CAPITULO 55. Namsan.

                             Yoongi.

Estabamos en completo silencio, no demoraríamos mucho en llegar a su edificio.

—¿Estas bien?— Rompí el silencio.

—Sí.— Asintió cabizbaja.

—No mientas.— Le di una mirada rápida —Pensé que ustedes estaban bien, qué todo iba de maravilla en su relación.

—Estamos bien, es solo que...

—Te molesta la presencia de Eunji.— La conocía bien, sabía leer no solo sus expresiones y sus miradas, también su lenguaje corporal.

—Ella no ha sido amable.

—¿Pelearon por ella?— Pregunte indagando más en el tema.

—Jimin quería llevarla a casa...

—No estabas de acuerdo con eso.— Negó.

—No quería compartir el mismo auto con ella después de como se ha comportado conmigo.— Asentí haciéndole saber que entendia la situación —Jimin insistió en que solo iría a dejarla y después nos iríamos al departamento.

—¿Eunji ya sabe sobre ustedes?— Asintió.

—Jimin se lo confesó hoy, digamos que nos vio juntos en la sala de descanso y no tuvo opción más que contarle.

—Entonces, fue por eso que tomo las llaves de Hobi.— Dije, recordé a mi amigo tener una incomoda conversación con Eunji por eso—Hobi se molesto por esa acción, no le gusta que tomen sus cosas sin su permiso.

—Entonces así logro entrar.

—¿Qué paso después?—Pregunte.

—Acepte ir con él a dejarla a su casa, todo iba relativamente normal, hasta que Jimin retiro los seguros de las puertas y ella se subió al asiento delantero.— Hizo una mueca de disgusto.

—Jimin le dijo que eso no podía ser así, ¿verdad?, porque tú eres su novia.— Por su tardía respuesta, ya sabía que Jimin no hizo nada para que Eunji respetará el lugar de Olivia como su novia.

—Jimin me pidió subir atrás, cosa que no acepte, entonces le pidió a ella cambiarse de lugar y ella no aceptó. Luego quiso hacerme ceder a mi y no iba a permitirlo. Así que, me di la vuelta para irme en autobús, hasta que apareciste.— Lo sabía, sabía que Jimin había cometido alguna estupidez. Es que, ¿Cómo puede?, si tan solo fuera mía, no la trataría de esa manera.

—Así que, prefirió llevarla a ella.— Me mordí la lengua por pensar en voz alta, no quería decirlo así tal cual, no quería hacerla sentir mal.

—No, es solo que, son amigos desde hace años, no puedo interferir en esa amistad, pero, tampoco tengo porque soportarla a ella.— Encogio un hombro —No tiene nada de malo que pase tiempo con ella y que quiera llevarla a casa, es su amiga, no puedo simplemente prohibirle qué lo haga, es por eso que decidí no subirme al auto, para que todos estuviéramos cómodos, ella no tendría que moverse de lugar y yo no ocuparía un lugar que no quería.

—Sí, supongo que no puedes intervenir en esa amistad.— Dije —Pero, es que tú eres su novia, debió poner en claro eso delante de Eunji, además, ¿por qué ella actuó de esa manera?. 

—Lo hizo porque quiere estar pegada a Jimin como garrapata.— Rodó los ojos. Su expresión era una extraña mezcla de fastidio e inseguridad.

—Ella no tiene manera de competir contigo.— Me detuve en un semaforo y gracias a eso pude concentrar mi mirada en ella —Creeme.

—No se si sea suficiente ser yo.— Cruzo los brazos.

—¿A qué te refieres?— Fruncí ligeramente el entrecejo.

—Eunji, ella es...bonita, es realmente bonita, delgada de piernas largas, piel perfecta y un hermoso cabello de ensueño. Por más que ella no me agrade ni un poco, no puedo negar que tiene esos atributos que la hacen bella.— Su mirada se tiño de inseguridad y tristeza. No iba a permitir tal cosa, no cuando ella es malditamente hermosa.

—No, no dejaré que te menosprecies de esa manera.— Seguí conduciendo, estábamos a solo una cuadra de llegar.

