CAPITULO 51. Felices seis meses.

Seis meses después...

23 mayo 2022.

                            Olivia.

Largos meses habían pasado, llenos de trabajo. Pero, también hubo descanso y felicidad, dos cosas juntas que me hacían feliz.

Amaba mi trabajo apesar del cansancio qué podía llegar a sentir cuando nos tocaban largas y pesadas jornadas laborales.

Mi segunda navidad en Corea la pase con mis amigas y la familia de Sonmin. Fue una velada agradable, aunque su cuñado me da unas vibras extrañas.

El año nuevo fue magnífico, la pasamos juntos a los chicos y mi apuesto novio. Recibimos el año dándonos amor entre las sábanas, cuando logramos escabullirnos a su habitación, mientras los demás seguían ingiriendo alcohol, a excepción de Yoongi.

Por cierto, su recuperación estaba avanzando bastante bien, seguía yendo a sus terapias para mejorar el movimiento de su brazo. Hace una semana volvió al trabajo con una orden de su doctor que podía volver a sus actividades cotidianas como ídol.
Estos meses se había limitado a trabajar desde casa y de vez en cuando venía a la empresa pero, no lo dejaban hacer mucho. Pero, ahora podría hacer todo de nuevo.

Jessica y Namjoon, bueno, ellos están tomandose su tiempo, mucho tiempo a decir verdad, aun seguían en el cortejo y siendo "casi algo", pero, estoy segura que eso está por cambiar pronto.

Sonmin y Jungkook, ellos van maravillosamente bien en su relación, aunque mi amiga aun no se acostumbra por completo a la intensidad del maknae. Pero, son felices juntos, se les nota. Hace dos meses le confesaron a todos su relación y tal como pasó con Jimin y conmigo, los apoyaron.

Mi día de descanso era hoy, estaba ansiosa y feliz. Jimin dijo que tenía algo especial por los seis meses juntos que estamos cumpliendo justo hoy.

Llevábamos un noviazgo de seis meses.

Evidentemente los meses en que solo teníamos sexo casual no cuentan.

—Estas ansiosa.— Jessica se paro junto a mi —Escucha, respira y relajate, deja que tu novio se encargue de todo.

—Eso hago, pero, quiero saber que planea para hoy.

—¿Qué crees que tenga en mente?— Pregunto mi amiga.

—No lose, pero, lo que sea, se que será perfecto si estoy con él.— Una sonrisa boba curvo mis labios.

—Mira nada más, Olivia Oropeza tan enamoradaaa.— Se burlaba.

—Estas igual, lo sabes.— Le recordé —Por cierto, ¿Cuándo avanzarán las cosas entre ustedes?

—No daré declaraciones al respecto.— Soltó una risa traviesa.

—Oh, vamos.

—Tal vez, solo tal vez pronto las cosas avancen más de lo que crees.— Sus mejillas se ruborizaron.

—Eso espero, quiero noticias pronto.

                                  [...]

—Sonmin llegaste.— Entro a mi habitación.

—Sí, acompañaré a Jessica a casa de los chicos.— Sonreía.

—Sí, ya me dijo.

—Tú tienes una cita con Jimin, eso me dijo Jungkook.— Se sentó al borde de la cama.

—Pues te dio bien la información.— Reí —Por cierto, ¿qué tal esta tu hermana?

—Justo vengo de verla, me quede a noche en su casa.— Amplio su sonrisa —Anteayer la dieron de alta y pudo regresar a casa con mi sobrino que es una cosita tierna, tan precioso, lo cargue y me dio tanta ternura.

—Me imagino que si.— Sonreí.

—Le tome una foto, miren que belleza.— Vimos la foto de ese hermoso bebé, una ternurita.

—Bellísimo, es una cosita preciosa.— Dijo Jessica mirando la fotografía —Ya me imagino como serán tus hijos con Jimin, unas cositas hermosas— Me volteo a ver.

—¿De qué hablas Jessica?, ni siquiera sabemos que pasará en un año y tú hablas de nuestros hijos, no creo que eso pase.— Me heche a reír.

—Pues ya veremos.— Dijo.

—Pero, en definitiva Sonmin tu sobrino es precioso, me imagino lo feliz que esta tu hermana.

—Si que lo está, mira a su bebé como la cosa más maravillosa jamás vista.— Nos dijo —Choi esta algo intenso sobre como lo llamaran, pero mamá les dijo que se tomen su tiempo para pensarlo bien.

—Sí, porque es importante el nombre que le darán.— Concordaron conmigo.

Pasamos dos horas más conversando, mientras me arreglaba para ver a mi novio.

Quien justo ahora estaba tocando el timbre. Jessica se me adelantó y abrío la puerta dejando entrar a Jimin qué lucia tan guapo como ya es costumbre.

