Yo-
Unos cálidos labios se apoderan de los suyos, siente las manos del menor rodean su cuello e inmediatamente sus manos se apoderan de la cintura contraria. Las lágrimas empiezan a deslizarse por su mejilla y termina con el beso, torpe e inexperto, abraza más fuerte al menor frente a él y solloza mientras intenta hablar.
—Shhh. No digas nada.
—¿Pero tú...?
—Sí, yo también te quiero Pluem.
—De verdad me quieres —se separa, solo lo suficiente, para poder mirarlo a los ojos.
—Desde que nací. —responde el menor y justo cuando sus rostros están acercándose nuevamente, unos grititos ahogados, los hacen paralizar y soltarse de golpe.
—¡Son una cosita adorable!.
Oab está mirándolos a través de las gradas y al parecer sus gritos no pasaron desapercibidos para sus amigos, que rápidamente se acercan hasta donde están los menores.
—¿Qué sucede? —Es Gun quien llega primero.
—¡Ellos, se quieren!.
—Claro que lo hacen, son como hermanos.
—Oh no Gunnie, ellos se quieren-
—¡Tío Oab! —Los niños gritan al mismo tiempo.
Off llega junto a Chimon. Lo acerca a su pecho, poniéndose de cuclillas.
—¡Nunca! ¿me oyes bien? nunca puedes enamorarte bollito.
—¡Papito!
—Nunca, prométemelo, no puedes crecer tan rápido.
—Pero papito, Pluem me gusta.
Off abraza más fuerte a su hijo y se echa a llorar, mientras los demás lo observan sonriendo y New toma a su hijo, alejándolo de Off y Chimon.
—Tu no-
—Si papi, y Chimon me quiere.
Pluem sonríe ampliamente y observa a Chimon, sobre el hombro de su padre, que sigue llorando como un niño. Cuando Chimon le sonríe, se lleva las manos al pecho, ahí, justo donde su corazón está latiendo rápidamente.
—Papi.
—¿Si? Dime mi amor.
—¿Es normal que mi corazón duela, y sienta que se quiere salir de mi pecho cuando veo a Chimon sonreír?
New mira a su hijo y asiente.
—Lo es... a eso es a lo que llamamos estar enamorado, cariño.
Todos los presentes, se miran entre sí, sin decir una palabra y mientras Off sigue en el piso abrazando a Chimon. Win se acerca buscando a su hermano.
—¿Qué hiciste para tener a Papá llorando, enano? ¿Por qué no me llamaste?
Gun abre grande los ojos, al parecer preocupado, la sonrisa en su rostro ha desaparecido.
—¿Tú no estás enamorado cierto conejito?
—Pero por supuesto que si papi, amo inmensamente a alguien.
—¿Queee?
—Claro papi, llevo como ocho años enamorado de mi balón de futbol.
Todos los presentes, incluso Off, se sueltan a reír. Off se pone de pie, junto a sus hijos y esposo, quedando Chimon junto a Pluem, solo unos segundos después, dos pequeñas manos se entrelazan a escondidas, tratando de ocultarse tras sus propios cuerpos.
Las personas, nacen, crecen, se enamoran, lloran, ríen, se casan, sufren y son felices, la vida no se detiene y debemos aprender a vivirla de la mejor manera y si es con amor, mucho mejor. Por amor perdonamos y vivimos. Porque por amor, se mueve nuestro mundo.
𝕰𝖛𝖎𝖎 𝕭𝖑𝖚𝖊 ʚĭɞ
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