—¿Me vas a decir que Eunji no te parece atractiva?, ¿En serio?, ¿Ni un poco?. No puedes negar que lo es.— Me cuestionó.

—No lo estoy negando.— Conteste de inmediato —Eunji es bonita, sí.— Me estacioné en la entrada de su edificio, habíamos llegado —Pero, te diré algo.— Mis ojos volvieron a los suyos —No tienes nada que envidiarle a ella. Mirate, mira esa hermosa piel de miel, esos ojos marrones con esa mirada ignotizante, ese cabello castaño que enmarca tu rostro a la perfección, tus...tus labios dulces, esos mismos que...que te incitan a probarlos.— Involuntariamente ya estaba acariciando su mejilla —Tu cara, todo de ti, tú. Eres hermosa Olivia.— No sabía como pero la distancia había disminuido entre nosotros, estaba tan cerca que solo faltaba un pequeño impulso y mis labios tocarían los suyos.

A pesar de que deseaba hacerlo, sabía que no era correcto. Al mismo tiempo tomamos distancia volviendo a acomodarnos en los asientos del auto.

—Eres más que solo una cara bonita, eso es lo que más amo de ti. Hay muchas cosas en ti que te hacen hermosa..— Estaba cabizbaja sin mirarme —Disculpa, no quise invadir tu espacio personal.— Dije al sentirla incomoda.

—No lo hiciste, gracias por tus palabras. Me ayuda mucho saber que tienes esa percepción sobre mi.— Me dedico una cálida sonrisa cerrada —Pienso lo mismo de ti.— Sonreí, sabía que era momento de despedirme, mi corazón latía acelerado y mi cuerpo pedía a gritos contacto con el suyo.

—Es tarde, tienes que descansar.— Fingí mirar la hora en mi reloj.

—Ya tengo que entrar.— Asintió —Gracias por traerme.— Se inclino hacia mi abrazándome, aspire el olor de su cabello y anhele que este pequeño contacto no terminará. Pero así fue, se separó y abrió la puerta del auto saliendo de este —Nos vemos.— Agito la mano sonriendo tan hermosa como siempre.

—Adiós.— Fingí una sonrisa, como si no me quemara por dentro no tenerla.

                                [...]

                          

                             Olivia.

Me había dado una ducha, ahora estaba en pijama acostada en mi cama cubierta con las sábanas, chequeando instragram en el teléfono. Quería distraerme un poco, porque dormir se me dificultaba.

No me sentía bien, esa era la verdad, mis inseguridades estaban saliendo a flote y no quería. Pero, no dejaba de pensar en lo ocurrido hoy.

Jess aun no llegaba, no quería agobiarla con mis cosas, no quiero opacar su felicidad, las cosas entre Namjoon y ella van de maravilla y lo mejor sin tanto drama. A diferencia de Jimin y yo.

Deje el celular en el buro junto a mi cama, dispuesta a dormir, me acomode y cerré los ojos. Esperaba lograr dormir y descansar de todo este drama, ya mañana pensaría con la cabeza más fría y hablaría con él.

Pasaron algunos minutos, casi lograba quedarme dormida cuando sentí unos brazos rodearme desde atrás, rápidamente abrí los ojos y voltee. Él estaba aquí, podía verlo por la luz tenue de mi lampara de noche.

Por un momento había olvidado que le di la contraseña para ingresar al departamento, en la pequeña pantalla qué está pegada a la entrada principal.

Decidí voltearme de nuevo a mi posición inicial, no quería decir nada en este momento.

—Preciosa, ¿estas enojada?— Se aferro a mi con sus brazos rodeando mi cintura y su quijada acomodándose entre el hueco de mi cuello.

—Tú qué crees.

—Tenía que llevarla a casa, es mi amiga.— Empezó diciendo —No debiste irte con Yoongi, no me gusta lo sabes.

—Eres tan injusto, deberías pensar en las cosas que también me molestan, como que no me dieras mi lugar delante de ella.— Le recordé.