—¿Estas lista?— Asentí con emoción y tomo mi mano —Vámonos.

Nos despedimos de nuestras amigas para después salir del departamento.
Descendimos en el ascensor y salimos del edificio.

Iba a abrir la puerta del auto y él se me adelantó, ayudándome a subir.
Rodeo el auto y en cuestión de segundos emprendió camino a nuestro destino.

Un collar bastante peculiar llamo mi atención, estaba sobre el tablero del auto. Lo tomé en mis manos para observarlo mejor.

—Lindo, verdad.— Me dijo.

—¿De quién es esto?— Fue lo primero que se me ocurrió preguntar.

—Eunji quería comprarse algo lindo y la ayude a elegirlo— Asentí, aunque una extraña sensación se instalo en mi pecho —Pero, se le olvido en el auto ayer.

—La viste ayer.

—Sí, fuimos con mi madre, insistió en que nos quería ver a ambos.

—Es lindo el collar.— Lo volví a poner en el tablero del auto —Tu mamá quiere mucho a Eunji.

—Sí, somos amigos hace muchos años y mi familia también le tomo cariño.— Respondió con la mirada fija en el camino.

—¿A donde vamos?— Decidí cambiar de tema.

—Reserve en un lugar que se que te gustara.— Me dio una mirada rápida.

—¿Si alguien nos ve?

—No tienes que preocuparte por eso, lo tengo todo resuelto.— Guiño un ojo.

Llegamos al lugar, Jimin metió el auto a un estacionamiento subterráneo y privado, donde el guardia le dio un pase exclusivo.

Bajamos del auto y entramos a un ascensor en el cual había un hombre de traje dentro. Marco el piso a donde nos dirigiamos y bajamos cuando el ascensor abrió las puertas.

La hostess estaba en la puerta del ascensor lista para guiarnos a nuestra mesa. Se notaba lo lujoso qué era este lugar y que solo personas muy influyentes podían pagarlo.

Nos extendió la carta una vez que estuvimos en nuestra mesa. Al ver los precios abrí los ojos de más por la impresión. Ni con todo mi salario de tres meses me alcanzaría para pagar.

—¿Qué ocurre?— Pregunto Jimin al notarlo.

—Todo es muy...

—No tienes que preocuparte por el precio, es más no lo mires, solo pide lo que quieras preciosa.— Sus labios me aventaron un beso al aire —Me pareció correcto este lugar, poder disfrutar de una comida deliciosa, conversar sobre cualquier cosa que se nos ocurra, sin interrupciones, solo nosotros dos mi amor.— Puso su mano encima de la mía sobre la mesa —No hemos tenido tiempo de estar solos, darnos tiempo para esto.

—Ha habido mucho trabajo, a pesar de que ustedes no están al cien por ciento activos.— Él era consciente de aquello —Agradezco que prepararas esto para los dos.— Pude ver una sonrisa colarse en esos hermosos labios abultados.

—Buenas tardes, ¿listos para ordenar?— La mesera llego a nuestro palco privado. Este restaurante era algo peculiar, las mesas estaban divididas por paredes pintorescas con múltiples fotografías de fotógrafos reconocidos.

Entonces lo entendí, dijo que me encantaría el lugar. Era por esto y de verdad mis ojos estaban viendo arte.

Ordenamos y la mesera se fue para después de un par de minutos regresar con muestra comida.

No podía dejar de admirar aquellas obras fotográficas, me fascinaban.

—Ya lo notaste.— Una pequeña risa salió de sus labios.

—Claro que lo hice, hay obras de fotógrafos que amo— Sonreí.

—¿Cómo cuáles?— Pregunto él.

—Yann Arthus-Bertrand, Ansel Adams, Tadeu Glowacki, Kelvin Yuen, Francisco Negroni, Isabella Tabacchi, entre otros.— Dije —Annie Leibovitz es otra de mis favoritas, sabias que fue elegida para fotografiar a los reyes de España.— Jimin negó —Pues lo hizo, con tan solo 23 años, Leibovitz se convirtió en la fotógrafa jefa de Rolling Stone, donde permaneció más de una década recorriendo el mundo y retratando a todos los iconos de la música pop-rock de los años 70 y comienzos de los 80, su trabajo es magnífico.— Vi a Jimin sonreír y soltar una pequeña risita —¿Qué?

—Me encanta escucharte hablar de las cosas que amas, de lo que te apasiona o emociona. Esa sonrisa y ese brillo en tus ojos al hablar de ello, es lo verdaderamente magnífico.— Los colores se me subieron al rostro, su mirada sobre mi hacia mi corazón saltar y revolotear dentro de mi pecho.

—Te amo.— Me sorprendía de lo natural que me salían esas dos palabras, y pensar que antes temía decírselas.