—Lo que tu eres para mi va más a allá que un asiento en un auto, ¿lo sabes?— Me hizo voltearme de nuevo para verme directo a los ojos.

—Ese no es el punto Jimin.— Le dije —Soy tu novia y la dejaste hacer lo que ella quería. No te importo si eso me hacía sentir mal, solo te preocupaste por ella.— Suspiré —Sí ella sabe de lo nuestro, sabe que soy tu novia, ¿por qué trata de centrar toda la atención en ella?, cada que estas conmigo hace todo lo posible porque la veas y cedas a lo que quiere.

—No puedes decir eso, apenas se entero de lo que somos, no es que lo hiciera a propósito antes.— Justificó.

—Pero, ya lo sabe y siguio actuando de la misma manera.

—Eunji no está acostumbrada a viajar en la parte de atrás cuando va conmigo, eso es todo. No lo tomes personal.— Fruncí el entrecejo y no sabía exactamente que pensar.

—Entonces, ¿yo si tengo que soportar eso y tu quieres negarme estar cerca de Yoongi?— Me senté en la cama, para poder mirarlo mejor.

—Esto es diferente, Yoongi tiene otras intenciones, lo sabes.

—Lo que yo sé es que Eunji tiene otra intención contigo y no quieres verlo.— Arquee una ceja.

—No es así, todos estos años solo ha existido únicamente amistad entre nosotros.— Volvió a repetir lo mismo que anteriormente me había dicho.

—Pero empecé mi amistad con Yoongi desde antes de tener algo contigo. No puedes simplemente pretender que eso cambie.

—Tienes razón.— Admitió.

—Promete que no volverás a hablarle así como hoy lo hiciste.

—Lo hice porque se entrometio en algo que no le incumbe.— Negué.

—Yoongi no se entrometio, él solo me hacia un favor, no tenías porque ponerte así.

—Bien...lo prometo.— Sonreí ligeramente al escucharlo —Promete que vas a poner de tu parte para llevar llevarte bien con Eunji.— Y si, mi pequeña sonrisa se desvaneció.

—Jimin...

—Acabo de prometer algo, es tu turno.— Hice una mueca al verme acorralada, era lo justo.

—Lo prometo.— Dije sin más.

—Bien, ahora que ya hablamos de esto.— Hizo una pausa —Te tengo una noticia.

—¿De qué se trata?

—Tomaremos unas merecidas vacaciones.— Dijo y note su entusiasmo, claro que me alegraba por él.

—Eso es estupendo, se lo merecen, trabajan muy duro y eso va ayudar sobre todo a Yoongi, podrá terminar de recuperarse, van a desestresarse, espero que lo disfruten.— Sonreí.

—No has entendido.— Una sonrisa pícara adorno su bello rostro —Vendrás conmigo preciosa.

—¿Qué?, estas loco.— Negué —Tengo mucho trabajo y no es seguro que me den vacaciones así de pronto, sin haberlas pedido con anticipación. Es que no...— Fruncí levemente el entrecejo.

—Ya te las dieron, mañana te lo informaran.— Voltee a mirarlo con evidente sorpresa.

—¿Cómo así?

—Namjoon se encargo de eso, se lo pedí.— Me dijo.

—¿Por qué le pediste eso?, ¿si alguien empieza a sospechar sobre nosotros?, Jimin esto no me da seguridad.

—No tienes de que preocuparte preciosa, lo tengo todo resuelto. Te quiero conmigo en estas vacaciones.— Se inclino tomandois labios, besándome lento y con dulzura —¿Iras conmigo?— Pregunto al separarnos.

—Sí es contigo, siempre.






                           Sonmin.

Llegué a casa y mi madre ya dormía, lo cual agradecía, no me sentía bien para lidiar con ella.

Fui directo a mi habitación, una vez adentro cerré la puerta. Al sentarme en el borde de la cama volví a revisar mi celular una vez más.

Nada. Ni un solo mensaje. Ni una llamada.

¿Qué estaba pasando?, ¿Por qué de repente él actuaba así?

Tenia miedo, mucho miedo. Es aquí cuando me cuestionó si mi madre tenía razón, ¿y si ya obtuvo lo que quizo y esta decidiendo alejarse?

¿Tan rápido se aburrió de mi?.
Desde que tuve mi primera vez con él en la playa, volvimos a repetirlo solo dos veces. ¿Eso fue suficiente para él?

¿Y si mi madre tenía razón?, ¿Qué tal si él todo este tiempo solo quería acostarse conmigo?, ya lo consiguió tres veces, ya no tiene porque seguir conmigo. Esto empezaba a hacer sentido en mi cabeza.

¿Qué voy a hacer?, si mi madre se entera de lo que hice me mata. Va a ser lo peor para ella, no querrá volver a mirarme a la cara de saber que caí ante unas palabras bonitas y abrí las piernas para él.

<<No, no, no. Sonmin tranquila, no asumas nada aun, no has hablado con él>>

Me dije a mi misma.

Pero, ¿por qué no me llamas?, ¿Por qué te fuiste así Jungkook?, se supone que iríamos a cenar juntos, esto no tiene sentido.

Voy a llamarlo, lo haré. Tengo que hacerlo y saber que esta pasando.

Tome mi celular y entre a su contacto, en un segundo ya estaba sonando su celular en la otra línea. Un tono, dos tonos, tres tonos... Buzón.

Mi corazón se estrujo, no respondía.

Volví a llamar, necesitaba escucharlo.
Un tono, dos tonos, tres tonos. Buzón.

La desesperación se estaba apoderando de mí, ¿En serio ya no le importo?

Estaba a punto de llorar, pero suspire y respire profundo, deje salir el pesado aire que retenían mis pulmones. Tome el celular de nuevo y volví a llamarlo.

Un tono, dos tonos, tres tonos...

Jungkook:
—¿Hola?— Mi corazón latió fuerte al escuchar su voz —¿Sonmin, estas ahí?

Sonmin:
Sí, a...aquí estoy.— Respire profundo tratando de no derrumbarme a llorar —Tú...no contestabas.

Jungkook:
—Estaba ocupado.

Sonmin:
—Perdón, no quise interrumpirte.— Iba a colgar.

Jungkook :
—No lo hagas, no cuelgues.

Sonmin:
—Yo...lo...lo siento.

Jungkook:
—¿Por qué?.

Sonmin:
—No lo sé, te fuiste.— Solloce involuntariamente.

Jungkook:
—¿Estas llorando?— Pregunto. Entonces sentí la humedad en mi cara, trate de contener los sollozos, pero no era cosa fácil.

Sonmin:
—No, no estoy...llorando.

Jungkook:
—Sonmin, no lo hagas, no quiero que llores. Escucha, perdón.— Dijo de inmediato —Perdóname.

Sonmin:
—Te busque para irnos a cenar juntos, como lo habíamos planeado. No sabía donde estabas, Namjoon tuvo que inventar una historia sobre tu familia para que no me sintiera mal, pero Olivia y Jessica me dijeron la verdad, tenían que hacerlo aunque no querían, porque yo no dejaba de chequear mi celular esperando una llamada, un mensaje tuyo...— Solloce más fuerte —No sabes todo lo que acabo de imaginar con respecto a tu actitud.

Jungkook:
—Voy a tu casa.— Dijo.

Sonmin:
—Es tarde.

Jungkook:
—No me importa, quiero verte.

Sonmin:
—¿Ahora si quieres?

Jungkook:
—Ya voy en camino.

Corto la llamada.

En cuestión de minutos recibí una llamada de él.

Jungkook:
—Estoy afuera.

Sonmin:
—Jungkook, mi madre puede vernos y va armar un alboroto.

Jungkook:
—Entonces vete conmigo.

Sonmin:
—No, vete a casa y hablaremos luego.

Jungkook:
—Sonmin, solo ven.

Corte la llamada.

Salí de la habitación y antes de bajar a la planta baja espie en la habitación de mamá. Estaba profundamente dormida y agradecí por eso.

Procedí a bajar y fui directamente a la entrada principal, abrí la puerta y lo vi recargado en su auto. Se enderezó al verme.