—Y yo a ti preciosa, no imaginas cuanto— Por segundos solo nos miramos directo a los ojos, por segundos solo éramos nosotros dos y el amor que sentimos el uno por el otro —Cuéntame más.— Amplíe mi sonrisa.

Comencé a contarle detalles bastante interesantes de mis fotógrafos favoritos, de los que revolucionaron la industria de la fotografía.
De cómo anhelo convertirme en alguno de ellos algún día.

Él me contó sobre lo que aprendió y sus habilidades de baile, flexibilidad, taekwondo. Estudió kendo, un arte marcial y esgrima japonesa durante 8 años. Tomó clases de ballet cuando era más joven y aprendió danza contemporánea durante dos años.

Sí, este hombre sabía hacer muchas cosas y es verdaderamente talentoso.

Hablamos sobre nuestra infancia, bueno sobre todo él, yo preferí omitir muchas cosas. No quería arruinar el momento con cosas deprimentes de mi vida.

Todo eso mientras disfrutabamos de la deliciosa comida, del vino y las piezas del arte de la fotografía.

Pedimos un delicioso pastel con fresas arriba, de buen tamaño para dos personas, se veía tan perfecto que por un momento no quise comerlo, de lo hermoso que les había quedado.

Jimin partió las rebanadas y las sirvió en un plato, cada uno tomo un cubierto y cuando iba a probarlo, el acerco su cubierto a mi boca, lo cual recibí gustosa. Este pastel era una verdadera delicia, mi paladar sentía que estaba en el cielo.

—¿Te gusta?— Asentí —Sabía que te iba a encantar, por eso lo pedí especialmente para ti.

—¿No está en el menú?— Negó.

—Digamos que manejan otro tipo de postres, pero, fue un pedido especial.— Lo vi tomar una fresa —Prueba una.— La acerco a mi boca y sin pensarlo mordí la fruta sintiendo su sabor siendo una mezcla entre dulce y ácido.

—Esta delicioso.

—Tengo algo para ti.— Saco de su bolsillo una cajita de terciopelo, la abrió y dentro había una cadena de plata, tenía un dije de un corazón con colores púrpura y azúl mezclados con bordes de plata. Hermoso.

(🥰)...

—Jimin, es precioso.— Volví mi mirada sobre él, después de mirar el contenido de la cajita —Es demasiado, no puedo...

—¿No puedes que?

—Preparaste todo esto, este lugar es muy costoso, comimos delicioso, estamos juntos, disfrutando de este magnífico pastel. Es demasiado.— No sabía si era demasiado en realidad o era que no estaba acostumbrada a tener tanta atención y detalles —Ahora siento vergüenza por el obsequio que prepare.

—Primero, dejame ponertelo.— Tomo la cadena y haciendo a un lado mi cabello, me la puso —Te queda perfecta.

—Gracias.— Sonreí tomando el dije entre mis dedos.

—Ahora, ¿Cuál es tu obsequio?— Negué —Preciosa, no te avergüences, se que va a gustarme.

—Dame tiempo y te daré algo mejor.

—No, hoy tienes que dármelo.— Extendió la mano.

Saque un pañuelo de mi bolso en el cual tenía envueltas dos pulseras tejidas por mi, así es, yo misma las hice, una blanca y una negra, con un dije de un corazón en medio.

Se quedo observandolas si decir nada.

—Te dije que podía preparar algo mejor, las hice y no fue una buena idea, esto es...— Quise tomarlas para regresarlas a mi bolso, pero me lo impidió.

—¿Tú las hiciste?— Asentí algo apenada —Son muy bonitas.

—No mientas por convivir.

—No estoy mintiendo Olivia, mi amor son perfectas.— Tomo la negra en sus manos y la observó más de cerca —No sabía que podías hacer estas cosas.

—Aprendí cuando estaba en secundaria.— Admití —Pensé que sería lindo tener algo...ya sabes, de...pareja.

—Me encanta.— Amplio su sonrisa tanto, al punto que sus ojos se convirtieron en una sola línea —De verdad que si.

—¿Enserio?— Asintió.

—La blanca es la tuya, supongo.— Asentí —Te la pondré.— Tomo mi mano y puso la pulsera en mi muñeca.

—Ponme la mía.— Fue mi turno de tomar su mano dejando la pulsera en su muñeca —Me queda perfecta, gracias preciosa.

—Aun siento que no te di mucho.

—Tú me das mucho con solo tenerte aquí, tan cerquita de mi, con tus besos.— Se acerco a mis labios, robandome varios suspiros con los besos de sus adictivos labios esponjosos —Con tus caricias, tu sonrisa y tu amor por mi.— Nos dejamos ir en un apasionado beso, hasta que el aire nos hizo falta —Felices seis meses novia.

—Felices seis meses novio.

(Las pulseras hechas por Olivia)...







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Vuelvo pronto.

Mon💜

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