—Bonita, pensé que no saldrías.— Se acerco queriendo besarme como si nada hubiera pasado.

—No.— Dije —No puedes actuar como si todo estuviera normal, te fuiste.

—Te dije que no quería verte cerca de esos tipos. Son amigos del idiota que acoso a Olivia.— Su semblante se endureció.

—Todos lo éramos, nadie sabía que Dansae era ese tipo de hombre. Yo también tenia una amistad con él, nadie sabía  lo que él planeaba hacer.

—No puedes estar segura de eso.— Su mandíbula se tenso.

—Esto no es solo por eso y lo sabes. Tú eres celoso.

—¿Celoso?, no.— Aja, claro —Solo trato de cuidarte.

—Lo sé y lo agradezco. Pero, sabes bien que tus celos hacen todo más grande de lo que es.

—Tal vez...estaba un poquito celoso.

—Mucho, estabas muy celoso.— Me cruce de brazos.

—Sí, es verdad.— Acepto.

—Creo que nos adelantamos.— Esta idea había surgido en mi cabeza y para mi tenía sentido.

—¿A qué te refieres?

—Todo lo que ha pasado, siento que fue muy pronto, debimos esperar más tiempo, creo que intimamos demasiado pronto y esta relación esta estancada por eso.— Exprese mi sentir.

—No, no fue tan rápido. Fue el momento justo, no digas ahora que te arrepientes de haberme dejado tocarte.— Se acerco lo suficiente como para sentir su respiración.

—No me arrepiento, pero creo que tenemos que tomar un tiempo.

—No.

—Sí Jungkook, lo necesitamos. Todo bien entre nosotros, solo volvamos a empezar de cero y esta vez haremos mejor las cosas, que como las hemos venido haciendo estos seis meses.— Estaba decidido a no aceptar —Por favor, sabes que tu actitud de hoy lo confirma.

—Esta bien, voy a darte el espacio que quieres. Pero, ¿podemos seguir hablando?— Asentí —No quiero perderte.

—No lo harás.

—¿Eso quiere decir que dejaras de ser mi novia?— Pregunto con una mueca de disgusto.

—No, pero quiero que llevemos las cosas con más calma y que podamos aprender sobre los errores que hemos tenido estos seis meses.— Acorte la distancia rodeando su cintura con mis brazos —De verdad quiero que esto funcione.

—Haré lo que sea necesario para que así sea.— No pude evitar sonreír, me llenaba de esperanza que él tuviera las mismas ganas de estar conmigo y hacer funcionar nuestra relación.

Sabía que él amor qué crecía entre nosotros sería nuestro principal aliado.









                            Jessica.

Iba con Namu en su camioneta, pero él no la manejaba, le pidió a uno de los guardias hacerlo.
Mientras él me acompañaba en los asientos traseros del vehículo.

En cuestión de minutos el conductor entró a un garage subterráneo. Estacionó la camioneta, estaba mirando todo por la ventana de esta.

—Jess.— Voltee a mirar al joven apuesto que estaba a mi lado —Llegamos.

—¿Qué es este lugar?

—Vamos.— Extendió su mano y la tome.

Él bajo primero y después lo hice yo sin soltar su mano.

Caminamos a un ascensor lujoso, dentro de este Namu se encargo de seleccionar el piso al que íbamos en la pantalla táctil qué estaba en la pared del ascensor y comenzo el movimiento. No demoro tanto en abrirse de nuevo dejandonos salir.

A primera instancia nos encontramos con una joven elegantemente vestida con una falda color vino al igual que su saco, debajo de este una camisa blanca manga larga, un moño en la artura de su cuello, zapatillas negras de tacon medio , su cabello perfectamente recogido y maquillaje impecable.

—Buenas noches, bienvenidos.— Nos recibió con una deslumbrante sonrisa, reverenciando delante de nosotros. —¿Cuentan con reservación?

—Buenas noches, sí.— Respondió Namu.

—¿A nombre de quién?— Pregunto sin dejar su impecable amabilidad.

—Kim Namjoon.— La chica pareció sorprendida, pero mantuvo la calma. Mientras tecleaba en la pantalla táctil sobre su podio de madera.

—Los llevaré a su mesa, por favor, síganme.— Nos indicó y así lo hicimos.

Debo decir que las mesas de cada cliente estaba dividida por pequeñas paredes de tabla roca, dando el aspecto de privacidad.

—Aquí es, tomen asiento.— Sonrió y Namu abrió la silla para mi y la acomodo de nuevo para que me sentará. Después lo hizo él —El menú.— Nos extendió las cartas y las tomamos —Cuando estén listos para ordenar pueden picar aquel botón dorado y enseguida vendrán a tomar su orden, que pasen una maravillosa velada— Reverencio y nos dejo solos.

—No es necesario venir a lugares tan lujosos.— Le dije.

—Es necesario, tu lo mereces.— Me dedico una de esas sonrisas que dejaban a la vista sus preciosos hoyuelos —Pide lo que quieras.

—No tengo idea.

—¿Quieres que te ayude a escoger?— Asentí, la verdad no tenía experiencia con platillos ridículamente costosos. No sabía que debía ordenar, ¿y si me equivocaba y no me gustaba la comida?.

Namu pico el botón dorado y en cuestión de nada un mesero estaba con nosotros listo para tomar la orden. Namu ordenó por mi y cuando termino el mesero se retiro.

—¿Le dijeron la verdad a Sonmin?— Asentí.

—Lo lamento, pero teníamos que hacerlo.— Hice una mueca —Ella estaba tan desesperada mirando su teléfono.

—Entiendo.— Comprendió.

—¿Sabes qué le ocurre a Jungkook?— Era muy probable que él supiera algo, se que el maknae es cercano a él y lo respeta mucho.

—Jungkook puede ser algo...— Comprimio sus labios.

—¿Tonto?— Soltó una ligera risa por mi comentario.

—Impulsivo y celoso.— Me dijo —Pero, solo cuando alguien le interesa de verdad.

—No debió irse así, Sonmin no estaba haciendo nada malo.

—Lo sé, pero Jungkook a veces no piensa las cosas con claridad, solo actúa y cuando se da cuenta ya lo arruinó.— Me explico —No voy a justificar sus acciones, pero se que encontrará la manera de arreglarlo, lo único que te digo con certeza es que le importa Sonmin, le importa mucho, él la quiere.

—Espero que así sea, que si dice quererla deje de actuar así, no quiero verla llorando.— Namu no dijo nada, y entonces caí en cuenta que este momento era nuestro y estaba metiendo asuntos ajenos —Perdón.

—¿Por qué?

—Tú reservaste en este bonito y lujoso restaurante para tener tiempo juntos y yo solo estoy hablando de cosas que son ajenas a nosotros dos.— Me avergonce un poco.

—Esta bien, es tu amiga y te preocupas por ella...nuestra amiga— Se corrigió —También le he tomado cariño.— Sonrió.

—Ya no hablemos de ellos.— Le pedí apesar de que fui yo la que sacó ese tema —Mejor cuéntame, ¿Cómo te fue con tu familia?, dijiste que ibas a verlos el fin de semana.

El mesero llego con nuestros platillo, los acomodo y se retiro.

—Solo pude verlos un día, por el trabajo ya sabes.— Encogió un hombro —Pero, me gustó ver a mamá, a mi hermana y mi papá.— Su sonrisa lo decía todo —Mi hermana pequeña, ya no es tan pequeña. Kyungmin ha crecido, ya es una mujer y siento algo de nostalgia al darme cuenta de eso.

—Entiendo un poco, sabes que no tuve hermanos, pero Olivia fue como mi hermana menor, así la sentía yo, porque ella ya sufría mucho y sentía la necesidad de cuidarla. Bueno, aun siento esa necesidad.

—Siento esa necesidad con Kyungmin, pero realmente no puedo estar todo el tiempo con ella. Solo le he dicho que si necesita algo no dude en llamarme.— Me encantaba verlo en su versión de hermano mayor, aunque no lo he visto junto a su hermana. Me gustaba escucharlo hablar de ella, sin duda la adoraba.

—Estoy segura que ella entiende y esta feliz por ti. Yo presumiría a mi hermano por todos lados, si fueras tú claro esta.

—No digas eso. No quiero pensar en ti como mi hermana.— Su expresión fue extraña —Te veo de otra manera.

—¿Así?, ¿Cómo me vez?— Mis codos se recargaron de la mesa y mis manos sostuvieron mi cara, mientras lo observaba fijamente.

—Eres la mujer más hermosa ante mis ojos.— Sentí un revoloteo en el estómago y en el pecho. Mis mejillas se encendieron y no pude ocultar mi tonta sonrisa.

—Sí lo vuelves a decir me lo voy a creer, en serio.

—Creelo, porque así es.— Esa mirada coqueta y esa sonrisa, mis nervios habían aumentado y es que solo él tenía la habilidad de alterarme de esta manera.

Baje la mirada avergonzada por el rubor en mis mejillas y la fije en mi platillo como si fuera la cosa más interesante. Así comenzamos a degustar de los alimentos.

                                [...]

La cena había estado deliciosa, el postre igual. Todo había sido perfecto, hablamos solo de nosotros y eso me gustó.

Bajamos por ese mismo ascensor y volvimos a la camioneta, donde el guardia esperaba para llevarnos de vuelta.

Habíamos emprendido camino en la carretera, había sido una velada amena y me sentía bien a su lado.

Vi que doblamos en una calle que no era precisamente el camino a mi departamento.

—¿A dónde vamos?— Pregunté con evidente curiosidad. Pero antes de recibir su respuesta alcance a ver a una considerable distancia la torre Namsan.

—Creo que ya sabes a donde vamos.— Respondió.

No demoramos tanto en llegar, el vehículo se estacionó y pudimos bajar de este. Namu tomó mi mano para empezar a caminar en dirección a la torre.

(Torre Namsan, Seúl).

No había venido a la torre Namsan, estaba mirando todo a mi alrededor mientras subíamos, la vista era hermosa. Mientras nos acercabamos ya se podían apreciar los candados qué las parejas suelen venir a poner aquí, como muestra de amor.

Estaba tan metida observando todo, qué no me di cuenta cuando ya estabamos en el segundo piso de la torre. Pude apreciar mas candados colgados en las barandillas.

Estábamos justo frente a la hermosa vista de la ciudad, donde se encontraban tres corazones, uno azul, uno rojo y uno blanco. Abajo de estos una matrícula que decía "Namsan Seoul Tower".

...

—¿Ya conocías este lugar?— Pregunto, al parecer noto la alegría en mis ojos al ver todo esto.

—Lo había visto en los K-dramas, pero no había tenido la oportunidad de venir aquí, desde que llegue a Corea.— Sonreí al recordar mis series favoritas —La verdad es que desde que llegué a Seúl, no he tenido oportunidad de conocer más de Corea, he estado trabajando mucho desde que llegué.

—Entonces, es momento de que conozcas más de Corea.— Sonrió de manera que quedo a la vista su perfecta hilera de dientes blancos —Empecemos por la torre Namsan.

—A tu lado será mejor la experiencia.

—Este lugar es conocido por el romance, las parejas vienen aquí y colocan sus candados como señal de la eternidad de su amor, aunque, no solo se da con las parejas, también puede ser con tu familia o amigos.— Me explico —Tengo esto para nosotros.— Saco de su bolsillo un par de candados rojos que tenían grabados nuestros nombres, estaban unidos entre sí.

—¿Quieres que lo pongamos en nombre de nuestra amistad?

—¿Eso quieres?, ¿Qué solo sea tu amigo?— Frunció ligeramente el entrecejo —Porque yo no quiero.

—¿Qué?— Apenas se escucho como un balbuceo.

—Me...no...— Negó —Tu me encantas Jessica y ya no puedo seguir fingiendo que estoy bien con solo ser tu amigo.

—Namu...

—Por favor, dejame hablar.— Asentí —Desde la primera vez que te vi, cielos me gustaste tanto. Ya no puedo ser solo tu amigo, quiero ser algo más. — Una sonrisa cerrada curvo mis labios —Cierra los ojos.— Asentí y lo hice. Pasaron un par de segundos —Ábrelos.— Sostenía un enorme ramo de rosas rojas —La primera vez que te di flores, fueron Lavanda, que significaba un inocente amor a primera vista.— Los recuerdos vinieron a mi cabeza de nuevo, fue un hermoso detalle —Pero, ahora traje para ti estas rosas rojas, que significan pasión y la intensidad con la que mi amor ha crecido, significa que estoy enamorado de ti tan intensamente, que cada día que paso siendo solo tu amigo me mata, no quiero seguir así.— Mi corazón galopaba de emoción, alegría y felicidad. Quería decir tantas cosas, pero mis ojos brillaban y se aguaban anunciado las lágrimas aproximarse, así que lo deje hablar —Aquí en Corea no hacemos esto, pero se que en tu país así lo hacen.— Dijo y lo vi arrodillarse, saco una cajita pequeña de su bolsillo y la entendió hacía mi, la abrí  y un hermoso anillo estaba dentro —Mi hermosa Jessica, ¿Me harías el honor de ser mi novia?

Un par de lágrimas se deslizaron por mis mejillas, las limpie con rapidez. Esto me sobre pasaba, era la primera vez que alguien hacía tanto por mí. No solo con estos detalles, si no que, él me entendía, me escuchaba sin hacerme sentir tonta, de verdad le interesaba conocerme, por primera vez un hombre que no buscaba solo acostarse conmigo.

Las palabras no me salían, estaba emocionada y estaba llorando.

—¿Por qué lloras?— Se acerco y de su pantalón saco un pañuelo, limpiando mis lágrimas, mientras yo aceptaba el ramo de rosas y sostenía la cajita en mi mano.

—Es que...nadie había hecho estas cosas por mi. Tú, tú de verdad me quieres, me refiero a que, me quieres a mi, a Jessica Reyes la chica que ama el maquillaje y esta muy loca igual o más que su mejor amiga. Te interesa cada cosa de mi.— Me sentía en un cuento, ¿de verdad Kim Namjoon es real?, ¿de verdad encontré a un hombre tan bueno?. Sí, lo hice —Tú me quieres a mi, no solo quieres acostarte conmigo, no buscas solo eso. Es que, Dios Namu no tienes idea, eres él mejor.— Con mi brazo libre lo abrace y me refugio en su pecho — Alce la mirada y el me veía también —Sí, acepto. Quiero y deseo ser tu novia.— Nos separamos un poco y me puso el anillo.

—Este es un anillo de promesa.— Dijo sosteniendo mi mano donde se encontraba el anillo en mi dedo anular —Prometo amarte y esforzarme cada día para que esto que hoy empieza, pueda durar tanto como lo deseemos. Si el tiempo y alguna fuerza del universo nos concede seguir juntos por mucho tiempo, tal vez algún día pueda cambiarlo por uno más formal.

—Hablas de...

—Sí, hablo de matrimonio.

—Eres todo lo que siempre quise. No sabes lo feliz que soy de haberte encontrado.— Solloce —¿Mandaste a grabar nuestros nombres en los candados?— Asintió.

—Es hora de ponerlos justo aquí.— Me señaló un lugar en específico.

Lo vi poner los candados en la barandilla, se miraban hermosos acompañando a los demás.

Lo abrace de nuevo, enterrando la cara en su pecho. Alce la mirada para verlo a los ojos. Con su dedo pulgar limpio una última lagrima y acarició mi mejilla, reclamo mis labios como suyos, tomándolos de la manera más dulce, con movimientos lentos, deje escapar un par de suspiros sintiendo la calidez de sus labios.

Cuando nuestros labios se soltaron, mantuvo nuestras frente unidas.

—Te amo Jessica Reyes.



La Jess bien humilde con su ramo de rosas rojas...

Así lucia nuestro querido Namjoon, ufff🔥

Gracias por leer.

Mon💜

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